Tumgik
#entre sábanas
marfill · 1 year
Text
Fuiste tú, el que me recordó cómo amar; y sí, en la cama
2 notes · View notes
lazitoelgato · 8 months
Text
So I made this at 4am (I'm so cool)
The subs doesn't make justice to the feeling of the song, I'm sorry for that
17 notes · View notes
junmsli · 3 months
Text
needy
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. smut, praise, established relationship, dry humping, unprotected sex, enzo un pocooo bromista, oral (reader recibe), dirty talk, age gap (no especificado), afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 1.4k
rating. +18 (dejé ganar a mis pensamientos intrusivos)
Tumblr media
"enzo" la joven musita bajito el nombre del hombre que se hallaba en la habitación que ambos comparten, acostado en la cama, viene de haber estado lavando la poca vajilla que quedaba sucia. él se encontraba leyendo un libro, llevando puesto lo que parecía ser una camisa bastante liviana y el resto de su cuerpo cubierto por una sábana.
"¿qué pasa, mi amor?" dice y aparta la mirada del libro brevemente para enfocarse en ti por unos segundos, sonríe y vuelve a prestar atención a su libro. "vení y acostáte ya".
"sobre eso..." ella ríe nerviosamente y empieza a caminar hacia su dirección, su ropa consistía en una camiseta negra oversize, la más grande que pudo haber encontrado, sus bragas y no llevaba sostén porque al encontrarse sola con su pareja, en su hogar ¿quién en su sano juicio usaría sostén?
la muchacha se sube a la cama, con enzo en la cabecera y ella en el otro extremo, pero planea cambiar eso. empezando a gatear hacia él y una vez a su costado, toma suavemente el libro de las manos del uruguayo y lo deja en la mesita de noche "¿podrías seguir leyendo mañana? tengo una situación aquí.”
él alza una ceja "bueno dale, pero tengo una pregunta para vos, ¿la situación es; 'necesito una culeada'?" él aprieta los labios divertido "no estoy que me quejo".
"¿cómo sabes?" se hace la sorprendida, como si esa no hubiese sido la intención de todo el asunto para empezar.
empieza desabotonar los botones de la camisa de enzo con paciencia, logra su objetivo y se la saca delicadamente por la cabeza, quita la sábana que cubría el resto de su cuerpo, para ahora bajar su bóxer, tarea que acaba con una sonrisa coqueta.
"un poco bastante necesitada andas vos"
ella ignora su comentario y se sube sobre él. pone sus piernas en los costados de enzo, al nivel de su miembro y de su clítoris cubierto, lleva también sus manos a la cintura del mayor. ambos jadean por el roce más que placentero y enzo agarra sus caderas guiando su ritmo, conociendo mejor que nada cómo es que a su chica le gusta.
la fémina mueve sus manos con la intención de quitarse la camiseta, sin dejar de jadear, una vez que cumple con su objetivo agarra las manos de enzo de donde estaban  y las lleva a sus senos, incitandolo a tocar y masajear tanto como quiera. “vos serás mi muerte.” menciona mientras acaricia suavemente los pezones ya duros de su novia. “decime qué querés y lo tenés, mi sol.”
se mueve con más rapidez encima del miembro de enzo y toma fuerzas antes -casi- susurrar “q-quiero que me folles.” entre jadeos.
“¿con esa boca besás a tu vieja?” 
“dios, enzo no menciones a mi mamá mientras estamos en esto.” dice ella, sintiendo sus cachetes más que calientes.
él se ríe “mmh, vienes acá, te hacés la que no pero sí, no demorás ni dos minutos y ya estás saltando sobre mí.”
“no estoy saltando-” menciona, podrían estar cogiendo como si de eso dependiera su vida pero jamás permitiría la oportunidad de llevarle la contra a su novio. “y yo vine a lo que vine.”
“quizás debería cogerte tan fuerte y duro como estoy seguro vos esperás.” 
con delicadeza (no la misma que acaba de usar para decirle que la va a follar hasta el cansancio) él la toma y voltea a la chica acostando la en la cama.
le baja las bragas, su mirada sigue todo el breve momento y procede a quitarlas, sin importarle donde las arroja. su cabeza sube a la altura del centro de la muchacha, sus dedos caminan por los muslos de ella y los acaricia haciendo camino hasta llegar a su estrecho agujero e ingresa dos dedos que mueve a propósito, a un ritmo lento, lleva sus ojos en dirección a los de ella “toda mojada, no tenés ni puta idea de lo que me hacés sentir.”
sus labios van a su clítoris donde comienza el trabajo de chuparlo con adoración, la mujer gime alto y acaricia sus senos dejándose llevar. 
“muy exquisita si querés saber.” comenta enzo, lo que causa que la chica suelta una pequeña y nerviosa risa, él mantiene su trabajo en ella, dedos en el fondo de ella y lengua y labios en su clítoris, moviéndose, chupando y lamiendo como solo él sabe y aprendió, que a su compañera le gusta. 
sus labios dan lentas vueltas alrededor del punto más dulce de la muchacha y suelta bajos jadeos al probarla “mierda, sos tan adictiva.”
“e-en, yo…”
“decime qué querés”
“ya lo dije, en, sabes lo que quiero”
“no lo recuerdo” se encoge de hombros sabiendo que ella mantiene sus ojos en su figura.
“te quiero dentro, te necesito, quiero que me folles” dice con todas sus fuerzas, enzo nunca detuvo sus movimientos y los gemidos de la chica a la par, tampoco nunca cesaron.
enzo asiente con una sonrisa burlona. “nunca te diría que no.” aleja su rostro de ahí abajo, saca sus dedos contemplando lo mojados que están y alza una ceja divertido. nivela sus rostros y sonríe una vez más, sus dedos llenos de la esencia de la muchacha, van hacia la boca ella, donde los mete y mueve. “mi amor siempre sabe lo que quiere y yo se lo doy.” la fémina mueve su lengua alrededor de los dedos de enzo.
él después de un par de segundos separa sus dedos de su boca, usa ambas manos en el trabajo de poner las piernas ella a los costados de su cintura.
una mano finalmente se dirige a su miembro erecto para llevarlo al encuentro del centro de la joven. “siempre luces tan deliciosa cuando estoy apunto de enterrarme en ti.” finalmente comienza los movimientos de sus caderas contra las de la muchacha, suelta un par de gemidos mientras susurra su nombre, lleno de lujuria, adoración y gran amor. mantiene un ritmo rápido, estocadas que llevan a ambos a un muy alto placer. 
“sos tan hermosa.”
“por-por favor, te necesito.” dice.
“lo sé, mi amor.” no planea detenerse y observa con fascinación la figura de la mujer que tanto ama debajo de él. “me tomas tan bien. ”acerca su rostro al de ella y empieza un más que apasionado beso, lenguas se tocan y exploran todo lo que el otro le puede dar a cada uno.
enzo, como ya se mencionó, conoce cada punto que tocar, besar, lamer y acariciar para que su novia se siente en el mismo cielo, y no duden en que usará cada uno de sus conocimientos sobre ti en cada oportunidad que se le presente de hacerte sentir bien. “justo así, mierda, esa es mi chica.”
desesperadamente, la joven lleva sus manos a la espalda del pelinegro, donde las mantiene y acaricia con veneración, respiraciones pesadas se sienten el uno contra el otro, besos mojados son depositados en el rostro de ella. 
puede sentir como las paredes de ella lo presionan en su interior y sonríe, con más ternura que lujuria, al conocer que su amor está cerca de llegar a la cúspide de placer.
tal cómo él también lo es.
no tiene reparos en preparar y calcular cada uno de sus siguientes movimientos en ella, cualquiera podría llevarla al tope. sus estocadas premeditadas son un poco más lentas, entrando y saliendo, disfrutando cada segundo, sabiendo que es suya y que momentos así, estarían acompañándolo toda su vida, específicamente, ella lo estaría acompañando.
