La palabra "República" viene del latín "res publica" que en la antigua Roma, era una vaca considerada patrimonio del pueblo romano, porque era muy linda y buenita y todos la querían mucho.
Yo se que muchas de las comidas que dan en los desayunos escolares yankis son una cagada, pero nunca pude evitar sentir bronca cuando se quejan porque pienso en que a mi me daban medallones de pollo con ajo que nos enfermaban
me tienen las bolas por el piso con agregarle a todos los santos postres dulce de leche sobre todo los que tienen frutas dejen de abaratar los costos y aprendan gastronomia la puta madre 🔪🔪🔪
ADVERTENCIA: mención de AS, perversión de lactancia, secues/tro, venta de escla/vos
Aegon ya había creído perder la cabeza por completo durante los días que había pasado en el inmundo barco de esclavos que lo había tomado en Essos; no estaba seguro de si lo reconocieron como príncipe, pero creía que solo bastaron sus rasgos valyrios para hacerlo una mercancía valiosa.
"Ese no, él irá a un lugar más especial" había oído decir a uno de los hombres a cargo cuando intentaron bajarlo para agruparlo con los que serían vendidos en Astarpor, momentos como ese le hacían desear haber escuchado al cretino de Aemond, aunque, ¿él no podía haber dejado de buscarlo verdad? Seguro su madre había puesto aquellos ojos de ciervo lastimado que siempre usaba para manipularlo y que él continuara su búsqueda. Sí, Aemond lo encontraría tarde o temprano.
Ahora, mientras se recuesta en la amplia bañera de mármol, Aegon suelta una pequeña risita irónica sin poder evitarlo. Recuerda los temores que había pasado allí, los golpes que recibió por alegar ser un principe y negarse a comer la basura de sopa que servían y el pan agrio y duro con el que se acompañaba; pero ahora cerca de él tenía las frutas más dulces, el vino más dulce y los quesos más cremosos. Sus moretones se habían curado, su cabello lleno de mugre y grasa ahora estaba nuevamente blanco y su piel enferma había recuperado su color pálido natural, manteniéndola perfumada y suave con mezclas de flores y haciendo que los sirvientes agreguen un cubo de leche de burra a su bañera.
—Mi dulce favorito debe estar pensando algo muy bueno para no notar mi presencia—escucha su voz detrás de él, haciendo sus mejillas sonrojar y su cuerpo estremecer.
Oh, su Esmeray, su tan amada emperatriz a la cual Aegon le daría todo de si mismo si ella lo pidiera; verla allí fue casi como un sueño; su figura comenzaba a redondearse con la crecida del bebé en su vientre, sus pechos llenos, sus caderas anchas, su vientre hinchado, todo parecía ser la mezcla perfecta para hacer que Aegon se hincara ante ella. Y lo había hecho más de una noche, adorandola de pies a cabeza, cubriéndola de besos y murmurando súplicas y palabras azucaradas, pidiéndole que lo tomara, que lo usara para su placer.
Aún puede recordar la noche en la que ella lo había elegido a él como su favorito luego de que la encargada del harén lo separara junto con otros tres hombres; la recuerda colocando en su mano un suave pañuelo morado, rozando sutilmente su piel con la yema de sus dedos mientras tenía una ligera sonrisa sobre sus labios. Aegon sabía que si ella hubiera pedido en ese momento que lo siguiera de rodillas por el inmenso palacio, él lo habría hecho.
—No escuché que los aghas la anunciaran, ¿nuestro bebé está bien, mi señora?—cuestionó con una pequeña sonrisa mientras le brindaba toda su atención, acercando su frente a su vientre tan pronto ella se acercó lo suficientemente.
—Sí, no es el bebé quien arde por el deseo de verte—bromea la mujer, acariciando su cabello platino con cuidado, bajando su caricia por sus mejillas—mi dulce amor—murmuró, soltando un pequeño gemido en cuanto él introdujo suavemente su pulgar en su boca, presionando la lengua contra la yema—la comadrona está segura de que le diste otra niña al imperio, bien echo, ojitos de lirio—sonrie mientras le da un estimado del sexo del nuevo bebé.
