E03: Vivir siendo un nómada aire

En el universo de Avatar (tanto para La Leyenda de Aang, como para su secuela La Leyenda de Korra, y todos los cómics que hay entre medio de ambas series animadas), existen cuatro naciones principales, conformadas por los Nómadas Aire, las Tribus Agua, el Reino Tierra, y la Nación del Fuego. Estas cuatro formas de organización política se dividen según el elemento-control que cada una de ellas practica (fuego, aire, agua y tierra), lo que además influencia en sus formas de vida, costumbres, ropa, vivienda, etc.  Sumado a esto, la geografía de los lugares que habitan se vuelve fundamental dentro del relato de la trama, ya que es la base para entender los sucesos y la psicología de los protagonistas.

El universo de Avatar consta de un gran continente, dos islas de tamaño considerable ubicadas en los polos, un archipiélago de volcanes, y pequeñas islas cercanas alrededor. Como se puede ver en la imagen, cada elemento se distingue según su color original.

Se desconoce si existen más continentes o islas en este universo, o si el planeta tiene forma de geoide-elipsoide como la tierra, o más bien esférico. A modo de crear un relato coherente, utilizaré para mi análisis la proporción de la tierra con respecto a las latitudes, con sus consiguientes climas; y lo que se puede extraer de la serie y/o comics con respecto a las islas que habitan los nómadas aire. Para comenzar a profundizar en el análisis de la vida de los nómadas aire; es preciso comentar la incidencia de la geografía en las formas de vida de estos individuos.

Los creadores de Avatar utilizan mucho el recurso geográfico para evidenciar los elementos, y esto es algo que a simple vista se puede notar en el hogar de los nómadas aire. Literalmente, los templos están a punto de estar suspendidos en el aire, ya que se ubican en acantilados de gran elevación (generalmente las nubes los tapan). Por lo mismo, los medios de transporte para llegar a ellos se vuelven fundamentales. Los Bisontes Voladores (como el querido Appa), animales que habitan en las islas de los nómadas aire; son uno de los medios más típicos que utilizan para transportarse, y encuentran profunda conexión espiritual en algún nómada aire en particular, con quien se quedan para toda la vida. Otro dato importante, es que son los primeros maestros aire, por lo que son considerados como animales sagrados para toda la nación.

Con respecto a la incidencia del clima, las latitudes aparentes nos indican zonas medias, en donde abundan los climas mediterráneos; y al tratarse de islas, debido a la incidencia del océano, las temperaturas nunca alcanzan extremos bajos o altos. Por lo mismo, se puede inferir que las islas de los nómadas aire poseen un clima idóneo para las actividades que estos realizan, ya que les permite jugar con las nubes o las ráfagas de viento, y llevar trajes livianos sin un grosor incómodo.

A nivel sociopolítico-cultural, los nómadas aire se dividían territorialmente según sexo, por lo que existían dos templos de hombres y dos templos de mujeres, ubicados en el norte-sur y este-oeste, respectivamente. Como caso especial, el templo aire del oeste, ubicado al norte de la nación del fuego, está “al revés”: toda la estructura típica de los otros templos está invertida en un acantilado. Esto dificulta mucho más su acceso, y a modo personal, considero que es por su cercanía con la nación del fuego, la cual nunca ha sido muy simpatizante con los principios de los nómadas aire, por lo que al estar semi escondido tenían más ventajas territoriales.

Templo Aire del Oeste

Todos estos factores, terminan siendo condicionantes de las formas de vida tradicionales de los nómadas aire, lo que, sumado a su cultura, moldea finalmente a su nación. Llevan un estilo de vida vegetariano (ya que consideran que los animales son seres sintientes y no alimento), tienen un enorme respeto a los gurús (maestros de mayor edad, que aconsejan a los jóvenes), y se crían para ser monjes, y de esta manera, estar liberados de condicionantes “mundanos”, comunes para el resto del universo Avatar. No se les permite tener hijos o familia, ya que eso es considerado un obstáculo para la elevación. Dentro de su crecimiento, los nómadas aire deben raparse completamente la cabeza (las mujeres se rapan solo hasta cierta zona); esto, para que su cabeza pueda sentir las brisas y movimientos a su alrededor. También, cuando alcanzan la maestría, se tatúan flechas por todo el cuerpo, que simbolizan el flujo de energía dentro de él. Es común ver este tipo de manifestaciones en los nómadas aire, las cuales están ligadas a una filosofía budista-hinduista, que también se conecta con el simbolismo del elemento aire, inspirado en estas raíces.

Finalmente, todos sus rasgos culturales se simbolizan perfectamente con el lugar en donde viven, convirtiéndolo en una fiel construcción de un territorio representado de sus principios y valores.

