Tumgik
#cabello largo con canas
depoesiaypoetas · 1 year
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Respecto al cabello, tengo un par de cosas para decir. Mi abue Esperanza me tejía una trenza fijada con limón y Angelina chonguitos disparejos cuando se hacía tarde para la escuela. Se me deshacían los caireles en los bailes escolares. Era el lacio natural. Nunca me pegué un chicle pero sí se me embarraba de acrílico y óleo. Mi padre me hacía el flequillo y le quedaba tan mal. A mí me gustaba. Mi mamá me lo despuntaba cada cierto tiempo. En la secu nunca lo llevaba suelto. De repente ahora no me dan ganas de peinarlo. La primera vez que me enamoré en serio lo tenía tan largo a la cintura. Me lo corté a los hombros con depresión. Me han salido canas, más de las esperadas pero nunca lo he teñido. Me las quito de una en una. En la uni me regañaban para peinarme profundamente, el frizz siempre ganaba; sigue ganando. En estrés me hacía un chongo flojo. Con las prisas, una coleta alta. Y seguía cortándolo con cada golpecito que la vida me daba. Nunca he sabido qué champú usar, ahora estoy con el romero. Unos meses atrás tomé las tijeras y lo he llevado a lo más pequeño posible. He sentido que nunca volverá a crecer hasta que sienta que de verdad el corazón más roto que he sentido se haya arreglado. Mi unidad emocional espacio-temporal es el cabello.
Clara Ajc
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pompkns · 4 months
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ALRIGHT!!! Físicamente no puedo callarme sobre Elías y Ross así que datazos!!!!
- Tanto Ross como Elías son olvidadizos como no saben, así que lo que hacen para recordarse cosas es poner notitas en la casa. Además de eso, ambos aprovechan para poner cosas lindas para el otro, especialmente Elías en un principio porque no se le daba el hablar.
- En mediados de sus 30, Elías se le dio por ir a que le hicieran las uñas. Antes se las había pintado por sí solo, pero nunca para ir a un lugar y se las hicieran. El diseño que eligió fue fresas y arándanos porque hace tiempo le había preguntado a Ross que fruta le recordaba a él y le dijo fresa y a Elías piensa en Ross con los arándanos. Ross cuando supo de eso también se las pintó del mismo modo, solo mucho más sencillo porque él no es fan de las cosas tan detalladas.
- Ni uno de los dos es mostrar mucho afecto en público. En un inicio, la relación de Elías y Ross eran un misterio para los demás. Se comportaban muy cariñosos para ser solo amigos y no lo suficientemente para ser algo y como ni uno de los dos había dicho algo al respecto para su círculo social, solo era cuestión de apostar en si eran o no algo.
- Ross siempre tuvo un complejo con la edad. Una de las cosas que no le gustaban eran las canas (que tiene desde sus 30, pocas, pero presentes) y ya era rutina pintarse el cabello para tenerlo siempre de su color castaño. Elías sabe, pero no dice mucho, alguna vez le dijo que debería dejar de hacerlo para ver que tal se le ve, pero Ross fue de ehhhh. Ya luego de un rato, cuando le empezaron a salir canas hasta en el bigote, Elías le dijo que le encantaba como se veían las canas en su barba y ahí dejó de hacerlo tan seguido.
- Del mismo modo, Elías se empezó a dejar el cabello medio rizado que tiene por algún comentario que Ross le dio. También se lo empezó a dejar más largo. Los dos se apoyan en ese tipo de cosas que en un principio les da vergüenza (no sé si es vergüenza, pero se entiende).
- No sé, yo los quiero mucho.
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lyon-amore · 1 year
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La mitad de mi Capítulo 3
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Capítulo 2
Al día siguiente, MC fue con sus amigos para ver a sus padres. No se atrevía ir sola. Además, así los conocía. Aunque también ellos habían estado en Rosenschwarz, nunca se los había presentado. Ya era hora de que los conocieran. Sabía que un coche de incógnito los seguía, vigilándola. Habían sido avisados de que eran sus amigos de Duskwood e incluso habían sido interrogados también, para estar seguros de que ninguno tenía que ver en el asesinato de Daliah. MC se había molestado, pero lo entendía. Era el protocolo, como Elliot le había dicho.
Se aproximaron a la casita con jardín y dalias plantadas. Las flores favoritas de su madre. Por eso Daliah se llamaba así. Una de las dos tenía que llevar ese nombre. Cuando llamó a la puerta, su padre abrió, recibiéndola con un abrazo fuerte. Era el abrazo más largo que jamás se habían dado.   —Papá, ellos son mis amigos de Duskwood —MC los presentó con la mano y el grupo saludó, intentando poner su mejor cara a pesar de que no era el mejor momento de sus vidas.   —Pasar —el padre se echó a un lado, invitándoles a entrar en la casa.    En fila, empezaron a entrar, mostrando sus respetos.
Les dejó que se sentasen en el sofá y ambos sillones a los lados. El señor Gardner los miró y los iba señalando.   —Thomas —dijo, acertando.   —Señor Gardner —Thomas se levantó para ofrecer la mano para saludar.   —Llamarme Haines —le dijo el hombre.    Se podía apreciar las ojeras. No había podido dormir. Incluso su aspecto, a pesar de haber pasado un día solo, parecía más envejecido. Pequeñas canas habían vuelto a aparecer y MC sabía que hacía poco se había teñido. El disgusto había hecho que aparecieran de nuevo. Ver a su padre en tal mal estado le partía el corazón.   —Tú debes de ser Dan ¿verdad? —señaló al otro hombre sentado en el sillón.   —El mismo —Dan se levantó del sillón, ofreciendo su manos—. Siento mucho lo sucedido, le acompaño en el sentimiento.   —Gracias hijo —asintió Haines, con una sonrisa triste.    Miró luego a las chicas, señalando a Jessy.   — ¿Cleo?   —No, ella es Cleo y yo soy Jessy —contestó la pelirroja, intentando no ofenderse, pero aceptando su saludo.   —Claro, lo siento —se disculpó el pobre hombre—. Encantado de conoceros a las dos —ofreció la mano después a Cleo.   —El placer es todo nuestro, señor —Cleo aceptó su mano, mirándole con compasión.    Por último, su mirada fue a parar a Lilly. Con ella no hacían falta las presentaciones, la conocía perfectamente. La chica que acusó a MC de secuestrar a su hermana. Se controló la rabia al verla, MC le contó que eso ya era cosa del pasado, que ambas eran buenas amigas y que entendían lo que sentían por ser hermanas también.   —Lilly… —dijo el padre, soltando un suspiro.    Lilly no dudó ni un segundo que se levantó del sofá a abrazarlo, llorando. Tanto por lo ocurrido con Daliah, como por haber hecho daño a la familia Gardner en el pasado con su falsa acusación. Haines acarició el cabello de la muchacha, tratándola como si fuera otra hija más, intentando calmarla con palabras tranquilizadoras. MC lo veía todo sentada en una silla que había traído para su padre y ella. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Se sentía un poco mejor viendo que no había rencor en su padre, que todo estaba bien entre ellos. Una vez que Lilly se calmó, volvió a sentarse, secándose las lágrimas, al mismo tiempo, Haines hizo lo mismo.   — ¿Y mamá? —preguntó MC, abrazándose a sí misma.   —Sigue en el cuarto —contestó su padre, abatido—. No ha comido nada todavía, ni se ha cambiado de ropa —pasó su mano por su cabello, con una mirada destrozada—. Esto está siendo demasiado duro para todos…   —Señor Gardner —empezó a decir Thomas—, estamos aquí para ayudar a su hija, pero también podemos ayudarle a usted y a su mujer si nos necesita.   —Sois muy amables —el padre los miró con orgullo—, también vosotros perdisteis a alguien ¿verdad?   —Sí, Richy —respondió Cleo con tristeza—, Michael Hanson se lo llevó con él…   —Maldito… —dijo entre dientes Haines.    Jessy y MC se miraron cómplices de aquella conversación. Que nombrasen a Richy ahora no se lo esperaba ninguna. Las gargantas les dolían por ocultar la verdad, pero era mejor que decirles que su amigo fue el hombre sin cara, el secuestrador de Hannah… La persona que los atormentó durante dos meses.   —Me hubiera gustado mucho conocerle —continuó el padre, con una sonrisa de orgullo—, Daliah me contó que se llevaba muy bien con MC-   —Papá… —MC se tapó la cara, avergonzada.    Para ella, Richy había sido un gran amigo. Bueno… En parte, había tenido su corazón un poco dividido, pero estaba claro que al final, un idiota la enamoró con mentiras.   — ¿Es que ellos no lo sabían? —señaló al grupo y MC negó con la cabeza.    Claro, Daliah no había podido mantener la boca cerrada, tenía que haber contado los romances de su hermana.   —Richy era un buen hombre —Dan sonrió, mirando a MC y luego a Haines—, le hubiera hecho gracia sus tonterías.   —Seguro que sí.   —Papá, ¿te han dicho algo más la policía? —cambió el tema MC, para evitar sentirse más culpable.    El hombre asintió, cruzándose de brazos.   —Al parecer, el móvil de Daliah aún no ha aparecido —contestó con un tono de molestia—. La casera les dio una copia de llaves a la policía para entrar en su piso, pero no encontraron nada —miró al grupo, también hablándoles a ellos—, tampoco estaba en la tienda de cosmética en donde trabajaba, al parecer, fue antes de ir a clase porque tenía que pedir días libres para preparar el proyecto de clase.   —Entiendo… —MC se puso a pensar.    Era muy raro que todas sus cosas no estuvieran en el piso, lo que significaba, que el que la mató, tenía sus pertenencias.
¿Quizás como trofeo? La sola idea de que el asesino lo tenía para regocijarse en su éxito en matarla le revolvió el estómago.   —Seguro que aparecerá —MC le dio un apretón cariñoso en el hombro, a lo que el hombre le hizo lo mismo al apretar luego su mano.   — ¿Daliah? —una voz femenina y ronca se hizo presente en el salón.    Todos se giraron y vieron a una mujer de cabellos castaños enmarañados, con una mirada perdida. MC se levantó de la silla, pero su madre se acercó a ella para abrazarla con fuerza, llorando.   — ¡Daliah! ¡Mi pequeña Daliah! —Decía la mujer entre sollozos— ¡Estás viva! ¡Mi niña! ¡Sabía que no era cierto que estabas muerta! ¡Lo sabía!    MC empezó a respirar con dificultad. Sabía que ella no había visto a Daliah con el nuevo cambio y que quizás todavía no había visto la foto de perfil. La había confundido con ella. Al igual que su padre con la voz. Ahora mismo, MC era la sombra de su hermana.   — ¡Yo sabía que estabas bien! ¡Que el dolor que sentía no era porque te había pasado algo! —La mujer colocó las manos en las mejillas de su hija, mirándola a los ojos— ¡Mírate! ¡Tu piel rosada! ¡Tus ojos vivos! ¡Es mi pequeña Daliah!   —Mamá… —MC cogió sus manos, mirándola con dolor ahora ella— No soy Daliah…   —Sí, sí que lo eres-   —Mamá, soy MC —habló despacio la castaña—. Daliah ya no…. —se pasó la lengua por los labios y notó el sabor a sal. Había comenzado a llorar.   — ¡No! —gritó su madre. Un grito desgarrador— ¡No, NO! ¡No mi pequeña Daliah! ¡No ella! ¡No Daliah!    Se agarró con fuerza a MC, a lo que su padre se unió con ellas. El grupo observó a la familia, sintiendo un gran dolor al verlos. Estaba claro que nunca se iban a recuperar de esta pérdida.
Cuando se marcharon, decidieron dar un paseo por el pueblo, intentando tomar un poco el aire. Necesitaban hablar en lo que sabían.   —Así que, no se sabe dónde está el móvil —dijo Jessy, mirando a MC— ¿Pero no tienen forma de localizarlo?   —Supongo que si nadie contesta, no son capaces de localizarlo —contestó la joven, negando con la cabeza—, o no sé, nunca sé cómo funciona estas cosas.   —Seguro que en ese móvil debe de haber algo de información sobre el chico que conoció —Thomas los miró y luego miró a MC— ¿Crees que podrías contactar con Jake?    La castaña de ojos azules se mordió el interior de la mejilla, negando con la cabeza.   —Lo siento, no puedo —miró al grupo, esta vez, no hablaba desde la rabia—, eliminé su contacto, además, no sé su número de teléfono.   —Por desgracia, mis mensajes a Jake ya no llegan —habló Lilly, mirando al grupo con un gran nudo en la garganta—, cada vez que le envío algo, los mensajes me saltan como error.   —Perfecto, para una vez que sí queremos contactar con Hackerman, él decide que es mejor no hablar con él.   —Bueno —Jessy se encogió de hombros—, no es como si el FBI nos preguntase a todos sobre él…    MC suspiró. Que malos momentos pasó en aquellos interrogatorios. Las mismas preguntas una y otra vez. Queriendo que soltase que sí conocía a Jake. Pero no lo lograron. Fue leal a él hasta el final, Pero tonta de ella, pensando que volvería a hablarlos para darles las gracias por no contarles nada de él. Su chat desapareció por un momento, lo recordó perfectamente. Cuando el FBI se marchó de Duskwood, regresó. Pero no él. Jake no regresó.   —Bueno, igualmente, mejor dejárselo a la policía esta vez —MC continuó caminando, queriendo dejar literalmente atrás el tema—, Elliot logrará averiguar qué pasó, estoy segura de ello.   —A todo esto ¿de qué os conocíais Elliot y tú? —Preguntó Cleo, curiosa— Si se puede saber.   —Eso —Jessy la miró, poniendo una sonrisa bastante pícara. O al menos, lo intentaba, no queriendo ofender a su amiga por el luto de la muerte de su hermana— ¿Erais pareja o algo así?   —No, yo no —la joven de ojos azules negó con la cabeza—, Elliot y Daliah salieron unos dos años, pero cortaron, nunca me contó el motivo.   —Vaya con Daliah, no escogía mal a los chicos —comentó Cleo, arqueando las cejas.   —Se acostó con Phil dos veces… —dijo MC molesta.   —Vaya, lo siento…   — ¡Ey! Es mi hermano del que hablamos —defendió Jessy a Phil.   —Seguro que van de broma, Jessy —intentó Dan calmarla, pasando un brazo por los hombros de la pelirroja.    El chico miró a Cleo, Lilly y MC y negó con los labios, como si les dijera que no hicieran caso.   —Dan… Sé que estás haciendo —Jessy habló molesta, mirándole mal.   —Lo siento preciosa, no estaba diciendo nada malo.    La escena logró sacar a MC una risa. Una pequeña. Aunque seguía aún dolida, estar con ellos hacía la situación más soportable.
Aquella noche, MC recibió un mensaje de su padre. Ya habían terminado de hacer la segunda autopsia y que muy pronto podrían enterrar a Daliah. Le pasó el número de flores que tenía que pedir en la floristería para el funeral de su hermana. Cuanto antes empezasen a prepararlo todo, antes podrían honrar la memoria de su hermana.
Fue al chat de Nymos, y, como siempre, empezó a usarlo como notas personales. ----------------------------------------------------------------------------------------
MC Nymos, activa modo guardado
Nym-0s [Error de comando] ----------------------------------------------------------------------------------------
  — ¿Qué? —MC miró el chat confusa— ¿Qué sucede? ----------------------------------------------------------------------------------------
MC Nymos, modo de guardado
Nym-0s [Error de comando] ----------------------------------------------------------------------------------------
  —Estupendo… —dejó el móvil a un lado, apartándose el cabello de la cara— Ahora tiene que estropearse el programa…    Se notaba que había dependido demasiado de Nymos. Intentó no ponerse nerviosa, volviendo a coger el móvil y examinar si todas las notas anteriores y sus letras y música seguían guardados en los archivos.
En efecto, todo seguía en su sitio.
La duda era ¿por qué ahora? ¿Por qué tenía que fallar en ese momento? Cogió el móvil y usó el bloc de notas que el móvil ofrecía, copiando el mensaje de su padre. Sonó el timbre y se levantó despacio, mirando antes por la mirilla. Por mucha vigilancia que tuviera, intentaba ser precavida. Soltó un suspiro al ver que era Elliot. Abrió la puerta y movió la mano a modo de saludo.   —Hola… —la joven saludó, más tranquila.   —Quería decirte que me toca a mí hacer el relevo —dijo Elliot, explicando con tranquilidad—, así que cualquier cosa que necesites, llámame que estaré abajo.   —Vale, gracias…   —Oh y… —el rubio la miró directamente a los ojos, a lo que MC le incomodó un poco. Pensaba que otra persona intentaba ver a través de ella a Daliah— Ya está hecha la segunda autopsia, ya podéis enterrar a Daliah.   —Lo sé —MC se cruzó de brazos, evitando mirarle a los ojos—, me lo acaba de decir mi padre.    Elliot asintió, dando pequeños golpes al marco de la puerta.   —Bueno, eso es todo —asintió, mirando a MC por última vez—. Que pases una buena noche.   —Gracias…    Cerró la puerta despacio, soltando un largo suspiro. Tenía miedo que tras morir Daliah, ahora todos la mirasen como si fuera ella, porque no lo era. Daliah era una persona increíble, la mejor que existía.
Ella no se iba a convertir en la sustituta de su hermana.
Cada cosa que hacía aquella semana para preparar el funeral, terminaba llorando. No importaba dónde o quién le acompañase, sus lágrimas no paraban de caer. Había momentos que sí que parecía contenerse, pero al hablar de las cosas que le gustaban a Daliah para prepararlo, como su canción favorita o su color favorito, pequeños detalles, hacían que empezase a recordar los momentos felices. ¿Cómo habían sido capaz de arrebatar su vida? ¿Después de tener una vida normal? ¿Por qué tuvo que regresar a terminar lo que ella le impidió? Tendría que haber ido por ella, no por Daliah. Fue ella quien le detuvo en sus planes, fue ella la que gracias a su testimonio, metieron a Janis Krebs en la cárcel. Daliah no tendría que haber muerto. Si no ella.