“sos tan linda desmoronándote debajo de mí.” susurra.
pensamientos de cómo es que dijo esas palabras con tanta facilidad llegan a él y sonríe, una sonrisa cargada de todas las posibles emociones que la situación le podría brindar, sigue los gemidos de ella diciendo todo los sinónimos de hermosa que llegan a su mente.
enzo acelera una vez más, moviendo sus caderas contra las de ella con la mayor precisión posible, toma el rostro de la jóven en sus manos. “mírame mientras te corres.” logra decir, muy sumergido en la neblina de placer en la que se encuentran ambos.
ella asiente, diciendo todo tipo de obscenidades, su orgasmo llega de manera abrumadora y suelta un último gran gemido. más respiraciones pesadas le siguen mientras el pelinegro busca también su liberación, ya que su prioridad ya había sido alcanzada. 
luego de lo que parece casi nada, ella siente la carga de semen del mayor bañando sus paredes de forma deliciosa.
“¿fue esto más interesante que el capítulo de tu libro que estabas leyendo?”
“déjame en paz, amor, vamos a limpiarte.” le responde con una sonrisa cansada pero satisfecha.
-
writer's note: esto fue, definitivamente más rápido de lo que pensé 😭 si me olvidé de algún tag ¡avísenme!
otra vez, cualquier tipo de feedback es bienvenido :p espero que les guste <3
1K notes · View notes
messylustt · 10 months
Text
౨ৎ ‧˚
𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 (𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐞𝐚𝐥) — 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐥𝐚𝐭𝐞𝐝 𝐦𝐞𝐬𝐬
miguel o’hara x fem!reader. 3.2k words
fic masterlist previous part pt seven next part
Tumblr media
angst but kinda fluffy? straight after; mention of past violence (minor) — you wanted to know what those spanish sentences miguel made you say meant, him having kept that to himself. and when you do, having scouted miles, you’re left…well…shocked. your friends are also left shocked wondering who asked you to say those things. when you go to question miguel about it you find him in a state you’ve never seen him in before.
Tumblr media
You had desperately wanted to translate the Spanish Miguel had chosen not to tell you. So much so, that you had began to scout HQ for a Spanish native speaker. You were too prideful to use your phone for translation, plus Miguel said nothing on not asking someone.
You remember Miles saying his mum was Hispanic. Even if his Spanish wasn’t top notch you’re sure he’ll understand at least a few words. Understand the sentences Miguel made you say.
You spot Pav talking with some other spider variants, using large hand gestures. "Pav!" You call, walking up to him.
He shifts his gaze to you, a smile soon following. “Y/n. How are you?”
You smile. “Good…yeah, no I’m good. I was just wondering if you knew where Miles was?”
“Oh.” He spins. “I swear I saw him over there.” He points in a random direction. “…now he’s gone. Maybe with Gwen.” He nudges you, raising his brows. You chuckle, understanding the meaning of those raised brows.
“Well, this will only take a moment. I just need translation for something.”
“Translation? To what language?” Pav asks.
“From Spanish to English. And I heard Miles knows a bit.”
“Ah…wait, but doesn’t Miguel fully speak it?” Pav pauses. “Yeah, he’d know a lot more than Miles.”
You nod. “He just won’t tell me.” You mutter under your breath.
“What was that?” Pav asks, brows furrowed.
You look back up. “Miguel’s just kind of busy right now.” You had no idea if he was or not. “And so I thought Miles might be free.”
“I see.” Pav nods. “Come on, I’ll help you find him.” Pav begins to head down one of the paths in the communal area where bunches of spider variants sat and stood talking.
“Miles!” Pav called out to nowhere in particular. “Miles!?”
“Is yelling his name really gonna help?” Your brows furrow.
“I like to think yelling will conjure up the whole ‘spider-sense’ thing.” Pav says, still gazing around. “Wait, maybe I need to sound more in distress.”
You chuckle, looking around. And that’s when you spot Miles and Gwen. “Miles!” You walk over with a smile. Pav is hot on your heels.
Miles turns, and copies your smile. “Y/n, hey.”
“Okay look, I’m sorry to ask this but can you translate something for me?” You ask, hopeful.
Miles tilts his head slightly. “Yeah, sure. As long as it isn’t French, or Dutch, or Russian. Or practically any language I don’t know.”
Your smile widens. “No, no. None of those. It’s just Spanish.”
“Oh.” Miles stands straighter. “I’ll warn you I don’t know a heck of amount. But I can give it go.”
“Thank you.” You grow more excited in way. All of last night you had been thinking about what you had said, really trying not to just roll over and grab your phone.
“Okay, so it’s two sentences.” You begin. Miles nods. “The first one is…’Me encantaría usar…tu cama para otras…cosas’.” You say it somewhat slowly, making sure you got it right.
When you look back to Miles, he’s staring at you blinking. You stare back. “What?” You ask.
“Um.” He scratches the back of his head. “I’m probably hearing it wrong.” He mutters to himself before he’s looking back to an expectant you.
“What was the second one?” He asks, a little more curious this time.
“Uh…’¿No crees que…me vería bonita atrapada entre…tus sábanas?’”
Now miles is staring at you. You eye him, brows furrowed. “What does it mean?”
He coughs. “Who said that to you?”
“Oh, no I said it to someone.” You answer. “Well, they asked me to say it…”
“You said it someone…” he drifts off, slightly gulping.
“What? Is it…bad?” Your brows are further furrowed. “Come on, Miles, please. I’ve been dying to know what it means all of last night.”
“Well, the first one…it means ‘I’d love to use your bed for other things’.” He mutters it out extremely quickly. That you think you don’t catch it right.
“What?”
“And the second one means ‘don’t you think I’d look pretty trapped in your sheets?’.” Miles’ has looked away, scratching the back of his neck again, clearly a fraction flustered.
This time you’re staring at him, or more so through him. Then you blink. “What?” You repeat stupidly. That can’t be right. Why did miguel ask you to say something about his bed…
Now you weren’t dumb you were just…in shock. Because how does that make sense. And as the words settle in your mind a little more, you begin to feel the familiar burn in your stomach.
Recently your skin had begun to feel hot. In specific scenarios, around a specific someone. Every moment that he had touched you in some way you had either been injured, or fainting, so you hadn’t realised the reactions in the moment. But now, having your mind clear and your body healthy enough your skin grows prickly.
Then there was the touches on your chin…
At first you thought that they were a form of showing his superiority. It seemed like something he’d do. But when you really thought about it, you realised that he wasn’t grabbing Peter’s face like that, he wasn’t leaning over a chair that Gwen was sitting at.
Now you’ve grown hot. And your cheeks are probably bright red, considering how Pav is eyeing you. “Um.” You nod. You don’t know why you’re nodding. You just need to do something that isn’t stare off into space.
“Who, um, asked you to say that?” Gwen asks.
You shift your gaze to her, still slightly stuck in your own head. You felt the urge to fan yourself, but realised how implicating that would seem. Miguel got you to say that stuff? That seemed to be a repeating question in your head.
“Oh, uh, nobody.” You didn’t really want to tell them that it was Miguel. You felt it would put pressure on something that you were sure wasn’t even something. It wasn’t…right?
But now as you quickly thank miles and skim past them, your mind is whirring. Did Miguel…? You press your lips together at the thought, unbuttoning the first button of your dress shirt. You were sure you were reading into it. Though…part of you was actually hoping the underlying meaning you were thinking of was the truth.
You were even slightly shocked at yourself at this revelation. It’s as if it had always been on the tip of your tongue. Not falling off because Miguel is well…Miguel.
;;
“What was that about?” Pav asks, watching your leaving form. Gwen watches you go as well, eyes narrowing in her own inspection.
Miles was still going over the sentences in his head, really double checking he got them right. “Yeah…nah, that’s right.” He mutters. “My translations right.”
“Who asked her—“
“Asked who what?” Hobie appeared, clearly just back from a mission, as he leaned against Miles, resting his arm on his shoulder.
“Y/n.” Gwen says. “She asked Miles to translate something for her.”
“See, I knew this guy would be helpful.” Hobie slightly shakes Miles’ shoulders.
“I think someone has a crush on y/n.” Pav says, making Hobie shift his gaze to him.
“Who?” Miles asks, suddenly interested in the small ordeal.
Pav shrugs, but Hobie shakes his head, scoffing. Pav hadn’t seen you and Miguel interact a hell of a lot. Gwen didn’t pay that much attention to people’s gazes, and Miles was well…new. So, maybe Hobie could give them a break, but he still couldn’t believe how oblivious they were.