Esmeray amaba comparar cualquier característica física suya con alguna flor, Aegon juraba sonrojarse como una mojigata cada que encontraba en sus aposentos algún nuevo poema, sintiendo los latidos retumbar en su pecho y el hormigueo de sus dedos, deseosos de acariciar cada palabra en el papel.
Él jamás le contaría de sus visitas a burdeles y su accionar con algunas mujeres de menor clase, esta es su nueva vida ahora, él es suyo; jamás pertenecerá a alguien más salvo a su dulce señora y sus bebés solo crecerán en su vientre. Comprendía el sistema matriarcal por el que se regía la tierra que gobernada su amada señora, adaptándose rápidamente a ella cuando todo lo que se le dio fueron lujos por haber logrado poner una niña en el vientre de la emperatriz.
"El único favorito de su majestad" lo llamaron luego del primer parto de Esmeray, mientras se les repartían dulces, jugos y oro a los hombres del harén, quienes a Aegon no les daba mucho importancia; él era el único favorito de su Esmeray, él mismo la había oído decirlo mientras su lengua se adentraba en su calor y sentía sus carnosos muslos presionarle la cabeza mientras la hacía acabar.
—¿Qué ronda tu mente, dulce dragón?—cuestionó, retirando sus prendas para introducirse en la bañera, colocándose en su regazo, acariciando su cabello tan pronto como lo sintió esconderse en sus tetas.
—Digame que me ama, su majestad, se lo imploro—murmuró en un tono bajo mientras su rostro frotaba con la carne suave de su pecho antes de tomar uno de sus pezones en su boca, acariciandolo con su lengua antes de empezar a succionar.
—Mi pobre florecita, tan necesitado de cariño—respondió, dejandolo hacer lo que necesitara mientras dejaba suaves caricias por su piel y le permitía darse gusto con la dulzura de su leche—Mi corazón nunca anhelo a alguien o a algo como lo hace contigo—le susurró en el oído antes de reposar su mentón sobre su cabeza.
Esmeray no podía imaginar la vida que él llevaba antes de llegar a sus tierras, pero nunca hacía preguntas, creyendo que era difícil para él hablar sobre ello; imaginaba a su pobre amor siendo maltratado o agredido de alguna forma, descuidado y despreciado, por lo que estaba más que feliz de proporcionarle cada lujo que estuviera a su alcance. Las ropas más finas, las joyas más caras, todo lo que él deseara.
Y Aegon amaba esa nueva realidad, disfrutando de comodidades y lujos junto con el amor de una mujer hermosa.
Alguien sabe qué pasa en surinam y las guyanas? Tipo qué hacen, les gusta el dulce de leche, son amigos de milei no se algo? O los tenemos de vecinos okupas nomás
Me diste curiosidad y lo busqué:
Surinam es el país menos poblado de America del Sur, hablan neerlandés (no sé qué e' eso)
En Guyana hablan inglés??? Also Venezuela reclama parte del territorio:
Ha letto soltanto la prima parte e le ho chiesto di leggerla, perchè in spagnolo mi arriva come musica, che tocca l'anima e accarezza il cuore.
(y el capitulo cuatro sigue... 📖)
Ven, novia, desde el Libano, vente del Libano, vuelve; baja de la cumbre de Amanà, de la cimas del Senìr y del Hermòn de las guaridas y montes de leones y leopardos. Me robaste el corazòn, hermana y novia mia, me robaste el corazòn con una sola mirada con una sola perla del collar. Què suaves son tus amores hermana y novia mia! Son màs dulces que el vino tus amores! Es mejor que todo aroma el olor de tus perfumes! Miel silvestre hay en tus labios novia mia; miel y leche debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos es como aroma del Lìbano.
Eres jardin serrado, hermana y novia mia, eres jardìn cerrado, fuente secreta. De ti brota un jardìn de granados, con frutos exquisitos, de alheña y de nardo; nardo y azafràn, canela y cinamomo con toda la clase des arboles de incienso, de mirra y àloe, con la màs selectas especias. Fuente de los jardines, manantial de agua viva que fluye desde el Libano!