Tenía que hacerlo. Tenía que mirarse en el espejo ese día. Había llegado el día. El funeral.
Mientras se miraba, observó que debajo de sus ojos se podían apreciar unas grandes ojeras. De tanto llorar por las noches, había hecho que le era imposible dormir. Miró su maquillaje y negó ponerse cualquier cosa para taparlas ¿de qué serviría si sabía que cuando se lo quitase iban a estar ahí? ¿Y por qué tapar que estaba sufriendo? Todo el pueblo lo sabía. Todo el mundo sabía su dolor y se acercaban a ella dándole el pésame porque su hermana hubiera muerto. Algunos incluso a veces se equivocan y la llamaban Daliah al verla cruzar por la calle, al cabo de unos segundos disculpándose, recordando que ella ya no estaba. Era un dolor en el pecho que no se iba cada vez que la confundían con ella, que nunca antes había pasado, porque era bastante diferenciables. Daliah siempre había sido la que iba vestida como si el sol se hubiera posado en ella, MC era mucho más discreta, llevando colores de tierra o tonos azulados, no queriendo destacar.   —Deberías cambiar de estilo — Le decía siempre Daliah, animándola— Te verías radiante con un vestido de flores o uno con estampados de puntos.    Por desgracia, no pudo hacerla feliz llevando uno de esos vestidos. Porque ese día, llevaba una blusa y falda larga negra. Seguramente a su hermana no le hubiera gustado que en su funeral todos llevasen ese tono, pero era el modo de respetar a los que ya se habían ido. Se recogió el pelo en un moño, haciéndola parecer como si hubiera envejecido. Sí. Daliah se hubiera enfadado si la hubiera visto de esa forma.
Terminó de vestirse y llamaron a la puerta. Debían de ser sus amigos, que habían ido a buscarla para llevarla a la iglesia. Cuando abrió la puerta, no se esperó que fuera él el que estuviera en frente de ella.   —Hola MC —saludó Phil, con un traje negro.   — ¿Phil? —La joven negó con la cabeza, confusa— ¿Qué haces aquí?   —He querido venir a mostrar mis respetos —contestó el hombre, metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta—. Sé que tú y yo nunca nos hemos llevado bien, pero por Daliah, quiero hacerle el favor de que hoy podamos enterrar el hacha de guerra.    MC asintió despacio y le dedicó una sonrisa pequeña.   —Pensé que no ibas a venir —dijo ella, frotándose el brazo del picor de la camisa. Esperaba no volver a ponérselo jamás.   —Daliah y yo… —hizo una pausa, sin saber si estaba bien contarlo o no en ese día— Nos llevábamos bien.   —Lo sé… Ella me lo dijo…   —Ah… entonces, me ahorro la historia —soltó una risa incómoda el joven de cabellos castaños—. Oye… Le he dicho a tus amigos que me ofrecía a llevarte a la iglesia, a modo de disculpas, pero solo si quieres-   —Sí, está bien —MC asintió, tragando saliva—. Me parece un buen gesto por tu parte.   —Como he dicho, quiero arreglar las cosas por ella —agachó la mirada. MC no se lo podía creer que de verdad Phil estaba dolido por la muerte de su hermana. Quizás sí que era cierto de que podía haber habido algo más que un simple revolcón—. Cuando estés lista, baja, estaré esperando en el coche.   —Vale… Y… Gracias Phil —hizo un esfuerzo por decir aquellas palabras—, por estar aquí por ella.   —De nada —Phil asintió, marchándose escaleras abajo.    MC cerró la puerta y tomó aire. Era le primera conversación decente que había tenido con él. Y ni si quiera él había intentado aprovecharse de la pobre hermana triste. No. Entendía perfectamente que no era el momento de sacar al chico que le encantaba flirtear.
Antes de marcharse, de nuevo fue al chat de Nymos, queriendo comprobar si funcionaba. Durante toda la semana, le había sido imposible tener acceso al programa. Era como si se hubiera bloqueado por completo. ----------------------------------------------------------------------------------------
MC Nymos, activa modo de guardado ----------------------------------------------------------------------------------------
Puso de nuevo el mismo comando, mientras se ponía a jugar a tirar de la tela de la blusa. ----------------------------------------------------------------------------------------
Nym-0s [Error de comando] ----------------------------------------------------------------------------------------
Se mordió el labio con fuerza. Primero Daliah y ahora Nymos. Aunque era un simple programa, siempre la había acompañado, le había guardado sus secretos, sus sentimientos en aquellas letras de música, analizando productos antes de comprar… Era un programa bastante útil, eso no lo negaba. Aparte de la seguridad-   —La seguridad… —susurró MC, mirando el chat— Ahora sí que ya no te siento a mi lado…    Cerró los ojos y suspiró, guardando el móvil en su bolso. Se había quedado sola. Abandonada. No Daliah... No Nymos… Cogió la chaqueta y las llaves del piso. No debía de perder más tiempo.
La iglesia estaba decorada de varias de las flores favoritas de Dalia, gerberas, hortensias, orquídeas… También había dalias, a petición de su madre. Una foto de ella y la última que se hizo decoraba la mesa presencial, junto con el ataúd. Ver la foto de antes de cambiar su cabello, le dio escalofríos a MC. Era como si estuviera viéndose a ella misma de no ser por el estilo de vestir de su hermana. Jessy la sujetó por los hombros, asintiendo mientras el resto también estaba detrás de ella, dándole ánimos. MC le devolvió el gesto, aceptando que estaban allí con ella.
Mientras el cura daba su discurso, se podía oír a su madre al lado de ella llorando, siendo abrazada por su padre.   —Lo sé Fiona… —dijo su padre a su esposa, que también él se le escapaba lágrimas— Yo también la echo de menos.    MC los miró un momento. Se suponía que un padre nunca debía enterrar a un hijo. Tenían que ser los hijos quien enterrase a los padres. El nudo en la garganta se hizo más fuerte.   —Y ahora, MC Gardner va a pronunciar unas palabras —el cura la miró y ella hizo el esfuerzo de levantarse.    MC miró a todos los presentes antes de hablar. Pareciera que no solo la familia, sino el pueblo entero estuvieran allí. Amigos y conocidos de Daliah, sus compañeros de clase y los de trabajo. Había abandonado a mucha gente.   —Daliah era… —MC se pasó la lengua por los labios, esforzándose por hablar. Era incapaz de hacerlo— Aunque ella era mi hermana, también era mi mejor amiga —continuó hablando, intentando que ese nudo se aflojara un poco—. Durante años, había sido una luchadora, era una persona fuerte que todo el mundo admiraba —se secó las pequeñas lágrimas que empezaron a brotar, le era imposible no evitar llorar—. Viendo a todos los presentes que hay aquí, puedo ver que marcó mucho en este pequeño pueblo y que ella era una gran amiga para muchos —dijo esto mirando tanto a sus amigos, Phil y los amigos de Daliah, Carter y Grace—, estoy segura de que lo único que ella ahora mismo nos diría, es que por qué hemos venido con una ropa tan horrible para su despedida —intentó bromear, sacando una risa en los presentes. Quería quedarse con lo bueno de su hermana—. Pero todos sabemos que su vida fue arrebatada de manera injusta —dijo con una voz dura— y que confiamos en que la policía de Rosenschwarz logre atrapar a quien le arrebató a Daliah, nuestra hermana, nuestra mejor amiga, una gran hija… —sintió un dolor en el pecho, como si fuera un cuchillo. Comenzó a llorar más y tuvo que volver a sentarse.    Recibió un abrazo desde atrás. Pudo reconocer un cabello rubio que vio al lado. Lilly. Tragó saliva, tratando de calmarse. Si no fuera porque estaba acompañada, quizás hubiera roto algo.
Fue peor de lo que pensaba. Su madre se arrodilló mientras bajaban el ataúd. Su padre intentaba levantarla, pero era como si se hubiera clavado en el suelo. MC se fijó en los presentes, ahora, un poco más íntimo, con personas más cercanas a Daliah. Reconoció algunos compañeros de clase, junto con Grace y Carter, que este último pasaba su brazo por los hombros de su novia, Jane. Era muy raro ver a Carter sin su sonrisa, al igual que Grace. En cambio, ver a Jane triste, era algo nuevo, sabía que era una joven de piedra. Logró ver a Mason, un chico con un gran ego y orgullo, coger la mano de Seo-ah, que no paraba de llorar. Sabía que era una chica muy sensible. Los conocía a todos, pero no es que fueran sus amigos. Después se fijó el Ralph, el chico que alguna vez había visto grabar en los centros comerciales para promocionar el pueblo. Era un artista con la cámara y había dedicado a hacer el montaje de vídeo con las fotos de Daliah. Todos y cada uno de ellos había formado parte de la vida de su hermana y le dolía verles tan mal.
Después se fijó en Elliot, mirando el ataúd como si fuera una sombra de sí mismo. Él había compartido dos años con Daliah. El dolor de alguien a quien una vez amó era algo que jamás podía olvidar.
Tras terminar, Grace se acercó a ella, dándole un gran abrazo. Sus ojos marrones estaban llenos de lágrimas, conto con un pelo desordenado por el viento.   —Lo siento MC —dijo Grace, arreglándose el cabello—, sé que tenía que haber ido a verte, pero… No podía hacerlo, eres…   —Lo sé —asintió MC, abrazándose a sí misma—, la viva imagen de Daliah.   —MC —Carter también se acercó, tampoco él parecía el mismo—, yo también quiero disculparme —dijo con voz suave y profunda—. No pude por tener que cuidar de mis hermanos.   —Lo entiendo —la joven de ojos azules, le dedicó una pequeña sonrisa—. Que estéis aquí ya lo hace importante.   —MC —Su padre se acercó y saludó a los amigos de Daliah con la mano—, nos vamos ya a casa ¿te llevamos?   —Pediré que me lleven —MC miró entonces a Carter y Grace— ¿Vais a venir?   —Jane no se encuentra bien —contestó Carter, mientras dirigió su mirada a su novia. Iba bien vestida de negro, como si a pesar de ser un funeral, tuviera que ir perfecta, aunque con las gafas de sol tapaba sus ojos rojos de llorar—, creo que la llevaré a casa.   —Yo sí que iré —dijo Grace, con una mueca—, tu madre no se encuentra bien, creo que me ofreceré a ir ayudar a tu padre con los invitados.   —Gracias… —los miró a los dos y se despidió de Carter con un abrazo.
La castaña se acercó al grupo, que estaban hablando en susurros, no queriendo alertar a la gente del pueblo.   — ¿Nos vamos a casa de mis padres? —preguntó MC, mirándolos.   —Sí, claro —asintió Thomas, con una mirada triste.    Phil también fue con ellos, abrazando a MC. Para el grupo, era raro verles así, pero ambos compartían algo en común y era el dolor de haber perdido a Daliah.   — ¿Cómo estás? —le preguntó Phil, aun sabiendo la respuesta.   —Con ganas de romper algo…   —No te cortes en hacerlo si lo necesitas —bromeó el joven, dándole un apretón cariñoso.    MC le dedicó una pequeña sonrisa a ese comentario. Si no fuera por respeto a su familia, ya lo hubiera hecho.
Cada vez se sentía más agobiada. Todo el mundo diciéndole lo mucho que lo sentía, el cómo su cara era parecida a la de Daliah. Claro que era parecida ¿Cuántas veces tenía que oírlo? Eran gemelas, eran como dos gotas de agua ¿Qué esperaban?
—Tú hermana era un encanto, siempre me saludaba con una sonrisa.
—Daliah era maravillosa, nunca habrá otra chica como ella.
—Ella era como un rayo de sol, siempre tan alegre.
—Debías de estar muy orgullosa de haber tenido una hermana como ella.
—Es una pena lo de tu hermana, ella siempre ofrecía su mano a ayudarnos.
Claramente eran vecinos y gente del pueblo que había tenido contacto con su hermana, pero su forma de hablar… Era como ellos no supieran que MC era la persona que mejor conocía a Daliah de ese salón. Todos hablaban como si MC nunca hubiera estado con ella en los mejores momentos y en los malos. El nudo de la garganta crecía y crecía. Cada vez más grande. Cada vez más doloroso. Y el puñal en su pecho iba sumándose a las palabras de toda esa gente que la comparaba con su hermana, que la hablaban como si ella… Como si ella nunca la hubiera conocido.  —Papá —se acercó la joven al hombre, que estaba hablando con el cura— ¿sabes si mamá tiene las llaves de repuesto de la tienda?   —Sí, pero ¿para qué las quieres?   —Porque acabo de recordar que me dejé algo en la tienda cuando Daliah y yo fuimos y con todo lo que ha pasado, se me olvidó… —dijo, mientras ponía su mejor cara de tristeza.   —Espera un momento, iré a por ellas.    Pronunció un pequeño gracias y se quedó mirando al cura.   —Tu discurso ha sido hermoso —le dijo el anciano, con una sonrisa.   —Gracias…   —MC, si necesitas desahogarte, ya sabes que la puerta de mi iglesia estará siempre abierta —el hombre le dio un apretón en el hombro—. Sé lo duro que debe de haber sido perder a Daliah, ella era… ¿Cómo decirlo? Un ángel enviado a darnos alegría.   —Sí —asintió MC—, era increíble…    Su padre regresó, dándole las llaves en la mano.   —Quédatelas —dijo Haines, cerrando su mano—, esto fue por ti, es tuyo —le dedicó una sonrisa a su hija y esta le dio un abrazo.    Entendía al menos a sus padres y su dolor, era el mismo que ella. Y al menos, no la agobiaban con lo maravillosa que era su hija, sino con pequeñas historias de las dos hermanas haciendo travesuras.   —Te quiero papá —MC le besó en la mejilla antes de alejarse.   —Ten cuidado ¿de acuerdo?   —Tengo una patrulla siguiéndome todo el rato —intentó bromear la chica—, no me pasará nada.    El padre asintió, dándole un último abrazo.   —Gracias por estar con nosotros MC —susurró, con una voz de orgullo—, recuerda, ella siempre te tuvo en cuenta.   —Lo sé…    MC se separó, alejándose de allí. No le dijo nada a sus amigos, necesitaba estar sola. Necesitaba respirar.
Llegó a la tienda y subió la persiana de metal, haciendo ruido. La calle estaba vacía, aún en luto por la pérdida de Daliah. El coche de incognito estaba a una distancia para no levantar sospecha y eso la aliviaba.
Al entrar, encendió las luces, observado el lugar. El sofá seguía allí. Perfectamente colocado. Dejó el bolso y a paso acelerado, se acercó a una de las estanterías de madera. Con un grito de rabia, la tiró al suelo. Comenzó a llorar mucho más fuerte, tirando cada una de las estanterías, dándole pisotones, rompiendo con fuerza la madera que parecía irrompible. Quizás era la adrenalina de su enfado, el sentir que Daliah la había abandonado. También tiró al suelo el mostrador de cristal, dejando que los cristales se esparcieran por el lugar.
Cogió un trozo de madera de una de las estanterías y comenzó a golpear las paredes con ella, destrozando los hermosos pájaros dorados pintados en la pared. Creando grandes grietas. Las mismas gritas que estaba sintiendo en su corazón en ese momento, empezando a romperse a trozos. Era increíble que después de veinte años, el pasado hubiera conseguido arrebatar a su hermana.   — ¡Tendríamos que estar juntas para siempre! —Gritó, dándole golpes a la lámpara de cristales— ¡Se suponía que tú no podías dejarme! ¡Eras mi heroína! ¡Eras la persona que más admiraba!    Se cubrió la cara apartándose un poco, para evitar que ningún cristal le diera en la cara.   — ¡Eras la fuerte de las dos! —Dio un golpe al escaparate, rompiéndolo— ¡Tú tendrías que seguir viva! ¡Yo fui la que le delato! ¡Yo fui la que le culpó! ¡¿Por qué fue a por ti?! ¡¿Por qué tuviste que morir Daliah?!    Se acercó al sofá, aún intacto. Levantó la madera, preparada para golpearlo y destrozarlo, dejarlo como todo.
Pero no pudo.
Recordó que había hablado con Daliah en ese sofá por última vez. Ese sofá era lo último que le quedaba de ella. Tiró a un lado la madera y cayó de rodillas. Llorando, gritando. Apoyó su cabeza en los asientos, apretando con sus manos el sofá. Diciendo el nombre de su hermana. Una y otra vez. Esperando que funcionase como un encantamiento y que apareciera por la puerta echándole la bronca por haber destrozado la tienda y luego, limpiarlo juntas.   —No deberías haber muerto….
    Se despertó con el sonido del móvil. Estaba recibiendo mensajes. Se incorporó un poco, intentando averiguar dónde estaba. Aún seguía en la tienda.
No supo el tiempo que había transcurrido que ya era de noche. Se levantó caminando a paso lento hacia el bolso, haciendo crujir los cristales con sus zapatos. Buscó en el bolso el móvil mientras escuchó otro sonido de notificación. Se secó las lágrimas y tomó aire antes de ver quién era. Suponía que debía de ser sus padres o sus amigos, preocupados por saber dónde estaba por lo tarde que era. Al encender el móvil, la respiración se le cortó.
Su corazón se aceleró, sintiendo tristeza al leer aquellos mensajes. La desesperación en ellos hizo que le doliera aún más lo sucedido. Pero esta vez, no era porque alguien hablase de su hermana de nuevo y lo horrible que era haberla perdido. Sino por ella. Por MC ----------------------------------------------------------------------------------------
Jake ¡MC! ¡DIME QUE ESTÁS BIEN! ¡POR FAVOR! ¡DIME QUE ESTÁS VIVA! ¡QUE NADIE TE HA MATADO! ¡QUE NO ESTÁS MUERTA!
Capítulo 4
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ruletaonlineenvivo · 1 month
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¿Cuáles son los mejores tratamientos para combatir la a. moro canas?
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¿Cuáles son los mejores tratamientos para combatir la a. moro canas?
Tratamientos naturales para combatir las canas
¿Te preocupa la aparición de canas y estás buscando alternativas naturales para combatirlas? A continuación, te presentaré algunos tratamientos naturales que puedes probar en la comodidad de tu hogar.
