Tumgik
#;— ꒰ °˚ cuando se escribe °·⊹ ꒱
heinous-bitch · 1 year
Text
abrí twitter 2 minutos y es impresionante lo alzados que andan todos por el dibu. igual same
235 notes · View notes
samdly · 6 months
Text
— ¿No es sospechoso? —preguntó a persona junto a sí, tal vez alguien que también observaba a los guardias amontonados en la entrada—. Desaparecen un tercio de las mascotas, pero la seguridad drásticamente aumentada del complejo no sabe nada... Me atrevo a decir que es imposible. ¿Cuáles crees que son sus motivos, y qué pasó con ellas?
Tumblr media
17 notes · View notes
vkbyj · 20 days
Text
Tumblr media Tumblr media
0 notes
luchitohamilton · 1 year
Text
cuando la mina de dazn dice "tres latino en primero fila"
Tumblr media
1 note · View note
estr-311it4 · 2 years
Text
La comunicación
Tumblr media
0 notes
sweetillnessofm · 2 months
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
804 notes · View notes
voglatte · 2 months
Note
Hola hola dani mira tengo un pedido especial de una historía sobre Esteban Kukuriczka y la verdad te lo vengo a pedir a TI porque amo la manera en la que escribes y me encantaría que trajeras esta idea a la realidad bueno va algo así ❤️‍🔥
Te acabas de mudar a un apartamento en Buenos Aires, recién conseguiste un trabajo nuevo en la ciudad. En tu edificio te llamo la atención un vecino guapísimo que te había tocado ver varias veces en el ascensor mientras volvía de pasar a su perro, habían intercambiado una o dos palabras pero nada más, y solo se saludaban las veces que salían al mismo tiempo por las mañanas para trabajar, sabias que el actor de obras de teatro, que tenía tu edad y estaba soltero pero eso era todo.
Una noche que habías vuelto del trabajo tan cansada llegaste a tu apartamento dispuesta a tomarte la ducha mas relajante con agua caliente y burbujas, y así fue mientras estabas poniendo un poco de gel de vainilla en tu cuerpo, el agua de repente se acaba, te acuerdas que después de haber estado tan ocupada en los informes olvidaste pagar el recibo, te maldices a ti misma y rápido buscas que hacer, de nuevo eres nueva en Buenos Aires y no tienes mucha opción hasta que te acuerdas de tu lindo vecino de a lado, el te podía ayudar aunque morias de vergüenza, te armaste de valor para ir a tocar su puerta envuelta en una toalla, y en la mano con una bolsa de productos de baño, el abre la puerta sorprendido de verte así, te saluda y tu le explicas pidiendo si porfavor puedes usar su regadera para terminar de bañarte, el se sonroja y obviamente accede, con toda la tensión que había terminan cogiendo en todos los rincones de su apartamento 🫣😮‍💨🫠
Ojalá que si puedas hacerlo, te agradezco desde ahorita! Muak
⊹ ┊AFTER SHOWER ꒱ .゚
Tumblr media Tumblr media
𓆹﹐
↷ ˊ- pairing: esteban kukuriczka x f!reader.
warnings: +18, un poquito de fluff, smut, finger sucking, blowjob, pvssy slap?? dirty talking?? size kink, p en v, without protection (no lo hagan).
• dani’s typing… ! ya que muchas personas me han pedido NSFW del kuku pues aquí está (gracias por el request, personita!).
Tumblr media
te sentaste en el polvoriento sillón soltando un gran respiro, no sabías como sentirte pero al ver el pequeño apartamento con todas sus cosas en su lugar te daba cierta nostalgia.
hace poco habías decidido mudarte a un nuevo espacio donde podías tener cierta libertad y comodidad, cosa que no habías tenido ya que compartías hogar con otra persona y además porque quedaba cerca de tu nuevo trabajo.
la música sonaba suavemente en una de las bocinas que habías colocado para no dejar que el lugar se quedara en completo silencio.
tu estómago gruño y no te había dado cuenta, cuántas horas habías pasado acomodando todo por lo que se te pasó de alto comer algo, sin más quitaste las gotas de sudor cayendo por tu frente y buscaste tu pequeña bolsa de mano para salir con la esperanza de encontrar algo que acabara con tu fatiga.
lo único que no te esperabas era que esa fatiga se transformara en pequeñas corrientes fluyendo por tu cuerpo, ahí estaba esteban, es decir, tu nuevo “vecino” quien estaba leyendo lo que parecía ser un libro sin percatarse de tu presencia en la puerta a mitad del largo pasillo.
pero fue el ruidoso “click” que hizo la puerta cerrar para que levantara su mirada y sintieras tu corazón saliendo de tu pecho, sus ojos marrones transmitían más de lo que seguramente él pensaba.
sonrió tan dulce y saludó tan educadamente que sabías que no ibas a poder parar de pensar en él, lo saludaste de vuelta y avanzaste sin mirar atrás.
esa fue la primera vez que se habían visto.
——————————————————————————
casi no parecía ser una coincidencia las veces que te encontrabas a tu guapo vecino en el elevador con su adorable perro luego de sacarlo a pasear o cuando ambos salían a trabajar y se daban un pequeño saludo con la mano.
pero no había pasado de un simple “hola o buenas” al encontrarse y un “adiós” al despedirse en la puerta de cada uno, que por cierto estaban uno al frente del otro.
luego de ello te enteraste que era actor, le gustaba el teatro, actualmente tenía 32 años de edad, solamente 4 años mayor, estaba soltero y tenía un hermoso nombre.
querías acercarte más a él sin llegar a ser muy intensa, en eso te mantenías, pensando en algún plan para hacerlo.
después de esas diminutas interacciones, te acostabas en tu cama mirando el techo, creando todos los escenarios imaginarios que podía crear a veces tu mente perversa.
——————————————————————————
te encontrabas agotada por el trabajo, solo querías llegar a tu apartamento darte un ducha tibia y acostarte a ver alguna película de tu gusto pero al parecer ese no iba a ser tu día de suerte.
mientras te duchabas murmurando alguna canción, quitando el oloroso gel de vainilla el agua dejó de caer como llovizna sobre tu cuerpo, sacándote varias maldiciones al azar y dejándote con un poco de shampoo sobre el cabello.
con el poco tiempo libre que tenías se te había olvidado pagar el recibo que habías recibido hace una semana y ahora viéndote en el espejo del baño se te había ocurrido una idea en la que debías amarte de valor, guardaste todo los productos íntimos implementados en tu ducha más la ropa que ibas a colocarte y saliste de tu apartamento enrollada en tu toalla para tocar la puerta de al frente.
suspiraste dándote más valor mientras temblabas por las pequeñas gotas de agua que bajaban por tus clavículas. la puerta se abrió lentamente dejando a un esteban con pantalones holgados y camiseta.
“oh ¿te puedo ayudar en algo?” viéndote algo curioso, no te parecía raro ya que estabas en su puerta mojada, con una toalla y temblando.
“si, bueno… sabés que me estaba duchando y al parecer se cortó el agua y bueno se me ocurrió venir a vos” aclaraste tu garganta que se había quedado seca al hablar. “¿me dejarías usar tu ducha? prometo no va a durar mucho” ya no sabías si estabas temblando por tu cuerpo empapado o por su mirada tan penetrante.
“por favor, pasá” dejó un espacio entre la puerta y él para que pudieses entrar, podías notar cierto color en sus mejillas.
poco viste de su apartamento al estar dentro de el, observaste que era un poco más rústico pero arreglado, olía a una mezcla de café con madera, bastante acogedor.
“el baño está por este pasillo a la izquierda, la primera puerta” te guío un poco y le agradeciste antes de entrar al baño.
hiciste algo rápido tu rutina de baño, no querías causar más inconvenientes y mucho más si era con tu guapo vecino, saliste luego de unos 15 minutos secándote el cabello con la toalla que antes te cubría, su cuerpo se acercó instintivamente a donde se encontraba.
su cabello castaño con destellos rubios brillaba bajo la tenue luz del salón principal, estaba sentado en el largo sofá viendo un show de televisión a poco volumen.
hiciste acto de presencia al aclararte la garganta y volteó rápidamente con la misma sonrisa de siempre, no pudiste detener una formándose en tu cara también.
“muchas gracias, que vergüenza” la sangre se instaló en tus mejillas, causándole ternura.
“para nada, para eso estamos los vecinos” le quitó importancia. “oye ¿te gustaría quedarte un rato más?” se rascó la nuca intranquilo ahora él causándote ternura a ti.
“claro, si no es mucha molestia” el negó rápidamente invitándote a tomar asiento y preguntándote si querías algo de tomar a lo que respondiste positivamente.
el ambiente estaba tenso, lo podías sentir y esteban también. llegó entregándote lo que parecía ser cerveza y agradeciste.