Despierta, cierzo! Ven aqui, àbregol! Oread mi jardin, que esparza sus aromas. Que venga mi amor a su jardìn, coma de sus frutos exquisitos. (Sigue en el capitulo cinco de la Biblia) 🤍
Ma anche in italiano qualche emozione te la da, te la trasmette, e non ti accarezza solo l'anima e il cuore ma ti tocca la mente per non uscirne più almeno per me fu cosi la prima volta che la lessi.
Ya les contamos que el segundo dia del #Hublander (en Melbourne) nuestro #KingOfTodo se animó a cantar acompañando a @erin_grace7_ y quedó maravillado ante la semejante voz de su fan. Arengó al público, la abrazó y hasta le cambió la letra a la canción. Un dulce de leche... Después lo llamó en vivo a David Berry (ausente por Covid) para contarle. #MoridasMuertasDeAmor
Gracias a la mamá de Erin por filmar y a ella por postear!!! Nuestra edición, traducción y subs.
Aún no había llegado la maleta de los objetos perdidos, la caja de seda para los zapatos anfibios, es decir, el pequeño ataúd para tu mano.
Cegada por la luz de otros días, giras el rostro hacia la tarde:
el caracol deja su baba transparente sobre la fotografía, una silla en el mar de los días y un muro de viento que empuja el brocal del recuerdo convertido ahora en ceniza,
nunca estuvimos allí, a la orilla de aquel jardín, al borde de la distancia, en el párpado de aquel naufragio blanco,
festejando las nupcias de los animales de la nostalgia en el umbral de la escarcha.
Y ahora miramos absortos las horas con la infancia atravesada en los labios,
quietos, muy quietos, recostados en el muro de viento
antes de que desaparezca este copo de ayer que arde en nuestra pupila:
arde la muleta para el pie que nunca tuvimos, y en ese instante somos sólo eso, una ráfaga de miedo en el viento.
*
Un mirlo atraviesa el jardín,
lleva en su pico rojo la vela azul para nuestros años, lleva, entre salto y vuelo, la esquirla de hielo bajo su lengua de flecha, la gota de cera para la doble despedida de nuestra edad.
La cicatriz cruza el jardín hacia el agua, la vereda parte los días y deja una escama del silabario, una brizna de días en el monóculo del tiempo que se balancea en la dulce higuera, funambulista del extravío para la correa del lazarillo del porvenir. Imposible mansedumbre del vigía, inútil docilidad de quien se ata por vez primera los zapatos con el crespón de los átomos del duelo.
*
Sea el diente de leche quien tire del pomo de la puerta.
Viene y va la caligrafía del tiempo, viene y va.
Está lejos la luz y no importa,
lejos las mariposas del olvido, las que callan su memoria,
lejos la raíz del vocablo que florece en el aroma,
lejos la cuchara con su hueco, con su nido de levadura,
el pan ácimo lejos,
lejos el pabilo, el aceite y la oscura leyenda del cuenco con su hondura,
está lejos la vida y no importa.
*
Al otro lado de la vida, al otro lado de la infancia, al otro lado del jardín.
Todos se han ido y sólo queda regresar.
Giran los días, giran bajo la púa de nieve, bajo la implacable batuta del porvenir,
hipótesis de luz en la sombra, al otro lado de la dársena, donde el ala pliega su duelo, donde el perro esconde tu mano en la grieta del muro y el pez muerde el sedal, la semejanza que hilvana el vestido para el viaje de las últimas cosas, la incesante madeja, fundación de penumbra en la penumbra.
Un soplo, un resplandor, la nieve.
Hoy, mañana, nunca, cuando ayer y hoy son ya un mismo día en tu corazón.
Entonces, el regreso, para llegar al lugar donde la cicatriz siembra su íntima voluntad, texto borrado donde te sientas a escuchar los días mientras el mundo gira cuando cae la noche. Aquí.
_ Guadalupe Grande. de «Hotel para erizos»
Calambur Editorial, 2010