Ellos no pueden cambiar pero esperan que uno si lo haga.

parece ser que por más que me esfuerce al final no sirve de nada

A estas alturas no puedo confiar en nadie, todos me fallaron.

Sí hay así sea una sola pisca de envidia, no se le podrá llamar amistad.

Observa cómo las personas se transforman cuando sus expectativas no se cumplen contigo.

Lies

Siempre me han gustado

las causas perdidas,

de echo la poesía aquí

tiene el mismo interés

que unas aletas de buceo

en el desierto.

Creditos: @unalmaparadios

Con el pasar de la vida...

Comprendi que no debes de confiar en nadie, que si deseas ayudar que sea porque te nace, que si regalas una sonrisa es porque en ese momento disfrutas su compañía, que no debes de mostrar tu debilidad, que no demuestres tu cariño a todo el mundo...

Porque entre más se desarrolla esas emociones, confianza, esa mismas personas te pisotean y te destruyen en cuestión de segundos.

No todos tienen tu manera de amar, de proteger, de de ayudar y de ser buena persona.

Qué ironía que si les haces lo mismo se ofenden.

Los que hablan del amor más promiscuamente son los únicos que nunca lo han sentido. Hacen una especie de guiso insulso de simpatía, compasión, desprecio, indiferencia general y a eso llaman amor.

Ayn Rand, El Manantial

reconocería tus ojos en otra vida

que hipocresía de las personas cuando te dicen que se quedarán en lo bueno y en lo malo, pero cuando en verdad pasa se van.

"𝑽𝒊𝒗𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒖𝒏 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒋𝒖𝒛𝒈𝒂, 𝒄𝒓𝒊𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒚 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒏𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔".

Ahórrate tus intentos fallidos de disculpas y tu falsa amabilidad; te conozco, y sé que no lo estás haciendo con sinceridad.

Euphoria.

La hipocresía es un verdadero dilema, no nos muestra tal y como somos, ya que muestra una faceta dirigida en la mentira de lo que no somos, la hipocresia es un mal vestido de bien, casi proféticamente, una religión llena de envestiduras. Un sacrificio que cometemos contra el mundo y contra el otro. Pero, sin pensar, hay hipocresía en más de un lugar, en la religión, en el Estado y en el amor. En lo proféticamente llamado: amor, el hipócrita amoroso, descifra un amor casi irreal, para llamarlo real, siendo en realidad el amor, un bien demostrable, real, sincero y sin apariencias. Por eso, no dudes de quien te demuestre, porque hace de tu mundo un vuelo sin igual. Duda del profético, del dictador, de quien promete cielo y no construye ninguna tierra.