“entonces ¿vos de que trabajás” sus labios brillaban por la cerveza que se impregnaba en ellos y te limitaste a quitar tu mirada sobre ellos y él dejó su jarra en una mesa que adornaba el lugar.
“soy fisioterapeuta, un poco cansador pero me gusta” exclamaste y señalaste un libreto que estaba a la vista. “¿una nueva obra?” relamiste tus labios.
“si…” él se removió incómodo en el sofá preocupándote, tal vez lo estabas haciendo sentir incómodo o invadido.
“¿todo bien?” dejaste la jarra con cerveza al lado de la de esteban, mirándolo preocupada.
pero rápido pasó a ser de sorpresa cuando se acercó lo suficiente para sentir la respiración del otro, su mano colocándose delicadamente en tu mejilla y su pulgar en tu labio inferior, acariciando levemente.
“¿me das permiso para besarte, preciosa? no creo poderme aguantas más” no respondiste, solo juntaste sus labios con los tuyos en un beso hambriento, su mano bajando y haciendo presión en tu cuello.
se separaron segundos antes de volver a unir sus labios hasta que esteban decidió bajar un poco a la altura de tu cuello, chupando y dejándose besos húmedos que te hacían jadear.
su pulgar se escabulló entre tus labios abiertos, sabías que quería así que solo lo acunaste con tu lengua, chupando suavemente. gruñó en tu cuello, subiendo hasta tu oreja.
“te quiero coger en todos los rincones de este apartamento y te prometo que lo haré” susurró sin quitar su pulgar dentro de tu boca. “y ojalá así me chupes otra cosa” su risa hizo erizar tu piel y tus pezones que se marcaban a través de la camisa oversized que te tapaba.
chillaste cuando esteban empezó a masacrar tus pezones a través de la tela blanca que se transparentaba por la saliva de su boca, quitó su pulgar de tu boca para ayudar a pellizcarlos suavemente.
duró unos minutos pegado a tus senos pero era tiempo de quitar la prenda así que rápidamente se deshizo de ella al igual que tu pantalón de pijama que salió volando por alguna parte.
“no es justo, vos tenés mucha ropa” te arrodillaste ante él, colocando tus manos en sus estrechos muslos antes de sacarle la camiseta.
ahora podías dedicar tu tiempo a observar esos hombros amplios que pasaban desapercibidos por la ropa y el abdomen ligeramente marcado, tu boca recorrió todo el camino desde sus clavículas hasta su abdomen, mordiéndolo sin ser brusca.
esteban no logró aguantarse al verte de rodillas ante él y de inmediato bajo sus holgados pantalones junto con su ropa interior. miraste con asombro, haciéndolo sonreír de medio lado e hizo una coleta con tu cabello en sus manos.
no sobraron las palabras así que decidiste bombardear su miembro de arriba hacia abajo con el líquido que brillaba en su punta y un poco de tu propia saliva.
recuperaste de a poco tus movimientos haciéndolo un poco más rápido y ejerciendo cierta presión, esteban no lograba callarse dejando salir varios jadeos.
subiste la mirada sin descuidar lo que estabas haciendo, se destacaba su nuez de adán mucho más cuando tragaba, sus labios rosados entre abiertos y sus ojos cerrados que mostraban esas pestañas rizadas que poseía, era todo un adonis.
su mano envolviendo tu cabello de una manera fuerte te hizo jadear haciendo que de un solo movimiento su miembro entrara en tu cavidad bucal, casi dándote arcadas de lo grande que era.
“¿qué pasa, nena? ¿no entra completo en esa boquita chiquita que tenés?” rió mientras gotas saladas se acumulaban en tus ojos, algunas derramándose y siendo limpiadas por él.
tratabas de respirar por la nariz cuando tenías oportunidad bajando más profundo y sintiendo una contracción nerviosa dentro de tu boca, decidiste ahuecar tus mejillas mucho más.
“n-nena me voy a venir, es tu momento de apartarte” sus gemidos se hacían más frecuentes y dejó de aprisionar tu cabello por si querías separarte pero no lo hiciste y a los segundos, toda su semilla estaba en tu boca.
se sorprendió un poco pero sonrió quitando un poco que se esparcía por tus comisuras. después de verte un poco más repuesta te subió al sofá dejándote debajo de él.
“mira lo mojada que andas” mostró sus dedos viscosos después de haberlos pasado por tus labios inferiores encima de la ropa interior y gemiste al sentir el tacto.
dió varias palmadas suaves en tu intimidad tocando exactamente tu clítoris que te hizo sollozar, lo necesitabas.
jadeaste al ver que rompió la prenda íntima con sus manos y refunfuñaste ganándote otra palmada.
“p-por favor….” hiciste un berrinche que no sirvió porque metió dos de sus dedos en tu boca para callarte.
“shh” te calló, su otra mano deslizó su miembro por tus pliegues, hasta que se desesperó y metió su miembro lentamente en tu agujero deseoso.
las estocadas habían empezando lentas, tu intimidad apretando su miembro causando graves gruñidos y gemidos callados de tu parte por la intrusión de sus dedos en tu boca.
sacó sus dedos dejando ver un hilo de saliva lo cual no le importó y subió la velocidad de sus embestidas, te quería escuchar chillando por él.
“sos tan pequeña, me encanta como te ves tan chiquita debajo mío” decía en tu oído, tus muslos empezaban a sufrir de temblores, un nudo se hacía en tu vientre y tus ojos se blanquearon por un momento.
su pulgar chocó con tu clítoris dando leves toques en forma de ocho, ahí perdiste la poca cordura que te quedaba y rasguñaste sus antebrazos.
“¿m-me puedo venir e-en vos?” la respiración descontrolada de esteban le estaba pasando factura cuando hablaba, ya que lo hacía entrecortado.
la presión en tu clítoris era demasiado junto a su miembro tocando el punto dulce de tu intimidad así que de un abrir de ojos te estabas revolcando bajo de él con temblores, él al sentir tu intimidad apretándolo no dudó en vaciar por segunda vez su semilla pero dentro de ti.
su cuerpo cayó sobre el tuyo sin apretarte, su cara reposando en tu hombro y su barba raspando un poco de tu pecho pero no te importaba en ese momento.
su respiración te transmitía calma, sus cabellos ya estaban siendo acariciados por ti mientras su mano se aferraba a tu cintura.
“no te mentía sobre lo de cogerte en cada parte de este apartamento” soltó de la nada y reíste.
“¿no?” bajaste la mirada encontrándote con la suya, oscura.
“no, espero que no estés muy cansada porque creo que vas a necesitar otra ducha” te cargó de los muslos, dispuesto a pasar una noche llena de acción.
————————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ AHHH, creo que me gustó mucho más de lo que debería este pequeño one-shot (ojalá a ustedes igual) .ᐟ
292 notes · View notes
florinaranja · 1 month
Note
Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
Tumblr media
nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba. 
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible. 
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio. 
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa. 
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño… 
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor. 
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes. 
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca. 
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo. 
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba. 
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado. 
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale. 
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda. 
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello. 
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho. 
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria. 
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo. 
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió. 
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. 
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—,  no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida. 
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado. 
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
159 notes · View notes
castawaycherry · 1 month
Note
Ya que puedo mandarte un par más (y muchísimas gracias por eso)! Prompt 55 con Kuku & Enzo? Porque amo a estos chicos. 💘
(ps; pregunta no relacionada por mera curiosidad, escribes para Fran?)
no me tienes que agradecer 🥹🥹 lo hago con mucho cariño, y sii, nunca me han pedido nada para el pero si escribo para Fran 🩷
Warnings: smut
Tumblr media Tumblr media
55- Que opinan de quitarte la virginidad?-
Kuku: A Esteban no le molesta esperar, sabía que eras virgen cuando se conocieron y el estaba bien con eso y nunca te presiona a absolutamente nada, cuando le dices que si te quitaría la virginidad el estaba en las nubes de emoción que le dejarás hacer algo tan importante, es un hombre bastante paciente y se toma su tiempo preparándome para que no te duela y te sientas lo más cómoda posible (este hombre es un amor), lo haría siempre lo más romántico y suave posible y en futuras ocasiones te ayudaría a explorar más sobre lo que te gusta y lo que no.
Enzo: Al igual que Esteban no le molestaba esperar y quería que estuvieras feliz y cómoda, siempre que se estuvieran besando y le decías que ya estabas lista te preguntaba si estabas segura y que no le molestaba esperar en lo absoluto, eso solo te hacía enamorarte más de Enzo, el día que le dijiste que estabas 100% lista te hizo sentir más amada que nunca y se aseguró que ningún otro hombre te hiciera sentir tan bien como el.
81 notes · View notes
black-beauty-poetry · 3 months
Text
Te escribo para olvidar las sonrisas que me sacaste con tus ocurrencias peculiares.