Hobie began to figure out Miguel’s little crush on you when Miguel had called him in for a last minute mission that Miguel could have easily done himself. He hadn’t needed Hobie.
And when Miguel’s jaw clenched at the mention of how he was supposed to be hanging out with you, Hobie began to clock on.
“Come on, you lot.” Hobie says staring at them. “Tell me, who speaks Spanish here? Fluently?”
Gwen looks down, thinking. “Miguel.”
Hobie nods. “Uh huh.” He presses, seeing their slightly furrowed brows. “Oh bloody hell, you lot are thick.”
“Oh…” Pav mutters. “Oh!” He realises, and Hobie gestures to him, sighing in relief.
“Thank anarchy.” He mutters, thankful one person caught on.
“Miguel likes y/n?!” Pav practically exclaims, earning a few side glances from other spider variants.
“It’d seem so.” Hobie smirks.
;;
Later that evening, you stood, not meaning to feel as flushed as you were. Standing in front of Miguel's bedroom door, you felt hot, your breathing quickening. After having found out what he got you to say—and having gone through the stages of confusion, denial and then shock—you've arrived back to sweaty palms.
You take a breath, knocking, but instead of the solid feel of the door, your hand falls through, the door having been cracked open a fraction—your nervous state must have forced you not to notice. It swings wider and your breath hitches.
Miguel's room is a mess, and not just his bed this time. Things are smashed, and his chair is thrown, lying lifeless on the floor. You then shift your gaze up to a heaving Miguel. He finally notices your presence, meeting your wide eyes.
Miguel had always been someone who was controlled. Sure, he got agitated easy, and clearly had some anger issues to deal with, but 'messy' was never a word you associated with him. And here he was hair ruffled, wet from the outside rain, and covering part of his eyes. His chest heaved to a mismatched beat, as his nose twitched in a snarl, his fangs very visible in the dim light. He looked like the definition of ‘a mess’.
"What are you doing here?" His low tone breaks you from your silent stance, your lips coming closed to rub against each other in...thought? You weren't entirely sure.
You gulp. "Did something...happen?" You scan his body for injuries, but find none. You glance at his open window. "Did you go on a mission?"
"Did you need something?" Miguel doesn't mean for his tone to come out so harshly. And watching your face twitch a fraction made him grind his teeth in annoyance at himself.
"I was going to ask you something, but..." Now you weren't so sure that this moment was the right one.
Miguel gulps, turning slightly away from you. "If you have nothing to say…go."
Yes, Miguel was acting clip and rude with you. And yes...maybe he did turn away so he wouldn't see your expressions. But then he hears your steps slowly draw closer. He shifts his gaze back to you.
Right now was the worst time to see you, he didn't want you to see him, he wanted you to go.
"I thought you had nothing to say?" Miguel briskly asks, but you caught the slight crack in his harsh tone. A crack that displayed a mix of emotions—stress, anxiety,...fear?
Before you know it you're moving closer, your feet, the rain and his breathing filling the other wise silent room. "Now's not a good time." His tone cracked even more. This time with anger.
You stop, a decent distance away. And maybe you should leave, leave him to this. But what is this? You voice that. "What is this?" 'This' as in the mess. 'This' as in Miguel's body language. He looked like he was not even a minute away from exploding.
"Are you...okay?"
Part of Miguel's facade broke at that. "I'm perfectly fine. Do I not look it?" He spits this, fully turning to you. Some droplets of water, that had drenched his hair slides down his cheek.
You know not to be taken aback by Miguel's words. But you'd never seen the word 'crazed' written in his eyes before...'frantic'. "No...you don't look it." You say, eyeing him. "You look...you don't look like yourself."
Miguel mockingly nods, his tongue dragging across one of his fangs, and actually drawing blood. "Right." He forcibly chuckles. "I forgot, I'm supposed to look...what? Composed? On task? In control?" He's stepped closer to you, each word coming out like a snarl.
"Not everything stays the same." Miguel is saying. "Not everything goes the way we plan." He grits out 'plan' like he despises the word altogether.
And as you glance from his hair to the window, to then his too clean of a suit, you realise something. It wasn't a mission, but he had gone somewhere.
"Miguel, where did you go?"
"I didn't go anywhere." He scoffs out.
"Yes you did." You say, narrowing your eyes in thought. And maybe now would be a good time to leave, leave him be. But of course you wouldn't, 'worry' now tieing you up tight. Then you pause. "Why are talking about things that don't go to plan? What hasn't gone to plan?"
"You know, you can be real nosy sometimes." Miguel wanted to punch himself. Why did he say that? You had never been nosy, only observant. Maybe too much for your own good, but it was surely a talent of yours. And here he was shaming you.
But in this moment you weren't fazed. Something was wrong. "Miguel, you've clearly just come in here angry. You're hair's wet from the rain, so obviously recently. Your room is a mess. It's never a mess. You're...never a mess."
"Oh, plenty of things can become a mess, y/n."
"Yeah, but never you. Sure, you've gotten angry before, but you've never trashed a room. There's glass on the floor...you broke that mirror." You gesture to the one hanging on the wall, a prominent fist imbedded in the middle.
"Don't tell me you're gonna deduce where I've fucking been by the glass?!" He was yelling. Not at you. Never at you. At himself. But he's always been very good at projecting. Especially when you're around.
"No." You breathe. "I'm asking you." You say, letting a hint of your concern shine through. You were concerned. Very concerned. Maybe Miguel would have noticed your concern, if he wasn't slowly loosing it. If the messed up room wasn't enough of a tell, he's hit his peak.
"What happened?" You ask again, and this time you finally get a response.
"I fucked up, okay?!" He exclaims, his heart pounding a mile a minute. "I can't take it back. And I've tried. I've really tried. But you know what? Maybe this is meant to happen. Maybe I'm meant to screw everything up."
You stare at him. "What are you talking about?"
"I..." Miguel drifts off, fisting his already disheveled hair. "I let them take it..." Hs voice has softened. But not to a nice kind of softened—a broken one.
You step a fraction closer. "Who? And take what?"
You can visibly see Miguel's strength ebbing away. He looks exhausted, and all in all done. Done with everything. You didn't like that look, you didn't like the inclination of it. "Miguel." You say slowly.
But he's going farther and farther back into his mind, getting tangled up in thoughts you could tell had begun to haunt him. Screwed up? What had he supposedly screwed up?
Then before your mind could work on overdrive, millions of questions wanting to surface, and before Miguel could step further back from reality, you stepped much, much closer, reaching up on your tip toes. And then you wrapped your arms around his neck...hugging him.
Miguel is frozen. Entirely frozen. His mind stops trying to murder him and the drowning sounds in his ears fade away. Now he can hear your breathing, a nervous beat clear. He doesn’t know what to do. He doesn’t know if he should do what he’s thinking.
But then you’re slowly drawing back, arms leaving his body. And he can’t have that. He swiftly wraps his arms around your waist, pulling you back to him, as his hands clench around your shirt.
Your breathing hitches as Miguel’s breath hits your collarbone, his head choosing to rest in the crook of your neck, his lips grazing part of your skin.
No. He had told himself he wouldn’t think like that anymore. It was exhausting, and he was tired enough as is. His grip tightened around you. To all the doubtful voices in his head, he was using you to say ‘shut the hell up’.
You could feel Miguel’s entire body practically slump against yours. And though your cheeks were red hot, and your heart was screaming you wrapped your arms back around his neck, your wrists meeting together by his hair.
For once Miguel heard silence. He had always had too many voices in his head telling him this and that. And that ‘this was what has to be done’ and that ‘no, you can’t get distracted’.
Now he felt a much relieving calmness engulfing him. You. His breathing slightly shuddered against your neck, the open of his mouth leading his fangs to lightly brush across your skin.
You shivered at this, earning Miguel to lean his head back. But he didn’t let your waist go. You stopped those voices and he’d be damned if he let you step away from his body now.
Your breathes met, as did your gaze. You were close, the seeming millimetre making you seem even more so. You could feel Miguel’s fingers fiddle slowly with the back of your shirt, your front still pressed against his.
“I’m…” You gulp, your voice coming out much shakier than you intended. “Sorry…I probably shouldn’t have hugged you.” You could practically taste his breath.
“Yeah…you probably shouldn’t have.” His tone is breathy, sounding out of body, as his gaze flickers to your lips.
