"Sé que me costó trabajo verle... su belleza me dolió, me dolió la vida que había vivido sin mí, me dolieron las manos que la tocaban, los brazos que la abrazaban, los labios que la besaban, me dolió la tristeza de no haberla tenido antes, de no haberla tenido siempre, y sucumbí a un impulso turbio e interior, cuya naturaleza era tan desconocida para mí como la violencia con la que se manifestaba. Entonces me dije que nunca podría separarme de esa mujer, que nunca consentiría que hubiera otro imbécil en su vida, que lo único que quería era hacerme viejo a su lado, ver su rostro al despertarme todas las mañanas, ver su rostro un instante antes de dormirme cada noche y morir antes que ella. Eran sólo palabras, o ni siquiera eso, frases hechas, sobadas, desprovistas ya de sentido por el uso, pero yo las pensé, las compuse como si nadie las hubiera pensado o sentido antes, y miré a Raquel, y la vi mirarme, sonriente primero, luego más seria, como si pudiera adivinar lo que me estaba pasando. Hasta que se inclinó sobre mí, y la besé, y la Tierra giró sobre sí misma y alrededor del Sol entre las cuatro esquinas de su cama."
Grandes, A. (2007) El corazón helado.
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"Era demasiado amor. Demasiado grande, demasiado complicado, demasiado confuso, y arriesgado, y fecundo, y doloroso. Tanto como yo podía dar, más del que me convenía. Por eso se rompió. No se agotó, no se acabó, no se murió, sólo se rompió, se vino abajo como una torre demasiado alta, como una apuesta demasiado alta, como una esperanza demasiado alta."
- Almudena Grandes / Castillos de cartón
#AlmudenaGrandes
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“Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente".
Almudena Grandes
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"Era demasiado amor. Demasiado grande, demasiado complicado, demasiado confuso, y arriesgado, y fecundo, y doloroso. Tanto como yo podía dar, más del que me convenía. Por eso se rompió. No se agotó, no se acabó, no se murió, sólo se rompió, se vino abajo como una torre demasiado alta, como una apuesta demasiado alta, como una esperanza demasiado alta."
- Almudena Grandes / Castillos de cartón
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"Se levantó con brusquedad y se volvió para mirarme, y en aquél instante comprendí con una aterradora precisión, que hasta entonces mi vida no había sido otra cosa que su ausencia."
- Almudena Grandes
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"Porque existen hambres mucho peores que no tener nada que comer, intemperies mucho más crueles que carecer de un techo bajo el que cobijarse, pobrezas más asfixiantes que la vida en una casa sin puertas, sin baldosas ni lámparas. Ella no lo sabía, pero yo sí".
Almudena Grandes.
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"Todo va a mejorar", de Almudena Grandes en la Línea B
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No tengo claro si añadirlo a mi lista de libros de distopías o a la de terror, porque lo que cuenta podría ser tan factible de suceder que da escalofríos…
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Confesiones, Luis García Montero a su esposa, Almudena Grandes
Confesiones, Luis García Montero a su esposa, Almudena Grandes
Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,de la letra sin pulso y el veranode mi primera carta,por los pasillos lentos y el examen,a través de los libros, de las tardes de fútbol,de la flor que no quiso convertirse en almohada,más allá del muchacho obligado a la luna,por debajo de todo lo que amé,yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las…
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«El sexo es el sexo y el arte es el arte, y en nuestra historia había mucho de ambas cosas y muchas cosas más, deseo, lealtad, confianza, complicidad, dependencia, armonía, necesidad seguridad, humor, y también amor, distintas clases de amor que circulaban en direcciones diferentes que convergían en una sola. Cuando estuve segura de eso, de que lo nuestro no había sido y nunca sería un exceso aislado del que presumir por las barras de los bares, mis prejuicios se desvanecieron. Aproveché el espacio que dejaron libre para extender una alfombra blanca y mullida donde reposar a solas, y a solas burlarme del desafío de los números imposibles. Ésa era toda la soledad. toda la reflexión que necesitaba.