Aquellas veces en que me permitiste entrar a tu mundo porque hallaste en mí la seguridad suficiente para confiarme tu pasado y contarme todo sobre ti con la efusión de que no te juzgaría, escribo para olvidarme de eso también.
Y de las mil maravillas que creaste en mi corazón, de eso también me olvidaré.
De los días en que conectábamos cada vez que surgía un tema alrededor del cual podía charlar contigo por horas, sólo tú y yo, mientras la realidad lucía remota como si nos hubiésemos encerrado en nuestro propio universo.
De los besos que te obsequié, de lo enamorado que me tenías, de las caricias, de las risitas, de la diferencia que marcabas cuando a mi lado estabas asegurándome que me veías como algo más que un amigo, y a mí me gustaba pensar que quizás fui tu refugio.
De esas ocasiones en que creí que eras el amor de mi vida, de los poemas que me hiciste escribir, de tus canciones, de tus programas, de tus gustos, de las cosas que llegué a adorar sólo porque tú las adorabas.
Me encargué de habitar tus zonas de confort favoritas sólo para que pudieras verme, escogerme...
También escribo para olvidarme del momento en que rompiste mi corazón cuando te vi besando otros labios, del rechazo que advertí aquella vez que te confesé mis sentimientos, de los tratos íntimos y mimosos que me brindaste por pena, de las ilusiones en las cuales me hundí al interpretar las señales equivocadas, de cómo intenté buscar un «nosotros» cuando el amor de tu vida siempre te hizo creer que existía un «ustedes».
Y sé que si trato de superarte, no debería escribirte, pero, entiéndeme, no se me ocurre mejor desahogo que volviéndote mi poesía.
Con certeza, puedo decir que este es definitivamente un adiós porque así como siempre hubo versos rosados escritos por mi corazón enamorado, también hubo versos azules escritos por mi corazón roto y desilusionado, también hubo versos verdes escritos por mi corazón finalmente reparado.
Y los versos que ahora te dedico tal vez sean dorados porque te los escribe un corazón fuerte y recuperado que ya de su poemario te ha borrado.
Hace tiempo que no nos vemos, pero no te desearé el mal - nunca lo haría -. Espero que te sonría la suerte en el amor y tengas éxito en tu vida profesional, y muestres reciprocidad a la persona correcta que estoy seguro te comprenderá y se quedará tanto en tu luz como en tu oscuridad, así como te amará mejor de lo que pude haberte amado.
Y si alguna vez vuelves a sentirte parte de los nuevos versos que escriba, considéralo un poema escrito por un corazón que ya no ve tu nombre como su musa.
-Dark prince
119 notes · View notes
andypantsx3 · 5 months
Text
In English:
Hi all, you might remember the wattpad plagiarism situation I posted about last month. A reader reported to me that a writer called Lía (who writes as one half of a pair of writers called Angry_popcorn) had taken my fic cover shot and rewrote it in Spanish. I never saw the fic myself but I trusted the word of this reader and raised the community alarm just in case. I then reached out to Lía directly on wattpad in the interest of digging deeper and confirming what was really going on.
Since posting, however, it has become clear that Lía does indeed take English fics and translate them into Spanish while maintaining they are her original works. There is decisive evidence that she plagiarized at least one other author, @littlesponge-fics. Sponge asked her to take the plagiarized fic down, which she did, along with all of Lía's other fics (which we did not ask for).
I had written this document compiling evidence, but when the fics came down, we thought the situation was resolved and did not see a need to publish.
However, we have since become aware that Angry_popcorn has been posting in their community tab alleging that Lía is being bullied over fics with "similar themes". They seem to imply that myself and Sponge are doing the bullying. Others in their community tab have said that someone is sending them the plagiarized fic and that it's not at all similar.
As things seem to be reaching a kind of boiling point over there, we want to take this opportunity to clarify how we know that word-for-word plagiarism has occurred, and to provide a full record of our contact with Lía for transparency.
Please read carefully, and once again please do not send any hate to this author.
Tumblr media
En español (via google translate, sorry if it's bad!!):
Hola a todos, quizás recuerden la situación de plagio de Wattpad que publiqué el mes pasado. Un lector me informó que una escritora llamada Lía (que escribe como la mitad de un par de escritores llamados Angry_popcorn) había tomado mi fic cover shot y la había reescrito en español. Yo nunca vi el fic pero confié en la palabra de este lector y di la alarma a la comunidad por si acaso. Luego me comuniqué con Lía directamente en Wattpad con el interés de profundizar más y confirmar lo que realmente estaba pasando.
Sin embargo, desde la publicación, ha quedado claro que Lía efectivamente toma ficciones en inglés y las traduce al español manteniendo que son sus obras originales. Hay pruebas decisivas de que plagió al menos a otro autor, @littlesponge-fics. Sponge le pidió que quitara el fic plagiado, lo cual hizo, junto con todos los demás ficciones de Lía (que no le pedimos).
Había escrito este documento recopilando evidencia, pero cuando aparecieron los fics, pensamos que la situación estaba resuelta y no vimos la necesidad de publicarlo.
Sin embargo, desde entonces nos hemos dado cuenta de que Angry_popcorn ha estado publicando en su pestaña de comunidad alegando que Lía está siendo intimidada por ficciones con "temas similares". Parecen dar a entender que Sponge y yo somos quienes acosamos. Otros en su pestaña de comunidad han dicho que alguien les está enviando el fic plagiado y que no se parece en nada.
Como las cosas parecen estar llegando a una especie de punto de ebullición por allá, queremos aprovechar esta oportunidad para aclarar cómo sabemos que se ha producido plagio palabra por palabra y brindar un registro completo de nuestro contacto con Lía para mayor transparencia.
Lea atentamente y, una vez más, no envíe ningún odio a este autor.
110 notes · View notes
Cartas que posiblemente nunca te envié, parte 1. 🥀
Hola cariño, realmente eso de hablar y expresar sentimientos no se me da; soy pésima diciendo como me siento, soy muy mala al decir las cosas y usualmente hiero a los demás con mis palabras. Creo que eso ni siquiera hay necesidad de decirlo porque ya te diste cuenta y me arrepiento bastante; así que vengo a pedir disculpas e intentar solucionar todo de la única manera que se hacerlo, escribiendo y realizando detallitos estúpidos.
Lamento mucho lo sucedido, no era mi intención hacerte sentir mal y se que fue una estupidez haber dicho lo que dije; en verdad estoy muy arrepentida y entiendo si quizás estás algo molesto o quieres tiempo para pensar las cosas, créeme que lo entendería porque se lo que te hice sentir y está mal. Desde que te conocí me juré a mí misma no hacerte daño y por lo visto no lo estoy cumpliendo. También se que últimamente ni siquiera he tenido el valor de enviar un mensaje y preguntar como sigues, como estas, como estuvo tu día... Lo siento, sé que esas actitudes dan mucho que pensar y deja mucho que desear, pero usualmente suelo autosabotearme y arruinar todo lo bueno que me pasa o toda cosa que vaya extremadamente bien, simplemente porque siento que no lo merezco aunque yo se que sí, pero también me da miedo y bueno; es un asco total.
Ahora, tampoco diré que soy la peor persona del mundo, porque se que no es así, solo soy muy complicada... Soy algo insegura, soy muy inestable emocionalmente, sobre pienso muchísimas cosas, mi ansiedad y los miedos me traicionan la mayor parte del tiempo, llegó a desarrollar dependencia emocional, puedo ser un caos total, soy algo celosa, llegó a ser muy orgullosa, algo tonta, soy muy coqueta, soy algo liberal, en ocasiones egoísta y narcisista, soy muy sencible, amo la atención y el tiempo, pero a veces también me harto y quiero espacio, en ocasiones me deprimo y me alejo de todo el mundo sin decir ni una sola palabra. Pero sabes? Aún con todas esas cosas que pueden sonar extremadamente malas, soy una persona que vale la pena conocer, pero de verdad conocer, no solo por encimita. Se que puedo ser muy buena amiga, novia, etc; soy muy amorosa, soy leal, soy muy detallista, siempre te apoyaré en todo (siempre y cuando sea para bien), soy muy fiel, cumplo mis promesas, entrego todo de mí, soy comprensiva, responsable, respetuosa, muy empatica, solidaria y en ocasiones muy paciente.
Muy bien llegando a este punto quizás digas “que hueva, no quiero leer más”, perooo hazlo, plis; viene la mejor parte, esa parte en la que menciono todo lo que me haces sentir, en la cual digo el porque estoy enamorada de tí, el porque me gustas y el porque te quiero.