Un evento importante marcó la historia de este territorio. Durante la guerra de los Cien Años, la Nación del Fuego aniquiló a toda la población de la nación del aire, dejando como único representante al Avatar Aang, que en ese momento yacía hundido en una bola gigante de hielo por el Polo Sur (Aang vivía en el templo aire del sur). Los nómadas Aire permanecieron casi extintos, hasta que uno de los hijos de Aang (Tenzin) nació maestro aire, y pudo preservar la cultura gracias a los aprendizajes que el Avatar le entregó. Luego de esto (en la época de la Avatar Korra), ocurre la convergencia armónica, que trajo consigo a nuevos maestros aire que pertenecían en su mayoría al Reino Tierra (por lo que tenían las costumbres de ese territorio). Es así, como nacen los nuevos nómadas aire, con tradiciones más modernas (como una enseñanza de carácter mixto), nuevos trajes que permiten volar con facilidad, y una mixtura entre las antiguas tradiciones y las vivencias de los antiguos habitantes del Reino Tierra.

Los nómadas aire son sólo un ejemplo de cómo en todo el universo de Avatar, se puede ver la influencia que ejercen los territorios y lugares en las personas. La trascendencia de la historia en los lugares, y los procesos de construcción del espacio (nunca estáticos), también son parte fundamental de las nuevas espacialidades que habitan los templos y naciones, y van reconstruyendo a su paso una historia pasada que vuelve al presente.

Josefina Monsalve

Desde que la serie completa de “Avatar: la leyenda de Aang” se estrenó en netflix, su predecesora y todo lo referente a ésta franquicia no deja de dar novedades.

No solo continuación “La leyenda de Korra” se unirá a la plataforma, sino también que existe una idea de hacer otro live-action. La nota más reciente sobre esta última es que los creadores de la serie original, han decidido salirse del proyecto por diferencias creativas.

Aunque Michael DiMartino ha sido muy diplomático al responder las preguntas al respecto del tema, eso no deja más que dudas sobre cuales pudieron ser esas diferencias creativas que disolvieron la cooperación. Todo espectador de Netflix con sentido común fácilmente puede suponer que las razones se deban a las políticas Woke, identitarías y interseccionales que se han apoderado de la plataforma.

Incluso existe rumores de que aseguran que la intención es disminuir el elemento acción y aumentar la edad de los personajes para agregar sexo y sangre (esto no está comprobado, son solo rumores), lo que chocaba con la idea de DiMartino y Konietzko de tener un programa para toda la familia.

Yo personalmente no dudo que exista cambios en los personajes que sean más acordes a las políticas identitarías que ha agregado constantemente Netflix en sus producciones, y también así lo piensan muchas personas ya que han comenzado a suplicarle a Netflix abandonar el proyecto.

Recientemente sigo repitiendo que he perdido el deseo de ver nuevas series y películas debidas a estas nuevas ideologías que se han apoderado de los medios de entretenimiento, donde la historia y los personajes no importan, sino que tan inclusivos son. De nuevo, no estoy en contra de la variedad en una serie o programa o película, pero debe ser natural y no afectar el desarrollo de la historia o de los personajes.  

Además que resulta molesto que se veneren una serie solo por escasos pocos segundos donde se muestra diversidad, que el 99% de las veces es lesbianismo. Donde queda la verdadera diversidad, cuando constantemente los personajes bisexuales son opacados y confundidos con homosexuales.

Ya hablado anteriormente del ejemplo de Korra y lo vuelvo a repetir, me gusta mucho la series, al igual que la de Aang. Pero son muy diferente y una no es superior a la otra. La historia de Aang es más alegre y la de Korra más depresiva. La serie de Korra no es mejor o más inclusiva solo por los últimos segundos de la misma, algo que parece que toda la gente comparte como un tótem sin tener en cuenta el resto de la serie o la verdad de la misma. Korra y Asami no son lesbianas, ambas son bisexuales y su relación no es parte de la serie. Incluso, en los comics que continúan la historia de la serie y su relación, son bastante malos, sin mucho sentido y son una escusa de tratar de ordeñar la ubre de la diversidad.

Por esos tipos de pensamientos es que las acciones y decisiones de Netflix sobre sus producciones sigue y no dudo que por ello, el live-action de avatar va a ser una porquería que solo la van a alabar los más Woke de los woke y si la criticas o no la aprecias, serás un “-ofobo” de algo.

Lo único que queda es tratar de divertirse con ello, así que aquí va mi apuesta sobre lo que sucederá en ese marguero: Netflix va a cambiar el color de piel de varios personajes y el sexo de otros, Katara será feminista, Toph tansgenero y Azula lesbiana. Hagan sus apuestas.