They’re dry—of course. And now at the close proximity licking them made you feel ten times hotter. You prayed he couldn’t see your blushing cheeks.
“I’m sorry that I just…sorta came in.” You felt you had to fill in the silence. Miguel didn’t seem to mind it though, cause it meant that he could listen to your voice. And replacing your voice with the one’s in his head is probably the smartest choice he could ever make.
Well maybe the second smartest choice… He stared at your freshly wet lips, breathing harder. His thoughts had changed from ‘how much more could he take’ to ‘how much more…more…more’. He wanted more. More of your closeness, this seemed to not be enough.
In response to his thoughts his hands glided up your back, making your body lean more against him. Chest to chest.
“A-and I probably shouldn’t have assumed all that stuff…” you breathe out, as Miguel tilts his head, looking down at you. It’s safe to say your were flustered.
“I think you did alright.” He partially whispered.
“Well…you’re not throwing a chair..so..” Stupid, stupid, stupid—you think to yourself. “I mean…”
And to your shock you notice his lips begin to curve up. And not just to stop at a certain point. No. His lips continued to widen until he was smiling. An actual, genuine smile, that oozed amusement, and it made him look…happy?
“Careful.” You say. “You look like you’re expressing a ‘sparkly emotion’.”
“Oh no.” His grin doesn’t fall, and it only makes your heart beat faster. “We wouldn’t want that…would we?”
You quickly shake your head, and Miguel presses his lips together with further amusement, his eyes darting. “…cute.”
You freeze. And Miguel seems to realise his small slip up, as his eyes grow a fraction wider. He had slipped up in English. Goddamn English. You understood.
But what he didn’t know was that you understood a lot more than just that word. And as the reason for your arrival to his room came back to you, the simple word ‘cute’ seemed to mean a whole lot, lot more.
Tumblr media
I’m sorry this one’s kinda short, and not too much is going on. but I wanted them to have a close moment like this before they…well…y’know.
at this point I’ve decided to do nine parts (it fits better) so next part…mhm…FINALLY we can get some closer HaPpIniNgS
plus next part im gonna go onto a deeper dive of where Miguel went and who the masked men are — i just needed a bit of tension filled fluff
taglist: @dangerousdreamkitty @ale-maral @inosukesweirdwife @flooftoof @cynicallyaestetic @silassinclair @mariiyoushi @ilovedilfjake @toastlover21 @wlellsl @k1rbbo @bitchotine @guacam011y @blnk338 @wolfiepirate @kurxxmi @corpsebridenightamare @ohantonia @yunonaneko @irenered-20 @z3r0art @sunflowercandie @perilous-pasta @gloriouskryptonitecrown @whyamistillhere78 @ritzzzsblog @mm1sta @tealcoloured-murder @aweebsimp101 @livelaughlaurv @s0dium @roguepancake @sunshiines-stuff @internal-soundtrack @oscarisdaddy69 @clairacassidy @captainquake42 @nanaloverz @ilyless @sindulgent666 @shine101 @thebadasssass @hibeejibees @nirishin @ily2lia @lillunna @cinnamoncattie @futuristicpandakid @maroonobserver @thatsopanu @edgyficuselastica @kittekat420 @stararctic @maxi-ride @renn-pumkin-head @scaraza @justanotherkpopstanlol @fauxizs @cloudsandrenoswife @ilmovor @larissa-lolll @elliemm @httpkiyoomi @j2warren @arquiiva @ilovemiguelohara @a-monster-can-filled-with-cum @fandom-gal44 @elwyn7 @albiebright
taglist #2 taglist #3 taglist #4 taglist #5 taglist #6 taglist #7
4K notes · View notes
sweetillnessofm · 3 months
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
822 notes · View notes
voglatte · 3 months
Note
holaa, vi que tenés los pedidos abiertoos. podrías escribir algo sobre pipee? porfiiis 🥺
⊹ ┊DRUNK IN LOVE ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: felipe otaño x f!reader.
warnings: NONE just fluff.
summary: felipe te confiesa que le gustas mientras está borracho.
• dani’s typing… ! idk pero pipe me da vibes de friends to lovers in my opinion (sorry, tengo algo con escribir confesiones).
Tumblr media
tu espalda estaba doliendo por el peso del chico que tenías encima mientras te balanceabas entre tus piernas para seguir de pie.
“dale pipe, ayúdame un poquito boludo” dijiste más bien en un gruñido y él solo murmuró incoherencias.
básicamente lo que había pasado es que habían salido a tomar unos tragos con algunos amigos y la mayoría se había pasado de copas, uno de ellos siendo felipe que ahora se encontraba bajo los efectos de alcohol.
“sos muy linda, además de que hueles muy bien” su cara se encontraba metida en tu cuello aún dejando todo su peso muerto en el tuyo. “¿sabés que me gustas mucho?” tratabas de no prestarle mucha atención a sus palabras.
sentiste algo caliente en tus mejillas y sabias que te habías sonrojado, las palabras que él decía tenían cierto peso para ti.
“dale boludo, necesitas descansar” aclaraste tu garganta que en un momento parecía ser el mismísimo desierto, tus plegarias se hicieron realidad al estar en la puerta de su habitación de hotel. “voy a buscar con tu permiso la tarjeta de la puerta” buscaste en los bolsillos de sus jeans la llave digital que abriría la puerta y la conseguiste con cierta felicidad.
no tenías ni idea de como sobreviviste a tanta cercanía con el castaño y sus comentarios sin sentido (según tu) sobre ti.
con un esfuerzo casi inhumano lograste acomodarlo en la cama que estaba un poco desordenada, mientras quitabas sus zapatos y tapabas su cuerpo con las sábanas rojas que la adornaban.
“quedate…” aún con sus ojos azules cerrados buscó tu mano y sentiste un chispazo que te hizo separarla al momento sin ser brusca. “no me dejes solo” sollozó, más bien haciendo un berrinche de borracho.
“no lo sé” le susurraste.
“anda, prometo no roncar” sonrío como un niño inocente y sus labios formaron un puchero que lo encontrabas sumamente dulce, sus ojos brillosos por el cansancio abiertos para ver fijamente los tuyos.
insistió un poco golpeando el lugar que estaba solo en la gran cama y bostezó cerrando sus ojos pero volviéndolos a abrir al instante esperando tu respuesta.
lo pensaste muy bien, tu cuerpo dolía de manera infernal por haber prácticamente cargado a felipe hasta su habitación, así que no lo tomaste como mala idea.
“va, pero dormite un rato” acariciaste sus mechones cafés y llegaste al otro extremo de la cama para quitar tus zapatillas dejándolas a un lado de la cama junto a toda la joyería que llevabas. tu mirada se dirigió a felipe el cual ahora dormía con una sonrisa plasmada en su cara.
no era un momento incómodo, estabas acostumbrada a dormir con él ya que eran bastante cercanos más que con los otros chicos que también los acompañaban en este viaje. no quisiste pensar mucho sobre los comentarios del ojos claros, cerrando tus ojos y dejándote caer en los brazos de morfeo junto a él.
no te diste cuenta cuando se había hecho de día y escuchaste una leve voz de fondo que te hicieron gemir exhausta, tus ojos aún cerrados por el dolor de cabeza que cargabas.
“dale, levantate que te vine a traer el desayuno flaca” era felipe que traía consigo una bandeja en manos que desprendía un olor exquisito y enseguida tu estómago gruñó.
te levántaste de a poco frotando tus ojos con el dorso de la mano mientras colocaba la bandeja en tus piernas y solo le diste un pequeño “gracias, pipe”.
comieron compartiendo de a ratos todo lo qué pasó ayer pero no querías que se enterara sobre las cosas que había dicho sobre ti así que lo ignoraste, igual no sentías que fuese algo importante.
dejaste la bandeja a un lado cuando terminaste de comer y de un trago bebiste el agua fresca que se encontraba en el vaso.
“sabés que no es mentira ¿no?” comentó de la nada.
“¿de que hablás? no te estoy entendiendo pipe” sus ojos miraban cualquier rincón de la habitación menos a ti, tu corazón se empezó acelerar en el tiempo que permaneció callado.