Cuando te conocí realmente no creía que llegara a pasar algo, ni siquiera pensaba en que fueras a gustarme; pero mira, aquí estamos, aquí estoy. Aquí estoy enamorada de tí, enamorada de esa linda sonrisa, enamorada de esos ojitos bonitos, enamorada de esa risa tan tierna, enamorada de esa voz que me da tanta paz, enamorada de los mensajes de buenos días, enamorada del niño que hace mi mundo de colores, enamorada del niño al que le gustan los perritos, enamorada del niño escribe tantos textos llenos de amor, enamorada de un niño maravilloso, estoy enamorada de cada pequeña parte de tí, enamorada de las letras de tu nombre, enamorada de tu pelito algo despeinado, enamorada de tí, enamorada de tus lunares, de tus labios, de tus manos, de tus cicatrices, estoy enamorada de tus miedos, de tu forma de querer, de tu alma.
Tú realmente me haces sentir como en un cuento de hadas y es que eres lo que tanto había buscado, eres el chico que a mis 5 años idealizaba como un principe azul, eres ese niño que tanto le pedía a dios y a la vida. Tú me haces sentir en casa, me haces sentir segura, me haces sentir que ya todo está bien y nada malo puede pasar, tú me haces feliz y eso no tiene precio. Tú haces que las canciones de amor vuelvan a tener sentido, tú haces que yo pueda ser yo de nuevo, tú estás sanando cosas que ni siquiera eran tu responsabilidad y te lo agradezco, te lo agrego con el alma entera.
Créeme cuando te digo que te quiero y que estoy dispuesta a todo por tí, estoy dispuesta a arriesgarlo todo, no me dan miedo las consecuencias. Te quiero y sin problema alguno se lo grito al mundo entero, te quiero y quiero demostrartelo todos los días de mi vida. Te quiero a tí con todo incluído. Te quiero hoy, mañana y lo haré siempre. Te quiero porque siento que eres el indicado. Te quiero y te lo digo no por compromiso o por quedar bien, te lo digo porque lo siento y porque hoy puedo decírtelo.
Se que la vida es muy corta y puede terminarse en cuestión de segundos, nadie tiene el mañana asegurado; así que hoy, hoy te digo que quiero todo contigo, hoy te digo que quiero que seas tú, hoy te digo que si la vida y tú me lo permiten siempre estaré aquí a tu lado. Y no solo te quiero hoy, porque tú me haces pensar a futuro, te incluyo en mis planes a corto, mediano y largo plazo. Porque sí, quiero que seas parte de mí y de mi familia, porque me encantaría presentarte como mi novio a todo el mundo, porque me encantaría que pasemos juntos todas las festividades existentes en el mundo. Porque me encantaría tomarte de la mano, darte un besito en la frente, cuidarte, amarte, adorarte y respetarte siempre. Porque me encantaría despertar a tu lado, mirarte a los ojos y decirte que te amo, porque amaría que cumplieramos juntos todas nuestras metas, todos nuestros sueños.
En fin, no escribiré más por ahora porque tampoco quiero aburrirte. Pero por favor; por favor no dudes del cariño que te tengo, por favor no dudes de mi palabra al decir que me gustas, por favor no dudes de lo que me haces sentir. ❤️‍🩹
843 notes · View notes
only-girlss · 2 months
Note
holaaa!! estuve leyendo tus historias, y me encanta como escribes, tu trabajo es muy bueno :)) quería saber si podías hacer algo para Fran: no sé por qué, pero desde que lo vi no dejo de pensarlo como uno de esos que frente a todo el mundo trata a su s/o como a una princesa, pero cuando están solos es todo lo contrario, tipo súper dominante y así, y nadie nunca se lo imaginaría pq Fran es tan soft y precioso, pero si supieran,,,🫣
Tumblr media
Francisco Romero - Innocent.
☆`~Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Malas palabras.
Tumblr media
Vos y Fran se conocían desde la secundaria. Si bien en aquel momento no eran lo más unidos, compartían el grupo de amigos.
Una vez que esta etapa terminó, cada cual se fue por su lado. Y por alguna razón, ustedes siguieron en contacto, generalmente por llamadas y mensajes, pero muy de vez en cuando se veían. Todo dependía de sus clases y trabajos.
Y así fue como pasaron de ser compañeros que se llevaban bien, a los mejores amigos.
Era raro ver a uno sin el otro, nunca se pelearon enserio, y si se peleaban no duraban ni 3 horas distanciados. El chico te conocía como la palma de su mano, sabía lo que te gustaba comer y lo que no, sabía cómo tratarte cuando estabas en tus días, sabía hasta que marca de maquillaje usabas para regalartela.
Durante su amistad, ambos tuvieron uno que otro novio o novia, pero fueron cosas pasajeras. Excepto por esa vez hace años sufriste mucho por amor, tanto que te habías alejado completamente de la idea de tener novio. Desde entonces habían sido él y vos.
La gente a menudo sugería qué tenían que salir, qué harían linda pareja, y blablabla.
Pero ustedes siempre se negaban, riéndose. Ninguno veía al otro con ojos de amor. Creo.
Eran más de las 7 de la tarde, el sol ya se estaba ocultando de a poco, cosa rara debido qué estaban en pleno verano.
'El clima Argentino' pensaste.
De igual manera hacia tanto calor como siempre. Te estabas cambiando, te pusiste unos shorts de tiro bajo con una remera musculosa.
Ya tenias que ir yendo para la casa de Francisco. Enseguida llamaste un taxi y le diste las indicaciones.
No vivían tan lejos, pero tampoco tan cerca como para ir caminando. Siempre odiaste la distancia entre sus alquileres. Pero era la excusa perfecta para hacer pijamada.
Desde que Fran empezó su papel en La sociedad de la nieve, vos asististe a cada uno de los momentos del rodaje (A los que te permitían).
Así que conocías bien a los chicos, los amigos de Fran.
Estabas yendo a su casa ya que se había organizado una pequeña juntada casual entre todos. No eran más de 5 y solo iban a charlar y tomar.
Una vez que llegaste y pagaste al taxista, entraste a la casa. Tenias tus propias llaves, así de increíble la confianza.
Miraste al patio y notaste que ya estaban todos: Juani, Blas, Matías, Agus y Pipe.
Apenas te vieron, se levantaron de las reposeras y te saludaron.
- Yo también los extrañé chiquitos, ahora ¿Dónde está Fran?
- Justo recién salió, fue a comprar hielo. Respondió Juani.
Ya habían empezado a tomar, cada uno con una birra en la mano.
-Dale, voy a buscar una cerveza. Dijiste.
Fuiste a la cocina, buscando las latas. Agarraste la primera que viste, decepcionada. No era de la marca que te gustaba. Eras super mañosa.
En eso, alguien abrió la puerta.
-Holaaa. Fran había llegado con una bolsa de hielos. Y en su mano tenía una cerveza, de las que si te gustaban.
Enseguida lo abrazaste y saludaste.
Dejó la bolsa en el frezzer y te dio la lata.
Sonreíste encantada y le diste un beso en el cachete.
- Gracias por cumplir mis caprichos.
Fran solo sonrió contento.
Fueron rápidamente afuera y empezaron a hablar con el grupo.
La noche cayó y todos habían tomado bastante. Hubieron charlas tontas, chistes estúpidos, pero faltaba algo...
- Nena ¿verdad o reto? Dijo Agustín, leyéndote la mente.
- Verdad.
- Uy qué aburrida, aver... ¿Es verdad qué Bayona te tiró onda?
Casi escupís tu bebida. Todos se empezaron a reír.
- ¿Qué? Noo ¿De donde sacaste eso? Que enfermo sos.
Todos seguían tentados.
- Aver, Juani ¿Verdad o reto? Dijiste.
Y así continuó la noche, con retos qué podían terminar muy mal, y verdades que los hacían mearse de la risa.
- Fran? Ya sabes como va la cosa. Dijo un muy ebrio Blas.
- Verdad.
- ¿Es verdad que sos virgen?
Todos se rieron bajito, pero Fran estaba confundido ¿De donde habían sacado eso?
- No ¿Por qué?
- Bueno nunca te vimos hablar de tu vida sexual, es eso nomas. Además es raro pensarte cogiendo a alguien. Contestó Felipe.
Enseguida Francisco se puso serio.
- Pero gor, no lo dice de malo, sino que sos muy inocente como para cogerte a alguien, ¿Entendés? Dijiste intentando que no se sintiera incomodo.
'Y era verdad, el chico parecía un nene después de comer su golosina favorita, nadie se lo había imaginado nunca en medio del apareamiento' pensaste.
- Pero te estoy diciendo que si lo hice. Dijo sonriendo. Te lo juro.
- ¿Ah si? ¿Cuando fue la última vez que cogiste? Preguntó Agus.
- AGUSTÍN LAIN, ¿QUÉ ES ESA PREGUNTA? Gritaron vos y Juani al mismo tiempo.
Después se rieron.
Todos esperaban la respuesta de Fran, la cual nunca llegó. El chico solo se puso rojo y sonreía tontamente.
- Creo que todos sabemos lo que significa eso. Dijo Felipe riéndose. Pero esta vez se reía solo. Blas le dio un codazo, diciendo que se callara.