El jugo de cebolla es uno de los remedios caseros más populares para revertir las canas. La cebolla es rica en antioxidantes y compuestos azufrados que estimulan la producción de pigmento en el cabello, ayudando a restaurar su color natural.
Otra opción es el té negro, que gracias a su alto contenido de taninos puede ayudar a oscurecer gradualmente las canas. Prepara una infusión concentrada de té negro y úsala como enjuague después del champú, dejando que actúe durante unos minutos antes de enjuagar.
El aceite de coco también es un aliado en la lucha contra las canas. Su aplicación regular puede nutrir el cabello, fortalecer los folículos pilosos y prevenir la pérdida de pigmento, contribuyendo a mantener un color más joven por más tiempo.
Por último, el uso de henna natural es una alternativa popular para cubrir las canas de manera temporal. La henna no solo aporta color al cabello, sino que también lo nutre y fortalece, dejando un acabado brillante y saludable.
Recuerda que estos tratamientos naturales pueden ser efectivos, pero es importante ser constante en su aplicación para obtener resultados visibles. ¡Anímate a probar estas opciones y luce un cabello radiante y libre de canas!
Productos químicos para teñir el cabello
Los productos químicos para teñir el cabello son una opción popular entre aquellas personas que buscan cambiar su apariencia y lucir un nuevo color en su melena. Estos productos contienen ingredientes que penetran en la cutícula del cabello y modifican su pigmentación natural.
Es importante tener en cuenta que la utilización de estos productos conlleva ciertos riesgos, ya que algunos de los químicos presentes en ellos pueden ser agresivos para el cabello y el cuero cabelludo. Es fundamental seguir las instrucciones del fabricante y realizar una prueba de alergia antes de aplicar el tinte en toda la cabellera.
Existen diferentes tipos de productos químicos para teñir el cabello, entre los cuales se encuentran los tintes permanentes, semipermanentes y temporales. Los tintes permanentes son ideales para cambiar radicalmente el color del cabello y cubrir las canas de manera duradera, mientras que los semipermanentes ofrecen un cambio sutil que desaparece gradualmente con los lavados. Por otro lado, los tintes temporales son una excelente alternativa para experimentar con nuevos tonos sin comprometerse a largo plazo.
En resumen, los productos químicos para teñir el cabello pueden ser una herramienta poderosa para expresar nuestra creatividad y estilo personal. Sin embargo, es fundamental utilizarlos con precaución y seguir las recomendaciones de los expertos para evitar daños en nuestro cabello y cuero cabelludo. ¡Luce un nuevo look con confianza y seguridad!
Causas de las canas prematuras
Las canas prematuras, también conocidas como canicie, pueden ser un signo natural de envejecimiento o aparecer de manera precoz debido a diferentes causas.
Uno de los factores más comunes que pueden contribuir a la aparición temprana de canas es la genética. Si tus padres o abuelos tuvieron canas prematuras, es probable que tú también las desarrolles a una edad temprana. La herencia juega un papel importante en la determinación de cuándo y cómo envejecerá nuestro cabello.
Además, el estrés crónico puede ser otro desencadenante de las canas prematuras. El estrés libera sustancias químicas en el cuerpo que pueden interferir con la producción de melanina, el pigmento responsable del color del cabello. Esto puede resultar en la pérdida de pigmentación y la aparición de canas antes de lo esperado.
La falta de nutrientes esenciales en la dieta, como las vitaminas B12 y D, el hierro y los antioxidantes, también puede contribuir a las canas prematuras. Estos nutrientes son fundamentales para la salud del cabello y su pigmentación, por lo que es importante mantener una alimentación equilibrada para prevenir la pérdida prematura de color.
En resumen, las canas prematuras pueden ser causadas por factores genéticos, el estrés crónico y la deficiencia de ciertos nutrientes en la dieta. Si te preocupa la aparición temprana de canas, es importante consultar con un especialista para determinar la causa exacta y encontrar las mejores soluciones para tratar este problema estético.
Beneficios del aceite de coco para prevenir las canas
El aceite de coco es un producto natural muy conocido por sus numerosos beneficios para la salud y la belleza. Uno de los beneficios menos conocidos pero igualmente efectivos es su capacidad para prevenir la aparición prematura de canas.
Las canas son cabellos blancos que aparecen debido a la falta de melanina, el pigmento que le da color al cabello. El aceite de coco contiene ácidos grasos que ayudan a nutrir y fortalecer el cuero cabelludo, estimulando así la producción de melanina y retrasando la aparición de canas.
Además, el aceite de coco es rico en antioxidantes, que combaten el estrés oxidativo y protegen el cabello de los daños causados por los radicales libres. Esto ayuda a mantener el cabello sano y fuerte, evitando la debilidad y la aparición prematura de canas.
Para aprovechar al máximo los beneficios del aceite de coco para prevenir las canas, es recomendable aplicarlo directamente sobre el cuero cabelludo con suaves masajes, dejándolo actuar durante al menos 30 minutos antes de enjuagarlo con agua tibia. Este tratamiento natural puede realizarse una o dos veces por semana para obtener resultados visibles en poco tiempo.
En resumen, el aceite de coco es un aliado efectivo para prevenir las canas, gracias a su capacidad para estimular la producción de melanina y proteger el cabello de los daños externos. Incorporarlo a tu rutina de cuidado capilar no solo te ayudará a mantener un cabello hermoso y saludable, sino también a lucir una melena sin canas por más tiempo. ¡Pruébalo y descubre sus increíbles beneficios!
Terapias alternativas para revertir las canas
Las canas son un fenómeno natural que ocurre cuando el cabello pierde su pigmentación y se vuelve de color blanco o gris. Aunque es un proceso común relacionado con el envejecimiento, muchas personas buscan maneras de revertir este cambio o disimularlo a través de terapias alternativas.
Una de las terapias alternativas más populares para revertir las canas es el uso de tintes naturales. Estos tintes están elaborados con ingredientes como henna, romero, salvia o té negro, que ayudan a teñir el cabello de forma natural sin dañarlo como lo harían los tintes químicos convencionales.
Otra opción es el masaje capilar con aceites esenciales. Algunos aceites como el de coco, almendra, jojoba o lavanda, pueden estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y nutrir los folículos pilosos, promoviendo así la producción de melanina y ayudando a prevenir la aparición de canas prematuras.
Además, la acupuntura y la medicina tradicional china también ofrecen tratamientos para revertir las canas. Estas terapias se centran en equilibrar la energía del cuerpo y mejorar la salud del cuero cabelludo, lo que puede favorecer la regeneración del cabello y la restauración de su color natural.
Si bien estas terapias alternativas pueden ofrecer beneficios para revertir las canas, es importante recordar que cada persona es única y los resultados pueden variar. Antes de probar cualquier tratamiento, es recomendable consultar con un profesional de la salud o un especialista en cuidado capilar para determinar la mejor opción según las necesidades individuales.
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22delacolina · 3 months
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Molienda de vida.
Ella desde pequeña tomo café con leche , para luego buscar sabor intenso en la vida
En los finales del secundario los cafés fieles compañeros de las mañanas de pre hora eran la energía necesaria que luego sería canción y bailes
El café era por la tarde excusa de encuentros y por la noche la manera de no dormir inmersa en libros
Luego aprendió caminos , de mates sí , pero también de café en compañía de quien sería el compañero de caminos largos de vivencias
Y así los amaneceres se teñían con  aroma a café.
Pronto se vio rodeada de hijos de mañanas apuradas como todo cuando crece con velocidad y el café aceleraba los ritmos de una familia
De la cual era el eje central como su café.
Enseñaría a sus hijos a hacer café y miraría desde la vidriera de los pocos bares que quedaban en pie , pasar a sus hijos ya noviando y el café
Se le endulzaba al tiempo que su mirada se humedecía mientras sus manos revolvían los recuerdos con la cuchara del café.
En  sus cabellos lo blanco más blanco como recuerdos que se olvidan y se hace un alto , un humo blanco sus canas eran acariciadas por nietos
De ojos color café.
Quedó una mañana de esas solitarias de su café acompañada, con sus ojos de una mirada que conocía lo sucedido
Ella miraba el ocaso por última vez y se hizo ocaso con su café
Mantuvo sus ojo abiertos como las ventanas y el fondo de la taza quedo muy clara como la mañana que la encontraron sentada
Erguida como la taza a su lado y presintieron que su ultimo sorbo de vida tuvo el gusto amargo de un café que ayudo a mirar
Como es que es eso de morir…
(LRSH)
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02.20.2023
Te soñé y lo más que recuerdo es el dolor que me causó la despedida. Soñé un recap de cuando me escribiste aquella vez y retomamos nuestra amistad.
Todo marchaba bien hasta que un grupo de personas se paró en medio de nosotras y no nos permitió tener contacto. Vi a una mujer con cabello largo y como con canas vendándote y hablándote al oído.
Después de ahí ya no pudiste acercarte y sólo me enviaron unas manos una impresión grandísima de todas nuestras conversaciones por mensajes de texto desde que retomamos la amistad y era muy grande y pesado.
No sabes cómo lloré mientras te alejaban de mí. No sabes, sentí cómo la herida se volvió a abrir y lloré como el primer día en que me dijiste que necesitabas un espacio jaja
Si hubiera sabido que no te vería más, que no te escucharía, tocaría u olería más, hubiera guardado tantas cosas más en mi memoria.
Te echo de menos. Quisiera hablarte, escucharte. Y escribo aquí como si fuera una oración al cielo o al infierno, a quien quiera escucharme porque no sé vivir sin ti.
No sé cómo aliviar un dolor por alguien que se marchó, que me traicionó y abandonó. Te espero, todos los días te espero. Aunque te pienso menos, aunque me dueles menos, siempre espero y esperaré por un mensaje tuyo o una llamada sólo así, casual para saber de ti.
Desperté dolida, llorosa y sigo así.
Te quiero, Ing </3
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tilandssia · 1 year
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Carta a a mi sangre coagulada:
Querida sangre. Lamento mucho que mi cuerpo no te esté dando espacio para salir, sabrás que estoy muy cansada, y que siento que he resistido con convicción esta tierra que ofrecí cultivar. Está bien.
No te culpo por no querer salir, tal vez apremies, tal vez esperes a la próxima semana que es luna llena, tal vez sea hasta el próximo mes. También hasta el próximo mes.
Querido cuerpo, me es difícil entender como pasan tantas cosas en un periodo cada vez más corto de tiempo.. tomé canela. Dormí. Cociné. Escuché una canción.
Ya pronto podremos irnos a la playa o irnos a Morelos. El sueño, tal vez tenga que lavar toda mi ropa, tal vez tenga que seguir dejando crecer mi cabello como lo prometí. Largo cabello... Que si bien no implica nada más que el tiempo.
Arrastro los pies. Y al mismo tiempo guardo silencio porque se acerca una hora que he procurado durante los últimos casi diez años de mi vida. Es eso tal vez. Me sacudo diez años de encima.
Tal vez resistirlos es un trauma interno raro porque ha sido el eje sobre el cual he crecido y me he forjado, sin embargo al final del día ya es una piel que cambia. Ya soy yo, y ya es todo el proceso que ha implicado, y saber que todo esto que ha sucedido sólo ha sucedido.
Se que es profundo el sentir sangre. Sé que duele el corazón, y también se siguen soltando golpes. Se que hay muchos mensajes que todavía no tienen sentido pero que están puestos ahí entre todos los puntos que pueden conectarse. Pido silencio porque está pasando.
Se ha cultivado. Con el ansia de ver crecer. Siento que también voy a dar a luz. Que voy a nacer. Que mi ciclo está a punto de surgir. Acompasado y fuerte corazón. La vida ha sido muy rara, pero a lo mejor también termina el estrés y el sentirse que se corre por el propio pellejo. Pensé que ahora tengo dos canas.
No sé en qué momento está pasando pero está pasando. Sólo está pasando.
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oniria-rpg · 2 years
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Información general:
Eme es el pseudónimo que tienen cada uno de los jefes de las sedes. Todos los responden al mismo no habiendo variabilidad. En cuanto a la persona que hay detrás del pseudónimo no se sabe absolutamente nada de él o ella, ni si tiene una vida en el mundo real, una familia, una profesión, ni siquiera si duerme o come regularmente… Nada.
Todos los emes son tan semejantes, independientemente de su género, que incluso visten igual: gafas de sol siempre puestas, sea de día o de noche, atuendo negro (camiseta y pantalón largo, botas militares, gabardina, guantes) de cuero. Su expresión suele ser bastante neutra mostrando enfado o desagrado en situaciones límite. No se relacionan con los soñadores, salvo para lo estrictamente profesional y tampoco toleran el contacto humano.
Siempre se les puede encontrar en la sede ejerciendo su trabajo, independientemente de la hora o día y siempre, siempre, llevan las gafas de sol puestas. Jamás se las retiran.
Eme de Detroit (representado por Brad Pitt)
Datos de interés:
Localización: sede de Detroit. Parece vivir allí dentro.
Procedencia: ¿Detroit? Who knows?
Edad: aparenta entre 55-60 años.
Apariencia física: es el hombre más elegante vestido de negro que tus ojos verán. Siempre lleva gafas de sol, aunque se cree que sus ojos son claros. Cabello por la barbilla rubio repleto de canas. Mide un metro ochenta, pose atlética. Siempre lleva sus gafas de sol puestas y guantes de cuero.
Eme de Bucarest (representada por Helena Bonham Carter)
Datos de interés:
Localización: sede de Bucarest. Parece vivir allí dentro.
Procedencia: ¿Bucarest? Who knows?
Edad: cincuenta y seis años, pero no habla de su edad.
Apariencia física: lleva el mismo peinado estrambótico desde siempre y tal es su magnitud que una vez unos pájaros intentaron anidar en este. Ha personalizado su uniforme con tela de rejilla y encajes que le dan una sensación de haberse quedado en otra época, pero ojo con ella. No va de bromas ni le gustan. Cabello negro azabache, ojos oscuros y manos enguantadas siempre. Mide cerca del metro sesenta motivo por el cual siempre lleva tacones, pose delgada incluso demasiado que va en concordancia con una piel casi nívea.
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—Quitate el cabello del rostro — me dijo recogiendo el montón de cabello que me cubría media cara, estábamos en casa de mi padre, necesitaba dinero, las cosas en casa iban de mal en peor, no tenía manera de soportarlo, algunas veces la escuela era salida suficiente aunque sin amigos simplemente se trataba de un lugar donde podía estar lejos de casa y era suficiente, algunas veces con algo de oportunidad me quedaba hasta pasadas muchas horas la salida, jugando futbolito con los de 3ro, le gustaba a la chica morena que me invitaba cada que me veía salir. Sus amigos solo me aceptaban. Me refunfuñé un poco y lo puse de vuelta en su lugar, tenía mucho que no veía a mi abuelo, se veía viejo, las canas comenzaban a pintarle el cabello y sus ojos se veían cansados. Cuando mi padre llegó no hubo más que reproches, regaños y críticas que venía escuchando hacía desde el divorcio con mi madre. Su esposa solo me miraba, quise más de una vez mandarlo al carajo y salir de ahí, pero no podía, necesitaba el dinero. Me tragué el llanto más de una vez y asentí lo necesario para irme lo más pronto posible. Me dio el dinero de mala gana y mi abuelo me llevó a casa. El camino fue silencioso, me hizo preguntas de la escuela que me limite a responder con frases simples, me sentía nerviosa de volver a casa. Me tomó la mano cuando me despedí de él y me miró a los ojos. —Tu abuela y yo te amamos mucho, lo sabes ¿verdad? — me dijo interrumpiendo mi salida del auto, lo miré a los ojos y casi sentí algo de entendimiento. Le devolví una sonrisa y salí. Abrí la puerta de la casa y entré, adentro estaban mi madre y mi hermano, ambos guardaron silencio cuando me vieron entrar y comenzó la guerra, mi madre insultando y mi hermano asintiendo, siempre estuve entre la tierra de nadie, viviendo en fuego cruzado. Ése día estaba demasiado harta del mundo, en la secundaria todos habían decidido ignorarme, ninguno parecía notarme, quizá gracias a Montserrat que se acababa de auto declarar mi enemiga y quería joderme. Igual no tenía ganas de averiguar de qué era capaz y simplemente me alejé lo suficiente. No había comido nada desde el almuerzo y el estómago y la cabeza me jodieron para el final de la última clase en la que por poco me desmayo. Shit. Realmente era un mal mal día y no tenía ganas de escuchar hablar la mierda que salía de la boca de mi familia. —Me dio el dinero que necesito — les dije y entré a mi habitación. Encendí el teléfono y respondí un par de mensajes, mi mejor amigo me llamó en seguida. —¿Cómo te fue con el insensible ése? — preguntó desde el otro lado de la línea. Me reí un poco y le conté el terrible horrible momento en el que me había metido. Hablamos un poco de su día y del mío mientras escuchábamos a LEISURE de fondo. —¿No te ha llamado Martín hoy? Ha estado raro desde hace un par de meses, primero poco y ahora no me dice nada, me esquiva y siempre tiene un pretexto para decirme que no pudo venir, no entiendo — el silencio se hizo largo y me puse algo nerviosa —¿Daniel? — pregunté —¿Me escuchas? — pero el silencio continuó —¿Weeei, estás... — me interrumpió su voz —Sí Samanta, te escucho, puedes callarte un momento, estoy tratando de pensar — su respuesta no hizo más que aumentar mis nervios —¿Qué sucede? —pregunte algo preocupada. —Ok, creo que nadie merece que le mientan y pensé que ustedes ya no estaban juntos, lo juro, eso me dijo él cuando Julissa llegó a la fiesta de Roxi ¿vale? y yo no soy nadie para andar guardando secretos ajenos, pero llevan mes y medio saliendo — corté la llamada. Fuck. Era demasiado, en verdad era demasiado, respiré un par de veces buscando la solución, ni siquiera logré que una lágrima saliera. Me quedé dormida entre pensamientos sobre tareas y deberes escolares. A la mañana siguiente, después del baño y el desayuno me fui al colegio. No había novedad, me había vuelto transparente, Martín por fin se atrevió a hablarme y me terminó detrás del rosal del salón de biología. Daniel le había dicho sin dudarlo porque parecía convencido. No pedí demasiadas explicaciones, le di las gracias por su tiempo y me fui.