“todo lo que te dije ayer” susurró. “estaba borracho pero soy bueno recordando las cosas” sentiste como si te hubieses quedado muda totalmente, querías pero no podías sacar algo de tu garganta, ni siquiera algún monosílabo.
“quiero todo con vos desde que te vi” siguió. “éramos compañeros de trabajo y tomé la decisión de que no quería poner las cosas incómodas entre ambos, pero la realidad es que te adoro” su mano llegó a tocar tu mejilla con delicadeza, como si fueses de porcelana. “me gustaría tener algo con vos, no como amigos pero como pareja, dejame enseñarte todo lo que te mereces” estabas consiente de que tu también querías algo.
te inclinaste al cálido toque de felipe en tu mejilla y suspiraste.
“hm… lo tendría que pensar” sonreíste tanto que creías que no se te iba a quitar nunca pero ese era el efecto que él tenía en ti. su entrecejo se hizo más notable y con un rápido movimiento empezó hacerte cosquillas. “¡y-ya!” el paró al instante riendo. “me encantaría poder tener algo con vos” el tono de tu voz salió sincero.
“¿de verdad?” la suya sonó insegura, no lo podía creer.
asentiste y él solo se lanzó contra tu cuerpo sin dejar caer todo su peso mientras su boca entraba en contacto con la tuya, gimió al sentir tu lengua chocando la suya.
“sos de lo más linda, no lo puedo creer” se separó por un segundo pero volvió a tu boca, ahora estaba seguro que no se iba a querer separar de ella. “por cierto, gracias por cuidar de mi” ahora sentiste sus labios chocar con tu frente.
decidieron darse todo de baja, acostados en la cama, sintiendo la comodidad junto al otro y dejándose llevar por el momento, esperando los grandes planes que les preparaba el futuro para ambos.
——————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ consiente de que es un fic relativamente corto (muy) pero muchas cosas están por venir pronto .ᐟ
459 notes · View notes
myillicitaffair · 2 months
Text
Strawberries & cigarettes | Esteban Kukuriczka
Tumblr media
Sumario: llamar a tu ex en la mitad de la noche jamás podrá ser buena idea, a menos de que se trate de él, claro.
Advertencias: sexo explícito (+18), masturbación, dirty talking, degradación, cigarrillos y engaños.
Créditos: el fic está basado en la canción de troye sivan y las fotos utilizadas para el collage las saqué de pinterest.
Nota del autor: este mi primer request, gracias por pedirlo, amoor xx
2k words
La ciudad se alza orgullosa frente a mis ojos, los edificios brillando en todo su esplendor. Un limitado arsenal de vehículos se pasea por las calles; desplegada en una silla de mimbre, me pregunto su destino.
¿A dónde se dirigen a las 2 de la mañana?
La bulliciosa metrópoli parece tomarse un respiro a estas horas de la madrugada, logrando, por consiguiente, relajar a los escasos espectadores de su tranquilidad.
Jugueteo con el cigarrillo entre mis dedos, notándolo desperdigarse gracias a la brisa otoñal. Es un mal hábito, lo sé, pero es de los pocos resabios de su presencia que aún conservo, una de las pocas garantías que aseveran su paso por mi vida.
Lo introduzco en mi boca, inhalando el humo profundamente para luego exhalarlo. Degusto sus notas amargas en mis papilas gustativas, como casi saboreando sus labios…
Esteban y yo habíamos terminado en buenos términos; él vivía en capital y yo demasiado lejos, ahí fue cuando descubrimos que la relación a distancia simplemente no funcionaba para nosotros.
Después su carrera como actor despegó, yo senté cabeza con un viejo novio de la infancia- inofensivo, predecible- y en nuestras vidas ya no cabía lugar para el otro. Incluso ahora, cohabitando en la misma ciudad, nuestros rumbos se habían desviado del otro.
Tecleo los números de su teléfono de memoria, grabados a fuego en mi retina.
Soy perfectamente consciente de las horribles consecuencias que mis acciones podrían conllevar, pero nada de eso cobra importancia cuando la línea se interrumpe con su contestación, su voz dormida aguardando al otro lado de la llamada.
“¿Hola?”- Vocifera, ronco y un tanto desorientado.
Mi pulso se desestabiliza al escucharlo hablar luego de tanto tiempo, recordando de golpe los matices en su tono. Me lo imagino tumbado en su recámara, durmiendo en posición fetal, como siempre, la almohada abrazada entre su fuerte contextura.
“¿Tebi, te desperté?”- Mi respuesta se oye torpe ante el nerviosismo. ¡Es la madrugada, claro que lo desperté!
“Nena, ¿sos vos?”- Pregunta, esta vez un tanto más despierto y despabilado.
Aquel viejo apodo se desliza por sus labios sin siquiera notarlo, sin causarle ningún esfuerzo. Sin embargo, a mi me destruye, me obliga a rebobinar el tiempo y fundirme en los agridulces recuerdos.
“¡Si! Perdón que te llame tan tarde”- Me disculpo atropelladamente, de pasada nada más- “Yo se que no hablamos hace meses.”
Me arrepiento de mis palabras en el segundo en el que las formulo, mis miedos se solidifican ante mis ojos; el temor a parecer necesitada, débil, obsesiva incluso.
Más allá de ello, se que fue la decisión correcta. Es en noches como estas, solitarias y sin una estrella parpadeando en el cielo, en que más extraño su luz, la que jamás fallaba en brindar sin pretensiones.
Un par de lagrimas fugaces atentan mis mejillas, derrumbando por completo el sereno revestimiento que tanto me esforcé en construir.
“¿Estás bien? ¿Qué pasó?”- Cuestiona, todo en su actitud delatando una reciente preocupación. Puedo oír el rechinar de las bases de su cama, evidenciando su brusca reacción, la fricción contra las sábanas al enderezar su espalda.
“Si si, pero ¿Podes pasarte por casa?”- Propongo, más temblorosa de lo que me gustaría.
Agradezco el soporte que el asiento me proporciona, tal vez sin este, mis piernas hubiesen cedido ante la ansiedad.
Espero paciente al otro lado de la convocatoria, siendo testigo de su respiración acompasada, como sopesando mis palabras.
“Estoy allá en 15 minutos, máximo.”- Confirma, irguiéndose para emprender camino.
“Esteban”- Llamo su atención, provocando que sus extremidades se aquieten- “Muchas gracias…”
Una sonrisa brota de su expresión, dándole lugar a una leve risa, que escucho desde la quietud de mi balcón. Sin notarlo, mis comisuras imitan su gesto.
“No hay de qué, chiquita, ¡esperame que ya llego!”- Asegura, dando por concluida la comunicación.
Un poco más distendida, permanezco quieta en mi lugar, moviendo mis anestesiados dedos solo para fumar pausadamente.
Una pequeña expectativa comienza a burbujear en mi interior; con la simple idea de volver a estar en su presencia, mi corazón descontrolado golpetea mi caja torácica, como tratando de huir de sus confinamientos.
¿Cuánto tiempo habré permanecido así? Genuinamente, no lo sé, pero lo suficiente para que él arribe.
Mis ensoñaciones se ven interrumpidas por el timbre resonando en mi departamento, generando temblores en toda la superficie.
Salto de mi butaca impacientemente, avanzando con agilidad hasta el recibidor. Del otro lado de la puerta, lo descubro enfrentándome, jugueteando con las llaves entre sus dedos. Sus orbes se pasean por mi persona presurosamente, por lo que autorizo a los propios a hacer lo mismo.
A pesar de nuestro breve tiempo separados, él permaneció prácticamente intocado; su postura relajada, sus cabellos alocados y desparramados en todas direcciones… “tal vez dejó crecerse la barba”, filosofo al chequearlo.
Sin más premeditaciones, me arrojo a sus brazos entreabiertos, los cuales me reciben gustosamente. Escondo mi nariz en su cuello, inhalando aquella familiar fragancia, perdiéndome en su calor corporal engulléndome por completo. Se toma la libertad de posar su pera contra la corona de mi cabeza.
Contra mis propios deseos, me despego de su torso, alejándome levemente para guiarlo adentro. Estiro mi mano, aguardando que la tome para adentrarnos en el living.
Una vez allí, esquivo la pequeña mesa ratona para dirigirlo hacia el sillón, donde se sienta sin mediar palabra.