Con la salida de la serie de Avatar de Aang en Netflix no solo ha revivido el fandom, sino también ha renacido la vieja pregunta de cuál serie es la mejor, ésta o la Leyenda de Korra, pero con un giro más extremo. Cualquiera que sea fanático de una de ambas series o las dos o ninguna, tiene sus razones y la realidad es que aunque son del mismo universo, son series muy diferentes. Por desgracia se ha fomentado la ridícula idea que la leyenda de Korra es superior a la de Aang debido a que Korra es bisexual y tiene una relación romántica con Asami. Técnicamente, que por mayor interseccionalidad, mayor inclusión, mejor serie.  

A quien le haya tocado leer mis reseñas (especialmente sobre VLD) sabrá que me moleta esta actitud de poner la diversidad de un personaje sobre su desarrollo, personalidad e importancia en la historia, que por desgracia es una tendencia que ha cobrado fuerza con efectos desastrosos, por ejemplo para el cine.

Pero la verdad creo que muchas de las personas que aclaman la diversidad sobre cualquier otra buena característica de una serie en específico, realmente no son consumidores de producto o su conocimiento del mismo es mínimo. Solo quieren forzar su forma del ver el mundo a los demás.

Afirmo esto con el mismo ejemplo de la Leyenda de Korra ya que solo el que llegó a ver la serie sabría que la relación romántica de Korra y Asami solo existe en los últimos cinco segundos del final, que fue su amistad lo único que formó parte de la historia así como relevancia. Y un fan sabe que esa relación romántica nunca fue el plan original de los creadores durante todo el desarrollo de la serie, fue hasta la ÚLTIMA temporada que les gusto la idea y la agregaron de ÚLTIMO momento, en la ÚLTIMA escena de la serie. La relación de Korra y Asami se explora solo en los comics.

Así que por ello, es un argumento inválido decir que la leyenda de Korra es mejor que la Leyenda de Aang por la diversidad sexual de su protagonista.

Pero sé de donde viene esto. Se ha visto creciendo como tendencia en los últimos años y recientemente producida en masa por Netflix. Ahora esto de Korra salió a relucir con más fuerza ante el estreno del final de Shera, donde los que promueven esta doctrina alegaron que ambas series y otras son superiores por esta tipo de diversidad.

No quiero desacreditarle nada a la serie de Shera, en realidad creo que una serie exitosa porque cumplió con lo que prometió. Desde un principio vendió la idea de la diversidad, lo hizo a la largo de sus temporadas hasta el final; le dio a sus espectadores lo que quería y esperaban. Por desgracia en el mundo de las animaciones, especialmente “para niño” su propósito principal es vender juguetes; sí, lo servicios de streaming como Netflix venden las serie y ganan con las membrecías, así como DreamWorks producirla; pero Shera es una marca de Mattel, quienes sino pueden vender juguetes no hacen tanto dinero. La serie nueva de Shera es para un público muy específico, por lo cual no es redituable financieramente para Mattel.  Además, debido al golpe económico de la pandemia, las compañías y estudios no podrán darse el lujo de crear tan fácilmente productos para un público pequeño.

Pero, aún así, es una de las series que ponen de ejemplo como una victoria a la diversidad, al igual que Hora de Aventuras y Steven Universe; siendo esta ultima la única que podría clamar ese título, debido a su popularidad, su gran rango de visualización, ser una historia original que no necesita de un titulo anterior para levantarse y que la diversidad es un factor importante en la historia.

Les seré sincera, vi Hora de aventuras de arriba abajo y la verdad no tiene por qué ser categorizadas como Shira y Steve Universe, solo porque al final de la serie se rebeló una relación de dos personajes del mismo sexo. Aquí se aplica lo mismo que la serie de Korra: fue un elemento agregado a último momento, donde la amistad de esos dos personajes tuvo más relevancia en la serie. Además, el final de hora de aventuras fue un mugrero y a nadie le importó solo por un beso lésbico.  

Ya sé que algún sentidito en su espacio seguro se verá  amenazado por la verdad que estoy dando y me acusara por ser una cerrada de mente o intolerante. Te diré la verdad, la diversidad sexual de los personajes de una historia me vale madre, me preocupa más la trama y su desarrollo. Pero sí estos existen en la historia prefiero que se muestren de una manera más natural, no como estandarte de una ideología política para vender el producto.  The Dragon Price es el mejor ejemplo. Sé bien que he criticado en algunos aspectos la serie, pero algo que siempre le he alabado a The Drago Prince es como integra la diversidad de los personajes a la historia de una manera tan orgánica que resulta natural.  Yo estoy a favor de eso.

Ya por último, regresando a los avatars, ambas series son muy buenas. Las dos son de mis series favoritas, pero soy consciente de la diferencia entre una a la otra. La de Aang es más divertida, mientras que la de Korra es más dramática y hasta depresiva. Por ello creo que ni una es mejor que la otra, porque su ritmos son muy diferentes, pero sí creo que una pueda gustar más que la otra por razones más coherentes que por diversidad sexual.