Llegué a casa, cené y dormí más temprano de lo habitual. Y así transcurrieron los días, mañanas frías, clases incómodas, escondiéndome entre pantallas. No me dí cuenta del paso del tiempo hasta que faltaban un par de meses para la graduación. La noche anterior a mi cumpleaños, pensé demasiado en lo eterna que sería mi lucha y por la mañana no soplé las velas y recordé que nunca nos llevamos nada. Me di cuenta que no era feliz, que estaba cansada de recibir las balas en una guerra que yo nunca provoqué, me sentí atrapada y asfixiada, herida y lastimada. Y al fin, cuando pasadas las 3:00am hubo paz en mi cabeza, tomé la navaja de mi cajón y en medio de la oscuridad abrí un par de heridas en cada muñeca, ya lo había hecho antes y la herida paraba de sangrar pasadas un par de horas después, pero esta vez, quizá el silencio fue muy profundo y agudo, quizá al fin lo había conseguido y había logrado no sentir nada. Por la mañana me despertó la voz de mi abuelo cantando las mañanitas con su guitarra, el sonido se escuchaba lejano, me fue imposible abrir los ojos y decir palabra, miré en mi mente: oscuridad. Mi conciencia se perdía, intenté una vez más abrir los ojos y me reconocí recostada, las heridas seguían sangrando, el corte era tan limpio y profundo que pude mirar mi interior brillando rojo sangre. Perdí las fuerzas y cerré los ojos nuevamente, mi abuelo no dejaba de cantar en la distancia. Logré abrir los ojos otra vez después de nadar entre la oscuridad. Estaba en un pasillo de hospital, un enfermero caminaba a mi lado y mi abuelo sostenía mi mano. —Abuelo, creo que he hecho algo terriblemente malo — dije antes de volver a las tinieblas.
—Maysavagee
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Tu boca. Cuando me llamas, "pequeña" y "chaparra". Tus mensajes de buenos días. El emoji dando un beso. El meme esperando en Messenger a ser leído. Tu cabello largo. Las mil canas que juras yo te saqué. Tus lentes. Bromear sobre tu ceguera diciendo que tienes incluido un filtro de los 80's. Los músculos en tus brazos. Los músculos en tus piernas. Hacer cucharita. Despertarte enojado por qué me levanto al baño. Ayudarme a vestir después del sexo. Dejarme enjabonarte el cuerpo. El mensaje de te quiero. Ver una serie juntos. Ver una peli juntos. Guardar espacio en el estómago para el postre. Obligarme a decir "itadakimasu" cuando salimos a comer. Caminar en el bosque juntos. Poner la playlist que te hice. Hablar de cosas random. Viajar en tu auto. Oírte tocar guitarra. Pedirme que cante. Hablar de trabajo. Hablar de la escuela. Bailar en las fiestas. Cenar en familia. Pensar dónde vivir. Soñar juntos. Planear juntos. Vivir juntos.
Adorarte con el alma entera.
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davidsoto666 · 3 years
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TU CABELLO NO ES CASUALIDAD...
Nuestro cabello es la extensión física de nuestros pensamientos, nos brinda la dirección a lo largo de nuestra vida; cada uno de nuestros cabellos nos representa a nosotros mismos, son puntos de conexión fuertes tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu según los pueblos indígenas.
Los hombres y mujeres de sabiduría han llevado el cabello largo; en cambio en los lugares donde se ha presentado la tiranía en cualquiera de sus formas, el cabello corto ha sido obligatorio y éste, junto a otros factores ha culminado con la derrota espiritual y física de los pueblos.
El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, y la forma en que sea peinado es sumamente importante para quien lo porte:
La raya en medio representa la alineación del pensamiento.
La trenza, la unidad del pensamiento con el corazón.
El cabello suelto significa seguridad.
El cabello recogido, convicción.
Actualmente las personas se peinan sin conocer el significado de sus acciones y el estilo en que se use, el cabello es importante pues haciendo a un lado la vanidad o practicidad, la forma en que uno lleve el cabello repercutirá directamente sobre nuestro estado de ánimo.
Adentrándonos al pensamiento de los pueblos indígenas encontraremos que la forma de llevar peinado el cabello era de suma importancia pues de esta manera se describía y anunciaba su participación en diversos eventos: matrimonio o guerra, alegría o duelo.
A través del cabello y los tocados que se llevaba sobre él se podía saber la madurez de las personas, su estatus en la sociedad o los tiempos de paz y guerra.
Los peinados eran como las estaciones; cambiaban en ocasiones públicas, privadas y ceremoniales. El cabello representaba los pensamientos y el estado espiritual del individuo; mostrando los vínculos y la unidad espiritual de su familia y definiendo la armonía cultural y el alineamiento espiritual de su comunidad.
El cabello representaba los estados de la naturaleza, fluían en línea recta como las cascadas o eran ondulados como el agua del río.
A los niños indígenas se les enseñaba a lavar y enjuagar el cabello.
En las enseñanzas de muchas tribus indígenas el cortar el cabello representaba un proceso de duelo o la proximidad con la muerte.
El cabello era un elemento místico en todas ellas.
No permitían que nadie tocara su cabello sin su permiso.
Sobre la importancia del cabello largo:
Desde hace mucho tiempo, pueblos de diferentes culturas, no cortan su cabello, porque es una parte de lo que son.
Cuando al cabello se le permite alcanzar su máxima longitud, entonces fósforo, calcio y vitamina D son producidos, y entran en el líquido linfático y finalmente al líquido cefalorraquídeo a través de dos conductos en la parte superior del cerebro.
Este cambio iónico hace a la memoria más eficiente y conduce a una mayor energía física, mayor resistencia y estoicismo.
Si decides cortar el pelo, no sólo se perderá esta energía extra y nutrientes, si no que tu cuerpo deberá proporcionar una gran cantidad de energía vital y nutrientes para que vuelva a crecer el cabello perdido.
Además, los cabellos son las antenas que recogen y canalizan la energía del sol o (prana) a los lóbulos frontales, la parte del cerebro que se utiliza para la meditación y la visualización.
Estas antenas actúan como conductos para lograr una mayor cantidad de energía sutil, energía cósmica. Se tarda aproximadamente tres años desde la última vez que se cortó el pelo para formar nuevas antenas en las puntas del cabello.
Cabello mojado:
Cuando te recoges el cabello húmedo, tenderá a disminuir y apretar un poco, e incluso romperse mientras se seca.
Una mejor idea es tomar de vez en cuando el tiempo para sentarse al sol y permitir que su cabello limpio y húmedo se seque de forma natural y absorba parte extra de vitamina D.
Los yoguis recomiendan lavar el cabello cada 72 horas (o más frecuentemente si el cuero cabelludo suda mucho). También puede ser beneficioso lavarse el pelo después de estar molesto o enojado, para ayudar a procesar las emociones.
Corte de Pelo:
A menudo, cuando las personas eran conquistadas o esclavizadas, les cortaban su cabello como un signo de esclavitud, impotencia y humillación.
Los huesos de la frente son porosos y su función es de transmitir la luz a la glándula pineal, que afecta la actividad cerebral, así como a la tiroides y a las hormonas sexuales.
Así como tribus y sociedades enteras fueron conquistadas, el corte de pelo se hizo tan frecuente que la importancia del cabello se perdió después de unas pocas generaciones, y los peinados y la moda llegaron a ser el foco.
Cerrando ciclos:
Nuestro cabello como cada célula de nuestro cuerpo tiene memoria, por ello es común que cuando cerramos un capítulo de nuestra vida, nuestro ser nos pida un corte de pelo, inconscientemente se debe a la necesidad de renovación como cuando los árboles sueltan su corteza, hasta que recupere su vitalidad.
Peine de madera
Los yoguis también recomiendan el uso de un peine de madera o un cepillo para peinarse el cabello, ya que ofrece una gran cantidad de circulación y la estimulación en el cuero cabelludo, y la madera no genera electricidad estática, lo que provoca una pérdida de energía del cabello hacia el cerebro.
Te darás cuenta de que, si te peinas desde la frente hacia atrás, de atrás hacia delante, y luego varias veces hacia la derecha y hacia la izquierda, te refrescará, no importa el largo de tu pelo. Todo el cansancio del día se habrá ido.
Para las mujeres, se dice que el uso de esta técnica para peinar el cabello dos veces al día puede ayudar a mantener la juventud, un ciclo menstrual saludable y buena vista.
Si tienes problemas de calvicie, la falta de energía del cabello puede ser contrarrestada con más meditación. Si estás encontrando algunas hebras de plata (canas) en el cabello, ten en cuenta que la plata o el color blanco aumentan el flujo de energía y vitaminas para compensar el envejecimiento.
Para la salud del cerebro, a medida que envejece, trata de mantener tu pelo lo más sano y natural posible.
Se dice que cuando permites que el pelo crezca en toda su longitud y lo enrollas en la corona de la cabeza, la energía del Sol, el prana, la energía vital, baja en la columna vertebral. Para contrarrestar esa tendencia a la baja, la energía vital Kundalini se eleva para crear equilibrio.
Tu cabello no está allí por error. Tiene un propósito.
Ceremonia Ancestral del fuego y de la nueva alianza...
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blossomsmind · 3 years
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Querido diario
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Personajes:
Elio: protagonista, un muchacho de unos 25 años, flaco, alto y de piel pálida, a lo largo de la obra su apariencia física va ir deteriorándose.
Martha: terapeuta, una señora de 65 años, complexión mediana, tiene una voz muy tranquila y calmada.
Garret: molesto compañero del trabajo, un muchacho de 28 años, alto, rubio, con sonrisa perfecta, demasiado blanca, y bronceador tirando a naranja.
Señor Burgan: jefe de la oficina, un hombre de edad adulta, con el cabello con canas, siempre viste elegante, de complexión grande.
Chico de la cafetería: joven de cabello castaño, vestido en un uniforme de trabajo.
Sra. Jazmín: una abuelita, de estatura baja y voz muy amistosa.
Sara: muchacha de cabello castaño y voz gangosa.
Señor de la zapatería: hombre de unos 30 y tantos, con entradas de cabello muy marcadas.
Primer cuadro:
Escena 1:
La escena transcurre en la oficina de Martha, con el aire acondicionado bastante alto, el sillón café, Elio juega nervioso con la manga de su suéter, mientras Martha habla desde el sillón amarillo que se encuentra en el lado contrario del cuarto. La luz es de un sub-tono amarillenta.
MARTHA: Elio, tu progreso ha sido increíble, pero aún siento que nos hace falta abrirnos un poco más
ELIO: ¿Más? ¿No es ya suficiente que tenga que pasar una hora a la semana hablando con usted? (dice elevando la voz cada vez más)
MARTHA: Elio no es necesario usar ese tono conmigo, ya lo sabes (dice con el tono aún más suave y cálido que antes)
ELIO: Perdón (baja la cabeza), es solo que he estado muy estresado últimamente, con eso de las horas extras en el trabajo, no he dormido muy bien que digamos y me siento demasiado cansado e irritable.
MARTHA: Estas horas extras, no las habías mencionado antes, pensé que ya estarías trabajando menos después del ascenso que me hablaste. (toma nota en su libreta roja)
ELIO: Ehhhh sí (se rasca la cabeza con nerviosismo), las horas extras son para ganarle el puesto a Garret
MARTHA: Hablemos de Garret (interrumpe)
ELIO: ¿Qué hay con él?
MARTHA: ¿Cómo vas con él? sé que no te cae muy bien ¿no es así?
ELIO: (se nota tenso) No, es un inútil, la verdad es que no sé qué tanto le ven todos, para mi es una persona normal y corriente, horriblemente corriente. (dice con desagrado)
MARTHA: ¿No crees que estos sentimientos de odio hacia Garret son realmente celos hacia él?
ELIO: ¿Celos a ese pedazo de basura?, no, nunca
MARTHA: Entonces ¿cuál es el problema? ¿te ha hecho algo?
ELIO: No, solo no me cae bien (dice de manera secante)
MARTHA: Elio no te puedo ayudar si tú no me ayudas (dice con amabilidad)
ELIO: (se deja vencer) bueno, hace dos semanas descubrí que Garret “El Perfecto” no era más que una simple estafa, trabajaba hasta tarde y al salir vi como Josh, el nuevo pasante de la oficina, seguía trabajando, no le tomé mucha importancia hasta que volteé y vi que puso una carpeta en el escritorio de Garret, ahora si me interesaba, esperé a que se fuera y fui corriendo a ver que era y Martha no me lo vas a creer, el muy maldito de Garret está utilizando al pobre de Josh para hacer sus reportes semanales
MARTHA: ¿Y ya se lo dijiste a alguien?
ELIO: No (dice con cara de incredulidad)
MARTHA: ¿Qué? ¿por qué?
ELIO: Ya te dije, Garret tiene a toda la oficina en la palma de su mano, todos piensan que es un tipo de mesías o yo qué sé (dice con disgusto)
MARTHA: Elio no es justo que tú te esfuerces de más y dejes que alguien como Garret logre lo que quiere con trampa
ELIO: No hay mucho que pueda hacer, no tengo pruebas, ni siquiera tengo evidencia de que los dos tengan algún tipo de contacto, en la oficina no se dirigen ni una palabra.
MARTHA: pero…
ELIO: pero nada, ya déjalo así Martha
MARTHA: bueno, ya no te molesto más
ELIO: gracias (dice aliviado)
El espacio se queda callado un rato, Elio se la pasa checando su reloj cada cinco segundos mientras que Martha se la pasa escribiendo los puntos más importantes de la reunión en su libreta. El único sonido que se escucha son las manecillas del reloj moviéndose.
MARTHA: ¿Qué te parece la idea de llevar un diario?
ELIO: ¿Un diario? ¿para? (dice con una mueca)
MARTHA: Como te dije antes, vas muy bien, pero Elio, he sido tu terapeuta por cuatro años y cada martes es lo mismo, paso media hora intentando que me cuentes cómo te sientes.
ELIO: Yo… y-yo si confió en ti, no pienses que no (dice nervioso)
MARTHA: Lo sé, no lo estoy diciendo por eso, sino que percibo que ni tú sabes cómo te sientes exactamente, es por eso el diario, así vas a poder escribir tu día a día, reflexionar un poco, preguntarte que te está molestando
ELIO: Eso es demasiado cursi
MARTHA: Bueno, por lo menos escribe una cosa buena que te haya pasado o algo gracioso si quieres
ELIO: Nada bueno pasa en mi vida
MARTHA: Estoy segura de que si, pero estás demasiado ocupado con tu negatividad para poder notarlo
ELIO: Está bien lo intentaré
MARTHA: ¿Me lo prometes?
ELIO: (gira los ojos) Sí Martha te lo prometo
MARTHA: Perfecto, (dice con una gran sonrisa), nos vemos el siguiente martes (se para del sillón alegremente y se dirige a la puerta)
Elio se levanta del sillón, se coloca su mochila en el hombro izquierdo y se dirige en la misma dirección a la que va Martha, sale lentamente de la oficina de Martha con la cabeza hacia abajo, mientras que Martha se ve feliz y tranquila.
ELIO: Nos vemos (dice con una sonrisa a medias)
MARTHA: Que te vaya bien Elio (dice parada en el marco de la puerta), saluda a Garret de mi parte (dice juguetona)
ELIO: (finge una carcajada) Que graciosa eres, creo que deberías dejar de ser terapeuta y volverte comediante
MARTHA: Y eso que no has escuchado mis mejores chistes, sin duda te quedas con el ojo cuadrado
ELIO: (sonríe falsamente) Gracias por todo, de verdad
MARTHA: No hay de qué (hace una reverencia)
Cuadro 2:
Escena 2:
La escena transcurre en el departamento de Elio, toda la habitación está a oscuras, sólo hay una luz que se encuentra sobre él, está trabajando en unos papeles pero el cansancio le está ganando, en el reloj de la pared se ve que son las 4 de la mañana.
Acto seguido Elio se queda dormido y tira la taza de café que está a su derecha, el café se cae en todos los papeles del escritorio. Elio continua dormido.
Escena 3:
Elio se levanta muy apresurado voltea a ver el reloj que marca las 7:30
-ELIO: (con desesperación) ¡Ya se me hizo tarde para el trabajo!
Dirige la mirada a su escritorio, donde se encuentran sus papeles llenos de café seco, los agarra y se lleva la mano a el cabello
-ELIO: No, no, no, esto no puede estar pasando, necesito estos reportes para hoy, el señor Burgan me va a matar si se entera que eché todo a perder
Cuadro 3:
Escena 4:
La escena transcurre en el elevador de la oficina donde trabaja Elio, en él se encuentra una mujer vestida muy elegantemente tomando un café.
Elio llega corriendo a toda velocidad con el cabello húmedo, la camiseta mal abrochada, los pantalones sin planchar y una clara mancha de pasta de dientes en la cara.
-ELIO: ¡Para el elevador por favor! (grita demasiado alto)
- SARA: ¡Dios! Elio me has pegado un susto tremendo
(Sam recorre con la mirada a Elio y hace una mueca)
-SARA: ¿Pero qué te ha pasado? te ves como un muerto viviente, sin duda necesitas esto más que yo (le ofrece su café)
-ELIO: No gracias, (cortante) estoy tomando un descanso de la cafeína (le da una sonrisa forzada)
-SARA: Pues muy bien no te ves amigo
El elevador se abre y Elio sale sin decir ni una palabra, va directo a su escritorio ignorando todas las miradas de preocupación de sus compañeras de trabajo que están secreteando de su apariencia. Mientras camina empieza a acomodar su ropa y cabello, pasa su mano por su mejilla y siente la mancha de pasta, la cual quita con mucha velocidad.