Después, cuando el tres se vengó de nosotros con su indivisible crueldad de número impar, perdi el rastro de mis propios pasos y dejé de creer en mi propia historia. Después, cuando me quedé sola, confundí aquella rara armonía con un vulgar desorden, y aquel orden perfecto con la más turbia variedad del caos. Después, cuando no me quedo otro remedio que convertirme en una mujer como las demás, me dio vergüenza haber vivido así, sin hacerme preguntas, sin necesitar respuestas, siempre con un hombre a cada lado, dos bocas, dos cuerpos, dos sexos para una sola boca, un solo cuerpo, un solo sexo que era el mío. No podía soportar aquel recuerdo, eso fue lo que pasó después, y que el horizonte se estrechó, y el cielo se volvió un techo cuadrado, mi vida una sucesión de imágenes desenfocadas y torpes, como las estampas de un almanaque ilustrado por un mal pintor. Cuando éramos tres, el mundo era tan enorme que no podamos abarcarlo con nuestras seis manos. Cuando volví a tener sólo dos manos, se había vuelto tan pequeño, tan insignificante, que se resbalaba entre mis dedos como una miga de pan, sin que yo alcanzara a comprender la razón de su tamaño. Por eso los traicioné, me traicioné con ellos, y quise confundir el riesgo con la arrogancia, la ambición, la locura, el placer con el vicio, el amor con el calculo, la suerte con la desgracia. Eso fue lo que paso después, porque los habla perdido y no pude soportar el recuerdo de esa pérdidas lo desterré con mis propios recuerdos a un país oscuro y sucio donde nunca habíamos vivido juntos. Miré mi vida con los ojos de los otros y me inventé una vergüenza, un escándalo, una degradación que jamás existió. Porque los había perdido y el mundo no era más grande que una miga de pan entre mis dedos, esa falsedad me consoló en los largos días de mi pobreza. Pero más tarde recuperé la memoria, y con ella una luz limpia, clara, verdadera. Yo era muy feliz entonces, los tres éramos muy felices, y la vida una cama grande, un balcón soleado, el olor del aguarrás y de tres cuerpos sudorosos, el humo del hachís, el ruido de los besos, de la risa. A nadie le ha costado menos trabajo vivir que a nosotros entonces, cuando estábamos juntos, y juntos éramos alegría.»
-Almudena Grandes
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@asongofstarkandtargaryen
Sypnosis:
"After Franco's victory, Dr. Guillermo García Medina (Javier Rey) continues to live in Madrid under a false identity. The documentation that freed him from the wall was a gift from his best friend, Manuel Arroyo Benítez (Tamar Novas), a Republican diplomat whose life he saved in 1937. Dr. García believes that he will never see him again, but in September 1946, Manuel returns from exile with a secret and dangerous mission. The republican diplomat intends to infiltrate a clandestine organization, the network of evasion of war criminals and fugitives from the Third Reich that a German and Spanish woman, Nazi and Phalangist, named Clara Stauffer (Eva Llorach) directs from the neighborhood of Argüelles. While Dr. García allows himself to be recruited by him, another Spaniard crosses the fate of the two friends: Adrián Gallardo Ortega (Jon Olivares). He had his moment of glory as a professional boxer before enlisting in the Blue Division to continue fighting as an SS volunteer and participate in the last defense of Berlin. Now he lives badly in Germany and ignores that someone tries to supplant his identity to flee to Perón's Argentina"
Cast
Javier Rey: Dr. Guillermo García
Tamar Novas: Manuel Arroyos
Verónica Echegui: Amparo Priego
Jon Olivares: Adrián Gallardo
Eva Llorach: Clara Stauffer
Steffanie Cayo: Meg Williams
Claudia Traisac: Rita Velázquez
Raúl Jiménez: Pepe Moya
Nancho Novo: Fortunato Quintanilla
Pepa Pedroche: Experta Fernández
Luis Bermejo: Juan Negrín
Enrique Villén: Virulo
Mario de la Rosa: Alfonso Navarro
Daniel Albeladejo: Antonio Ochoa
Itziar Atienza: Geni León
Toni Sevilla: Gabino de La Fuente
Iñaki Miramón: Basilio Rodríguez
Javier Lara: Jesús Romero
Marius Biegai: Otto Skorzeny
Carmen Molinar: Ingrid Weiss
Eduard Farelo: Pablo de Azcárate
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Andrea Aguilar: Almudena Grandes, una vida ilustrada
La escritora Aroa Moreno y la ilustradora Ana Jarén presentan un álbum sobre la autora madrileña fallecida en 2021. ‘Almudena. Una biografía’ rescata las voces de amigos y familiares
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