Allí, parada en la sala de estar, mis pensamientos giran en su torno, envalentonándose con cada segundo que transcurre. Por un impulso indescifrable, me apropincuo a su espacio personal, rompiendo dicha barrera.
Acomodo mis piernas de modo que las suyas queden entre medio, para luego sentarme sobre sus templados muslos, regodeándome en la sensación de su contacto físico. Mi boca busca la suya en un movimiento desesperado, moviendo mis labios contra los suyos con una inesperada urgencia.
Me inunda la decepción al sentirlo separar nuestros rostros. La confusión tiñe su semblante, mientras investiga la escena que se le presenta.
“¿Y tu novio?”- Consulta, penetrándome con el fulgor de su mirada.
Abrazo su nuca entre mis brazos, atrayéndolo nuevamente hacia mí. Una mano se desliza hasta juguetear con el cuello de su remera, señalizando mi deseo de arrancársela.
“No está en casa”- Ronroneo en su oído, serpenteando mis manos por sus hombros con delicadeza- “No pienses en él, amor, concéntrate en mí.”
Comienzo a despilfarrar besos por su cuello, succionando su sensible piel hasta dejar marcas, clavándole los dientes juguetonamente para luego chupar el escozor. Saboreo su colonia en mi lengua y me encuentro adicta a su sabor amaderado, incapaz de separarme. Una necesidad primal se cuece en mi interior al presenciar su tez brillante con mi saliva.
“Esto está mal, nena”- Gime profundamente, echando su cabeza hacia atrás y concediéndome más acceso.
Me cuelo entre nuestras siluetas, acariciando su agitado abdomen, el cual se estremece ante mi toque. Batallo con el botón de su pantalón hasta desabrocharlo, sin parafernalias desciendo el cierre y descanso mi palma en su entrepierna.
“Decime que queres parar y yo lo hago”- Respiro, sobre la ardiente piel de sus hombros. Aún estática sobre su ropa interior.
“Sabes que no te voy a pedir que pares”- Murmura pesadamente, levantando sus caderas hasta rozarse con mis dedos. Evacua un sollozo de alivio.
Como cobrando vida, deslizo mis yemas por su longitud, generando una creciente erección. Masturbo su miembro sobre el calzoncillo a un ritmo agonizantemente lento.
“Entonces no te niegues, Tebi”- Respondo, inmiscuyéndome en la tela para palparlo piel a piel y acelerar mis atenciones.
Sus gemidos llenan el aire, complaciéndome de sobre manera y excitándome más de lo que creía posible. Buscando desesperadamente calmar el ardor, me froto contra la tela del pantalón, escasas barreras separándolo de mi centro.
Sus músculos se tensan bajo mi coño, devolviéndome placer al golpear mi clítoris al unísono de mis caricias en su polla. Mis labios se entreabren ante la fricción, escurriendo murmullos de regocijo por mis cuerdas vocales.
“Al final, que puta que resultaste”- Se burla cínicamente, enjaulando mi cintura en su agarre para presionarme más contra él.
Subo el volumen de mis quejidos ante la nueva intensidad de sus acciones, la degradación dejándome sin raciocinio. Mi torso completamente presionado contra el suyo, mis manos aún tocándolo deprisa.
Utilizando su fuerza, me recuesta en el sillón y se despega de mí, sentándose en el otro costado de este.
“Quiero que me muestres como te estuviste tocando, pensando en mí, mientras tu noviecito dormía a tu lado”- Demanda, su vista fija en mi mientras comienza a palparse.
“Mi amor, por favor”- Ruego, un tanto agobiada ante las llamaradas quemando mi vientre bajo.
Observo sus movimientos con atención, como sus yemas rozan su glande perezosamente, excitándose aún más. Una gota de sudor descendiendo por su cuello ante el esfuerzo físico, escondiéndose bajo su camiseta de algodón.
Bajo mis shorts aun observando la imagen frente a mí, aventándolos al suelo junto con mi blusa. Recubierta únicamente por mi ropa interior, asciendo hasta mi busto, pellizcando mis pezones hasta formar duros picos entre mis dedos. Sus penetrantes orbes persiguen cada uno de mis movimientos, sintonizando los suyos para que ambos nos movamos al mismo ritmo.
“Tu noviecito no te sabe satisfacer, por eso tuviste que llamarme, ¿o no?”- Se mofa al presenciar la impaciencia que me consume, como me apresuro a infiltrarme por mis bragas para sobar mi punto mas sensible con urgencia.
“Nadie me coge como vos, Tebi…”- Susurro, extraviada ante el renovado éxtasis.
Fantaseo con su toque entre mis labios, desparramando mi humedad, saboreándola desenfadadamente, con los ojos cerrados y la lengua paseándose por sus propios dígitos.
Sin embargo, debo conformarme con la mediocridad de la autovalidez, hasta que decida tomar piedad de mis intentos en vano de remplazar sus atenciones.
“No doy más, necesito que te corras conmigo, mi amor”- Pide al sentir su orgasmo aproximarse, ahora follando su propio puño con premura.
Al ver su estado de frenesí descontrolado, decido avivar mis caricias a mis zonas intimas, introduciendo mis dedos en mi apretado agujero hasta notar que mi estomago empieza a tensarse.
El ambiente transluce nuestros inminentes apogeos con los suspiros que desangran nuestras gargantas, el sucio sonido de humedad encontrada por extremidades y suplicas al aire, con un destinatario en concreto.
Acerca su temblorosa complexión a la mía, atisbando mi muñeca moverse al compás de los bombeos en su longitud y arrimándose a mis piernas abiertas. Ante un sollozo particularmente estridente de su parte, despierto de mi ensimismamiento y lo acerco a partir de sus caderas en erráticos movimientos.
“Encima de mí, por favor, ¡correte encima de mí!”- Imploro, aturdida por las oleadas de placer poseyéndome por completo.
Suelta un grave gruñido seguido de improperios al momento de llegar a la culminación de la satisfacción, depositando cuerdas infinitas de semen blanco sobre mi meciente pecho. Su excitación comienza a chorrear por mi vientre, agrupándose en mi ombligo para continuar su descenso pausado.
Con tal candencia rodeando los actos desplegados, logro abandonarme al pasmo de la conclusión con un arrollador orgasmo; mi coño apretando mis propios dedos, deseando que se aniden allí, mi cuerpo gozando violentos espasmos, mi visión jamás partiendo de las farolas apuntadas en mi dirección.
“Muy bien, chiquita, siempre tan obediente para mi”- Me alaga, estirando sus yemas para recoger unas resbalantes gotas de semen y empotrarlas en mi boca entreabierta, indicándome tácitamente mis propias acciones.
Mi lengua recorre cada uno de sus surcos y recovecos, aspirando casi instantáneamente su salada carga, como si de un codiciado elixir se tratase.
“Ahora vas a dejar que te coja hasta que no puedas ni caminar, hasta que te olvides incluso de su nombre ¿si bebita?”- Propone sin remover sus dígitos de mi cavidad, sus crudas palabras contrastando con la suavidad de sus manos en mí.
Asiento frenéticamente, ahuecando mis mejillas para lograr tomarlo aún más profundo, notando un estremecimiento recorrer mi medula espinal ante la anticipación de una larga noche de pasión.
Aclarar que cumplió con sus promesas al pie de la letra sería, francamente, caer en un vago eufemismo…
236 notes · View notes
somos-deseos · 2 months
Text
Fuiste un “casi algo”. El “nosotros” nunca salió a la luz. Se quedó atrapado entre las sábanas y la manta. No tuviste la culpa de mis inseguridades, de mi miedo a delatarme. Fuiste y eres suficiente. De hecho, siempre estuve seguro de eso. Perdí la cuenta de cuantas veces me pregunté por qué seguías ahí. Cerca de mí, incluso desde lejos. Porque eras tan amable, con el pecho abierto y esos ojos brillantes. No tenía el derecho a amarte estando en pedazos. E irónicamente así fue como te abandoné, como te rompí. Me despedí en silencio hacia otros brazos. Fuistes casi mía. Casi, porque no te correspondía en el amor. Me rompí el corazón al destruirte. Hoy sé cómo te sentiste. Porque lo siento por alguien más.
— Oxidado confesión 🖇️.
