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#cómo se puede estar cuando no hay nada más que la niebla de los cigarrillos
bichiitofeo · 9 months
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Cómo se puede estar cuando no hay nada más que la niebla de los cigarrillos?
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carlos-charly · 3 years
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AQUÍ ALEJANDRA
Bicho aquí, aquí contra esto, pegada a las palabras te reclamo. Ya es la noche, vení, no hay nadie en casa Salvo que ya están todas como vos, como ves, intercesoras, llueve en la rue de l'Eperon y Janis Joplin. Alejandra, mi bicho, vení a estas líneas, a este papel de arroz dale abad a la zorra, a este fieltro que juega con tu pelo
(Amabas, esas cosas nimias aboli bibelot d'inanité sonore las gomas y los sobres una papelería de juguete el estuche de lápices los cuadernos rayados)
Vení, quedate. tomá este trago, llueve, te mojarás en la rue Dauphine, no hay nadie en los cafés repletos, no te miento, no hay nadie. Ya sé, es difícil, es tan difícil encontrarse este vaso es difícil, este fósforo. y no te gusta verme en lo que es mío, en mi ropa en mis libros y no te gusta esta predilección por Gerry Mulligan, quisieras insultarme sin que duela decir cómo estás vivo, cómo se puede estar cuando no hay nada más que la niebla de los cigarrillos, como vivís, de qué manera abrís los ojos cada día No puede ser, decís, no puede ser.
Bicho, de acuerdo, vaya si sé pero es así, Alejandra, acurrúcate aquí, bebé conmigo, mirá, las he llamado, vendrán seguro las intercesoras, el party para vos, la fiesta entera, Erszebet, Karen Blixen ya van cayendo, saben que es nuestra noche, con el pelo mojado suben los cuatro pisos, y las viejas de los departamentos las espían Leonora Carrington, mirala, Unica Zorn con un murciélago Clarice Lispector, agua viva, burbujas deslizándose desnudas frotándose a la luz, Remedios Varo con un reloj de arena donde se agita un láser y la chica uruguaya que fue buena con vos sin que jamás supieras su verdadero nombre, qué rejunta, qué húmedo ajedrez, qué maison close de telarañas, de Thelonious, que larga hermosa puede ser la noche con vos y Joni Mitchell con vos y Hélène Martin con las intercesoras animula el tabaco vagula Anaïs Nin blandula vodka tónic
No te vayas, ausente, no te vayas, jugaremos, verás, ya verás, ya están llegando con Ezra Pound y marihuana con los sobres de sopa y un pescado que sobrenadará olvidado, eso es seguro, en una palangana con esponjas entre supositorios y jamás contestados telegramas. Olga es un árbol de humo, cómo fuma esa morocha herida de petreles, y Natalía Ginzburg, que desteje el ramo de gladiolos que no trajo. ¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch, Max Roach, Silvina Ocampo, alguien en la cocina hace café su culebra contando dos terrones un beso Léo Ferré No pienses más en las ventanas el detrás el afuera Llueve en Rangoon --- Y qué. Aquí los juegos. El murmullo (Consonantes de pájaro vocales de heliotropo) Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera y no llueve en Rangoon. Aquí los juegos.
                                                                             JULIO CORTÁZAR
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Puesto que el Hades no existe,
seguramente estás allí,
último hotel, último sueño,
pasajera obstinada de la ausencia.
Sin equipajes ni papeles,
dando por óbolo un cuaderno
o un lápiz de color.
-Acéptalos, barquero: nadie pagó más caro
el ingreso a los Grandes Transparentes,
al jardín donde Alicia la esperaba.
                                                                         JULIO CORTÁZAR
Poemas de Julio Cortázar ante la partida de Alejandra Pizarnik.
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bungounofansub · 5 years
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Traducción Bungō Stray Dogs BEAST.
| EDITADO |
**Nota de autor**
La traducción no tiene un horario fijo, podría publicarse los domingos, los lunes o cualquier día de la semana que yo encuentre libre en mi agenda.
Por favor, no re-subir la traducción.
Si comparten, den créditos o me voy a ver en la necesidad de reportar las re-publicaciones que no tengan los créditos correspondientes a Bungō no fansub.
¿Cómo obtener permiso para re-subir traducción? Mandar mensaje al blog, se te dará una plantilla con los créditos al blog.
**Notas de autor**
Novela: Bungō Stray Dogs BEAST: Akutagawa White, Atsushi Black.
Autor: Asagiri Kafka
Ilustración: Harukawa 35
Traducción del japonés al español: Bungō no fansub (https://www.tumblr.com/blog/bungounofansub)
Página de facebook: Bungou no fansub.
**Nota de autor**
Se utilizara la misma imagen adjunta para todos los capítulos traducidos.
Para encontrar con más facilidad los capítulos si llegas a perderte, utiliza la etiqueta #bsdbestau seguido del capítulo que quieres leer.
Ejemplo: #bsdbestaucap1.
**Nota de autor**
Capítulo 0. Prólogo.Un adolescente corre en la noche.
El sudor rodó por sus mejillas, su aliento caliente le quemó la garganta y los pulmones. Sus ojos mostraban hambre y agotamiento, no era extraño que de repente se derrumbara, pero no le importó.
Señaló un circuito que avanzaba, pasos y pasos, a la velocidad más rápida posible, hasta el punto en que sintió que se le rompían las extremidades.
Porque para este chico llamado "Akutagawa Ryuunosuke", no había tiempo.
Akutagawa pensó, seguramente al correr por este camino, la muerte lo esperaba.
Akutagawa es uno de los huérfanos, sin padre ni madre, que viven en el camino que conduce a los barrios pobres.
Vivió con unos ocho niños en la misma situación. Los niños de la misma edad a menudo hablaban en susurro mal de él, decían que Akutagawa era "un niño sin emociones".
Incluso si tenía que dormir en el suelo duro y frío, las pocas veces en que lo trataban bien, o cuando un adulto lo golpeaba tan fuerte que no podía levantarse, todavía no mostraba ninguna emoción. Solo se podían ver ojos oscuros e interminables, mirando a la nada. Mirando su expresión, muchos adultos rumorearon que "ese niño malvado no tiene corazón".
El niño Akutagawa no tenía ese corazón, en cambio poseía una habilidad extraña.
La ropa en su cuerpo podría cambiar de forma. Él podría controlarlos para que se conviertan en corbatas, o cuchillas afiladas de acuerdo con su voluntad. "La capacidad de manipular el uso de ropa": ese es el poder divino de Akutagawa.
Aun así, esta es la ciudad diabólica de Yokohama. ¿Dónde puedes comprar armas ilegales y granadas de mano tan fácil como comprar una manzana? Así que la capacidad de transformar la manga en una pequeña cuchilla no es aún más formidable que los trucos de magia, lo que es malditamente sorprendente. Los adultos que sabían sobre las habilidades de Akutagawa a menudo se burlaban.
Sin embargo, sus amigos no lo creían. Ocho niños que viven con él sabían que nunca deberían desafiar a Akutagawa.
Un niño sucio envuelto alrededor de su cuerpo con ropa rasgada. El niño sin ojos de emoción, no tenía intenciones asesinas, se acercó y cortó el cuello de personas engreídas porque tenía armas, convirtiéndolas fácilmente en cadáveres. No solo una vez a los hombres que querían robar la ropa de los niños les cortaron las muñecas con la cuchilla del atuendo de Akutagawa.
Sin decir una palabra, sin un rayo de emoción, desgarró al enemigo, sin perdonar a nadie que violara su territorio. Así que fue apodado "El perro loco que no ladra". No hubo ningún gruñido de advertencia o sonido de advertencia, hasta que el enemigo se dio cuenta de que le habían mordido la garganta. En comparación con los ladridos de perros salvajes, Akutagawa es mucho más aterrador. Con evasión y terror, todos le pusieron un apodo como ese.
Pero de todos modos, el chico todavía era un adolescente. Y más que eso, él vivía en los barrios pobres sin suficiente comida, todas las noches eran mordidos por el viento de la noche afuera. Como si se emparejara con un cuerpo débil desde el nacimiento, el adolescente Akutagawa se hizo delgado y bajo. La situación de otros ocho niños que viven juntos es tan miserable como él.
Así que confían y se protegen mutuamente.
Sin embargo, hasta ahora, eso ya no era importante.
Porque todos los niños son asesinados ahora.
Akutagawa sabía quién había bajado. Eran una organización armada a pequeña escala, que se desplazaba desde el oeste a este barrio bajo... Aunque se llamaban organizaciones armadas, en realidad eran solo un grupo de piratas ilegales, a menudo dando vueltas en puertos y barrios marginales, atacando a barcos de carga no tripulados. Son recién llegados a esta región, pero han firmado un convenio y se han convertido en una organización dependiente, que opera bajo el control de la organización ilegal Port Mafia.