Todos podían notar incomodidad en Fran, estaba rojo y le temblaban las manos.
Este se disculpó y dijo que ya tenía sueño, total cualquier cosa vos te quedabas a cargo.
No lo detuviste, tampoco los chicos.
No pasaron ni 5 minutos para que todos se vayan. Dejaste todo más o menos impecable y cerraste la puerta. Te ibas a quedar a dormir.
No era algo raro que te quedes, incluso sin preguntar. Siempre dormías con Fran pero no sabias si iba a estar bien esta vez.
Quisiste ir a su habitación a hablarle y decirle que no tenía porque mentir, que no tenía nada de malo ser virgen. Pero en el camino escuchaste ciertos ruidos.
Te asomaste por la puerta mal cerrada y lo viste, tal como te lo imaginaste.
Estaba Fran, abierto de piernas mientras se masturbaba fuertemente.
Creíste que como después de todo lo que había pasado, lo ibas a encontrar durmiendo o llorando o algo así.
Pero ni cerca.
No quisiste interrumpir pero tenías que. Además esa rara sensación en tu entrepierna al verlo no te dejaba pensar bien.
Tocaste la puerta, haciéndote la tonta.
Escuchaste movimiento del otro lado de la puerta, y un segundo después Fran te dio permiso para entrar.
Estaba sentado en el borde de la cama, se veía agitado pero lo ignoraste.
- ¿Estás bien? Dijiste haciendote la tonta sobre lo que acababas de ver.
- De diez ¿Por qué?
- Gor, no tiene nada de malo ser virgen, no dejes que te jodan. Dijiste sería.
Pero Fran solo se rio despacito.
-Nena, ya te dije que no soy virgen.
Estabas confundida, entendías el porque les mentía a los demás ¿Pero a vos?
- No entiendo, ¿Por qué no contestaste? o ¿Por qué te fuiste?
Fran se puso rojito de nuevo.
-Es complicado. Dijo, así nomas, seco.
- ¿Por qué no me decís? Creí que nos decíamos todo Fran. Preguntaste sería.
Francisco solo suspiró y cerró los ojos.
-Prometeme que no le decís a nadie.
Asentiste, desesperada por la curiosidad.
-No soy virgen, tuve sexo en varias ocasiones, pero hace años que no puedo, y me daba vergüenza decirlo frente a todos.
- ¿De qué hablás? ¿Cómo que no podés?
Escuchaste a Fran respirar profundo, y cuando exaló, lo dijo.
- No se me para.
Te sorprendió lo que dijo. Te estaba mintiendo, hace 5 minutos vos viste claramente que la tenía más que parada.
Decidiste confesar.
-Fran, no mientas, te acabo de ver masturbándote.
-Si ya sé. Esa confesion si te sorprendió. Ahora sí que no entendias nada.
- ¿Entonces?
- Hace mucho tiempo que no se me para con otra mujer, únicamente sucede pensándote a vos. Y te juro que intento que no pase, últimamente lo tenía controlado bastante bien. Pero hoy... Me dolía, necesitaba tocarme porque dolía demasiado. Así que solo me fui.
Te quedaste sin palabras.
-Perdón si te incomodé, yo también estoy preocupado. Te miró serio.
Solo pudiste unir tus labios con los suyos como respuesta.
Fue un beso suave, necesitado. Sus bocas encastraban perfectamente. Hubo armonía.
Pero de repente Francisco te agarró de la cadera y te sentó arriba suyo. Hubo un cambio drástico en el ambiente. Estabas frente a él con una pierna a cada lado de su entrepierna. Te obligó a sentarte completamente, sintiendo su bulto.
- ¿Entendés lo que digo?
Asentiste tontamente, desesperada por seguir con el beso. Pero está vez fue violento y salvaje.
Empezó a tocarte por abajo de la remera, sacándote poco a poco la prenda. Quedando encantado al ver tus pechos semidesnudos.
Empezó a repetir besos, mientras intentaba quitar el broche del corpiño. Le temblaban las manos de la emoción.
Una vez fuera, empezó a chupar tu pezón izquierdo, intercalando besos y mordidas.
Vos, fascinada, agarraste su cabeza, empujandola más hacia vos, sin querer que se separe.
Después fue y le dio atención al otro pecho. Vos necesitabas más, querías verlo.
-Sacate esto. Mientras tironeabas de su remera.
Él rio por tu necesidad y te ayudó a retirarse la ropa.
Tocabas su cuerpo con mucho deseo, amabas su piel tan clara.
Bajaste tu mano por su abdomen, llegando a la parte más baja, donde metiste la mano en sus pantalones.
Lo tocaste, y si qué estaba duro. Tenía la punta empapada de preseme.
-Porfavor Francisco, cogeme. Te sorprendiste ante tus propias palabras pero ya no importaba.
- Obvio hermosa, pero antes...
Y te dio la vuelta, ahora estabas arriba suyo, ambos sentados en la punta de la cama. La diferencia fue que le diste la espalda.
Él empezó a tocar tu estómago, bajando lentamente la mano. Ya sabias lo que estaba por venir.
Te tiraste sobre su pecho, doblando tu espalda, mientras repartía besos por tu cuello. Acercándose a tu oído, susurró:
- Te quiero preparar, te necesito bien estirada.
Ambos sabían que era mentira, solo quería jugar un poco con vos.
Te abriste de piernas para el, gimiendo con antelación.
Sus manos bajaron tus pantalones, pero te dejó las bragas.
- Dios mio, mirate, mojando toda la bombacha, qué chica tan sucia eh.
En mil años hubieras creído que Francisco era así en la cama. Vos siempre lo creíste super tierno, de esos que lo hacen con cuidado y miedo a partirte. Pero no.
Francisco quería partirte.
Bajo la mano, tocando tu calor por encima de la molesta tela. Vos solo gemiste.
Simulaba embestidas y pasaba sus largos y blancos dedos por encima de tu clitoris vestido. Era tan desesperante.
Querías el contacto directamente.
Vos solo gemías tontamente, ese chico te iba a matar.
Una vez que tu única prenda estaba totalmente mojada, decidió moverla a un costado, por fin metiendo sus dígitos.
Tal acción te sacó un grito y él rápidamente, con su mano libre, te agarró el cuello. No podías respirar.
Amaba ver como te retorcias en su agarre. Como intentabas hablar y no podías, como tus pliegues empapados se tragaban tres de sus dedos sin problema, pero apretandolos tanto.
Estabas tan cerca del orgasmo, y él lo sabia, así que sacó sus dedos y comenzó a frotar con toda su palma en tu clitoris. Sentiste que te ibas a orinar.
- No, Fran pará, me voy a hacer pis. En respuesta, el mencionado solo empezó a hacer sus movimientos más fuertes y rápidos.
Las lágrimas llenaban tu cara. Y cuando sentiste que no podías aguantar más, cerraste los ojos.
Veías luces, escuchaste gemidos, tanto de tu parte como de Fran. Y querías abrir los ojos, ver que estaba pasando, pero no podías.
Cuando todo terminó, ese gran ardor en tu parte baja fue disminuyendo. Y pudiste abrir los ojos.
Estaba todo mojado.
Tanto las sábanas abajo tuyo, como el pantalón de Fran, y una parte del piso.
- Chorreaste nena. Dijo Fran después de chupar los dedos con los que te tocó.
Vos apenas lo creías, era la primera vez que alguien te provocaba un squirt, y eso que solo había usado sus manos.
Te acomodaste, avergonzada.
Estabas toda sudorosa, y cada vez que te movías sentías tus piernas temblar.
Fran te tranquilizó, acostandote en el centro de la cama. Repartiendo besitos tiernos por toda tu cara.
-Yo me encargo de limpiar. Dijo.
- Pará ¿Y vos? Dijiste, refiriéndote a que él no había acabado. O eso pensabas.
Ambos miraron su entrepierna, sus pantalones grises tenían tanto fluidos tuyos como de él, te dabas cuenta por la consistencia.
- Y bueno nena, te movías mucho. Dijo guiñandote el ojo, divertido.
Trajo una toalla y enseguida se puso a limpiarte.
- Fran...
- ¿Si?
- No me cogiste. Dijiste haciendo puchero.
- ¿Estás jodiendo? Dijo sin creer tu resistencia.
- Si, te estoy cargando, en realidad no doy más. Dijiste riéndo poquito. Pero lo vas a hacer ¿No? Me lo debés. Dijiste eso pensando que capaz era algo de una vez.
Fran soltó una carcajada qué te hizo sonreir.
- Obvió nena, las veces que quieras.
Dicho esto, tiró la toalla arriba de una silla y te acomodó bien para dormir.
Te dió un par de besitos antes de abrazarte. La diferencia de trato qué te había dado en ambas situaciones. Hacia mucho contraste.