214 notes · View notes
dudd-ie · 1 year
Text
Estaba guardando esto para cuando saliera la temporada 5 de aggretsuko!
No sabia que mis garabatos se volverían canon tan pronto,las parejas en situaciones domésticas se me hacen tan lindas...
Tumblr media Tumblr media
Estoy feliz, ver a haida y retsuko FINALMENTE en una relación!,...lo único que no me hizo del todo feliz fue no ver algún beso o algún gesto de pareja entre ellos! Lo eche mucho en falta y francamente la parte implicita de su relación sentimental solo me hizo querer saber más de ese aspecto (me llamo mucho la atención la cama de retsuko y como siempre tiene las sábanas desordenas ¿haida y ella duermen juntos? ESTOY SEGURO)
¿Esos dos tortolos fueron a registro matrimonial luego de que haida tuvo su "intento de asesinato"? ¿Enserió? ..omg
735 notes · View notes
dariann-garcia · 11 months
Text
Siento la necesidad de tenerte en mi cama, en los espacios de silencio, oculta entre las sábanas... fundida en mis sueños.
305 notes · View notes
jorgema · 9 months
Text
Dulces Amantes: ternura entre sábanas y la Luna
~
Ven esta noche, sumerjamos nuestros cuerpos entre las sábanas, y dejemos que el tiempo desaparezca al tocarnos la piel. Perdamos la razón en una búsqueda de ese paraíso que se esconde en nuestra cama al caer el sol, ese paraíso que comienza donde nuestros cuerpos se encuentran y nuestras almas se hacen una. Ven, dejemos que la realidad a nuestro alrededor colapse con tanta ternura, y hagamos que nuestro amor y la fuerza de nuestra pasión inicien en medio de suspiros un nuevo mundo, uno donde tus caricias son el cielo y mis besos el viento que corre tu piel. Solo ven, y déjame contarle una historia a tu piel, utilizando el silencio y el contacto con mi ser. Deja que ella descubra antes lo que tengo que decirte con mis labios, y así sabrás la profundidad de mis palabras y de los sentimientos que se envuelven entre cada letra que pronuncie. Ven esta noche, y entre las sábanas, démonos cuenta de que la eternidad se encuentra cuando mis labios se unen a tu piel, y que la inmortalidad se siente cuando tus labios cuentan cada lunar en mí. Ven, y seamos todo lo que nuestros corazones desean esta noche; pero sobre todo, seamos dulces amantes hasta que el sol invada nuestra habitación, convirtiendo cada encuentro en un poema, que perdurará en el tiempo, como testigo fiel de nuestro eterno y dulce amor en piel.
— Confesión Poética 43 || @jorgema
176 notes · View notes
flan-tasma · 3 months
Note
fem reader cuddling w freminet maybe? pls and thank you 🤲💙
💖~ Your wish is my command! Loving Freminet here!
Warning: Nope now💖, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Spanish:
A Freminet le costó bastante aprender a aceptar el afecto físico de tu parte. Al inicio de la relación le parecía aún muy extraño tomar tu mano y no avergonzarse por ello, o recibir besos en su mejilla como muestra de cariño. Siempre se volvía más tímido de lo normal, no se movía y te dejaba bañarlo con todo el amor que quisieras darle. Fue cuestión de tiempo que descubriera los placeres de tenerte para él.
Un día entero en la playa era divertido, jugaban en la arena y buceaban, bailaban en el mar y saltaban hasta la superficie haciendo carreras, era de las pocas ocasiones en las que podrías ver a Freminet sonriendo sin timidez. Pero la mejor parte, su favorita incluso, era cuando recogían sus cosas de la arena, limpiaban sus zapatos y se tomaban de la mano para regresar a casa. El trayecto era emocionante, con un silencio acogedor o una plática tranquila, cualquier cosa le ayudaba, pero siempre recordaba lo que le esperaba en casa.
Se bañarían y comerían algo, habrían más risas mientras ambos ya vestían sus ropas para dormir, y finalmente el corazón de Freminet se calentaría entre las sábanas, ambos escondidos de la luna que entraba por la ventana, leyendo un cuento con la ayuda de una linterna como un par de niños que se quedan hasta tarde despiertos. Sus brazos sobre ti, los tuyos abrazándolo, él estaría bien con eso y las piernas que se enredan hasta caer dormidos, el libro se queda en algún lado junto a ustedes y Freminet intenta tenerte lo más cerca posible. Siente la calidez de tu cuerpo junto al suyo, el aroma de tu shampoo lo arrulla y la suavidad de la cama lo ínsita a dormir, pero ambos se mantienen despiertos, de vez en cuando acercándose más y rozando sus extremidades con cariño. Nunca falta algún beso robado que da fruto a una sonrisa cansada. Nunca falta que Freminet se sienta tan a gusto contigo que su respiración se relentiza y sus latidos te llaman para que duermas con él, y sientes un último apretón en tu espalda antes de que ambos caigan dormidos entre los brazos del otro.
Tumblr media
English:
It took a lot for Freminet to learn to accept physical affection from you. At the beginning of the relationship it still seemed very strange to him to hold your hand and not be embarrassed by it, or to receive kisses on his cheek as a sign of affection. He always became shyer than normal, he wouldn't move and let you shower him with all the love you wanted to give him. It was a matter of time before he discovered the places to have you to himself.
A whole day at the beach was fun, you played in the sand and dived, danced in the sea and jumped to the surface doing races, it was one of the few occasions when you could see Freminet smiling without shyness. But the best part, his favorite even, was when you picked your things from the sand, cleaned your shoes and held hands to return home. The journey was exciting, with a cozy silence or a calm conversation, anything helped him, but he always remembered what awaited him at home.
You would bathe and eat something, would be more laughter while both were already dressed in your sleeping clothes, and finally Freminet's heart would warm between the sheets, both hiding from the moon that came through the window, reading a story with the help of a flashlight, like a couple of kids who stay up late. His arms on you, yours hugging him, he would be fine with that and your legs tangled until you fall asleep, the book stays somewhere next to you and Freminet tries to keep you as close as possible. He feels the warmth of your body next to his, the aroma of your shampoo lulls him and the softness of the bed urges him to sleep, but you both stay awake, from time to time getting closer and touching his limbs affectionately. There is never missing a stolen kiss that gives fruit to a tired smile. Is never missing that Freminet feels so comfortable with you that his breathing slows and his heartbeat calls you to sleep with him, and you feel one last press on your back before you both fall asleep in each other's arms.
84 notes · View notes
Note
lu ayudame estoy ovulando y solo puedo pensar en kuku (como la persona tan perceptiva que es) notando ya sea indirectas o toques medio 'inocentes' de parte de su pareja, que no tiene el coraje y/o atrevimiento de decirle directamente lo que necesita, entonces solo se limita a darle señales
(plot twist kuku la ignora hasta que ya no puede mas y cuando porfin le da atención lo hace re mean dom 😭)
Tumblr media
+18! Mean Dom!Kuku para la más linda ♡
Esteban lleva el registro de tu ciclo mejor de lo que vos podrías, pero en realidad no le hace falta porque reconoce los signos a la perfección. Los cambios en tu humor y aumento de energía se presentan puntuales, pero en caso de que estos se ausenten siempre puede deslizar sus dedos entre tus piernas y comprobar así que te encontrás en tu fecha fértil.
Adora despertarse por la noche y fingir que continúa dormido mientras oye tus gemidos amortiguados por la almohada o tu mano, casi siente ternura al pensar que estás tan desesperada como para desobedecer sus reglas en lugar de perturbar su sueño. Decide entonces que tu castigo no va a ser el de siempre.
Cuando te despertás por la mañana para preparar café y llevárselo a la cama tiene que recordarse una y otra vez que ignoraste sus reglas y que el desayuno es claramente un intento de librarte de culpas... Le es difícil resistirse cuando besás su cuello y siente tu mano rozando su miembro erecto y palpitante, pero pretende no notarlo y abandona la cama.
-¿Qué pasa bebé?- pregunta cuando te sentás a su lado horas más tarde, tu cuerpo a milímetros del suyo en el amplio sofá-. ¿Necesitabas algo...?