Seguramente nadie se atrevió a oponerse a la organización Port Mafia, los gobernantes de esta oscuridad de Yokohama.
Un amigo de Akutagawa escuchó accidentalmente la hora y el lugar del comercio ilegal de delincuentes.
Temerosos de ser informados por las autoridades, encontraron el escondite de Akutagawa y los niños en los barrios pobres. Y luego, mataron a todos.
Gracias a la ayuda de su hermana, Akutagawa escapó, pero aún estaba gravemente herido. Normalmente necesitaba un mes entero de retiro para curar sus heridas, pero... las pisadas que corrían por la oscuridad de Akutagawa aún eran claras.
Los niños tienen una regla, que dice "si los cómplices están heridos, todos los miembros restantes harán que el enemigo pague caro". Es una estrategia de defensa con todo el poder que tienen los niños, para que puedan sobrevivir en esta situación opresiva y explotadora.
Pero esa no fue la única razón por la que los pasos de Akutagawa fueron tan rápidos.
Finalmente agarró algo.
Quemó los cinco órganos, causando que su cabello se elevara hacia arriba, una fuerte emoción en erupción como si fuera a desgarrar la garganta.
Es odio.
Desde el nacimiento de este grito hasta ahora, por primera vez, Akutagawa tocó una emoción tan clara.
Incluso si sabes que el frente es un infierno, en Akutagawa todavía hay una sensación de ardor.
Sin un desconcierto, como una navaja de deseo que perfora la garganta del enemigo, controlada por el odio.
"Finalmente tengo odio. No soy un perro, ni un animal. Soy una persona emocional. Si es así, solo queda una cosa por hacer... la venganza".
Puedes adivinar donde aparecerá el enemigo. Así es como los delincuentes realizarán transacciones.
Akutagawa corrió por el bosque salvaje. Solo la niebla gris plateada y el silbato del tren distante hicieron eco con el chico.
Él no tiene miedo de morir.
Porque piensa, quizás que el infierno es mejor que este mundo.
Tampoco temía el dolor de la muerte.
Porque el dolor de estar comprimido a infinito es continuar viviendo cada día como siempre.
Todos los días,  no hay comida, y las malezas deben combatirse unas contra otras y tragarse.
Diariamente, una mañana nevada, se despertó y vio a sus amigos del otro lado durmiendo pacíficamente, sin poder despedirse con una palabra, habían convertido en un cadáver.
Si, esta vida es así. Si, la continuación de la vida es ahora la compensación del destino.
Si ese es el caso, tienes que vengarte.
Ante el testimonio del rey en el infierno, mataría a todos los enemigos, para consolar los restos poéticos de los niños.
Lo que Akutagawa puede hacer, es usar toda su fuerza para vengarse.
La razón por la que estaba vivo ahora era para vengarse.
Y el adolescente llegó al lugar.
En la niebla, algunas llamas rojas se hicieron presentes. Esa es la luz del cigarrillo que los delincuentes están fumando.
Ellos son...
Hay seis nombres. Todos armados con ametralladoras pequeñas. Como todavía no era el momento de comerciar, sus miradas aún estaban relajadas.
Escondiéndose en la jungla, Akutagawa miró de cerca el rostro del enemigo. Son criminales expertos que están acostumbrados a robar a otros. Un niño no puede darse el lujo de enfrentar a estos seis chicos.
“Pero, ¿quiénes son los seis tipos?” Pensó Akutagawa.
En este momento él llevaba la muerte de ocho niños, por lo que no tenía sentido que perdiera debido a los números abrumadores.
Akutagawa abrió la solapa, mirando la gasa envuelta en su costado. Fue una herida de bala que se disparó cuando huyó del ataque del enemigo. Cogió la gasa y metió la mano en la herida. La herida estaba desgarrada, empapada de sangre fresca.
"Uh..."
Akutagawa hizo una mueca de dolor, llenando la cara con sangre fresca. Parecer que estaba gravemente herido.
Y corrió hacia adelante.
"Rescateme... por favor, sálvame" el tembloroso sonido de Akutagawa hizo eco en todo el bosque. "Fui atacado por dos hombres con armas..."
Seis criminales miraron hacia atrás.
Desde el interior del bosque, un adolescente abrazó su pecho, arrastró sus pies en el suelo, hacia ellos. La luz de la luna brillaba profundamente en su rostro con sangre fresca, un aliento caótico.
"¿Qué es eso, mocoso?"
"¿Qué estás haciendo aquí solo a esta hora?"
"En el otro lado, dos tipos enmascarados... atacaron un auto... era un auto del gobierno..." La voz de Akutagawa era tan débil como un animal pequeño. "Los he visto matar escoltas y robar dinero... Así que me están atrapando... para silenciar la pista... "
"Jaja... ¿Cuál es la conclusión? ¿Eres el testigo del robo? Esta área nunca va a terminar con cualquier desastre”. Un criminal levantó el arma y dijo. "Eres tan patético, amigo. Pero si yo fuera los bandidos, no podría dormir. Muere, bendice tu vida, está bien".
"Entonces, no tienes que tener tanta prisa. ¿Esta es una buena oportunidad. ¿No es así?”
"¿Que?"
“Los vehículos que llevan dinero del gobierno llevan cada uno cientos de millones para ajustar la cantidad de papel moneda que circula en el país. Si lo tomamos, es una palabra grande".
"¿Eh? Entonces, ¿quieres decir... tenemos que proteger a este niño?
"No. Sólo por dinero. Piénsalo, robar dinero del gobierno es problemático. El ejército, la policía de la ciudad, la inspección del Departamento de Finanzas y luego los cadáveres investigados por el banco estatal... la multitud estaba atestada como un grupo de insectos, la cara perdida, la mayoría estarán locamente persiguiendo a los ladrones del dinero. Pero el objeto perseguido por ellos era la pandilla de dos bandidos, porque no tenía nada que ver con nosotros. Seguramente estaremos fuera del ámbito de investigación. Tan solo sentarse y comer tazón de oro fresco** solamente. Además, solo tienen dos personas, y nuestro grupo tiene seis. Querer robar dinero de sus manos es tan fácil como parece".
Los seis criminales se miran.
"Todavía no es el momento de entregar la mercancía".
"... tratarlos?"
"Esto es tan repentino, todavía no he preparado nada".
"100 millones, 100 millones. Es demasiado ignorarlo. ¿O tienes miedo de los grifos?
"No es eso otra vez. Lo que es más, ¿cómo robar dinero del gobierno y provocar a la Port Mafia?”
"Someter una parte a ellos los callará. Qué, no, acordamos decir algo así como "salvar a un niño agredido" o algo. La mitad es verdad. Aunque no lo protejamos hasta el final”.
El criminal sonrió, el cañón del arma tembló ligeramente, apuntando a Akutagawa.
“Mataré a este pequeño individuo para bloquear la pista...” los chicos entendieron las intenciones del hombre de sus ojos, riéndose irónicamente.
"Joven, cuéntame sobre el aspecto de esos dos. ¿Sabes qué armas traen consigo?”
Akutagawa negó con la cabeza. "No sé mucho sobre el arma, pero recogí una bala que dispararon".
"Eso está bien. Es decir, usan pistolas. Dame eso".
"Aquí..."
Akutagawa se acercó a un criminal, levantando sus palmas para mostrarle.
Para ver claramente la bala en la penumbra de la luna, el hombre se agachó e inclinó la cara hacia la mano de Akutagawa.
El sonido desgarró el viento.
La garganta del hombre fue interrumpida. Sangre fresca salpicada.
En su rostro todavía parecía sospechoso. La manga de Akutagawa se convirtió en una cuchilla, cortandole rápidamente la garganta... Antes de darse cuenta de eso, el hombre había perdido la vida.
"Que..."
La gente todavía no podía explicar la situación en este momento...
Akutagawa levantó su cuerpo, la hoja se enchufó en el hueco de la armadura a prueba de balas, perforó el estómago de otro criminal cercano. La hoja de la superpotencia se amplifica en el cuerpo, aplastando los órganos del hombre.
Akutagawa sacó su cuchillo. Desde la boca herida, hasta sangre fresca y órganos internos salpicados. El hombre se derrumbó.
"Ustedes..."
El primero es consciente de la situación y levanta la ametralladora.
Dos pasos mucho más allá del rango de alcance de Akutagawa.
El cuerpo de Akutagawa se inclinó hacia delante. Se derrumbó en el suelo, cortando el tobillo del hombre ante sus ojos, la hoja estaba afilada como si cortara la hierba. Los que fueron cortados con dos tobillos aullaron y cayeron. Sangre fresca brotó de la superficie cortada que manchaba la cara de Akutagawa.
...Hay tres nombres.