Cuadro 4:
Escena 5:
Elio se encuentra en su cubículo, trabajando en los papeles manchados de café, tratando de salvar alguno de ellos. El señor Burgan, un señor ya de edad adulta, con el cabello lleno de canas, se acerca a su cubículo, usando un traje bastante fino de color azul marino.
BURGAN: Elio, vine a ver si ya están listos los informes que te pedí ayer
ELIO: (nervioso) Se-señor Burgan, fíjese que justamente eso estaba haciendo en estos momentos es-
BURGAN: (groseramente lo interrumpe) Me lo imaginaba, no los has terminado, sabía que se lo tenía que haber pedido a Garret él nunca me decepcionará de esta manera
ELIO: (con la cabeza baja) Disculpe señor, si me da otra oportunidad, en menos de una hora le puedo entregar los papeles.
BURGAN: Tienes media hora (dice cortante y se va)
Elio se pone a trabajar
Cuadro 5:
Escena 6: La escena transcurre en la oficina del señor Burgan, con él está Garret , están conversando y por momentos se carcajean juntos. Se escucha un golpe tímido en la puerta.
BURGAN: ¡Pase!
ELIO: Señor, traigo los papeles que me pidió
BURGAN: ¿Papeles? ¿Qué papeles?
ELIO: Los de la empresa de empaquetados, debía haberlos entregado hace rato, pero no los tenía listos ¿recuerda?
BURGAN: Claro, claro pasa, toma asiento, Garret y yo estamos teniendo una plática sobre el nuevo gerente de plaza
GARRET: El señor Burgan no para de insistir que debería aceptar el trabajo, pero la verdad es que no lo sé, apenas llevo dos semanas trabajando en la oficina, no siento que esté listo para tanta responsabilidad. (dice de manera presumida)
BURGAN: ¿Cómo que no? con tan solo dos semanas ya has hecho más ventas que todos en esta oficina, ¿Qué opinas Elio?
ELIO: (tratando de no ser grosero): Si me disculpa señor no creo que sea el mejor para contestar eso, (deja los papeles en el escritorio y se da la media vuelta), pero en lo personal creo que hay personas mejores capacitadas que Garret (sale de la oficina)
Cuadro 6:
Escena 7:
La escena transcurre al día siguiente en el trabajo, Elio está llegando y se encuentra distraído con su teléfono hasta llegar a su piso, donde nota que todos los presentes tienen unas orejas de conejo en la cabeza. Elio luce perdido, se acerca a su compañera de trabajo más cercana, Sara, cuyas orejas de conejo se mueven al compás de su tarareo.
ELIO: Pssss Sara
SARA: Mmmm ( dice sin mirarlo)
ELIO: ¿Me perdí de algo?
SARA: (lo voltea a ver con mala cara) ¿Algo de qué?
ELIO: ¿Había que disfrazarnos hoy?
SARA: Elio no sé que te hayas metido ayer, pero necesito terminar mi papeleo, ¿puedes ser raro en otro lugar?
ELIO: Si perdón, es que pensé que nos teníamos que disfrazar, ya sabes, lo digo por tus (señala las orejas de conejo)
SARA: (gira los ojos) repito no sé qué tipo de sustancias consumas pero por amor a Dios, deja de consumirlas te están haciendo perder la cordura
ELIO: Creo que necesito un café
SARA: Y yo diría que uno doble, bien cargado
Elio se dirige a la salida, caminando se da cuenta que todas las personas que lo rodean tienen orejas de conejo, los mira confundido y se apresura a hacia la cafetería de enfrente.
Cuadro 7:
Escena 8:
La escena transcurre en la cafetería, Elio es el último de la fila, hay cinco personas más enfrente de él, tiene una mirada de confusión, no para de tallarse los ojos una y otra vez, la gente de su alrededor actúa con total normalidad, hay una pareja tomando café en los sillones de la esquina, un grupo de empresarios trabajando en su computadora, un abuelito leyendo el periódico, todos con orejas de conejo.
Elio voltea hacia el cristal de la entrada de la cafetería y hace una mueca cuando logra ver su reflejo, abre y cierra los ojos con violencia y se empieza a acercar más, cuando ya está lo suficientemente cerca, empieza a tocarse la cara despacio, hasta llegar a sus orejas de conejo.
ELIO: Pero que-
CHICO DE LA CAFETERÍA: ¿Se encuentra bien señor?
ELIO: Tengo orejas de conejo (dice con voz temblorosa)
CHICO DE LA CAFETERÍA: s}Sí, yo igual tengo (dice feliz, apuntándolas)
ELIO: Tú igual tienes (repite sin poderlo comprender)
CHICO DE LA CAFETERÍA: ¿Necesitas algo?, no tienes muy buena pinta
ELIO: Dormir, necesito dormir
CHICO DE LA CAFETERÍA: Espere aquí le pido un taxi
ELIO: gracias
Elio se sienta lentamente en el suelo y lleva sus manos hacia su cabeza, empieza a murmurar “orejas de conejo” una y otra vez.
Cuadro 8:
Escena 9:
La escena transcurre en el departamento de Elio, éste entra a su habitación, busca el espejo que se encuentra en su baño y ya no ve las orejas de conejo, hace una mueca de confusión.
ELIO: Sin duda necesito una buena siesta.
Se acuesta en la cama y cae en un sueño profundo
Escena 10:
Elio se levanta porque es lamido por un pastor alemán, lo cual lo deja aturdido, el perro ladra y Elio da un brinco, se cae de la cama y se golpea la cabeza con la mesa de noche, un portarretrato se le cae encima, Elio ve la foto y abre los ojos con sorpresa.
ELIO: (hablándole al perro) Tú..., ¿eres mi perro?
El perro solo mueve la cabeza a un lado
ELIO: Esto no puede estar pasando (dice agarrando su cabeza)
Elio se acerca al perro y este se acuesta en la cama con calma, Elio agarra el collar y ve que en la placa está el nombre del perro “Poncho” y abajo ve un número telefónico
ELIO: Éste es mi número (señala la placa), éste es mi número
Elio agarra la foto otra vez y se queda analizándola un rato
ELIO: Esto no paso, yo nunca he corrido un maratón, ¡yo no corro! yo nunca he corrido, ¿qué me está pasando?
Elio rompe en llanto, el perro se acerca a él y se acuesta en su pierna para consolarlo.
Cuadro 9: Escena 10:
La escena transcurre en el parque, Elio está jugando con Poncho a la pelota, mientras corren por el césped muy alegres.
Una señora de mediana edad se acerca a Elio, está agarrando a un gato (no importa que garo sea con que este bonito).
SRA. JAZMÍN: Elio, qué bueno verte de nuevo (dice amablemente)
ELIO: Hola señora Jazmín (dice con una sonrisa)
SRA JAZMÍN: ¡Pero mírate! (se acerca a él), estás tan flaco, y te ves muy cansado cariño, ¿estás bien?
ELIO: (suelta una pequeña risa) Estoy bastante bien, solo es el trabajo, he estado un poco ocupado últimamente
SRA JAZMÍN: Con razón no has ido a tomar el té conmigo, Nini extraña mucho a Rogelio
ELIO: ¿Quién es Rogelio? (hace una mueca)
SRA JAZMÍN: Tu gato (dice confundida)
ELIO: Yo no tengo un gato, soy más una persona de perros (mira hacia Poncho)
SRA JAZMÍN: ¡Ay! Elio que gracioso eres (se agacha a acariciar a Poncho), nunca mencionaste tener un pastor alemán
ELIO: Es que no lo tenía, apareció por arte de magia
SRA JAZMÍN: (ríe) Como extrañaba tu sentido del humor, por favor, tienes que hacerte un tiempo para ir a platicar conmigo, incluso compré tu té favorito
ELIO: Claro, la veo el fin de semana ¿le parece?
SRA JAZMÍN: perfecto, no olvides traer a Rogelio.
La señora Jazmín se aleja y Elio se agacha a acariciar al perro
ELIO: Poncho, no tengo ni idea de porque la señora Jazmín cree que tengo un gato, pero te aseguro que no me gusta el té para nada.
Cuadro 10:
Escena 11:
La escena transcurre en el departamento de Elio, está acostado en su cama durmiendo, se mueve de lado y nota que el lado donde Poncho debería estar, está vacío, se levanta y va a buscarlo, primero en la sala, busca detrás del sillón, ve que no está y camina hasta el baño de su cuarto, tampoco lo encuentra, empieza a notarse más desesperado, busca con más rapidez por todo el departamento, gritando su nombre.
Elio se tira a la cama y empieza a llorar, primero son solo unas gotitas, pero con el paso del tiempo se convierte en un sollozo.
Cuadro 11:
Escena 12:
La escena transcurre en la calle, Elio está caminando con la cabeza baja mientras escucha música, solo alza la mirada cuando reconoce el lugar. Al ver una tienda de zapatos su cara cambia a una de confusión, entra a la tienda.
Escena 13:
En la tienda Elio camina hasta el mostrador, donde esta un señor alto y bien arreglado acomodando dinero de la caja registradora.
ELIO: Disculpe
SEÑOR ZAPATERÍA: ¿En qué puedo ayudarle muchacho?
ELIO: ¿Esta es la calle 37?
SEÑOR ZAPATERÍA: Así es
ELIO: Acá debería estar el consultorio de Martha
SEÑOR ZAPATERÍA: Está equivocado, esta zapatería ha estado en esté mismo lugar durante treinta años, es el negocio de mi familia
ELIO: (en un tono irritado) No, está es la dirección del consultorio de Martha
SEÑOR ZAPATERÍA: Vamos a calmarnos, puede ser que se confundiera de calle
ELIO: Llevo viniendo a esta dirección cada martes durante cuatro años, creo que sabría llegar con los ojos cerrados (dice sarcásticamente molesto)
SEÑOR ZAPATERÍA: Bueno lamento decirle que acá no hay ningún consultorio y la única Martha que conozco es mi prima segunda
ELIO: Debo encontrar a Martha
SEÑOR ZAPATERÍA: Déjame buscar su ubicación en internet, ¿Cuál es su nombre completo?
Elio: Martha Jones
El señor de la zapatería busca en su teléfono, después de unos segundos hace una cara de sorpresa.
SEÑOR ZAPATERÍA: Ehhh, no me aparece nada de una terapeuta con ese nombre, el principal resultado es una tenista profesional (le muestra una foto)
ELIO: ¡Ella es Martha!, pero no puede ser, a Martha ni siquiera le gusta el tenis
SEÑOR ZAPATERÍA: No se que decirle señor
ELIO: No, no, no, esto no está pasando nada de esto es real, todo es un sueño, un mal sueño
Elio sale corriendo de la tienda, murmurando “esto no es real, esto no está pasando, debe ser un sueño”
VOZ DE UN NARRADOR: queridos amigos no era un sueño.
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eldiariodelarry · 4 years
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Inocencia, parte 1
Camilo se miró por última vez en el espejo de su habitación y respiró hondo. Recorrió con su mirada la ropa que tenía puesta y luego sus ojos recorrieron su popio rostro en el reflejo. Sonrió.
Se aplicó perfume y salió de su habitación. Tomó sus llaves de la mesita de centro y dijo en voz alta:
—¡Voy a hacer un trabajo donde un compañero! —esperando que su madre lo oyera desde la cocina.
—¿Y tan tarde que se van a juntar? —preguntó con tono de preocupación su madre, saliendo de la cocina con un paño en las manos, secándoselas.
—Es que el Héctor recién a esta hora se desocupa de su trabajo —respondió Camilo.
La madre se acercó al joven y le acarició el rostro con cariño.
—Vaya con cuidado —le pidió, como si la sola idea de que le pasara algo a su hijo le causara dolor físico.
Camilo asintió, y con una sonrisa le expresó a su madre todo el amor que sentía por ella. Dio media vuelta y salió por la puerta de la casa a la calle.
Al cerrar la puerta tras el, tuvo un muy mal sentimiento de culpa. No le gustaba tener que mentirle a su madre, pero aún así, lo hacía. Sabía que la mujer no aceptaría jamás que su hijo fuera homosexual, así que le mentía para no decepcionarla.
También sabía que no era necesario inventar que estaría haciendo un trabajo donde un compañero. Simplemente podía haber dicho que iría a la disco con un grupo de compañeros de la universidad, después de todo, era natural que los mechones carretearan lo máximo posible. Pero no, siempre elegía las mentiras menos convenientes.
Después de unos minutos el sentimiento de culpa se fue desvaneciendo y las ansias de llegar a su destino comenzaron a ganar terreno.
Estaba muy emocionado de ir por primera vez a una discoteca alternativa. Se había puesto su mejor tenida, para causar una buena primera impresión dentro del ambiente homosexual.
“Quizás conozca a mi primer pololo”, pensaba con ilusión mientras esperaba que pasara el colectivo que lo llevaría a su noche de diversión.
—A Iquique con Allende —le indicó al chofer, engrosando la voz, mientras extendía la mano con un billete verde doblado pulcramente por la mitad.
Camilo nunca había ido a una discoteca alternativa, y la única vez que había asistido a una “normal”, había sido para su fiesta de cuarto medio el año anterior, así que no tenía forma de saber que, en realidad, iba demasiado temprano.
Al llegar intentó mostrar una actitud relajada y confiada, pero en realidad estaba muy nervioso y contento.
—¿Cédula? —le preguntó el guardia en la recepción, con una polera negra muy ajustada, provocando que Camilo quedara absorto mirando sus bíceps.
Sacó la billetera del bolsillo interior de su chaqueta de cuero y buscó su carnet de identidad. Lo extendió al guardia, quien lo analizó (o al menos simuló hacerlo), y luego se lo devolvió.
—Adelante —le indicó, con el mismo tono monótono del principio.
“Seguramente es heterosexual”, pensó.
Temblaba de pies a cabeza, emocionado de poder estar por fin en el lugar que había querido conocer desde hace años, y por fin se había atrevido.
Temió encontrarse con algún conocido que pudiese revelar su identidad a alguien más, pero estaba seguro que no conocía a nadie abiertamente gay, y si se cruzaba con algún conocido, asumía que tendrían que guardarse el secreto mutuamente. Se sentía optimista.
Se dirigió de inmediato a la barra a pedir su cover, que venía incluído con el precio de la entrada, y quedó deslumbrado cuando el barman se volteó a atenderlo. Sus ojos verdes y su corto cabello rubio le daban un aire de modelo de revistas juveniles, y de repente Camilo perdió la capacidad de hablar.
—¿Qué se te ofrece? —le preguntó con amabilidad el barman.
Camilo se dio cuenta después de un par de segundos que se había quedado absorto en la belleza del muchacho, y se avergonzó.
—Em… e… ¿qué? —preguntó, ruborizado.
Mal primer paso de la noche.
El barman se rio con empatía, como sintiendo lástima por Camilo.
—Que qué se te ofrece —repitió.
—Una cerveza —respondió de inmediato Camilo. Solo quería terminar con esa vergonzosa situación lo más rápido posible.
—¿Cuál? —volvió a preguntar, indicándole la variedad de marcas que habían en el refrigerador.
—Corona —fue la primera que vio Camilo.
El barman levantó las cejas, decepcionado.
—¿Primera vez? —le preguntó, sacando la botella de la máquina.
—Si —respondió después de unos segundos, en los que pensó seriamente en responder lo contrario. La costumbre de mentir—. ¿Cómo supiste?
—Porque se nota que estas muy nervioso —respondió el barman, apoyando los codos en la barra y hablándole más de cerca—, estás solo, y eres demasiado joven para estar aquí tan temprano —agregó, sonriéndole amablemente.
Camilo se ruborizó al darse cuenta que al parecer era muy obvia su situación.
—Guárdate el cover, yo te invito ésta —dijo guiñándole el ojo, a modo de cierre de conversación cuando llegó un grupo de hombres a la barra a pedir algo para beber.
—Gracias —le dijo Camilo, sin creer la amabilidad del barman.
“Quizás me estaba coqueteando” pensó, ilusionado por la amabilidad del apuesto muchacho. Siguió con la mirada al barman, mientras saludaba con mucha alegría a uno de los hombres que llegaron a la barra. “Simplemente fue amable porque es su trabajo”, se dijo finalmente Camilo, decepcionado.
Le dio la espalda al bar y notó que la pista estaba relativamente vacía aún, un par de grupos de hombres (a los que Camilo les echó al menos unos cuarenta años), compartían alegremente en puntos distintos de la pista de baile, conversando, riendo y bailando.
A medida que los minutos (y las horas) pasaban, comenzó a llegar más gente, la mayoría hombres homosexuales, y Camilo sintió que se enamoró al menos unas cincuenta veces.
Nunca había visto a chicos tan lindos con los que podría existir la posibilidad de tener una relación (los chicos lindos que conocía eran todos heterosexuales, a su saber), pero obviamente, estaban todos acompañados, de sus amigos o sus parejas, o ambos, y su obvia timidez no lo ayudaba a atreverse a invitar a alguien a bailar.
Así se mantuvo al borde de la pista, con su botella de cerveza ya casi vacía, moviéndose torpemente al ritmo de la música.
Se acercó a la barra con la esperanza de ver al chico de ojos verdes y poder conversar un rato con él, pero lamentablemente, él ya no se encontraba en el puesto, donde ahora una guapa chica de largo pelo negro y flequillos tomaba los pedidos.
Guardó el cover en el bolsillo interno de su chaqueta, y le pidió otra cerveza a la barwoman, quien rápidamente le entregó la botella y recibió el dinero.
Camilo se sentó en la silla que estaba más al borde de la barra, y se puso a ver a la gente bailando, un poco bajoneado porque la noche no estaba resultando como él quería.
Quizás él no servía para eso, quizás el “mundo homosexual” no era lo suyo y tendría que seguir en el closet, deprimido e infeliz, ya que no era capaz de poder relacionarse con otros gais.
Estaba a punto de levantarse para irse a su casa cuando escuchó una voz grave a su lado.
—¿Primera vez aquí? —Camilo miró a su lado y un hombre fornido de unos cincuenta años le sonreía con simpatía. No recordaba haberlo visto acercarse, o quizás estaba demasiado absorto en sus pensamientos depresivos que perdió la capacidad de notar lo que ocurría a su alrededor.