- Los chicos no tienen idea de nada... Dijiste susurrando.
Y ambos rieron.
Xoxo - Emma.
51 notes · View notes
ozil-jan44 · 6 months
Text
Esta tristeza es demasiada para mi corazón. ¿Quién dijo que cuando una persona triste habla de su tristeza o escribe sobre ella, esa tristeza disminuye? Hay tristezas que ni el hablar ni escribir, ni el aislamiento, ni el silencio reducen. La tristeza que está en el corazón, en la mente, en la garganta y en los ojos Nunca se seca.
106 notes · View notes
esuemmanuel · 11 months
Text
Déjame darte un consejo, no seas como yo; no sientas con el alma ni leas con el corazón; no escribas bajo la influencia de los sentimientos ni de la verdad que palpita en tus entrañas, porque, la gente... ésa que se atreve a mirarte, no lo entenderá y, aquellos que dicen que lo hacen, algún día, por lo mismo, se irán, diciendo que vales lo poco que das, que no eres lo que escribes, que mientes... y nada más. ¡No seas como yo jamás! No te partas el corazón con el cincel del amor que enmarca las palabras cuando se dan sin esperanza, tampoco transcribas los versos de tu alma ante los ojos prejuiciosos de los que señalan con el vilo de la envidia barata. Guárdate las manos, amárrate los dedos, muérdete la lengua y calla... ¡No seas como yo, camarada! Mejor llénate de pretensión, de ostentación, de realidades vacuas... y mata, así como son capaces de hacerlo los que desbaratan al que vuela por los aires cuando tiene fe en el alma; así serás capaz de ganarte sus favores y ser el héroe de sus sinsabores. No acabarás solo ni roído, como yo, por haber sido franco y haber amado con todo lo que el cielo te dio.
Let me give you some advice, do not be like me; do not feel with your soul or read with your heart; do not write under the influence of feelings or of the truth that beats in your guts, because people… those who dare to look at you, will not understand and those who say they do, one day, for the same reason, will leave, saying that you are worth the little you give, that you are not what you write, that you lie… and nothing more. Do not be like me ever! Do not break your heart with the chisel of love that frames the words when they are given without hope, nor transcribe the verses of your soul before the prejudiced eyes of those who point with the vile of cheap envy. Keep your hands to yourself, tie your fingers, bite your tongue and keep silent…. Don't be like me, comrade! Better fill yourself with pretension, with ostentation, with empty realities… and kill, just as those who thwart those who fly through the air when they have faith in their souls are capable of doing; thus you will be able to win their favors and be the hero of their sorrows. You will not end up alone or gnawed, like me, for having been frank and having loved with all that heaven gave you.
159 notes · View notes
flan-tasma · 6 months
Note
HOLA, amo como escribes las escenas nsfw, así que podría pedir un escenario con Wriothesley en donde somos una prosti pero el nos enseña un sexo lleno de amor y cosas fluffly pq se enamoro en vez del sexo sucio y feo¿
JSBDKD NO SE SI SE ENTIENDA, PERO GRACIAS DE ANTEMANO 🫶🫶
💖~ aydios amix, ME ENCANTÓ ESTA IDEA DKGDKHD literal podrían ser el típico "Yo te saco de trabajar, mi reina, ntp" KDHKDH gracias por tus palabras~ me hace feliz que te gusten mis escritos! ✨
Me pasé de verg* y esto terminó siendo muy largo, no sé si le debería hacer parte dos pero realmente quiero hacer algo más bonito con esta idea~ Escuché "All you wanna do" del musical Six mientras escribía esto, me gustó en lo personal
Warning: smut, angst, prostitution, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Spanish:
La vida es difícil, está llena de baches y no fluye como el agua de una fuente. Esas eran las palabras que tus padres te repetían todos los días como si fuera un mantra divino. La vida se trataba de trabajar para no morir, hacer lo que fuera necesario para comer un trozo de pan, para asegurar que la niña que criaban no moriría de hambre ni de frío. Trabajaban día y noche, remendaban la ropa y las mantas, los zapatos y los muebles viejos, todo debía cumplir una labor incluso si ya no servía, el reloj era un muerto viviente que tu padre siempre trataba de reparar con algunas herramientas oxidadas y la luz de una vela que casi no tenía cera, pero siempre sonaba a sus horas.
La vida era difícil, se trataba de trabajar para conseguir gas y poder hervir agua para hacer sopa, se trataba de bañarse en agua helada en la mañana y trabajar todo el día para caer rendido en un triste colchón en el piso. Eso aprendiste de tus padres desde joven y entendiste, aquella noche fría en que un mazo oxidado abrió el cráneo de tu padre por la frustración, que sus palabras eran muy sabias. Entendiste, el día en que tu madre falleció por enfermedad y sin disponibilidad de medicamentos, que la vida era tan fría como el agua con el que te lavaste la cara en la mañana, tan dura como el piso en el que dormiste por varias noches, entendiste que tenías que salir de ahí de alguna manera.
Aprendiste muchas cosas en tu vida, que si lavas tu cara antes de salir a vender periódicos tendrías unas monedas de más, que si preferías usar una blusa sin mangas tendrías más atención y eso te podría ayudar a comer más que una hogaza de pan duro. Entendiste que siendo atractiva te podrías salvar cuando un hombre te llevó para trabajar en algo más "adecuado".
Pura mierda. Un edificio con luces extravagantes y cortinas traslúcidas, una prisión lujosa donde has sido reclusa desde la adolescencia. No podías quejarte, se supone, tenías una cama suave y comida, un techo que no permitiría que la lluvia ni el sol te enferme, tenías una habitación y un baño decente por primera vez en tu vida y la ropa que vestías, si bien era incómoda, entallada y lujosa, era ropa y se agradecía. Para alguien que no tenía nada de eso, era una bendición que pagaste con un trabajo sucio.
Bailaste, cantaste, aprendiste a conversar y a sonreír aún si estabas incómoda, aprendiste a no quitar las manos que te hacían temblar de miedo, aprendiste a no chillar de dolor ni de miedo cuando te usaban como si fueras un vulgar agujero o una muñeca bonita para mancillar.
Lloraste al final de cada encuentro, no disfrutaste ninguno, siendo todo jalones y mordidas de demonios que arrancaban tu piel, los ojos de los monstruos que dormían bajo tu cama queriendo llevarte al infierno te veían como un trozo de carne lujosa, preparados para rostizarte con especias asquerosas y comerte, y tirar tus huesos contra el plato para que alguien más limpiara el comedor donde pecaron.
Un nuevo día, una ducha con agua helada y tu cabello enmarañado en el espejo, tu cuerpo dañado ya no era lo que solía ser cuando te preparabas para vender periódicos en las oscuras calles, sino una figura más madura y cuidada, el ejercicio y la alimentación que regulaban para mantenerte como un sujeto atractivo combinaba con los moretones espantosos en tus piernas y en tu cuello. Los odiabas, y te apresurabas a cubrir tu cuerpo con una toalla para seguir llorando una mañana más.
La vida era triste, fría y solitaria. Te trataría como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Hasta que te salvaron.
Wriothesley, que sonríe cada vez que lo llamas. Wriothesley, cuyos ojos se suavizan cuando te ve. Wriothesley, que no temió en usar su fortuna para mantenerte. Wriothesley, que te salvó de esa prisión pintada de lujoso pecado, depresión y miseria.
El hombre que llegó al lugar donde trabajabas y se quedó hechizado con tu figura, que casi detuvo una misión para verte un poco más, sentir tu mirada en él mientras bailabas con un traje tan soez. Viendo a través de tus ojos seductores y tu sonrisa caprichosa lo poco que quedaba de una mujer feliz, que buscaba aferrarse a la sugestión como último aspecto verdadero de una personalidad destrozada por las luces rojas y música persuasiva.
Esa noche lo supo, debía sacarte de ese lugar cuánto antes.
El perfume femenino se sentía como humo en tus pulmones, pero era el adecuado para ti, el labial rojo en tus labios y las sombras cuidadosamente difuminadas en tus párpados para que luzcan más bellos eran como se esperaban de alguien como tu, que vestía con poca ropa y joyas asquerosas contra tu piel. Una mujer, un bello trozo de carne que alguien más engulliría hoy.
La puerta se abrió para el caballero de oscuros cabellos, el guardia lo había guiado hacia la recámara de oscuridad tenebrosa. Entró, recibió sus felicitaciones del asqueroso hombre que te miró con una sonrisa repugnante y que después cerró la puerta nuevamente, dejándote indefensa frente a un lobo hambriento. Sonreíste, volviendo a tomar un poco de la seguridad que se supone que tenías como la diva de este maldito lugar.