“¡Este mocoso es un monstruo! ¡¡Dispara, dispara a matarlo!!
Los tres hombres levantaron simultáneamente sus ametralladoras para disparar. Akutagawa cayó al suelo, escondiéndose detrás del cadáver de un hombre cercano. Su cuerpo rebotó a causa de las balas.
Derrotó a tres nombres. Pero a partir de ahora es muy difícil. Era imposible volver a atacarlos de repente. Desde esta distancia, oponiéndose a tres usuarios de armas, uno que solo podía pelear a corta distancia Akutagawa no tenía ninguna posibilidad de ganar.
Sin embargo, Akutagawa no se sonrojó debido al pánico o al miedo. Los ojos del "perro sin corazón" en cualquier situación están siempre quietos. Si pudiera tener cierta emoción, seguramente se sentiría emocionado. Finalmente derrotó a tres tipos. Acompañando el camino al infierno, ¿cuántas almas crueles lo merecerán? ¿Tres nombres? ¿O son las cuatro?
...Por supuesto, cuanto son mucho mejor.
Akutagawa miró el cadáver que estaba escondiendo. En su bolsillo, hay dos granadas.
Controlaba su ropa, sacando dos granadas del cadáver. Quito el seguro, lanzando simultáneamente ambas frutas.
La fuerza destructiva presionó hacia atrás, soplando al hombre lejos. Fragmentos de carne aplastada se dispersan, volando hacia la parte superior del árbol.
Los otros dos hombres estaban aterrorizados por la lluvia de carne cortada, escondiéndose apresuradamente detrás del árbol.
"¡¿Qu... qué demonios es este mocoso?!" Gritó el hombre. "¡Es una locura! Está solo... ¿Quién se cree que es?"
"¿Qué demonios soy... ah?" Akutagawa se puso de pie. "En este momento, te enseñaré".
Y se apresuró.
Akutagawa corrió tan rápido como si no sintiera ningún dolor. La velocidad de alguien que no se preocupa por su vida, a pesar de que sus músculos están desgarrados y sus huesos están rotos.
Los criminales lo atacaron con una serie de armas. La bala perforó el hombro izquierdo de Akutagawa con la velocidad del sonido. La sangre goteaba y goteaba. Pero la velocidad de Akutagawa no cambió.
Pateó el suelo, saltando en el aire. Y luego dobló su cuerpo, mordiendo el cuello del hombre.
Akutagawa controlaba la ropa, arreglando el cuerpo del hombre para que no pudiera escapar. Los colmillos del perro se clavaron profundamente en su cuello, movilizando toda su fuerza física, aplastando la arteria del hombre.
"¡¡Ahhh!!"
Desde la parte posterior del cuello del hombre, sangre fresca rociaba. Akutagawa le dio una patada en el pecho, saltando. Sus labios y dientes estaban cubiertos de sangre fresca y rastros, él acaba de aterrizar.
Akutagawa se puso de pie, escupiendo bruscamente la sangre en su boca mientras hablaba.
"La última vez que mordí carne fresca... ya han pasado muchos años".
La sangre fresca teñía las comisuras de su boca, como si representara una sonrisa malvada.
El perro rabioso no ladra. La bestia malvada no tiene corazón.
Era la forma que se iluminó bajo la luz de la luna, causando que sus amigos se aterrorizaran y terminaran llamándolo bestia.
Luego miró hacia atrás, miró al enemigo y le dijo.
"Hay otro nombre"
"Uh..."
El criminal finalmente gritó como para romper su garganta. Levantó la ametralladora con manos temblorosas, disparó sin rumbo al objetivo.
Akutagawa caminaba bajo la lluvia de balas. Con ojos de bestia mortal, colmillos de sangre roja opaca. La bala rozó el anillo de la oreja, perforando el vestido. Aun así, todavía no tenía ninguna expresión. Hombro, lóbulo de la oreja, costillas rotas. Aun así, las piernas que caminaban todavía no paraban.
"¡¡No vengas aquí, no vengas aquí, no vengas aquí!!"
Una bala golpeó el muslo de Akutagawa. Como si perdiera la fuerza para caminar, de repente cayó hacia adelante. Akutagawa se arrodilló, otra ronda de balas cayó.
Todas las balas en la ametralladora se agotaron, las voces de la pistola sonaron. Sin embargo el hombre todavía apretaba el gatillo incesantemente.
Habiendo matado a estos criminales, vengando a los niños, la visión de Akutagawa era borrosa, sonriendo con satisfacción...
De todas las heridas en el cuerpo, la sangre caliente fluyó hacia abajo.
No más movimiento.
"Tsk... muerto... ¿muerto?"
El criminal miró a Akutagawa con ojos increíbles.
Caminó nerviosamente hacia el cuerpo de Akutagawa. Patada en el hombro. No se mueve.
Patada en la cabeza. No hay reacción. 
Patada en la mano.
Los tobillos son rasgados por las garras de la bestia.
"Pensé que era suficiente para matarlo, pero... quiero un poco más" Akutagawa yacía en el suelo, riéndose tristemente del hombre. "Debí haber traído las almas de los seis hombres".
La hoja de la ropa de Akutagawa apuñaló sus tobillos.
La hoja perforó la carne, perforando profundamente el hueso. La ropa de Akutagawa, como una sierra feroz, se dio la vuelta en la espinilla del criminal, aplastando los vasos sanguíneos, los nervios que estaba rompiendo. 
De la garra de Akutagawa, la carne picada cayó, el hombre aulló de dolor.
Akutagawa agarró la pierna del hombre, extendiendo el alcance del corte. El hombre gritó de dolor, sangró y babeó, pero Akutagawa no lo soltó.
La carne de la pierna estaba destrozada; de la rodilla hacia abajo completamente destruida, el criminal se retorcía, gritaba como un silbato y luego llegó su destino. Debido al terrible dolor, sus nervios se sacudieron fuertemente, sus vasos sanguíneos se amplificaron demasiado y explotaron, murió de shock.
Después de confirmar que el último hombre murió, Akutagawa soltó su mano y se desplomó en el suelo.
Delante de sus ojos había una estrella fría. En medio del bosque, tranquilo como el fin de este mundo.
"Jaja...jaja..."
La boca de Akutagawa se tiñó naturalmente con una sonrisa seca.
Había vengado a sus amigos. Solo. No más esperanzas, este es el mejor resultado.
Pero aun así, el corazón de Akutagawa todavía estaba seco.
Quemó todas las vidas, mató a todos los enemigos. El deseo se ha hecho realidad. Y tal vez él también iba a morir. Nada más complaciente. Pensando así, de repente hubo una pregunta flotando en la mente de Akutagawa.
"¿Quien me mató? Decidí quemar mi propia vida. Por lo tanto, no podemos negar que nos hemos matado a nosotros mismos. Pero ese no es mi deseo desde el momento en que nací. No es porque no necesite vivir, yo mismo odio esta vida, pero me resisto a seguir aquí y luego caer en la situación actual. ¿Por qué yo... necesito morir?"
Se volvió hacia las estrellas frías, susurrando.
La pregunta instantánea sin respuesta, en primer lugar, no esperaba que nadie le respondiera. Pero inesperadamente, la recibió.
"¿Por qué? Porque tú mismo ya no tienes la voluntad de vivir... Akutagawa-kun".
Akutagawa se sorprendió, girando su rostro hacia donde provenía la voz.
Sobre el tronco de un árbol en el bosque, una figura se sienta allí.
Con un abrigo negro, una figura delgada. En la dirección opuesta a la luz de la luna, el rostro del hombre estaba en la oscuridad, sin poder verse su rostro con claridad. Solo podía ver el vendaje blanco puro envuelto alrededor de su desordenado cabello negro.
Akutagawa era escéptico. ¿Desde cuando estaba? Originalmente no había nadie allí...
"Al final... tú..." Akutagawa susurró con voz ronca. "¿Eres un compañero... de esos criminales?"
Había atacado a sus amigos, siendo seis criminales. Sin embargo, no es extraño que alguien más se presente cuando asaltan a los niños.
"En realidad, estoy aquí para aconsejarte. Pero... dejé de pensar. Cualquier ser humano tiene una parte de la voluntad de violencia. Pero en esta situación, lastimar a otros con tales acciones de retorcimiento... En pocas palabras, solo eres un animal salvaje que distrae".
La voz es muy joven. Tal vez no más viejo que el adolescente Akutagawa.
El hombre de la camisa negra se puso de pie. Su cara todavía no se puede ver claramente. Pero era imposible explicar por qué, Akutagawa tenía la sensación de que bajo su mirada fría, su mente interior estaba completamente absorta.
"Soy una plaga..." La sensación de calor una vez más se desencadenó en las venas de Akutagawa.