—Si, primera vez —respondió con sinceridad, mientras recorría el rostro del hombre con la mirada.
De rostro delgado, y completamente afeitado, tenía el cabello corto luciendo con orgullo las canas que asomaban con fuerza, dándole un color gris oscuro. Unos anteojos ópticos enmarcaban sus ojos oscuros, y las arrugas del costado indicaban el paso de los años.
Camilo pensó que tendría alrededor de unos cincuenta años, pero a pesar de la gran diferencia de edad, le parecía bastante atractivo. “Seguramente en su juventud debió haber sido guapísimo”, pensó.
—¿Y andas solo? —le preguntó.
—Si —se ruborizó Camilo—, ¿y usted?
El hombre se rió.
—Llámame Raúl —le dijo, extendiéndole la mano.
—Camilo —respondió, con timidez, estrechándole la mano.
—Oye Camilo, te estuve mirando un rato mientras bailabas, y me gustaría conocerte más. ¿Te tincaría ir a mi casa a conversar un rato en privado? —preguntó Raúl, sin rodeos.
Camilo se sorprendió con la audacia de su pregunta, pero también su autoestima se vio agradecida por sus palabras. “¿De verdad me quiere conocer?”, “¿en serio le puedo parecer interesante o guapo como para invitarme a su casa?”. Su seguridad aumentó en un cien porciento, y le subió el ánimo.
—Si quieres te pago —propuso el hombre, acecándose al oído de Camilo, al no recibir una respuesta inmediata de su parte.
Camilo lo miró, intentando descifrar si hablaba en serio o no.
Raúl sacó su billetera, y la abrió. Recorrió con los dedos los billetes que estaban adentro, y Camilo pudo ver una gran cantidad de Arturos.
Sintió la adrenalina recorrer su cuerpo, y probablemente por acción del alcohol de la cerveza, se sintió más audaz, más atrevido y capaz de hacer cosas que quizás más temprano nunca habría hecho.
—Bueno —respondió finalmente.
Raúl le sonrió, y ambos se pusieron de pie y se dirigieron a la salida de la discoteca.
Durante el viaje en la camioneta roja de Raúl, Camilo comenzó a sentirse nervioso. Dudó de su decisión de haber aceptado la propuesta del hombre que iba a su lado, pero no dijo nada. No quería hacerlo sentir mal, por ridículo que sonara.
Raúl se detuvo de frente al portón de una casa blanca en el sector Coviefi.
—Llegamos —le dijo, con entusiasmo—. Voy a entrar la camioneta, y tu te bajas adentro, ¿ya? —explicó.
Camilo simplemente asintió, con una sonrisa tímida.
No sabía qué estaba haciendo ahí, si claramente no tenía ningún atributo llamativo como para atraerle al dueño de casa, y mucho menos tenía experiencia como para saber manejarse en una situación así.
Una vez adentro de la casa, Raúl le ofreció una copa de champán, y le indicó que tomara asiento en el sillón de un cuerpo del living, mientras él se sentaba en el de tres cuerpos ubicado frente al primero.
—¿A qué te dedicas, Camilo? —le preguntó, intentando crear conversación.
—Estudio —respondió secamente—. Ingeniería Comercial —agregó, para no sonar tan cortante.
Mintió. En realidad estudiaba pedagogía.
—¿Y usted? —le preguntó a Raúl—, ¿y tu? —se corrigió de inmediato.
—Trabajo en una agencia —respondió con confianza Raúl—, de publicidad —agregó, interpretando correctamente la expresión de duda de Camilo.
—¿Haces muy seguido esto? —quiso saber Camilo, aunque sentía que no debía preguntar.
—La verdad no —se rió, para mostrar despreocupación—, pero cuando te vi sentí que no podía dejarte ir, aunque tuviera que ofrecerte mi casa entera.
La mirada de Raul recorrió el cuerpo de Camilo con deseo, y finalmente se detuvo en sus ojos. Le hizo una seña con los dedos, indicándole que se acercara, y Camilo obedeció.
Se levantó del sillón y se paró frente a Raúl, quien con sus manos acarició sus muslos y glúteos por sobre la tela del pantalón.
Camilo flectó las piernas a los costados de Raúl, siguiendo las sutiles indicaciones de su anfitrión, y se sentó en su regazo, quedando ambos frente a frente.
—También puedo notar que es tu primera vez haciendo algo así —le dijo Raúl.
—No —mintió Camilo, y de inmediato se arrepintió. No sabía por qué le había mentido, si no tenía necesidad de hacerlo. No estaba obligado a complacerlo ni tampoco era algo vergonzoso admitir que nunca había tenido sexo por dinero.
Raúl le sonrió, mirándolo a los ojos, y se acercó a besarlo.
Camilo no hizo nada, solo esperó a que sus labios tocaran los suyos, y supuso que desde ahí improvisaría.
Siempre supuso que su primer beso sería algo mágico, por estúpido que sonara. Se lo daría al chico que trabajaba en la cafetería de la universidad, después de encontrarse en algún carrete, donde ambos se conocían y conectaban de una manera única, hasta que se daban cuenta que estaban atraídos el uno al otro. Con suerte también sería el primer beso del chico de la cafetería, pero si no, no le importaba. Y así pasaba del chico de la cafetería, a su amigo de la infancia, al compañero de la u que al menos reconocía su presencia, y últimamente, el barman de la discoteca. En resumen, cualquiera que hiciera su vida un poco menos miserable.
Sintió la lengua de Raúl intentando abrirse paso a través de sus labios, y él se lo permitió. Trató de hacer lo mismo, imitándolo, pero se sentía incómodo. Sabía que lo estaba haciendo mal, dejando en evidencia su inexperiencia.
Las manos de Raúl recorrían la tela del pantalón de Camilo, e intentaron meterse por debajo de esta, por la parte de atrás, pero el cinturón no se lo permitía.
Raúl se puso de pie, con Camilo aún en su regazo, se dirigió a su habitación, y lo dejó en la cama de dos plazas. Se comenzó a desvestir, frente a Camilo, y él lo imitó. Apreció el cuerpo trabajado del hombre que tenía frente a él, y se sintió como en una película porno, aunque sabía que no tenía las habilidades para igualar a una.
Quedaron ambos en ropa interior, y Raul se avalanzó sobre Camilo y recorrió su cuerpo con sus labios. Le besó las tetillas y luego le hizo sexo oral.
Camilo sintió un tipo de placer nuevo, una sensación que nunca había logrado con la masturbación. Con las manos acariciaba el cabello de Raul, para demostrarle que le gustaba lo que hacía.
Cuando llegó su turno de hacerlo, se puso nervioso y no supo como reaccionar. Tomó el miembro de Raul con sus manos, y se lo metió a la boca por completo, lo que le provocó un reflejo de emesis.
—Suave —le indicó Raul, con amabilidad, y cuando Camilo comenzó a hacerle sexo oral, demostró su placer con gemidos (un poco exagerados a opinión de Camilo, porque pensaba que era imposible que fuera capaz de provocarle tal placer).
Camilo se aseguró de que llegado el momento, él fuera el activo en la relación sexual, y Raúl no opuso resistencia. Le pasó un condón que tenía guardado en el velador, y se lo puso con la boca.
El encuentro sexual terminó después de varios minutos en los que Camilo golpeó su pubis contra los glúteos de Raúl, de forma casi automática, oyéndolo gemir y gritar, y obedeciendo sus sugerencias respecto al ritmo, y acercándose a besarlo cada vez que el hombre le indicaba que lo hiciera.
—¿Qué te parece si ahora te lo meto yo? —le preguntó Raúl, después de haber concluido la relación sexual, perdiendo toda la sutileza que usaba antes del acto.
Camilo, que estaba recostado a su lado, aun desnudo, se puso nervioso ante su propuesta.
—Peferiría que no —se ruborizó. Sentía que ya tenía al menos la confianza para compartir cierto nivel de sinceridad—. Nunca he sido pasivo —explicó.
—¿En serio? —preguntó sorprendido Raúl, con la mirada iluminada.
—Si —respondió Camilo, ganando un poco de seguridad.
—Bueno, en ese caso tendría que ofrecerte más dinero.
Raúl se levantó de la cama y buscó entre su ropa la billetera. Sacó unos billetes, los contó y se los entregó a Camilo, mientras se volvía a sentar en la cama.
Camilo los recibió perplejo.
—Eso es por lo de hoy.
Eran cien mil pesos. Camilo no sabía cómo sentirse. Si bien nadie puede decir que esa cantidad de dinero le llega en mal momento, siempre su madre le inculcó que para tener dinero tenía que ganárselo con trabajo duro.
—Piénsalo bien si quieres que te inicie en el rol de pasivo —le dijo, con una sonrisa convincente—. Una virginidad puede atraer mucho dinero.
Camilo no dijo nada, simplemente sonrió y bajó la mirada. El hombre que tenía frente a él le estaba ofreciendo comprar su virginidad, por quizá cuánto dinero.
Según su punto de vista era una estupidez pensar que la virginidad de una persona tuviera un valor cuantificable, o que una persona virgen valiera más moralmente hablando que una que es sexualmente activa; pero de todas formas, nunca había pensado que tendría la oportunidad de vender la suya, a pesar de que ya lo había hecho hace unos minutos, sin que lo supiera Raúl.
Raúl se acomodó en la cama, quedando muy cerca de Camilo.
—Me gustó, lo que hicimos —le dijo.
Camilo se rió con timidez, sin saber qué decir. La verdad estaba comenzando a sentir cierto rechazo al hombre que estaba frente a él, y sinceramente, sentía asco de sí mismo también.
Se sentía sucio, a tal nivel que consideró devolver el dinero, pero no lo hizo.
—Ahora quedas libre —le dijo Raul—. Si quieres te puedo llevar a tu casa —ofreció.
—No, gracias —intentó fingir cordialidad—. Puedo tomar un taxi —dijo riéndose sin ganas, mostrándole el dinero a Raúl. En realidad no quería que supiera dónde vivía.
Tomó una ducha rápida en el baño de Raúl antes de vestirse, y al salir Raúl seguía completamente desnudo.
—¿Cómo te contacto? —le preguntó el hombre.
Camilo no quería darle su número de teléfono, pero lo hizo igualmente, fingiendo amabilidad.
Se dio media vuelta para dirigirse a la puerta de salida, pero Raúl lo tomó de la mano.
—Mira como me pones —le dijo poniendo su mano en su miembro, y luego lo besó con fuerza. Camilo no opuso resistencia, pero lo besó sin ganas. Un beso vacío.
Raúl le dio una última nalgada, y lo soltó.
—Camilo… —dijo Raúl, cuando Camilo ya estaba frente a la puerta de entrada.
Camilo se volteó, para saber qué quería Raúl.
—¿Si?
—¿Te molestaría si hablo con algunos amigos sobre ti? —preguntó, y Camilo no entendió muy bien a qué se refería—. Amigos que podrían pagar muy bien por lo que tienes para ofrecer —agregó.
—No, para nada —dijo con una sonrisa amable que ocultaba perfectamente su vacío emocional.
Se dio media vuelta, y salió por la puerta.
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lubay-nue · 4 years
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NigroDoll 2
Notas del cap:
 Muajajajajaajajaj… ustedes esperen que se viene lo bueno ¬u¬… además, una buena explicación de lo que significa la palabra NigroDoll ¬u¬… y cada vez, esto se pone mas y mas gore XP
 ¡A leer!
 2 - La bruja del pantano
 Una semana había pasado casi volando… no faltaba mucho para entrar a Febrero. Mi cabeza no paraba de pensar… ¿Qué podría darle a México para esta ocasión tan especial?… seria nuestro primer San Valentín juntos… tenia que ser algo realmente especial pero… ¿Qué?
 -¿Señor Urss?-  escuche la voz de algún hombre, regrese de mis pensamientos y lo mire, con un grupo de papeles en las manos, lentes gruesos, camisa blanca, corbata unida por un clip a la camisa y pantalón oscuro, completamente acorde a la indumentaria del lugar de trabajo y a un nerd escuálido
 -¿Qué necesitas?-  pregunte sin ganas de estar soportándolo, el solo se acomodo mejor sus lentes y se acerco cual perro asustado a mí; comenzó a mostrarme documento por documentos pidiéndome consejos y qué hacer con lo subsiguiente, yo le respondí, de un modo mas mecánico que nada. Cuando el me noto, trato de hablar bajito
 -¿Puedo preguntar que le sucede señor?-  hablo de nuevo, cuando habíamos terminado, yo solo lo mire fijamente… no sabía que decirle
 -No es nada de importancia-  finalice, el solo se encogió de hombros y marcho lejos a seguir con su trabajo. No soportando mas estar encerrado, salí a la cafetería a beber un café, en el camino escuche a un hombre y una mujer hablando, si bien, buscando ser discretos, podía escucharse a la perfección de lo que estaban hablando
 -Pero en serio Clara. Esa mujer puede ayudarte… no hay nada que sea imposible para ella-  hablaba el hombre asegurando
 -No lo sé Julio… me parece demasiado ir con una bruja solo para que el regrese… quiero decir… lo amo, pero pienso que es demasiado-  hablo ella temblorosa, yo solo enarque una ceja curioso ¿una bruja?
 -Te lo digo mujer… mi esposa volvió a mi lado apenas un día después del hechizo… ¡anímate! Es solo ir al pantano y ella te dará lo que más deseas a cambio de un poco de dinero-  dijo el otro de nombre Julio, haciendo la forma del dinero con su mano; aquella chica sonrió al final, si bien, no muy convencida, al menos aceptando ir a verla. Yo suspire molesto negando… y siguiendo con mi taza de café
 -Ha-a S-Señor Urss… provecho-  escuche la voz del mismo tipo que me había hablado hace no mucho para los documentos, el mismo cuatro ojos falco que ahora que veía, no podía recordar su nombre
 -A, tu-  le dije en cuanto note que el traía una charola de comida, el hombre me sonrió suavemente y yo suspire
-Quiero hacerte una pregunta-  hable, notando que él me miro curioso y tembloroso como si temiera que apenas me dijera algo errado fuera yo a despedirlo o a asesinarlo
 -D-Dígame señor… ha-hare lo que pueda por ayudarlo-  hablo bajito con el lema de la compañía, suspire girando los ojos en fastidio pero bueno, era mejor que nada ese sujeto
 -¿Qué sabes sobre una tal bruja del pantano? Me llegaron rumores y me da curiosidad-  respondo aburrido, el solo me mira, tal vez con algo de sorpresa y de miedo… su cuerpo se en joroba y su aspecto se vuelve sombrío. Se sienta sin mi permiso en la banca al lado de mí y comienza a hablar bajo, mucho más que los otros
 -Es una bruja que se puede encontrar en los límites de la playa hacia el sur. Encontrara un pantano al que se dice, debe de ir por la noche, la bruja lo recibirá y a cambio de cierta cantidad de dinero le cumple cualquier deseo… según tengo entendido, dependiendo de la dificultad del hechizo o del maleficio, cobra más o menos dinero-  bufe molesto
 -Es obvio que ningún trabajo va a costar lo mismo-  le dije como lo más obvio, el solo se disculpo, poniéndose de pie y desviando la vista
 -E-en cualquier caso señor, mucha gente recomienda que no se acerque porque la bruja en su mayoría solo hace trabajos que perjudiquen a la gente… es… una bruja mala… o obscura, como usted desee llamarle; ahora, si me permite, con su permiso, me retiro señor-  y estoy seguro que el casi salió corriendo lejos de mi. Negué un momento, encogiéndome de hombros… puede que sea solo una estupidez, pero también era consciente de ese tipo de cosas. Si bien, no llegaba a creer demasiado en ello, igual… dicen que no hace daño investiga un poco por cuenta propia ¿cierto?