"Buenas noches, monsieur..." Un tono bajo, como un susurro, bonito y encantador, mezclado con la caricia que diste a tus piernas cruzadas. Sabías quién era el hombre, y precisamente por eso –y porque de lo contrario te castigarían si lo trataban mal– no te permitirse ser nada más que una encantadora bolsa para su semen. Agradecías en silencio que no fuera un viejo otra vez, estabas harta de los vejestorios orgullosos que se hacían llamar hombres entrando por las puertas.
Fue preocupante en un inicio, el caballero no te quitó la mirada de encima pero no se dedicó aa comerte con la mirada, sus ojos no reflejaban sus ganas de arrancarte la lencería de un vibrante color rojo, sino que se mostraba molesto mientras paseaba la vista por el conjunto que tenías puesto. Temblaste, no acostumbrada a cuando te volvió a mirar a los ojos y sonrió compasivo.
"El color no te queda." Habló de lo más calmado, dando algunos pasos hasta atraer la silla que estaba a un lado y dejándote lejos, respetando tu espacio personal cuando se sentó y volvió a mirarte. "Este lugar es muy... pequeño, no parece una buena habitación para ti." Sus ojos analíticos pasearon por toda la habitación, el papel de la pared y la madera del piso, sin cuadros ni carteles de nada, solo una cama, un escritorio y un baño. "¿Vives aquí o me equivoco?"
"Si estamos hoy aquí es porque ha considerado que era el mejor servicio que puede tener, monsieur Wriothesley." Si un hombre deseaba sacar a relucir todos sus fetiches, incluidos los más raros y repugnantes, tendría que usar juguetes especiales que tenían en habitaciones especiales, y claro que un servicio más completo e ilimitado requería una mayor cantidad de mora en los bolsillos del gran señor que te mantenía. Ese no era el plan de Wriothesley, no estaba buscando diversión, no completamente. Wriothesley sonrió y entendió a lo que te referías, suspiró y siguió viendo a todos lados menos a ti en silencio, uno que te estaba atormentando. "¿Se ha estado sintiendo a gusto últimamente, monsieur?"
Preguntaste de manera en la que pretendías estar tranquila, no querías obligarlo a hacer nada y era mejor si era así, pero no entendías la necesidad de pagar por estar una noche con una prostituta y perder tiempo viendo una decoración mundana. Parecía que Wriothesley estaba de acuerdo con tus pensamientos, e incluso parecía que estaba a punto de decir algo pero se quedó aliado mirándote una vez más, otra vez con molestia. "¿Te gusta mucho ese conjunto?"
Es asqueroso, repulsivo, asfixiante y desabrido, querías decirlo pero sabías que no le importaría, reír un poco te ayudaría a sacar el aire que se mantenía incómodo dentro de tus pulmones. "¿No es de su gusto?" Wriothesley sonrió mirándote a los ojos, su mirada iluminada por el sucio rojo de la habitación se notaba cálida a pesar del ardor de todos los colores chillones de la sala.
"Preferiría algo negro en ti, ¿Es de tu gusto?" Wriothesley se levantó por fin de su silla, acercándose a ti con pasos tranquilos y tomando tu mentón para inspeccionar bien tu rostro, soltando ruidos de satisfacción mientras analizaba tus labios y tus mejillas. "Si me lo permitieras podría llenar tu vida de otros colores que no sean este. Violeta, rosa, blanco o negro, si me lo pidieras todo sería tuyo." Su toque era delicado, tanto que te hipnotizó y por un momento olvidaste todo, hechizada por sus palabras. Tal vez eran mentira pero entre cada palabra que caía de su lengua s tus oídos te calentaba el corazón. "No estarías obligada a vestir de esta manera, no te pediría que hagas esto tampoco. Serías una reina a mi lado, mi reina."
"Lo que usted quiere es una esposa trofeo, monsieur." Wriothesley soltó una risa mientras te dejaba caer en la cama, una mano debajo de tu cabeza para que no te lastimarse, otra mano en el colchón para no dejar caer todo su peso sobre ti.
"No, lo que yo quiero eres tú." Te besó, pero a diferencia de besos anteriores que has experimentado no hubo lengua que incomode tu boca, no hubo dientes que choquen con tus labios, solo besos tranquilos y deliciosos, lentos y sensuales que te hacían perseguir sus labios por más. Tus manos lo sostuvieron por sus hombros para que no se aleje, queriendo sentir más del cariñoso acto que te quitaba el aliento con cada caricia en tus labios. "¿Puedo...?"
¿Qué clase de tonterías estaba diciendo este hombre? Que compra a una prostituta y le pide permiso para hacer lo que quería hacer cuando pagó. Aturdida por la frustración, solo asentiste y dejaste que te quitara la ropa, él aún tenía el ceño fruncido y era delicado en sus acciones, quitando tu blusa transparente y revelando tus senos, dándoles una caricia y un beso lento antes de quitar tus medias por el elástico, deslizándolas por tus piernas con cuidado y sosteniendo tus piernas a los lados de su cadera. Cuando quisiste moverte para tomar la botella de lubricante de la mesa al lado de la cama, la mano de Wriothesley te detuvo y besó tu mano.
"Tranquila, yo me encargo de esto." El hombre seguía vestido, lo que te mantenía indefensa ante él, sin contar que sus manos empezaron a delinear tu figura, tus brazos, tu cintura, se estaba esforzando para memorizar tu forma bajo sus manos ásperas y con cicatrices. Sus dedos tomaron tus pezones y jugaron con tus botones con sus pulgares, dando vueltas a sus circunferencias y apretando ligeramente la carne delicada, arrancándote suspiros.
"Si algo no te gusta podemos detenernos." Te miró con cariño, ahora sin molestia en tus ojos, mientras estiraba la tela de tu braga. Asentiste nuevamente, ahora con un murmullo suspirado, y pareció que el ego de Wriothesley creció en ese momento. Te quitó la molesta tela revelando tu intimidad desvergonzada, por extraño que parezca te sentiste demaciado expuesta ante él, pero todo se fue al diablo cuando una de las manos de Wriothesley pasó de tu seno a tus pliegues y pasó delicadamente por tu raja hasta tu clítoris, masajeando los botones de carne con ambas manos en dos zonas distintas que te hicieron soltar un jadeo más alto. Su boca bajó desde tu mejilla hasta tu vientre, dejando tus piernas cómodamente en sus hombros, repartiendo besos como una cascada hasta tu intimidad dónde empezó a lamer y a arremolinar su lengua en ti.
Arañaste la sábana y arrugaste los dedos de los pies, jadeaste por la humedad nueva que estabas descubriendo con su lengua y sus labios besando tu intimidad con hambre, bebiendo todo el líquido que caía por su barbilla y que te enredaba el estómago en una sensación tan exquisita que no pudiste ignorar. Gruñiste el nombre de Wriothesley, lo abrazaste con tus muslos y él fue dichoso de sentir tu miel fluir como un río por su paladar, no se molestó en mojar la sábana de bajo de ti, nada importaba ahora.
"No te puedo pedir que seas mía ahora, pero por favor dame la oportunidad." Amó cada parte de ti, como respirabas con dificultad, tus piernas temblando y deseando más, adoró cuando lo miraste a través de tus pestañas húmedas por tus lágrimas y sonreíste. Ibas a caer, si tenía que ser una ilusión rezabas que fuera eterna, que nunca te rompa el corazón con una verdad amarga si todos los días tendrías algo como esto. Tal vez es amor, pensaste, así se debe sentir estar enamorado, una inmensa felicidad y tranquilidad.
Había pedido permiso y se lo concediste, lo dejaste introducir su polla dura entre tus pliegues, ambos jadearon al sentirse completos, Wriothesley premió tu tranquilidad con más besos dulces y se tomó su tiempo para hacerte el amor entre suspiros y anhelos.
Mientras sus bolas casi entraban profundamente en ti a un ritmo lento pero rudo, los gruñidos del hombre besaban la piel expuesta de tu hombro y mordía delicadamente. Trataba de no hacerte daño mientras te sostenía la cintura con delicadeza, haciendo rodar tu clítoris en sus dedos y meciéndote contra su falo. Wriothesley besó tu clavícula a través de las manchas que dejaban sus labios, chupaba tu piel salada y mojada mientras susurraba frases inentendibles por la dicha de unirse a ti.
La vida no debía ser difícil, no debe estar llena de baches, fluye como el agua de una fuente. Tus noches no deberían pasar entre lágrimas y maldiciones, no deberían tratarte como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Estabas destinada a ser amada y mimada, a los ojos de Wriothesley, estabas destinada a vivir una vida honrada y feliz, sonreír todos los días de tu vida y cada noche dejarlo hacerte el amor de manera lenta, empalarte en su polla mientras soltaba más susurros de amor y adoración a ti.