Akutagawa se apoyó con sus manos tratando de levantarse. El intenso dolor de la boca de la herida corriendo por todo su cuerpo todavía no podía sofocar el fuego de odio en él.
"Ustedes bastardos... bastardos como ustedes, atrevan a preocuparse menos por la violencia".
Forzó su rodilla temblorosa para ponerse de pie. La sangre fresca derramada por todo el cuerpo, cayó al suelo y se enfrió de inmediato.
Había perdido sangre más allá del límite de la tolerancia. Pelear es realmente estúpido en este momento, incluso cuando está caminando, no es lo suficientemente fuerte. Tal vez podría perder el conocimiento en cualquier momento.
Pero... no pudo ignorarlo, incapaz de dejar a un enemigo parado frente a sus ojos.
El cuerpo entero de Akutagawa se elevó a la intención asesina de la bestia. Por el contrario, el hombre de negro desde el principio hasta el final mantuvo el tono frío, acercándose a Akutagawa.
"¿Quieres matarme? Si es así, hoy te convertirás en la persona más estúpida del mundo Akutagawa-kun".
"Estúpido o no, no me importa" Gruñó Akutagawa como una bestia salvaje. "Solo quiero convertir a ti maldito bastardo, en el segundo tonto del mundo".
El hombre de negro se acercó. Solo unos pocos pasos más, la mano de Akutagawa lo podría alcanzar.
"Realmente, eres lo suficientemente estúpido como para deshacerte de la cura". El hombre negó con la cabeza. "¿Qué venganza? Entonces, ¿por qué puedo morir? Si mueres... ¿qué tipo de cosas deja tu hermana en esta ciudad, no intentas pensar en ello?"
El cuerpo entero de Akutagawa se quemó con un fuego caliente que nunca había estado antes.
¿Por qué este hombre conoce a su hermana? Ciertamente cuando ocurrió el ataque, su hermana no fue descubierta... No. ¿Cuál es la razón? esta vez ya no es importante.
"¡Bastardo...!" Todo el cuerpo de Akutagawa se tensó de rabia, temblando violentamente. "¡Bastardo, bastardo, bastardo! ¿Cómo te atreves a tocar a mi hermana? ¡Soy incapaz de perdonarte!¡Inolvidable! ¡"Rashoumon"!"
Como si respondiera a los sentimientos de ira de Akutagawa, su ropa cambió de forma.
Los hombros de su camisa se abultaron, formando la cabeza de un animal gigante. El poder de Akutagawa evolucionó, logrando una nueva forma. Akutagawa balanceó su mano, la bestia lo siguió, levantó su cabeza, mirando al enemigo con los ojos del carnívoro.
"¡Muere!"
El monstruo apuñaló hacia adelante.
Sus colmillos arañaron el suelo, una línea se precipitó hacia el hombre de negro. La velocidad era tan rápida como la bala, los caninos tenían el mismo poder para destruir la máquina de decapitación... Este, el más poderoso en la vida de Akutagawa.
Sin embargo...
"Es aburrido".
El hombre negro claro le tendió la mano, arrojando a la bestia como una hoja seca.
"Qué..."
El hombre de camisa negra le dio una patada a Akutagawa, quien estaba sorprendido por lo que vio. Su cuerpo se dobló en forma de "u" y voló, la sangre y el vómito se dispersaron.
"No puedes matarme". El hombre caminó en silencio. "De ninguna manera, con este poder desigual tuyo. Como era de esperar, debería elegir otro subordinado".
Más allá del límite de la tolerancia, la vista de Akutagawa ahora estaba rodeada en la oscuridad. Solo podía reconocer, en la oscuridad, al hombre de túnica negra que se acercaba a él.
Me matarán...
Todavía aparentemente sin interés, pasó junto a Akutagawa, el sonido de los pasos se alejaban.
“Cuando entiendas tu naturaleza débil, ven y provocame. Hasta entonces, me quedaré con tu hermana".
"¿¡Qué...?! ¡Espera...!"
Akutagawa gimió. Pero junto con su cuerpo que estaba perdiendo rápidamente su calor, no podía mover ni un dedo.
"¡Espera. No robes a mi hermana! ¡Para. Puedo ser ignorante, puedo morir, pero con mi hermana...! ¡solo no lastimes a mi hermana!".
Gritos y gritos indecibles, sus lágrimas también se enfriaron, solo el viento de la noche se escuchó.
Las emociones vehementes de Akutagawa, no afectaron al mundo exterior ni por un momento, sin sentido en la noche solitaria.
Su deseo no pudo llegar a nadie.
Este mundo es siempre el mismo.
Y luego, pasaron cuatro años y medio.
**Nota de autor: Se refiere a que les beneficiaría la situación, lo que conocemos vulgarmente como "sentarnos en la sombra y observar".
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kaialejandrx · 5 years
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Sobre Pizarnik, 2017
En un libro de la biblioteca de Alejandra Pizarnik se encontró una nota escrita por su mano que decía:
"Julio, fui tan abajo. Pero no hay fondo.
Julio, creo que no tolero más las perras palabras.
La locura, la muerte. Nadja no escribe. Don Quijote, tampoco. Julio, odio a Artaud (mentira) porque no quisiera entender tan sospechosamente bien sus posibilidades de la imposibilidad.
P.D. Me excedí, supongo. Y he perdido, viejo amigo de tu vieja Alejandra que tiene miedo de todo salvo (ahora, ¡Oh, Julio!) de la locura y de la muerte. (Hace dos meses que estoy en el hospital. Excesos y luego intento de suicidio -que fracasó, hélas).
P.D.- En el hospital aprendo a convivir con los últimos desechos. Mi mejor amiga es una sirvienta de 18 años que mató a su hijo."
Julio Cortázar le escribió en una carta aproximadamente un año antes de su suicidio, París, 9 de septiembre de 1971:
“Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte.
Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y además no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo.
El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima.
Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra.
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.”
Después de que se tragara el bote definitivo de Seconal dejando el mundo en el que habitamos, Cortázar le dedicó un poema:
"Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
te reclamo.
Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa
Salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,
llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.
Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo
(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inanité sonore
las gomas y los sobres
una papelería de juguete
el estuche de lápices
los cuadernos rayados)
Vení, quedate.
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.
Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse
este vaso es difícil,
este fósforo.
y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,
quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,
como vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día
No puede ser, decís, no puede ser.
Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrúcate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party para vos, la fiesta entera,
Erszebet,
Karen Blixen
ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían Leonora Carrington, mirala,
Unica Zorn con un murciélago
Clarice Lispector, agua viva,
burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,
qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison close de telarañas, de Thelonious,
que larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
con las intercesoras
animula el tabaco
vagula Anaïs Nin
blandula vodka tónic
No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en un palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados telegramas.
Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles,
y Natalía Ginzburg, que desteje
el ramo de gladiolos que no trajo.
¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café
su culebra contando
dos terrones un beso
Léo Ferré
No pienses más en las ventanas
el detrás el afuera
Llueve en Rangoon ---
Y qué.
Aquí los juegos. El murmullo
(Consonantes de pájaro
vocales de heliotropo)
Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoon. Aquí los juegos."
En el año 2014, cuarenta y dos años tras su muerte, una revista publica un artículo titulado "Sueño de una erótica durmiente" y escrito por Flora Vronsky. Está dirigido a Alejandra, llamada Flora de nacimiento:
"¿Entraste alguna vez en el jardín, en el centro de tu mundo? Quizás no. Quizás sólo conjuraste en una oración ancestral aquello que no pudo exorcizar de todo el abismo prosaico y pueril de la jaula descascarada de la luz. Porque si hay alguien que escribió la noche fuiste voz, Flora/Alejandra. Habitarla quedó para nosotros; hacerla en la ferocidad del silencio fue para vos. [...] Te diste la semilla de un árbol subyacente a lo real y la cuidaste desde tu propio sueño, desde una erótica que no puede despertarse. Deseaste el éxtasis de hacer del cuerpo del poema tu cuerpo, de infundirle tu soplo "a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir". Esperaste la palabra, vigilante. En la vigilia que atormenta y que goza al mismo tiempo. Te preguntaron por la dirección de ese jardín y sólo dijiste: "del otro lado del río, no este sino aquél". ¿Puedo quererte siempre muerta, Flora/Alejandra? No, te quiero siempre viva. Por encima de tu sueño de Seconal, por sobre tu muerte abrasada, en la memoria de tu exilio. [...] "Sólo te acepto viva, sólo te quiero, Alejandra". Julio Cortázar, París, 9 de septiembre de 1971. Un año antes de que te atragantes de muertes pequeñas y redondas, un hombre te escribía rogándote la vida. No importa qué hombre. Un hombre al que le diste la bendición de comprender tu mística, tu traducción sensible de las cosas que encontraste en tu catábasis, en tu descenso, y que trajiste al mundo por la fuerza, luchando en el barro informe de lo que todavía no es. Al que le escribías "para que no nos coman los búfalos del silencio ni las medusas del olvido". Él vio tu árbol de Diana -ese que creciste desde semilla- ese que te mostró su cicatriz como el sexo del mundo, como marca bestial del parto poético. El único que siempre reconociste. Yo quiero recordarte ese pulso sobre la tierra, como hizo Julio. Quiero lanzarte con mi ballesta la flecha encendida de la gitana de Rousseau para que se te clave y sangres, para creerme que seguís ahí, embarrada y limpia. Yo quiero entrañarte, Flora/Alejandra. Penetrarte. Darme una aurora a partir de tu muerte y caer como Alicia y reposar. Ser tu muñeca y que me maquilles en el simulacro de la vida, en su escenario. Ir no más que hasta el fondo con vos, para ver si me encontrás la palabra y que me duermas en la vigilia del exilio, de ese claro del bosque al que, como todos sabemos, has llegado. Encerrarme y hacerme libre de vos, Flora/Alejandra. Que descanses".