Negás avergonzada, pero también porque no creés merecer que él se encargue de satisfacer tus necesidades luego de tu pequeño acto de rebeldía durante la madrugada. Comienza a masajear tus muslos y sujetás su brazo en un inocente gesto de apego, guiando su mano cada vez más cerca de tu entrepierna con la esperanza de hacerlo caer en la tentación.
Su pulgar se desliza sobre tu piel sensible y sus dedos se deslizan entre tus muslos para masajear el interior, ilusionándote por un breve instante. Se aparta y cuando se pone de pie dice algo sobre realizar una llamada, lo cual resulta extraño considerando que olvida su celular entre los cojines del sofá.
Con el pasar de las horas crece tu desesperación, hasta que decidís aprovechar el momento en que Esteban está en la ducha para tomar el pequeño vibrador de la mesita de noche. El placer nubla tus sentidos y no te permite percibir el momento en que el agua deja de correr, tampoco escuchás la puerta del baño o sus pasos aproximándose.
-¿Otra vez...?
Su voz te sorprende y por una fracción de segundo considerás fingir total demencia, lo cual sería una buena idea de haber utilizado sólo tus dedos y no un objeto cuyo sonido es delator. Te mordés los labios y cerrás los ojos para no ver su expresión de decepción.
-¿Te pensás que soy boludo?- tira de las sábanas que ocultan tu cuerpo y su expresión se endurece al ver tu mano aún dentro de tu pantalón-. No me dejás dormir y ahora no me puedo ir a bañar tranquilo porque también te tocás sin mi permiso, ¿tan necesitada estás?
Gemís involuntariamente y te arrepentís de inmediato cuando te despoja de tu ropa en un fugaz movimiento, el vibrador rodando por el colchón y cayendo al suelo. Separa tus piernas con fuerza hasta que el ángulo provoca que tus músculos protesten... y entonces recurre a la típica sesión de spanking, pero esta vez atacando tus pliegues humedecidos y tu clítoris.
Entre sollozos implorás por su perdón.
-No quería, no...
-Entonces no lo hubieras hecho- pronuncia esas palabras entre dientes y baja su ropa interior lo suficiente para liberar su miembro-. Pero sos caprichosa, ¿o no?
Su palma golpea tu mejilla cuando negás.
-Siempre lo mismo- reprocha, lubricando la punta de su miembro con la excitación que mancha tu intimidad y tus muslos. Hace caso omiso a tus gritos y tus súplicas cuando se desliza en tu interior con una sola estocada-. Sos una putita, ¿no?
Lográs pronunciar un único sí con voz quebrada, sus movimientos brutales son casi abrumadores y no estás segura de qué provocarán primero: un orgasmo (y no el tuyo) o una dolorosa sobre estimulación.
-Mi putita- susurra antes de besarte con fuerza, sus dientes colisionado con los tuyos y sus embestidas provocando que tu cuerpo se sacuda sobre las sábanas.
Espero que disfrutes la lectura ♡
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
48 notes · View notes
caostalgia · 1 year
Text
Búscame.
Bajo tu cama, tu almohada, entre tu ropa sucia, o en la alacena.
¿Algún día me podrás encontrar?
No me buscas, lo sé, pero quizás una tarde cualquiera te tropieces conmigo y finalmente me mires al caer.
Porque ¿sabes?
Me he quedado ahí. Entre las arrugas de tus sábanas, el frío al caer la noche y tus miedos.
Entre tus pesadillas más profundas, el calor de tus cobijas y en los rincones de tu habitación.
Me he quedado ahí, perdida entre motas de polvo y migajas de hachís.
Pero soy tan diminuta que por mucho que te intente llamar, no me escucharás.
Coldissweet
336 notes · View notes
wosohavemyheart · 4 months
Text
Miedo en Navidad
Tumblr media
Bajo muy despacio las sábanas de fútbol que me regalo la tía Mapi, mi cara se siente fría cuando la destapó del todo al ver que ya no hay nadie en mi cuarto, Papá Noel ya se ha ido.
La habitación está oscura y eso solo hace que mis ganas de llorar sean más grandes.
-Mami, mami- Llamo con la esperanza de que aparezca mi superhéroe pero no es así y acabo llorando.
Siempre suelo tener una lamparita que hace una galaxia en la pared ya que me encanta el cielo pero se ve que se han olvidado hoy.
Decido levantarme aún llorando y acercarme a la puerta entre abierta de mi habitación, mami siempre me deja un poquito abierto.
Me asomo con cuidado para ver el pasillo y no veo nada que me haga tener más miedo pero aún así voy corriendo sin hacer ruido los pocos metros que me separan hacia la habitación de mami.
Abro y cierro la puerta con toda la rapidez y cuidado que puedo con mis cuatro años.
Una vez dentro y ver a Olga y a mami en la cama hace que me sienta un poco más segura pero sigo sollozando.
Mami y Olga están durmiendo así que rodeo la cama dispuesta a despertar a mi mami.
-Mami- Sollozo tocándole la cara con un dedo.
Parece ser que hoy mami tiene mucho sueño así que vuelvo a intentarlo.
-Mami- Está vez le sacudo el hombro con una mano con toda la fuerza que tengo.
Ahora si que abre los ojos, sobresaltada, pero cuando se me escapa un sollozo su mirada vuela a mi y su cara se suaviza.
-¿Qué le ha pasado a mi princesa?- No tiene ni que ofrecerme los brazos cuando ya estoy encima suya.
-Miedo- Susurro en el cuello de mami.
Escuchar su corazón y su voz, respirar su olor y sentir sus fuertes brazos apretandome con fuerza contra ella hace que me calme.
Ella es mi refugio y mi superhéroe.
-¿Podemos saber que ha hecho que tengas miedo, bebé?- Pregunta Olga suavemente apoyando su mano en mi espalda trazando círculos.
Parece que el ruido y el movimiento en la cama la han despertado.
-Papá Noel estaba mucho tiempo mirándome y yo me escondía debajo de las sábanas pero no se iba- Sollozo- Y no estaban mis estrellas encendidas.
Mami me da besos en la frente con el fin de calmarme.
-Lo siento, bebé, no volveré a olvidarme de encender tus estrellas- Dice Olga con culpa.
-Papá Noel ya se a ido, princesa- Dice ahora mami- Ha sido tu imaginación porque yo misma he visto como dejaba los regalos y se iba a casa de otro niño.
-¿Seguro, mami? - Levanto la cabeza para mirarla y con una fuerte mano suya me quita las lágrimas secas que me quedaban.
-Te lo prometo, princesa- Me besa la mejilla.
Miro a Olga tratando de que ella también me lo confirme y es lo que hace con una suave sonrisa.
-Vale- Vuelvo a mirar a mami.
-¿Porqué no nos volvemos a dormir, princesa? Y así se pasa el tiempo más rápido para abrir los regalos
-Aqui- frunzo el ceño.
-No quieres volver a tu cama de niña grande?- Pregunta y niego con la cabeza.
-Contigo y Olga- Demando.
Las tias siempre le dicen a mami que tengo el carácter de ella y que pongo la misma cara que ella cuando está decidida a que algo salga como ella quiere
Mami mira un segundo a Olga y yo también mirándola con la ceja arquedada y esta asiente dándome una sonrisa amorosa.
Era la niña de mami y no era la primera vez que dormía con ella y también con Olga desde que esta ella en nuestras vidas y tampoco iba a ser la última.
Mami es muy cómoda y Olga me da unas caricias en la espalda muy tranquilizantes
Me acomodo encima de mami como siempre hago y me da suaves besos en la sien, Olga empieza a acariciar mi pequeña espalda
Y así, en algún momento me quedé dormida encima de mi superhéroe.
136 notes · View notes
rinconliterario · 2 months
Text
Volver. Idea Vilariño.
Quisiera estar en casa entre mis libros mi aire mis paredes mis ventanas mis alfombras raídas mis cortinas caducas comer en la mesita de bronce oír mi radio dormir entre mis sábanas. Quisiera estar dormida entre la tierra no dormida estar muerta y sin palabras no estar muerta no estar eso quisiera más que llegar a casa. Más que llegar a casa y ver mi lámpara y mi cama y mi silla y mi ropero con olor a mi ropa y dormir bajo el peso conocido de mis viejas frazadas. Más que llegar a casa un día de éstos y dormir en mi cama.
34 notes · View notes