Cine al menguar la pandemia: Outside Noise

Rezumando un estilo ingrávido y grácil -junto a una evidente sobredosis de naturalismo, si algo así existe-, Ted Fendt hace en "Outside Noise" el osado intento de capturar en un hálito el transcurrir de la existencia de tres jóvenes mujeres citadinas.

Realmente no existe el desarrollo de una historia en "Outside Noise". Son más bien unas viñetas lánguidas, indolentes incluso, que retratan el ocio y la holganza de Daniela y en parte también de sus amigas Mia y Natascha. La mayor parte de la acción (es un decir) ocurre en las ciudades de Viena y Berlín, y un tanto en Nueva York, pero dadas las circunstancias, es como si sucediera en la sala o la recámara de mi casa, o en la de cualquier casa.

El rasgo más sustantivo del relato es que Daniela sufre de insomnio, y eso para mí provoca una especie de contradicción existencial en la cinta, porque no hay aparentemente nada en su vida que "le quite el sueño" como se dice. El hecho es que ella no puede dormir por las noches, y así se las pasa contemplando el techo de su recámara la mayor parte de las veces, mientras alguna de sus amigas (o la ciudad, o el país o el continente) descansan dormidos. No estoy seguro si en esos trances Daniela está pensando, es decir realmente cavilando o reflexionando, no me sugieren eso las imágenes de Fendt. Me sugieren más bien que está sólo habitando un espacio contemplativo, tal como lo parece hacer su existencia toda.

Ted Fendt en todo caso se limita a testimoniar el manso, errabundo y casi-empalagado-de-hastío día a día de Daniela y Mia y Natascha, sus cuitas y sus alegrías, que también se ven como lijadas por el paño abrasivo de la indolencia. Sus diálogos pueden ser insulsos, pero también pueden ahondar en cuestiones sustanciales, más allá del gusto de Mia o Natascha por algún museo, o de las translúcidas "ambiciones" laborales de Daniela. En ese sentido, el interés sobre lo que ocurre en pantalla se acrecienta conforme las actrices van tejiendo su labor de eventual improvisación (las tres, Daniela Zahlner, Mia Sellmann y Natascha Manthe, tienen crédito en el guión junto con el director).

Se trata de un casi mediometraje (dura apenas una hora con un minuto), pero eso le da el tiempo suficiente a Fendt para redondear un universo meridiano, sosegado, apático en parte, donde las existencias de las tres mujeres se mueven en una ciénaga viscosa, almibarada de cierta clase de incapacidad para conmoverse, y de perplejidad y de incertidumbre.

Y no sé con certeza si Ted Fendt trató de dibujar el retrato de una persona en busca de identidad (yo diría incluso que en busca de propósito o empeño vital) con esa pálida paleta de colores, pero lo que le resultó, a mi entender, no fue un retrato sino una especie de radiografía coloreada con ocres. Eso sí, cálida y de alguna manera cercana, por más inasibles que se tornen los personajes en su ultra-naturalismo vago y abúlico.

Outside Noise (Ted Fendt, 2021)      

Outside Noise (Ted Fendt, 2021)