Y yo me pregunto, Dios mío, ¿qué...? ¿Cómo alguien...?
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killvmoi · 6 years
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"Vení, quedate. tomá este trago, llueve, te mojarás en la rue Dauphine, no hay nadie en los cafés repletos, no te miento, no hay nadie. Ya sé, es difícil, es tan difícil encontrarse este vaso es difícil, este fósforo. y no te gusta verme en lo que es mío, en mi ropa en mis libros y no te gusta esta predilección por Gerry Mulligan, quisieras insultarme sin que duela decir cómo estás vivo, cómo se puede estar cuando no hay nada más que la niebla de los cigarrillos, como vivís, de qué manera abrís los ojos cada día No puede ser, decís, no puede ser."
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thewastelandia · 5 years
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Ciclo Cultural
Dalai Flama
 Volverás en primavera como aquellas
oscuras golondrinas a romper los huevos
a una isla del pacifico central
Ninguna religión ha sido nunca
otra cosa que observar a la altura
el mundo en las metáforas de aquellos
que no tienen herramientas
para entender otro tipo de metáforas:
la matemática, la metáfora del científico, 
el universo entero encerrado 
en una ecuación que tu mente
no podría reconocer:
si a nada te apegas porque no quieres 
sufrir vivirás lo mismo pero con una
intensidad muy digna de aquel kiosquero:
están abiertas todas
las importaciones de pescado podrido.
No compres. Sir William Vincent
recorre la noche robando billeteras,
es un pescado rabioso que busca su anzuelo:
un hidrogeólogo francés vive una vida
austera en Nueva York
seis meses buscando fondos y seis
en Sudán perforando pozos
de agua pueblo por pueblo
en ambos casos busca fondos
y en un tercer caso tal vez también
te busqué y escuché porque así lo creía
sin algunas metáforas del espíritu
cualquiera con el tiempo suficiente
incluso sin él podría
inventar alguna religión:
el álgebra es una religión
la religión es una metáfora.
el deporte es un álgebra y el gol 
un disparo en la sien 
que a nadie hiere.
 Nada se pudo aprender de vos pero eso 
nada tiene que ver con que no haya
algo que deban aprender de vos:
tiene un orden distinto
en la cadena de comando.
Nada se pudo aprender
de vos porque no estabas 
preparado para enseñar
que no los conviertan a esa amalgama 
sin fuego sólo en el corazón 
de un minibic late un gas lícuado 
que sería suficiente para encender 
la bomba que hiciera volar las cosas por el aire
suspender la gravedad por un instante
pero nadie lo hace
la cárcel, una cárcel
representación del aborto
la ficción contemporánea que dejó afuera
a los viejos de sus nuevas redacciones:
siempre jóvenes, a media asta, etcétera.
 En el ejercicio mental de extender
la vida de todas las personas
que guardamos, de todos
los libros que guardamos ninguno
de aquellos personajes
-a no ser por el azar-
terminaría por fuera
del cerco perimetral
de un instituto que lo reforme en algunas
de las formas que incluye
la reformación.
 Cuántas cosas, cuántos lugares
¿cuándo termina
todo esto? ¿cómo
termina todo esto? ¿falta mucho?
el diamante, ciudadano ilustre
mineral indeformable fue
creado bajo una presión increíble
y no sólo el frío también determinadas
presiones pueden pasar
un líquido a un estado sólido
bien administrado.
 Ambos nos llevamos
alguna enseñanza.
El Cielo es unacrema con colorante
que promete y mete
la corporación de la fe.
 Es malo, muy malo leer 
todo el día el teleprompter:
el mejor amigo del policía
es el manos de tijeras
una cabeza ordenada
por dentro debe estar
ordenada por fuera.  
Cuántos cigarrillos fumó
Walter White mucho antes
de contraer ese cáncer jamás
había fumado toma
tu metáfora y corre.
 Te voy a dar una pista
pero no vayas a correr:
difícil ir en a contra de quien ha corrido
contra sí mismo por largos años a través
de la niebla sólo se puede
correr hacia uno mismo:
podrás lanzar en el aire
un aro sintomático de humo
o podrás con el arte de vivir 
que es el síntoma más grande que nos alcanza:
dejen que los organismos
hagan su análisis: escuchen:
 ¿se puede jugar
al ajedrez en varios tableros? ¿te gustaría
jugar al juego de la mente?
La furia dilata tus arterias y acomodamos
la temperatura en la sangre de todas
las zapatillas que gastamos.
¿Quisieras ser artista, escritor
tener una visión
particular del mundo?
El lobo con piel de cordero
tiene un olor particular que aquel 
olfato sea tu primera lección y luego
piensa en lo asombroso
que es haber desarrollado
un almohadón portátil
que se llama culo y a continuación
levántalo y nada.
De lo único que podemos no resentir
una queja es la genética de lo improbable:
observa que bella es aquella
chica gorda que pasea un fox terrier.
Te dará vértigo tener
enemigos que no tengan
nada para perder.
Aquellos serán tus aliados.
Que tu memoria sea muy rígida,
pero nunca insoportable.
 Aquel mendigo
que ves encendiendo un fuego
por abajo de un carro de supermercado
que mutó en parrilla
un vecino pasa y grita
aguante los chori y el ciruja
levanta la mano, saluda, ¿nunca
te preguntaste por qué
no tiene ganas
de incendiarlo todo? y sólo
una respuesta tendría y es que nada
podría cambiar y luego se daría 
la vuelta para mover
las maderitas de su incendio particular.
 Un periodista es un publicista que muestra
una de sus caras:
vi banderas flamear en la apertura
de sesiones pero ninguna
decía nada sobre aquel
ciruja ¿eso 
es una buena señal?
Vi banderas en el acento más hermoso
que actuaba una morocha en la nación
que soñaba de día ¿eso
es una buena señal?
 Aún hay algo en el universo
que tiende a separar las cosas.
Lo llaman energía oscura el mundo
sublimado en una sola fotografía:
se retrata, se trata
de conseguir que la luz
se proyecte sobre aquello que buscamos
incida en el momento preciso no siempre
se logra pero aprendido
el oficio todo se reduce
al encuadre un enjambre
de maderas tiradas en la noche pueden
parecer algo noble, misterioso
con otro futuro si cambiamos puede
la luz transformarlo en basura
estorbar el paso que despierte
tus instintos pensar en cómo
funciona la luz incluso
de noche lo que llama a todas voces
la atención es cómo
funciona la luz ¿y por qué 
pienso algunas palabras en inglés?
y porque puedo.
y es aquí donde empieza
la canción de la muerte.
Un sol de noche
 Necesito música pero no hay música.
Necesito consuelo pero no hay consuelo.
Necesito todo lo que no hay porque si necesitara
algo de lo que hay estaría salvado.
Ni obediente, ni doméstico, soy: un ser de luz.
Un bichito que vuela de noche y todos quieren
encerrar en un frasco para hacer experimentos.
   Jules Verne
En las góndolas del superyo exhiben
los artículos necesarios para la supervivencia
para el ironman del desierto que atraviesa
las inclemencias hasta llegar a buen puerto
pero qué clase de puerto espera
al final de cada desierto
donde carros traccionados
por viejos percherones trasladan
de una esquina a la otra mercancías
que estiban en altos galpones
ese fue el inicio de nuestra relación y es aquí
donde empieza la canción de la muerte
el rango m��s bajo de los ciudadanos 
portuarios lo atiende el que junta 
la bosta que siembran los equinos.