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 Era el atardecer, la oscuridad ya estaba casi encima mío cuando por fin pude dar con un enorme pantano apestoso y lleno de fango, mire con desagrado la escena ¿Quién rayos podría vivir aquí? Negué un momento y camine hacia el interior del pantano donde, a lo lejos, podía ver algo parecido a una construcción de una cabaña. Me adentre con cuidado de no mancharme demasiado; a mitad de mi camino, cuando la oscuridad ya había alcanzado por fin a cubrir todo el cielo, me encontré perdido en el medio de la nada, sin nada ni nadie y con extraños sonidos brotando desde la distancia que no podía reconocer
 -Buenas noches…-  escuche una voz femenina y burlona, me detuve y mire a todos lados, no pude alcanzar a ver a nade, pero aun así, tenía esa sensación de que me estaban mirando fijamente, trague desconfiado
-¿A qué se debe que un countryhuman venga por mis territorios?... bueno, no debería de ser una “cosa” para sorprenderme… pero pase por aquí señor Urss… pase, ya sabe… está en su casa señor-  sonó la voz de la mujer, burlona y prepotente. Me sentí molesto aunque mi sentido animal gritaba más porque saliera corriendo de ese lugar
 No había dicho nada, ni una sola palabra y esa mujer ya conocía mi nombre, afile por lo bajo mi mirada y, al volver la mirada hacia el frente, en encontré con una cabaña de roble oscuro casi destartalada con la puerta abierta y una cálida luz en su interior, de verdad que mi primera idea fue alejarme pues esto era peligroso, pero… si esa mujer ya mostraba conocimientos lejos de lo que yo había dicho (que era nada)… valdría la pena escuchar un poco mas…
 Avance a paso lento y cuidadoso, preparado para lo que fuera a pasar, listo para la batalla. Entre a su casa y la puerta detrás mío se cerro, al volver la vista al frente había una mujer cubierta por una túnica negra que se veía vieja y picada en la base, incluso húmeda, la simple imagen me pareció repulsiva… pero ella simplemente se quito la capucha dejando ver algo contradictorio
 Poseía unos largos cabellos llenos de canas opacas, andrajoso y reseco se veía, nada cuidado, pero, a diferencia de ese cabello espeso que parecía ser de una mujer anciana, su rostro y piel contrastaban tan bruscamente que era confuso… puesto que su piel morena se veía joven y su rostro daba a aparentar que la mujer no tendría más de 19 años, de húmedos labios rojos, ojos penetrantes en un verde toxico y una malicia oculto en ellos que me tenso por unos instantes
 -Creo saber a qué viene usted a mi casa, pero por favor, siéntense y lo hablamos-  se burlo de nuevo, entre risas, mostrándome uno de sus sofás bien cuidados a diferencia del exterior de su hogar. Yo hice caso, algo me decía que no era conveniente tener a esta mujer como mi enemiga
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 Urss lo sentía, podía casi palparlo… esa sensación de que estaba en peligro delante de aquella mujer, pero no se movía; había algo aun mas grande, tal vez era su propia ambición la que le negaba a poder escapar de ese lugar como el realmente deseaba. Simplemente se quedo ahí, sentado en el gran sofá que se le había ofrecido, viendo a la mujer que delante de el abría una botella de agua y depositaba el liquido cristalino en un vaso de vidrio limpio, dejándolo delante del country poco después. Urss aun así seguía inseguro, listo para salir corriendo, era todo lo que su instinto podía decirle
 -Bueno, bueno, bueno, señor Urss… ¿Hay algo que le aqueje señor? Tal vez… un amor no correspondido con ese jovencito de 17 años… atado en su sótano, vestido como novia… que por cierto, buenos gustos tiene señor, el vestido es realmente hermoso, lo envidio-  se burlo la chica, dejando delante de ella otro vaso de agua que bebió como si nada, entre risas y comentarios burlescos que sorprendió al country. Cuando la bruja supo que había logrado que el mencionado le prestara completamente atención, ella también se sentó en un sofá individual y se recargo en el cruzando una pierna y viendo superior al contrario
-Sí, soy una bruja señor Urss, las brujas oscuras sabemos ese tipo de cosas-  se rio la mujer, notando el enfado de Urss y como parecía querer ponerse de pie para algo malo
-PERO, no es que a nosotras nos importe lo que le suceda a la gente… por algo somos “malas” y en cualquier caso, siempre son gente como usted, los que vienen a nosotras rogando nuestros hechizos-  se bufo nuevamente, como si de todos modos, no le tuviera miedo a Urss y a su carácter
 -¿Acaso puedes hacer algo al respecto?-  pregunta Urss molesto, la mujer solo ríe, sentándose más holgada en su sofá y viendo divertida al hombre que parece tenso en su lugar
 -Pero que dices cariño… de poder, puedo hacer muchísimas cosas… pero eso depende… ¿Qué quieres TÚ que yo haga? ¿Libero a ese pobre niño de ti y de tu locura? No, es seguro que no, además ¿Por qué lo haría? Es divertido ver su agonía… ¿Te libero a ti de ese amor enfermizo? Tampoco parece que quieras ser salvado… entonces dime ¿Qué crees que yo pueda hacer por ti cariño?- pregunta divertida, viéndolo, haciendo su propio monologo delante de Urss quien comprende y analiza cada opción que discreta he indiscreta, la bruja le va entregando… el country baja por fin la cabeza, analizando lo que él ya sabe de antemano…
 -Más temprano que tarde, mi loco amor por México me llevara al punto de asesinarlo… pero, no quiero perderlo… no quiero que aun después de muerto se aleje de mi-  susurra él, viendo a la mujer que deja de reír burlona y ahora sonríe con malicia
 -Entonces, no quieres que se aleje de ti y tampoco quieres acabar con tu propia locura… cariño, tu retorcida mente es música para mis oídos!-  chilla, pegando un brinco y poniéndose de pie sin problemas, dándole la espalda para sacar un libro de algún estante y ponerlo delante del country que, mirándolo confundido, comienza a hojearlo, encontrando fotografías, siempre parejas en cada foto, uno tomando al contrario. Lo curioso que nota casi al principio es que uno de ambas personas parece somnoliento o drogado, con una mirada perdida y el otro, casi sonriendo enamorado y loco como el… Urss no comprende, la chica solo ríe divertida y se deja caer pesadamente en sofá, sonriendo radiante cual niña pequeña mostrando su mayor tesoro en el mundo
 -Esos son mis mejores clientes… ellos, son NigroDolls- dice, apuntando con su dedo a las personas que parecen somnolientas o drogadas, Urss enarca una ceja confundido; la bruja continua hablando mientras el pasa cada página con lentitud, observando cada imagen con detenimiento
-Las NigroDoll son el boleto vip al infierno mi amigo…- aquellas palabras obligan a Urss a subir la mirada y ver a la chica que sonríe divertida, sus ojos verdes han cambiado a un rojo sangriento que parece brillar cual infierno, el traga por lo bajo, observado a la mujer que continua hablando como si nada
 -Las NigroDoll son muñecas hechas de porcelana, los huesos y la carne de las personas muertas, además de que poseen en su interior atrapada el alma de la persona muerta, encerrada en su interior; volviéndose al final un demonio que solo sirve al dueño que la ha mandado a construir… tendrás en una Nigrodoll al esclavo perfecto, siempre obediente, siempre leal, jamás hará nada que no desees, jamás dirá no, jamás se alejara de ti-  sonríe la chica, cruzando sus dedos y colocando entre ellos su barbilla, sonriendo divertida y maliciosa cuando nota a Urss con un mirar esperanzador
-Una vez ese chico tricolor sea asesinado por ti, yo podría convertirlo en una NigroDoll que corresponda (a la fuerza claro) tu amor enfermizo y que siempre se quede a tu lado… con su misma hermosa forma, con su edad, con su belleza intacta para la eternidad… una perfecta muñeca que nunca se pudrirá, nunca envejecerá y nunca dejara de obedecerte hasta que mueras y ambos sean llevados al infierno a sufrir por la eternidad-  sonríe divertida, Urss deja de ver las fotografías y mira a la mujer que sonríe victoriosa… ha conseguido su intención… ahora Urss está interesado
 -¿Por qué lo haces? ¿Qué ganas con hacer esta clase de cosas?-  pregunta Urss desconfiado, la mujer solo sonreí divertida
 -Bueno, en principio, el hechizo maldición de las Nigrodoll fue creado por un japonés albino que, obsesionado con el enfermizo amor y deseo hacia su gemelo fallecido cuando niños, creo la primera NigroDoll atrapando el cadáver de su hermano dentro de una de estas cosas… pero, desgraciadamente el maestro creador del hechizo termino siendo víctima de su propio estudiante, otro joven que, obsesionado con tener su amor, destruyo a la primera NigroDoll para volver a su maestro en una nueva muñeca… así ha sido hasta ahora, claro que con el pasar del tiempo el hechizo ha sido mejorado por todos los que han sido estudiantes de esta arte de nigromancia-  sonríe divertida la mujer, señalándole al country el inicio del álbum donde se muestra un hombre de más de 30 años albino, de ojos azul grisáceo abrazando felizmente a lo que parecería su propia copia pero en forma de un niño pequeño, una copia perfecta con la única diferencia del color de sus ojos dorado miel… la siguiente foto, era del mismo hombre albino y su muñeca, pero con un joven de cabellos negros azulados, de ojos azules y viendo hacia el maestro en vez de la cámara… la tercera foto dentro de la misma hoja era del muchacho de cabellos negros, ahora vuelto un adulto y ahora teniendo a un niño pequeño albino de ojos azules que fácilmente se podía comprender como el antiguo maestro, ahora vuelto una NigroDoll
 -¿Y qué es lo que quieres a cambio de crear a una Nigrodoll?- pregunta aun desconfiado Urss, la chica ríe divertida y se acomoda otra vez holgadamente en el sofá, como si no le prestara importancia o respeto a la persona delante suyo
 -¿Pues qué más? Dinero de la gente que lo tiene… además, si existe gente que vive toooda su vida haciendo el bien, para tener un lugar en el cielo… ¿Por qué no puedo vivir toda mi vida con esfuerzo para tener un lugar especial en el infierno?... estos son solo negocios mi buen amigo-  sonrió la chica superior, Urss comprendió entonces porque era que sentía esa desconfianza teniendo a la chica delante suya… mas no dijo nada al respecto, solo volvió la mirada hacia el álbum, volviendo a pasar hoja tras hoja
 -Está bien ¿Qué tengo que hacer y cuanto cobraras por ello?- pregunta al final Urss, sabiendo que tal vez ese sea el mejor camino para poder tener a México solo para él. La chica sonríe, oscuridad brilla en su mirada maliciosa, se endereza mejor y carraspea suavemente. Urss cierra el álbum y lo deja a un lado del sofá, prestando atención a la chica que habla ahora de un modo más serio
 -Nada sin importancia. Vive tu vida a su lado, disfrútalo vivo cuanto puedas, entre mas tortura le entregues será más sencillo tenerlo atrapado en la tierra de los vivos… pero, en cuanto muera, deberás traérmelo inmediatamente antes de que su carne comience a pudrirse. Una vez me lo traigas, yo tardare tres días en convertirlo en una NigroDoll-  sonríe a cada palabra, Urss asiente escuchando cada explicación y detalle que le va dando la mujer…
 El infierno de México parecía no acabar jamás
 Notas finales:
 ¡Me encanta como va tomando un rumbo todavía más retorcido! Muajajajajajajaajjaajjaaj… ok… me calmo y comienzo a explicar cosillas ¬u¬ porque hay mucho que no ha quedado completamente explicado… supondré yo…
 En principio, pido una disculpa si se ve medio (bastante) flojo el inicio antes de que Urss de con la bruja, lo que pasa es que no me salía un modo “natural” para que Urss se enterara de la bruja… esto fue lo que mejor me salió… aunque aún no termina de agradarme… por lo menos funciona... en fin…
 Datos extras:
 *Bueno… no se que mas decir… la bruja solo será importante por poco tiempo… solo lo necesario… y como tal, ya sabía que Urss iba a ir a verla… no lo dicen por ahora pero es una bruja con mucho poder muy reconocida
*Con el poder que tiene, ella puede hacer todo lo que dijo y mas… tanto liberar a México de la esclavitud en la que está atrapado con Urss, como liberar a Urss de ese amor enfermizo… pero eso sería “hacer una buena obra” además de que gusta de hacer maldad y ver a otros sufrir… también se podría decir que tiene ideas para joder aun mas al jodido… por algo es mala
*A veces ni es necesario que vea a la gente para saber qué clase de oscuridad habita en sus corazones y es cierto que ese tipo de amor enfermizo que tiene Urss es de los que más la alimentan a ella
*Ella está buscando juntar tantos pecados pueda para volverse un demonio cuando muera…volverse, su propia versión de “inmortal” y créanme ¬¬ va por buen camino… no es samaritana, sino que busca incrementar los pecados de los demás para aumentar los suyos propios, por eso, gente enferma y retorcida como Urss son para ella como un banquete XD
*(Ahora, la explicación más importante) (Y la más larga supongo yo) alguien me pregunto qué significaba la palabra NigroDoll… (yo creí que era obvio pero bueno) la palabra en si es la unión de dos palabras como ya se puede ver
 Nigro=Nigromante/nigromancia
Doll=Muñeca
 NigroDoll=Muñeca Nigromante o Muñeca de nigromancia
 Hasta donde creo, he dejado bien claro que es esta muñeca… por si no ha quedado claro… busquen en google la palabra “Dollfie” (creo que así se escribe) verán unas muñecas preciosas y articulables… en inicio, la idea surge de ahí y del videojuego “Mad Father” (del cual no hare spoilers) pero puedo asegurar que de ahí saque lo de que la muñeca nunca muera… lo demás, fueron cosas que se fueron juntando hasta volver a estas criaturas tan hermosas y perfectas como las NigroDoll ¬u¬
*Pff casi lo olvido… estaba explicando que son las NigroDoll… bueno, como decía, las NigroDoll son muñecas de porcelana creados a tamaño real, utiliza porcelana, huesos y carne del fallecido (estrictamente fallecido y la carne no es tan necesaria pero es bastante más útil) además de que encierra el alma dentro del contenedor (la muñeca)… al final, como el alma se queda encadenada al cadáver y porcelana (como el agua estancada) termina contaminándose y acaba volviéndose un demonio obligado por las cadenas a ser esclavo de su dueño (en este caso, de la persona que manda a hacer a la muñeca) esto, claramente te da un boleto directo al infierno y… para desgracia del muerto… al volverse un demonio, también él se va encadenado al infierno (además de que en busca de hacer pagar a su “dueño” por el pecado de traer a la vida a un muerto… se va con ellos al infierno para ahora hacerle pagar por sus pecados) (¿Ya ven porque dice la bruja que los de mente retorcida son lo mejor para ella?)
*Originalmente, a las originales y primeras NigroDoll (en todas en realidad) puedes elegirle la edad… si le envías una foto de como se veía la persona con cierta edad (obvio más joven que la actual) por ejemplo, de un adulto y lo quieres como un niño, le muestras la foto y la bruja lo hace con la forma y personalidad de un niño pequeño… o con la forma con la que muere (de adulto)… XD
*Ammm… originalmente, las NigroDoll ya existían (su concepto) ya lo había escrito previamente por un fanfic en el fandom de Inazuma eleven, el fanfic se llama “Doll” (joder, siempre olvido el nombre) y lo encuentran en mis usuarios de Mundo Yaoi y Amor Yaoi…
*El primer hechicero/brujo que creo a la primera NigroDoll es Shiro Fubuki (Del fandom de Inazuma) y hay una referencia más que clara a su historia cuando la bruja muestra el álbum y bueno… también hay un spoiler del final de la misma historia XP… pero no diré cual XD… aunque es obvio
*Amm… en principio, las NigroDoll tienen ciertas peculiaridades especiales mega gore (el fic es gore y lemon +18) y no sé hasta qué punto… algunos puntos los voy a cambiar, en principio porque quiero que se vea diferente, en segundo XD la historia la escribí hace como tres años atrás… no recuerdo bien como iba así que será como un reescribir con cosas nuevas XD… pero, si gustan saber de qué va el concepto de las NigroDoll… pueden verlo en ese fic… que, como vuelvo a decir, es gore, yandere y con un chingo de lemon ¬u¬…
 Errr… no sé si me estoy olvidado algo mas… pero bueno… si se me olvida, pues ya ni modo… a lo largo de la trama o en notas finales explico lo que haga falta (o en comentarios) XD… como sea
 ¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
 Pfff nadie debe de saberlo pero en teoría… la bruja es una idea de que quería que fuera mi oc de Lubay Nue la que lo recibiera… pero opte por cambiarla al final… aunque aún conserva algunos rasgos y características propias… ¬¬ lo único real que le cambie fueron las vestimentas (que poco importan) los ojos y el cabello… pero en teoría, podría decirse que soy yo XD hahahhaa ok… nadie vio esto ¬¬ shhhhhh
¿¿Les gustaría apoyarme con alguno de estos???
 Ko-fi 
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capreuchi · 4 years
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La Ratonera.
Finalmente, y luego de mucho tiempo, todas las invitaciones se habían entregado y la fiesta estaba lista para iniciar. Ignacio, un gato gris y largo con una mancha blanca rodeando su ojo izquierdo, lucía emocionado. Luego de años entre comerciales y pequeños acontecimientos, había conseguido el papel principal en una película. Lo mejor ¡Hollywood abría las puertas de los sueños para él! Así que, pidiendo ayuda de su manager, invitó a grandes estrellas del cine a su fiesta "La Ratonera", ubicada en un hotel para gatos que poseía de todos los placeres mundanos que se le podía pedir al mundo y a los humanos.
 Vestido de tela elegante, con bolas de estambre para afilar las garras en la entrada, dio la bienvenida a cada uno de los gatos que se presentó, muchos de ellos viniendo por la subida de fama de Ignacio, no tardaron en saludar.
 "Ignacio ¡Felicitaciones"
 "¡Azrael, muchas gracias! ¡Ven por aquí, prueba la cascada de atún!" anunciaba con ánimo, enseñando la nueva máquina que hacia caer manjares desde su parte más alta.
 Estrechó muchas almohadillas y repartió muchas mordidas, su felicidad sobrepasaba los límites de lo común, se podía ver en el continúo ronroneo que vibraba en su garganta y en el movimiento feroz y sensual de su cola.
 Por un lado, estaban las gatitas cotilleando y compartiendo pensamientos.
 Las tres gatas blancas miraban a Ignacio y reían entre ellas, compartiendo galletitas con sabor a carne y salsa, maullando a la par entre leves ronroneos coquetos.
 "Su pelaje es corto y brillante, y esa mancha en su ojo lo hace muy guapo" comentó Kitty, soltando un suspiro, pareciendo la más encantada con el gato gris.
 "¿Qué estás diciendo, tonta? ¿No ves que solo es un crío? A mí me encantaría, si tan solo tuviera unos años más..." Marie suspiró, moviendo su cola alrededor, soñando con un futuro Don Ignacio lleno de lujos y caballerosidad.
 La última gata negó y luego rodó sus bellos ojos azules. Se quedó en silencio antes de murmurar "En realidad, esa mancha es muy elegante... ¿No han visto a Doraemon por aquí?" Mimi apenas movió su boca para hablar, tocando sus bigotes con un deje de timidez.
 Tanto Kitty como Marie la miraron con reproche y decidió quedarse callada, suspirando. No quería que volvieran a regañarle por andar pensando en ese gato cósmico que desaparecía a cada rato y parecía consumir hierba gatuna en exceso, no era un buen gato.
 Aún así, su mirada corrió por toda la habitación, viendo a tantos gatos, colas, orejas, pelajes y colores que casi se mareó, pero, de repente, por el rabillo de su ojo vio algo curioso y se acercó con cautela, quedándose helada cuando lo miró mejor. Por la ventana de La Ratonera había una larga lemosina negra, su boca se secó y su cola se erizó en un instinto natural ante el peligro. Estiró su pata blanca y jaló casi a la fuerza de Marie, susurrando maullidos muy angustiados.