     Desde el Jardín
 Desde acá trabajo en mí
bajo esta luz insoportable
que sale de los monitores
mientras arman frases como mecánicos
allá afuera hay pajaritos
berreando por un voto en blanco
cuando la conciencia es plástica
ya no se degrada en basurales
las proporciones áureas de un desastre
son las mismas
mirá por la ventana: en el fondo de aquel jardín,
bajo las piedras de sal
hay un submundo
en la humedad que proporciona
la piedra desarrollan
más gusanos
que en el resto de la manzana
a un ciempiés podrían amputarle 50
de sus pies y aún así
seguir caminando
lo que no podría un ciempiés
es seguir caminando en línea recta
si le amputaran todos
los pies de un mismo lado
contra todos los pronósticos al gato
que amputan una pierna sigue
con vida, sigue
escalando los cajones de verdura
en la verdulería del peruano
ahí donde venden droga, también venden salud
la ilusión de la salud, fruta
bajo el afrecho que alimenta un ganado
bovino permanece
intacto el deseo de supervivencia
en todas las bacterias que formaron
el universo
¿te acordás de la maestra
que nos regaba como un brote
en la salita azul?
en ese jardín había un tobogán muy grande,
incubando nenitos en un nido de arena.
¿qué habrá sido
de los otros que me rodean
en la foto disfrazado de granadero?
viejas batallas, todas salvas
disparos de fogueo que a nadie
daño tampoco hicieron.
éramos todos verdurita cruda.
¿cómo hicimos
para sobrevivir?
desde acá trabajo en mí bajo esta luz
insoportable que sale de los monitores.
    Kierkeegard
 El gran danés dio un salto de fe
hacia el otro lado de la barda.
¿Y ahora de qué lado estás, perrito?
¿A qué fe pertenecen tus errores?
     Material
 La biblioteca es un invento igual que la rueda
la democracia es un invento
igual que la rueda
las ideas son un invento igual
que la rueda. No hace falta
ninguna biblioteca. Hacen falta tres
o cuatro libros que te sacudan
la caspa y el turco de acá a la vuelta
tenia una biblioteca de babel.
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c00o123a · 6 years
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Despedida
El 25 de septiembre de 1972, Alejandra "se fue como quien se va..."Julio, su eterno amigo, se despidió de ella con dos poemas en la revista "Desquicio":
"Puesto que el Hades no existe, seguramente estás allí, último hotel,  último sueño, pasajera obstinada de la ausencia. Sin equipajes ni papeles, dando por óbolo un cuaderno o un lápiz de color. -Acéptalos, barquero: nadie pagó más caro el ingreso a los Grandes Transparentes, el jardín donde Alicia la esperaba."
He aquí fragmentos del otro:
"...Bicho aquí, aquí contra esto, pegada a las palabras te reclamo. Ya es la noche, vení, no hay nadie en casa. ... Alejandra,  mi bicho, vení a estas líneas, a este papel de arroz, dale abad a la zorra, a este fieltro que juega con tu pelo. ... Vení,  quedate. Tomá este trago, llueve, te mojarás en la rue Dauphine, no hay nadie en los cafés repletos , no te miento,  no hay nadie. Ya sé,  es difícil, es tan difícil encontrarse este caso es difícil, este fósforo. Y no te gusta verme en lo que es mío, en mi ropa, en mis libros, en esta predilección por Gerry Mulligan, quisieras insultarme sin que duela, decir cómo estás vivo, cómo se puede estar cuando no hay nada, más que la niebla de los cigarrillos, cómo vivís, de qué manera abrís los ojos cada día. No puede ser, decís,  no puede ser. Bicho, de acuerdo, vaya si sé,  pero es así, Alejandra, acurrúcate aquí, bebé ... conmigo..."
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woodberry-rpg-blog · 6 years
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alerta de contenido: menciones a un intento de suicidio
No le gustan los hospitales. Supone que es una reacción habitual en todos los seres vivos: no le gustan los pasillos interminables, el color casi verdoso de las luces, la enfermedad que se respira en las esquinas como un gas que no amortigua tus sentidos sino que te hace más consciente de lo doloroso que es estar vivo. Hace un par de años, después de que los cazadores asaltaran la escuela de Woodberry justo el día de la fiesta de comienzo de curso, sus dos hermanas fueron en ambulancia directas hacia el de la ciudad y Leo fue, porque tenía que ir, pero estuvo el menor tiempo posible. No se siente particularmente culpable por ello, porque luchar contra sí mismo es algo que se prometió no hacer hace mucho tiempo.
Sabe que hay gente que no es así. Su hermano Tony (alto, castaño, los mismos pómulos prominentes que él y que el resto de sus hermanos, la sonrisa apacible y la mano siempre tendida en su dirección) es médico, en Cardiff. Trabaja para la comunidad sobrenatural en un centro aséptico y blanco, de pasillos interminables y luces frías, intentando mantener a raya la enfermedad que crece en los rincones más oscuros. Y le gusta. Leo no es capaz de entenderlo, pero lo respeta. Lo admira, quizá, los días en los que se siente particularmente amable.
Hace un par de años, después de que los cazadores asaltaran la escuela de Woodberry justo el día de la fiesta de comienzo de curso, su madre le miró a los ojos, sentada en la cocina mientras su marido hacía té, y se echó a llorar.
Te va a matar lo mismo que mató a Caradoc. Porque Cecilia era la única persona a la que Zack (moreno, más bajito y ancho de espaldas, los mismos pómulos prominentes que Tony y que el resto de sus hermanos, un muñón en el brazo, la sonrisa de un encantador de serpientes) permitía llamarle así. Leo recuerda haber alzado las cejas alrededor de su cigarrillo y haberse permitido un instante de desprecio por culpa del cansancio y la decepción consigo mismo.
No me meto coca, ma. Y su padre había derramado un poco el agua y su madre había abierto mucho los ojos, como si la hubiese golpeado y estuviera preparándose para devolvérsela, las lágrimas todavía brillándole en las mejillas.
No, hijo. Lo que te va a matar es que piensas que eres invencible.
Siempre ha intentado no pensar demasiado en esa conversación. No recuerda qué le contestó, si es que le contestó algo en absoluto. Sabe, como una suerte de esprit de l’escalier, lo que le gustaría decirle ahora. ¿Qué razones me has dado hasta ahora para no pensarlo? ¿Cómo me has criado si no es para que me crea invencible? Una vida tranquila y pocos fallos. Sólo uno mortal, y ese ni siquiera fue suyo.
  La vida, se le ocurre mientras baja del tren en Leeds y pone rumbo al hospital, los pasos rápidos y un cigarrillo a medio consumir por la calle, es algo más grande de lo que pensaba. Cuando la recepcionista le mira de arriba a abajo, se sonroja un poco, repite el nombre de la persona que busca más despacio. Se da cuenta de que una de sus zapatillas está a punto de romperse justo cuando sube al ascensor. Se muerde la mejilla mientras avanza por el pasillo. Louie está ahí, casi de espaldas a él, sujetando un vaso de papel lleno de café con la mano izquierda, hablando en voz baja con un chico no tan alto como él, guapísimo, de piel tostada y pelo ensortijado recogido de cualquier manera. Lleva varios anillos en los dedos y un traje que parece carísimo hasta para Leo, que no tiene ni idea de trajes. No lo ha visto en la vida, así que supone que es el hijo de Alistair, el biológico. Le dirige una mirada que provoca que Louie se vuelva y que los dos chicos que están sentados en los incómodos asientos de plástico alcen la cabeza para verlo. Un mago con cresta y los ojos bicolores y una mujer lobo de pelo negro y gesto adusto. Laura y Lester. Leo les ofrece una sonrisa pequeña a la que sólo corresponde él y se queda parado ahí, esperando a que sea Louie el que se acerque.
Y se acerca. Rubio, con una camiseta negra raída y unos vaqueros grises que ya ha visto más veces, un asomo de barba en la mandíbula y las mejillas que no reconoce casi, las cicatrices más notables, casi a juego con las ojeras bajo los ojos azules. Cuando lo conoces no es una persona particularmente difícil de leer, sólo tienes que acostumbrarte a esos cambios sutiles: Louie siempre parece dispuesto a meterse en una pelea de bar, y normalmente dirías que por diversión. Excepto cuando dirías que es para ahogar algún tipo de voz interna, algo que le vuelve cenicienta la expresión. Como ahora. Se acerca como un autómata, rubio como el sol, intenta una sonrisa que no sale bien ni con la ayuda de las cicatrices, parece que va a hacer algo con la mano libre pero se queda a mitad, la deja caer.
—Gracias por venir, Leo.
—No hay por qué darlas. ¿Cómo…?
—Mira. Este es Esdras Fortuyn. —Leo estrecha la mano del chico de los anillos. Parece de su edad, pero con los demonios uno nunca puede saber si eso es cierto—. Esdras, este es Leo. A Laura y a Lester ya los conoces.
—De tu cumpleaños —añade Lester, de nuevo la sonrisa pequeña ahí, casi alentadora—. Cuánto tiempo.
Leo asiente, sin saber muy bien qué decir. Louie da un sorbo a su café.
—Alistair está dentro. Saldrá en un rato, supongo, cuando se vaya el médico.
—¿Cómo está?
—¿Alistair? Como siempre. Calvo.
Contiene el impulso de poner los ojos en blanco. Parece que el otro está siendo denso a propósito, así que seguramente esté siendo denso a propósito.
—¿Y Gabe?
Lester se mira los pies y Laura mira a Louie. Esdras lo está mirando a él, la expresión inescrutable. Louie mira a su café, se encoge de hombros, alza la cabeza para concentrar la vista en un punto indeterminado del techo.
—Estable. Cuando lo encontró Brazos había perdido bastante sangre, pero ahora está bien. No se ha despertado que sepamos.
Leo vuelve a asentir, pliega los labios dentro de la boca. No sabe, de nuevo, qué decirle. Louie se acaba el contenido de su vaso y se frota la mejilla con la palma de la mano.
—Déjame que te invite a un café de verdad, anda.
—No sé, Le…
—Pírate un rato, Lou —interviene Laura, los brazos cruzados— llevas dos días aquí. Toma un poco el aire, fúmate un peta, tómate un café. Yo qué sé. Si se despierta, te llamo al móvil.
—Y come algo —añade Lester, el gesto de nuevo amable.
Esdras no dice nada. Se recuesta contra la pared, todavía mirándolos. Louie se muerde el labio un segundo y duda durante dos antes de asentir.
—Venga, vale. —En un gesto inesperado, le tiende la mano y Leo desliza los dedos por la palma. Está frío.
Tiene la sensación de que tira un poco de él mientras recorre de nuevo el pasillo. La mano sigue ahí, firme contra la suya, un poco más áspera que de costumbre. Como una suerte de Orfeo, no mira atrás. Sabe que le sigue. Cuántas tragedias se solucionarían con un gesto, se le ocurre, y tiene que controlarse para que no se le escape una risa tonta. No le gustan los hospitales. Le ponen nervioso.
—Vamos a fumar un cigarro primero. Por favor —se le rompe un poco la voz al final, no como si fuera a llorar, sino como si no tuviera fuerzas para seguir hablando mucho más. Leo asiente, le guía a la puerta, deja que se apoye en la barandilla de la cuestecita que hay, le pone uno entre los labios y lo enciende antes de sacarse uno para él.
Tiene la expresión gris y el ceño fruncido. Da una calada y suspira el humo, que se pierde enseguida entre la niebla de la tarde en Leeds.
—No sabemos qué ha sido esta vez —empieza, y luego guarda silencio. Leo no dice nada. Sabe que en estos casos es mejor darle espacio. Louie no sabe bien cómo hablar de las cosas que le importan tanto—. Estaba bien. Lo parecía, al menos. Estaba yendo a terapia, ¿sabes? No sé. No sabemos qué ha sido esta vez, pero le ha ido por un pelo. No sé qué decirle cuando se despierte. No sé. —Suspira. Se encoge de hombros de nuevo. Da una calada honda al cigarro y echa la cabeza hacia atrás, expulsando el humo por la nariz, estirando la espalda—. No sé.
Leo le acaricia la mejilla y Louie parece temblar, pero no se aparta. Tiene la piel menos suave que de costumbre, un asomo de barba. Es la primera vez que lo ve y no se ha afeitado esa misma mañana. Le mira a los ojos un segundo, un azul enorme. La vida era más grande de lo que Leo pensaba. Nadie es invencible, ni siquiera él. Ni siquiera Louie. Deja la mano apoyada en su cuello, se lleva el cigarrillo a la boca con la otra.
—¿Cómo estás tú, Louie? ¿Estás bien?
Louie hace un ruido entre la risa y el bufido.
—¿Te parece a ti que esté bien? —Muerde, y Leo le deja morder. No está enfadado con él, al fin y al cabo.
—No. Pero es importante hablar las cosas.
Él agacha la cabeza. Ya lo sabe, supone Leo. Ese es el problema.
—Estoy enfadado, creo. No con él. Conmigo. No sé, Leo. Tendría que haberme dado cuenta, ¿no? Laura está igual. Tendrías que haberla visto cuando vino… Y Lester, joder. Lester no lo parece, porque es así, pero está fatal también. Y TJ y Xerxes han dormido en el pasillo, se han ido hace un rato. Y Alistair… Joder, Alistair está tan preocupado que ha hecho venir hasta a Esdras. No sé. No sé, Leo. De verdad.
No puede evitar abrazarle. Louie se deja, con calma, y luego devuelve el abrazo, lo estrecha contra él como si temiera que Leo fuera a desaparecer de repente (sin el como, se da cuenta de repente, sin el como).
—Saldrá de esta —susurra, más esperanza que voz.
—Lo sé —responde Louie, el acento curvo al final de la frase—. Pero joder.
Leo se separa un poco para mirarlo, le da un beso corto en los labios y luego otro, junto a la cicatriz derecha. Siente su nerviosismo como electricidad debajo de la piel.
—Acábate el piti, venga. Te invito a comer algo y volvemos dentro.
—¿Comida de verdad, quieres decir? —Louie intenta una sonrisa, le sale mejor esta vez.
—Se hará lo que se pueda, que esto es un hospital.
—Venga, vale. Pero como te empieces a quejar de los postres que veas te juro que te dejo hablando solo.
—¡Es que no puedes poner que es una tarta Tatin cuando claramente es un…!
Louie le da un beso y se ríe, un poco, como un rumor en el pecho ahora que están tan cerca.
—Lo que tú digas, Leotard. Vamos, antes de que me de una lipotimia.
Es Louie el que tira de él mientras protesta por el nombre y las tartas, la mano áspera sobre la suya. No todo el mundo es invencible, se le ocurre, pero nunca está de más intentar serlo.
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wanhhheda · 6 years
Text
Bicho aquí, aquí contra esto, pegada a las palabras te reclamo. Ya es la noche, vení, no hay nadie en casa. Salvo que ya están todas como vos, como ves, intercesoras, llueve en la rue de l’Eperon y Janis Joplin. Alejandra, mi bicho, vení a estas líneas, a este papel de arroz dale abad a la zorra, a este fieltro que juega con tu pelo.
(Amabas, esas cosas nimias aboli bibelot d’inanité sonore las gomas y los sobres una papelería de juguete el estuche de lápices los cuadernos rayados).
Vení, quedate. tomá este trago, llueve, te mojarás en la rue Dauphine, no hay nadie en los cafés repletos, no te miento, no hay nadie. Ya sé, es difícil, es tan difícil encontrarse este vaso es difícil, este fósforo. Y no te gusta verme en lo que es mío, en mi ropa en mis libros y no te gusta esta predilección por Gerry Mulligan, quisieras insultarme sin que duela decir cómo estás vivo, cómo se puede estar cuando no hay nada más que la niebla de los cigarrillos, como vivís, de qué manera abrís los ojos cada día. No puede ser, decís, no puede ser.
Bicho, de acuerdo, vaya si sé pero es así, Alejandra, acurrúcate aquí, bebé conmigo, mirá, las he llamado, vendrán seguro las intercesoras, el party para vos, la fiesta entera, Erszebet, Karen Blixen ya van cayendo, saben que es nuestra noche, con el pelo mojado suben los cuatro pisos, y las viejas de los departamentos las espían Leonora Carrington, mírala, Unica Zorn con un murciélago Clarice Lispector, agua viva, burbujas deslizándose desnudas frotándose a la luz, Remedios Varo con un reloj de arena donde se agita un láser y la chica uruguaya que fue buena con vos sin que jamás supieras su verdadero nombre, qué rejunta, qué húmedo ajedrez, qué maison close de telarañas, de Thelonious, que larga hermosa puede ser la noche con vos y Joni Mitchell con vos y Hélène Martin con las intercesoras animula el tabaco vagula Anaïs Nin blandula vodka tónic.
No te vayas, ausente, no te vayas, jugaremos, verás, ya verás, ya están llegando con Ezra Pound y marihuana con los sobres de sopa y un pescado que sobrenadará olvidado, eso es seguro, en un palangana con esponjas entre supositorios y jamás contestados telegramas. Olga es un árbol de humo, cómo fuma esa morocha herida de petreles, y Natalía Ginzburg, que desteje el ramo de gladiolos que no trajo. ¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch, Max Roach, Silvina Ocampo, alguien en la cocina hace café su culebra contando dos terrones un beso Léo Ferré. No pienses más en las ventanas el detrás el afuera. Llueve en Rangoon Y qué. Aquí los juegos. El murmullo (Consonantes de pájaro vocales de heliotropo) Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera y no llueve en Rangoon. Aquí los juegos.