 "¡Marie, Maire! ¡Son Fígaro y el... Él! ¡Mira, han venido! ¡La fiesta ahora es todo un nido de leones, tenemos que irnos!" su aguda voz asustada en conjunto de sus pupilas negras y grandes alertaron a Marie, sintiendo que la cinta en su cuello le apretaba un poco, pero elevó su esbelta cabeza por la ventana solo para mirar y comprobar que Mimi se había equivocado de gatos.
 Pero, para su horrible sorpresa, no fue así.
 Retuvo un maullido feroz lleno de miedo cuando vio que de la lemosina no solo se bajaban Fígaro y Él ¡También bajó Baldomero sin pelaje alguno y las gatas siamesas, Si y Am! Sus garras se enterraron en el brazo de Marie y su corazón casi se salió cuando, por último, bajando con sus botas de cuero, su sombrero, sus ojos verdes y su pelaje naranjo, el Gato con Botas bajó y sonrió ¡Dios mío!
 Sus ojos se llenaron de corazones y Mimi tuvo que sostener a Marie, la cual se había perdido en sus propias fantasías gatunas por ver a tales estrellas llegar, Kitty, por otro lado, no se había enterado de nada así que en disculpas llevó a esta minina al baño.
 Mimi corrió entre los invitados con sus orejas bajas y antes de que los recién llegados tocaran la puerta logró dar con Ignacio, el cual conversaba animadamente con Orión y la Señora Norris. Estos gatos al notar el estado de la gatita se alarmaron, pero esperaron en silencio a que hablara para poder continuar.
 "¡Ignacio, todos los del Gaterío están aquí!"
 Como si hubiera anunciado el fin del mundo gatuno, toda la fiesta se detuvo. Por aquí y por allá gatos de varios colores se habían quedado pasmados al escuchar tal declaración y todo se fue a la caja de arena cuando en la entrada sonó la campanilla de llegada y el sonido rasgado del estambre siendo raspado.
 Para quienes no lo sabían, el Gaterío era un grupo de gatos de la más alta gama, el problema no era este ¡Es que estos gatos eran del tipo que meaban donde querían y se quedaban con todo! Sus territorios eran enormes, tal cual su fama, por lo que hacerlos enojar era, básicamente ¡Irse a la basura! Casi se les podía describir como una organización criminal cerrada que solo admitía a unos cuantos cada cierto tiempo, que hayan venido a la fiesta de Ignacio, sin aparente aviso, podía significar algo muy malo. El ojo estaba puesto en él ¡Estaba marcado!
 Y era solo el inicio de su carrera ¡Que pena!
 Ignacio, sin embargo, se quedó en silencio. Su postura era recta y firme, pero a pesar de mostrar tal rectitud y valor, su cola se agitaba violentamente, sin poder ocultarla, sus nervios y ansiedad estaba al máximo. Buscó a su manager por todas partes, pero no lo encontró.
 ¿Acaso este era su invitado sorpresa? ¿Este era su invitado especial? Sintió como si una bola de pelos se hubiera atorado en su garganta. No podía creerlo ¡Le dijo específicamente que no los invitara! Incluso su manager mismo le había dicho que sería una gran persona la que invitaría de sorpresa, en su mente pensó en Oliver o en Thackery Binx, el gato humano, pero ¡No! ¡Ninguno de ellos! ¡Había invitado al mismísimo Gaterío!
 Quiso controlar sus patas, pero, sinceramente, no pudo mantener sus orejas arriba y sus pupilas lentamente se estaban dilatando. El problema no era el Gaterío en si, era alguien dentro de este. Alguien que, desde hace mucho tiempo, había estado metido en su mente y era su gran aspiración. Sus bigotes temblaron y su corazón se disparó, casi trepó la pared cuando ante sus ojos apareció.
 Él, el Padrino, se quitó su sombrero de tela negra y sonrió con un aire frío en sus ojos amarillos vidriosos. Sus ojos cayeron directamente en la heterocromía de Ignacio y todo su estómago se revolvió, estuvo a punto de vomitar cinco bolas de pelo de golpe.
 El hecho es que cuando Ignacio era solo una cría, un pequeño gatito mamando la leche de su madre, en su antiguo hogar había un ambiente muy hostil, por lo que siempre se escuchaban gritos y veían películas de esta índole. Un día, cuando Ignacio ya estaba un poco más grande, a punto de cumplir el año, ante sus ojos apareció la icónica escena de una película con un hombre sentado detrás de un escritorio, tenía el cabello lleno de canas y una expresión muy oscura, incluso más que las de sus propios humanos. Para cuando se dio cuenta, el hombre sostenía un gato en sus brazos y lo acariciaba con sumo cariño y atención. Ignacio no pudo ver más al viejo hombre y quedó anonadado por tal poder ¡Imagina, dominar a un humano tan peligroso y tenerlo comiendo de tu mano de esa forma! Su alma abandonó su cuerpo y regresó solo para maullarle a su madre que sería un actor y conocería al Padrino. Cuando creció hizo todo lo posible para hacer su sueño realidad y finalmente estaba aquí, pero un sentimiento extraño no dejaba de recorrer su pelaje y erizar cada vello. Su astucia siempre fue recompensada, la razón por la que había obtenido el papel principal en una película no era porque fuera lindo, fue por el esfuerzo que puso, los amigos que creó y los gatos en los que confió. Ignacio se adelantó y su voz salió en un melodioso maullido lleno de gusto al verle, invitándole a pasar y servirse de la más exquisita leche, pero, para su sorpresa, el gato atigrado entre colores grises y blancos negó con un maullido grave, casi amistoso, pero muy lejos de serlo. “Yo he venido aquí para llevármelo, Ignacio” Y su sangre se congeló. El silencio volvió a formarse alrededor, todos comenzaron a comentar. ¿Llevárselo? ¿Llevárselo a dónde? Una escena como esta en su fiesta de celebración jamás sería olvidada y es posible que él mismo jamás fuera capaz de olvidar. Cuando estuvo a punto de reprochar y preguntar, millones de vidrios sonaron quebrados y provocaron el dolor en los oídos de los gatos, Ignacio levantó la cabeza para mirar y agentes de la Élite de la Policía Perruna habían invadido el lugar, No tenía ningún sentido. Ignacio quedó sin habla viendo como Gran Daneses y Pastores Alemanes perseguían a los gatos y en su más puro instinto todos salían corriendo, trepando las paredes y escapando como demonios enloquecidos, ni siquiera por haber hecho algo malo ¡Es porque veían sus colmillos y hasta sus bigotes se crispaban para escapar! Mimi, quien nunca se movió del lado de Ignacio, había quedado paralizada cuando su pata fue sujetada por otra y pronto vio el extraño pelaje de un gato celeste, estuvo a punto de alegrarse cuando la expresión de este fue ansiedad pura y la jaló con rapidez para sacarla por una ventana. Por otro lado, muchos gatos habían estado huyendo, Ignacio logró ver cómo Lucifer arrastraba a Kitty al segundo piso para escapar por los techos y también vislumbró al Gato con Botas correr escaleras abajo con Marie, utilizando los dotes de pelea que aprendió grabando Sherk, corriendo junto a la gata y escapando en un parpadeo. El gato gris nunca lo notó, pero los perros habían atrapado a muchos gatos y estaban a punto de capturarlo como principal sospechoso desde la espalda, su instinto tensó todos sus músculos, a punto de saltar y esquivar, su corazón latió desbocado y para su mayor sorpresa, el Padrino lo sujetó y lo jaló por la entrada principal, la lemosina que antes había estado ahí desapareció por una camioneta sin matricula y ambos saltaron sobre esta, siendo ayudados de sus instintos de supervivencia para escapar a los techos. Muchos gruñidos se escuchaban y la redada aún no terminaba, pero Ignacio no podía entender absolutamente nada. Sus ilusiones estaban destrozadas ¿Por qué había ocurrido esto? ¿Qué gatos había pasado? El Padrino respondió a todas las dudas que surcaron su mente. “¿Tu amigo no te contó esto?” Ignacio lo miró con una expresión en blanco, tan elegante como se veía, el Padrino se sintió a gusto con su rostro. “Pequeño retoño ¿No sabías que tu fiesta era para compartir un cargamento de Drucats?” Estaba seguro que pronto todo su pelaje se pondría blanco de la impresión. Drucats era la tan bárbara forma de llamar a las drogas para gatos, hierba gatuna y otras sustancias. Ignacio se sentó en el techo, sus orejas seguían abajo y sus pupilas estaban tan dilatadas que perdían sus iris, toda su cola estaba erizada. ¿Habían utilizado su celebración para vender droga? ¿Y el hotel? Su manager lo había reservado, había comprado todos los productos, había hablado con todos los mininos, no entendía. No podía entender. Su mente estaba confundida, todavía era un ingenuo gato de callejón. Su manager… Solo estuvo en el hotel antes de la fiesta, pensó que estaba nervioso, pero ¿Había planeado esto? No se mostró en toda la tarde, incluso llegando la noche no mostró presencia. Con esto, su carrera se podía dar por terminada. Todos sus sueños se podían considerar comidos por los peces, todas sus ilusiones se podían considerar arañadas y destruidas. Si salía ahora a intentar algo, es posible que no resultara bien. Incluso con toda la conmoción, olvidó que uno de los gatos con peor reputación estaba sentado junto a él, mirándolo atento. Ignacio salió de su vida destruida y comenzó a meditar toda la situación. Acababa de haber una redada de la policía en su hotel debido a que, según el Padrino, había una entrega de droga. Todos los gatos invitados lo odiarían, había acabado con todas sus carreras. Había acabado con todos sus sueños, todo se había ido al arenero. El gato que organizó su fiesta y lo ayudó era su manager, y era el único gato que no estaba presente, incluso invitó a quién le dijo que no invitara. Su manager, el gato que siempre actuaba tan amargado, de repente lucía tan contento y ronroneante en el día de su fiesta de celebración. Ignacio era ignorante, pero muy astuto e inteligente, por eso, intentando presionar todos los males que se le venían encima, le preguntó directamente a su mayor ídolo por qué había ido a esa fiesta. El Padrino, con la cautela que lo seguía, habiendo actuado para mafiosos y también siendo adoptado por estos, volvió a pronunciar lo que hace un rato había dicho. “Yo he venido aquí para llevármelo.” Pronunció, la r temblando entre sus colmillos. “Su amigo, Gino, me ha dicho que usted es el pago por la hierba y la película. Imagino que tampoco sabía esto ¿Cierto?” Terminó.
“De hecho, es un excelente pago. Realmente es un pelaje poco habitual el suyo.” Finalmente, Ignacio vomitó dos bolas de pelo con mucho esfuerzo. Gino era el nombre de su manager. Sus ojos, uno amarillo y otro azul, se volvieron hasta ver al gato de colores grisáceos con unos años encima. Su mayor ídolo, su amor platónico desde niño ¿Es que en realidad se había metido en una película de gánster y no sabía que estaban grabando? No pudo decir nada cuando una caricia llegó a su peluda mejilla y se le cortó el aire. Ni siquiera tenía estas preferencias, su mente estaba en blanco. Bajo la luna blanca y la noche azul, dos gatos aullaron al silencio, los humanos no entendían nada de esta locura, imaginando que era la época del celo, lo dejaron pasar. Por otro lado, los perros comenzaron a ladrar y otra larga persecución comenzó. ¿Había tomado la mano del diablo por equivocación? ___________________________________________ .                        @𝐨𝐦𝐢𝐭𝐬𝐚—𝐢𝐭𝐬𝐞𝐬𝐢                            (        我们        )                                ────────────                 +  𝐶𝑂𝑁𝑆𝐼𝐺𝑁𝐴 𝐷𝐸 𝑇𝐸𝑀𝐴́𝑇𝐼𝐶𝐴                       𝐼𝑛𝑑𝑖𝑣𝑖𝑑𝑢𝑎𝑙: 𝟤𝟢𝟢 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠.                        𝐷𝑢́𝑜𝑠: 𝟥𝟢𝟢 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠.                                         ( 𝙻𝚊 𝚏𝚒𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝙸𝚐𝚗𝚊𝚌𝚒𝚘 )
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dcntvc · 4 years
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&. &. BÁSICO
x. Nombre completo: Giovanni Caruso. x. Edad y cumpleaños: 41 años. 6 de diciembre.  x. Sexualidad: Heterosexual usualmente x. Lugar de nacimiento / ciudad natal: Sicilia, Italia.  x. Ciudad dónde reside: Nueva York, Estados Unidos. x. Ocupación y estabilidad en ésta: Dueño de un bar.  x. Estudios ( universitarios, lenguajes, conocimientos ): Preparatoria y escuela de policías. No hizo estudios universitarios. Habla italiano e inglés. 
&. &. RELACIONES
x. Padre / tutor legal ( nombre, edad, profesión, fc imaginado -opcional-):  Giuseppe Caruso. Finado. Alain Delon.  x. Madre / tutor legal ( nombre, edad, profesión, fc imaginado -opcional-):  Annalisa Bortolini-Caruso. 63 años. Dueña de una panadería. Laura Morante.  x. Hermanos/Hermanas: Un hermano menor. Finado.  x. ¿Dónde se encuentra su familia, está muy unido a ellos?: Su madre vive en Houston, Texas. No la ve desde que lo despidieron de la NYPD y el divorcio con su esposa.  x. Amigos/as / Mejor amigo/a: No se considera una persona de amigos, no realmente, pero lo más cercano a uno fue su compañera de trabajo cuando era detective.  x. Pareja / Antigua pareja:  Teressa Lyon es el nombre de su ex-esposa. Ella trabajaba como recepcionista en una oficina. Tiene 36 años. Tessa Thompson.  x. Mascota actual / Mascotas antiguas: Ninguna. No es de animales.
&. &. ASPECTO
x. Altura: 1.96m x. Cabello ( color, peinado… puede adjuntarse una imagen ): Negro, pintado con algunas canas blancas que ya comienzan a lucir. No lo lleva ni corto ni muy largo, usualmente lo peina hacia arriba para que no le caiga a los ojos.  x. Color de ojos: Marrones.  x. Forma de vestir habitual ( puede adjuntarse una imagen ): Unos pantalones y camisa es lo usual, no se ralla mucho a la hora de vestirse.  x. Tatuajes / pircings: Ninguno.  x. Otros distintivos: Tiene un montón de cicatrices por el cuerpo, la más notoria es la que le dejó una bala en uno de los costados. 
&. &. HOGAR
x. Dónde se sitúa ( barrio de la ciudad ): Brooklyn Heights, Boerum Hill & Dumbo. x. Aspecto ( puede adjuntarse fotografías del exterior y el interior -opcional- ): Un apartamento de tamaño medio con un montón de espacios vacíos, pero con todo lo necesario para la supervivencia de un mayor de edad.  x. Si vive solx o acompañadx: Vive solo. x. Lugar favorito de la ciudad dónde reside: Su bar.  x. Sitios que frecuenta: Realmente no va a muchos lugares... De casa al bar y luego de regreso. 
&. &. GUSTOS
x. Color favorito: Gris. x. Un libro: Red War. x. Una película: Dunkirk. x. Una canción (que lo represente): Margot and the Nuclear So and So's - Broad Ripple is Burning x. Una canción (su favorita): Losing my religion - R.E.M x. Hobbies: Atender el bar. x. Su comida favorita: Las hamburguesas. x. Su momento del día: La madrugada. x. Una frase que lx indentifica: “I do not wish either to be ruler or ruled.”
&. &. CLAN
x. Clan al que pertenece: Kalpa. x. Padre/Madre del clan: Jane Bates. x. Habilidades que aporta: condición física, resistencia al dolor y conocimiento al manejo de armas. x. ¿Cómo se sentía al inicio de las conexiones…? ¿Fue bien acogida su naturaleza?: no le gustó para nada lo que aquello implicaba, lo forzado que se sentía por que algo o alguien le importara.  x. ¿Cómo se siente ahora al respecto?: completamente igual, pero ha aprendido a lidiar un poco mejor con ello.  x. ¿Hay alguien a quién se sienta más cercanx?: no de forma particular, realmente a los que quedan les tiene un aprecio... particular del cual nunca hablará.
&. &. PASADO
x. Recuerdo más entrañable: Tiene un recuerdo en especial donde su madre le estaba enseñando a él y su hermanito a hacer pan. No es algo que suela frecuentar mucho en su mente, pero de vez en cuando vuelve y casi consigue hacerlo sonreír. x. Recuerdo más triste / impactante: De esos sobran, pero uno en específico es cuando su hermanito enfermó. Jax seguía siendo pequeño para entenderlo del todo, pero creció con ese dolorcito. x. Momento que lo cambió ( para bien o para mal ): Trabajar para la policía fue difícil, pero cuando realmente se dio cuenta de lo jodido que estaba el mundo fue siendo detective. El caso que más lo marcó fue el de una señora que ahogó a su propio niño.  x. Una persona que influenció en su pasado: Su esposa, por mucho tiempo trató de sostenerse a su cordura y bienestar por ella.  x. En cómo ha cambiado su vida desde que descubrió que es un sensate: Le gusta decir que se la dificultó todavía más, pero sí que ha recibido ayuda de sus compañeros... Como Valeska, para cerrar algunos tratos importantes.
&. &. FUTURO
x. En qué ocupación se ve: Retirado. x. En dónde se ve residiendo: La misma casa, más arreglos. x. …¿Y con quién? ¿Solx, en pareja, familia…?: Solo. x. ¿Se ve con descendencia?: No voluntaria. x. Su objetivo de cara al futuro: Morirse antes de que le deje de funcionar.
x. ¿Cómo visualizas tú, su user, su futuro?: La verdad es que lo veo muerto, pero espero que sea un hombrecito más feliz antes de eso. x. ¿Qué trama te gustaría desarrollar en el futuro?: Que encuentre un punto medio entre sus adicciones y las cosas que lo rodean y que se le vaya un poco la apatía. 
&. &. OTROS
x. Su mayor miedo: No tiene miedos. eso dice x. Opinión sobre Whispers o sobre los bandos formados: Siente un odio demasiado personal por las pérdidas del clan. x. Adicciones: Alcohol, drogas. 
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