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prozesa · 7 years
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“Les habla el capitán. Tenemos un problema: los 4 motores se han detenido”: el asombroso incidente del vuelo 009
Nuevo artículo publicado en http://www.prozesa.com/2017/09/15/les-habla-el-capitan-tenemos-un-problema-los-4-motores-se-han-detenido-el-asombroso-incidente-del-vuelo-009/
“Les habla el capitán. Tenemos un problema: los 4 motores se han detenido”: el asombroso incidente del vuelo 009
Nadie, ni en las peores pesadillas sobre catástrofes aéreas, se podía imaginar lo que iba a ocurrir unas horas después de que el vuelo 009 despegara. Un volcán en erupción iba a detener los motores del avión a 11 mil metros de altura. Lo que ocurrió a partir de entonces es historia de la aviación. Ocurrió el 24 de junio de 1982. El vuelo 009 de British Airways volaba desde Londres con destino a Nueva Zelanda. Un vuelo tranquilo, sin sobresaltos, que estaba llegando a la última etapa del viaje, pasando de Malasia a Perth, Australia. A los mandos de la aeronave estaban el capitán Eric Moody, el copiloto Roger Greaves, y el suboficial Barry Townley. Poco después de las 13:40, cuando el avión estaba por encima del Océano Índico, el capitán acude al baño. Unos minutos después la tripulación nota un efecto raro en el parabrisas, algo similar al denominado Fuego de San Telmo. Cuando hablamos ello nos referimos a un meteoro ígneo consistente en una descarga de efecto corona electroluminiscente provocada por la ionización del aire dentro del campo eléctrico que originan las tormentas eléctricas. En realidad, y detrás de esta definición tan difícil, estamos ante un plasma de baja densidad provocado por la enorme diferencia de potencial eléctrico en la atmósfera. Dicho en pocas palabras, vendría a ser una descarga luminiscente o resplandor luminoso (como pequeñas chispas saltando). [caption id="attachment_86854" align="aligncenter" width="600"] El avión del “incidente”. Wikimedia Commons[/caption] Hasta aquí la teoría pero, ¿qué demonios estaba pasando a miles de metros de altura? ¿Fuego de San Telmo sobre el vuelo? Lo único que tenían claro en aquel momento es que el fenómeno persistió después de que Moody regresara del lavabo. Por si acaso y a pesar de que el radar meteorológico mostraba cielos despejados, la tripulación encendió el sistema anti-hielo del motor y ordenó a los pasajeros el cinturón de seguridad por precaución. A medida que el vuelo avanzaba, una niebla poco común, algo más parecido a humo, comenzó a acumularse en la cabina de pasajeros. Al principio se pensó que podía deberse al humo del cigarrillo (estamos en 1982). Sin embargo, aquella niebla comenzó a crecer, cada más densa, y además tenía un cierto olor a azufre. Los pasajeros que veían los motores a través de la ventana fueron los primeros en señalar que aquello no era normal. Una señora llamó a la azafata y se puso muy nerviosa, le dijo que por favor se asomara y viera aquello. La azafata no daba crédito, una luz brillante de color azul parecía estar haciendo contacto con las hélices, produciendo un efecto estroboscópico. Sobre las 13:50, las señales del cuarto motor se encienden. Algo no va bien. Unos segundos después se confirma: el motor se ha parado y parecen estar saltando chispas. La tripulación apaga el motor y corta rápidamente el suministro de combustible. Menos de un minuto después, el motor número dos empieza a arder para luego apagarse. Y en cuestión de segundos, y casi simultáneamente, los motores uno y tres también se apagan. [caption id="attachment_86855" align="aligncenter" width="600"] Simulación del cuelo 009. Wikimedia Commons[/caption] La situación era muy sencilla de explicar: el vuelo 009 de British Airways, con 248 pasajeros a bordo, se había quedado sin motores a unos 11 mil metros de altura. Dicho de otra forma, a menos que alguien pudiera planear la gigantesca masa de hierro hasta la tierra, aquello no pintaba nada bien. Sin empuje del motor, un 747-200 tiene una relación de deslizamiento de aproximadamente 15: 1, esto significa que, teóricamente, puede planear unos 15 kilómetros por cada kilómetro que desciende (o cae). La tripulación de vuelo hace los cálculos y determina que podían planear durante 23 minutos cubriendo 169 kilómetros desde la altitud de vuelo. El copiloto Greaves habla por radio y comunica la emergencia a las autoridades locales de control de tráfico aéreo en Jakarta, explicando que los cuatro motores habían fallado. Sin embargo, tras la emergencia surge un nuevo problema, la torre de control aéreo no podía localizar el 747 en sus pantallas de radar. En la zona de pasajeros hay gente desmayada tras ver cómo algunos de los motores se detenían con algo de fuego y chispas. La mayoría temen por su vida. Muchos comienzan a escribir notas a sus familiares.   [caption id="attachment_86856" align="aligncenter" width="600"] Así quedó un motor.[/caption] De vuelta a la cabina surge una duda que ponía los pelos de punta. Debido a la altura de las montañas indonesias en la costa sur de la isla de Java a la que se acercaban, se necesitaba una altitud de por lo menos 3.500 metros para cruzar la costa con seguridad. Los pilotos deciden que si la aeronave era incapaz de mantener la altitud en el momento en que alcanzaran los 3.500 metros, entonces volverían al mar y tratarían de meterse en el Océano Índico. Pero antes inician una vez más los ejercicios de reanudación del motor. Los intentos de reinicio no funcionan. No hay tiempo que perder, pero debido a la tensión que se vive entre los pasajeros, con un avión que va planeando sin motores, Moody decide lanzar un mensaje que pasaría a la historia:
Damas y caballeros, les habla el capitán. Tenemos un pequeño problema. Los cuatro motores se han detenido, estamos intentando todo lo que sabemos para volver a tenerlos, confío en que no se angustien demasiado.
Cuando la presión dentro de la cabina disminuyó, las máscaras de oxígeno cayeron del techo, una medida automática de emergencia para compensar la falta de aire. Sin embargo, en la cabina del vuelo la máscara de Greaves se rompió; el tubo de suministro se había separado del resto de la máscara. Moody decidió descender rápidamente a 1.800 metros por minuto hasta una altitud donde había suficiente presión en la atmósfera exterior como para respirar casi normalmente. [caption id="attachment_86857" align="aligncenter" width="600"] Partes dañadas del motor en exhibición en el Museo de Auckland. Wikimedia Commons[/caption] A unos 4 mil metros, la tripulación se acercaba a la altura límite hablada, esa en la en la que tendrían que girar rumbo al océano e intentar hacer una maniobra de aterrizaje demasiado arriesgada. Lo cierto es que, aunque hubo directrices para el procedimiento de un aterrizaje en agua, nadie lo había probado en un Boeing 747. Los pilotos no querían ser los primeros, y cuando faltaba muy poco para tomar la drástica decisión, realizan un último intento de reinicio del motor. De repente, el motor número cuatro comienza a funcionar. Rápidamente, Moody reduce la tasa de descenso. Poco después, al número 4 se suman los motores 1 y 2 reiniciándose con éxito. Entonces la tripulación acelera y toma altitud para elevarse sobre las montañas de Indonesia que les marcaban el límite entre la vida o la posible muerte. En ese momento los pasajeros no dan crédito, tras más de 20 minutos de máxima tensión, el vuelo parece que vuelve a tomar impulso. Cuando el avión se acercó a la altitud deseada, el mismo efecto que había provocado todo regresó al parabrisas. El motor número 2 volvió a pararse, la tripulación descendió inmediatamente y se mantuvo a unos 3.700 metros. Cuando el vuelo se acercó a Yakarta la tripulación tuvo dificultades para ver algo a través del parabrisas, por lo que llevaron a cabo la maniobra de aterrizaje a través de los instrumentos. La investigación posterior reveló que los problemas ocurrieron ​​por volar a través de una nube de ceniza volcánica tras la erupción del Monte Galunggung (a unos 180 kilómetros al sureste de Yakarta). Debido a que la nube de ceniza era seca, no apareció en el radar meteorológico, el cual fue diseñado para detectar la humedad en las nubes. La ceniza atascó los motores y quedó adherida al interior de la cámara de combustión. A medida que el motor se enfriaba por la inactividad, y conforme el avión descendía de la nube, la ceniza fundida se separó y el aire volvió a fluir suavemente a través del motor, permitiendo el reinicio de los motores. Por cierto, los motores tenían suficiente energía eléctrica para reiniciarse porque un generador y las baterías a bordo seguían funcionando. El vuelo 009 fue una gran hazaña y la tripulación recibió numerosas condecoraciones. El incidente pasó a formar parte de los libros de historia como uno de los vuelos sin motor planeando más largos ocurridos en un avión comercial.   Vía: gizmodo
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