Lo raro no acabó, el cariño no acabó. Cuando ambos estaban saciados por el nuevo tipo de placer que habían encontrado en el otro, no se separaron, él no se vistió y se fue luego de recordarte que fuiste la más hermosa de todas. Wriothesley se preocupó por ti, te ayudó a limpiarte y se quedó a tu lado en la cama, el silencio fue agonizante al inicio pues no sabías qué hacer hasta que empezaste a dormir en su pecho, arrullada por el respirar del hombre y sus brazos que te mantenía caliente. Lloraste una vez más, en silencio, por la felicidad que creías que sería pasajera.
Desde esa noche, todas las mañanas te alegras de despertar perezosamente en los brazos del duque que no te quiere soltar, pasas tus días a su lado vistiendo de los colores del arcoiris pero no el color del infierno, con un anillo con una piedra oscura en tu dedo. Un establecimiento clausurado, una oportunidad junto a Wriothesley y al final tu libertad estaba frente a ti. La libertad que había buscado tu padre, la que había buscado tu madre y la que no pudo encontrar tu yo más joven, ahora resplandecía frente a ti en la figura mortal de un hombre.
Tumblr media
English:
Life is difficult, it is full of potholes and it does not flow like water from a fountain. Those were the words your parents repeated to you every day as if it were a divine mantra. Life was about working to not die, doing whatever it took to eat a piece of bread, to ensure that the girl they were raising would not die of hunger or cold. They worked day and night, mending clothes and blankets, shoes and old furniture, everything had to do its job even if it was no longer useful, the clock was a living dead that your father always tried to repair with some rusty tools and the light of a candle that had almost no wax, but always rang on time.
Life was difficult, it was about working to get gas and be able to boil water to make soup, it was about bathing in ice water in the morning and working all day to fall exhausted on a sad mattress on the floor. You learned that from your parents from a young age and you understood, that cold night when a rusty mallet opened your father's skull out of frustration, that his words were very wise. You understood, the day your mother died due to illness and without the availability of medicine, that life was as cold as the water with which you washed your face in the morning, as hard as the floor on which you slept for several nights, you understood that you had to get out of there somehow.
You learned many things in your life, that if you washed your face before going out to sell newspapers you would have a few extra coins, that if you preferred to wear a sleeveless blouse you would have more attention and that could help you eat more than a loaf of stale bread. You understood that by being attractive you could save yourself when a man took you to work in something more "suitable."
Pure shit. A building with extravagant lights and translucent curtains, a luxurious prison where you have been an inmate since you were a teenager. You couldn't complain, you were supposed to, you had a soft bed and food, a roof that wouldn't let the rain or sun make you sick, you had a decent room and bathroom for the first time in your life, and the clothes you wore, even though they were uncomfortable, fitted and luxurious, it was clothing and it was appreciated. For someone who didn't have any of that, it was a blessing that you paid for with a dirty job.
You danced, you sang, you learned to talk and smile even if you were uncomfortable, you learned not to remove the hands that made you tremble with fear, you learned not to scream in pain or fear when they used you as if you were a vulgar hole or a pretty doll to taint.
You cried at the end of each encounter, you did not enjoy any of them, it was all pulls and bites of demons that ripped off your skin, the eyes of the monsters that slept under your bed wanting to take you to hell saw you as a piece of luxurious meat, ready to roast you with disgusting spices and eat you, and throw your bones against the plate so that someone else could clean the dining room where they sinned.
A new day, a shower with ice water and your hair tangled in the mirror, your damaged body was no longer what it used to be when you were preparing to sell newspapers on the dark streets, but a more mature and well-kept figure, exercise and the diet they regulated to keep you attractive combined with the hideous bruises on your legs and neck. You hated them, and you rushed to cover your body with a towel to continue crying one more morning.
Life was sad, cold and lonely. Life would treat you like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. Until he saved you.
Wriothesley, who smiles every time you call him. Wriothesley, whose eyes soften when he sees you. Wriothesley, who was not afraid to use his fortune to support you. Wriothesley, who saved you from that painted prison of luxurious sin, depression and misery.
The man who came to the place where you worked and was enchanted by your figure, who almost stopped a mission to see you a little more, to feel your gaze on him while you danced in such a vulgar outfit. Seeing through your seductive eyes and your capricious smile what little was left of a happy woman, who sought to cling to suggestion as the last true aspect of a personality destroyed by red lights and persuasive music.
That night he knew, he had to get you out of that place as soon as possible.
The feminine perfume felt like smoke in your lungs, but it was the right one for you, the red lipstick on your lips and the shadows carefully blended on your eyelids to make them look more beautiful were as expected from someone like you, who dressed scantily. Disgusting clothes and jewelry against your skin. A woman, a beautiful piece of meat that someone else would gobble up today.
The door opened for the dark-haired gentleman, the guard had guided him into the chamber of gloomy darkness. He walked in, received his congratulations from the disgusting man who looked at you with a disgusting smile and then closed the disgusting door again, leaving you defenseless against a hungry wolf. You smiled, regaining some of the confidence you were supposed to have as the diva of this damn place.
"Good night, monsieur..." A low tone, like a whisper, pretty and charming, mixed with the caress you gave to your crossed legs. You knew who the man is, and precisely for that reason –and because otherwise you would be punished if you treated him badly– you were not allowed to be anything more than a charming bag for his semen. You were silently grateful that he wasn't an old man again, you were sick of proud geezers who called themselves men walking through the doors.
It was worrying at first, the gentleman did not take his eyes off you but he did not dedicate himself to staring at you, his eyes did not reflect his desire to tear off your vibrant red lingerie, but rather he seemed annoyed as he looked around. for the outfit you were wearing. You shivered, not used to when he looked back into your eyes and smiled sympathetically.
"The color doesn't suit you." He spoke as calmly as possible, taking a few steps until he attracted the chair that was on one side and leaving you far away, respecting your personal space when he sat down and looked at you again. "This place is very... small, it doesn't seem like a good room for you." His analytical eyes roamed the entire room, the wallpaper and the wood of the floor, no pictures or posters of anything, just a bed, a desk and a bathroom. "Do you live here or am I wrong?"
"If we are here today it is because you considered it to be the best service you could have, Monsieur Wriothesley." If a man wanted to bring out all his fetishes, including the strangest and most disgusting ones, he would have to use special toys that were kept in special rooms, and of course a more complete and unlimited service required a greater amount of mora in the pockets of the great lord that kept you. That wasn't Wriothesley's plan, he wasn't looking for fun, not entirely. Wriothesley smiled and understood what you meant, he sighed and continued looking everywhere except at you in silence, one that was tormenting you. "Has he been feeling at ease lately, monsieur?"
You asked in a way that meant you were calm, you didn't want to force him to do anything and it was better if that was the case, but you didn't understand the need to pay to spend a night with a prostitute and waste time looking at mundane decorations. It seemed like Wriothesley agreed with your thoughts, and it even seemed like he was about to say something but he just stood there looking at you once again, again with annoyance. "Do you really like that outfit?"
It's disgusting, repulsive, suffocating and tasteless, you wanted to say it but you knew he wouldn't care, laughing a little would help you get out the air that remained uncomfortable inside your lungs. "Isn't that to your taste?" Wriothesley smiled looking into your eyes, his gaze illuminated by the dirty red of the room felt warm despite the heat of all the bright colors in the room.
"I would prefer something black on you, is that to your taste?" Wriothesley finally got up from his chair, approaching you with calm steps and taking your chin to inspect your face well, letting out satisfied noises as he analyzed your lips and cheeks. "If you allowed me, I could fill your life with colors other than this one. Violet, pink, white or black, if you asked me, everything would be yours." His touch was delicate, so much so that he hypnotized you and for a moment you forgot everything, enchanted by his words. Maybe they were a lie but between every word that fell from his tongue your ears warmed your heart. "You wouldn't be forced to dress this way, I wouldn't ask you to do this either. You would be a queen by my side, my queen."
"What you want is a trophy wife, monsieur." Wriothesley let out a laugh as he dropped you onto the bed, one hand under your head so you wouldn't hurt yourself, another hand on the mattress so he wouldn't let his full weight fall on top of you.
"No, what I want is you." He kissed you, but unlike previous kisses you've experienced there was no tongue to bother your mouth, no teeth to collide with your lips, just calm and delicious kisses, slow and sensual that made you chase his lips for more. Your hands held him by his shoulders to keep him from moving away, wanting to feel more of the affectionate act that took your breath away with each caress on your lips. "Can I...?"
What kind of nonsense was this man talking? That he buys a prostitute and asks her permission to do what he wanted to do when he paid. Dazed with frustration, you just nodded and let him remove your clothes, he was still frowning and delicate in his actions, removing your sheer blouse and revealing your breasts, giving them a caress and a slow kiss before removing your stockings by the elastic, sliding them down your legs carefully and holding your legs to the sides of his hips. When you wanted to move to grab the bottle of lube from the table next to the bed, Wriothesley's hand stopped you and kissed your hand.
"Don't worry, I'll take care of this." The man was still dressed, which kept you defenseless before him, not to mention that his hands began to outline your figure, your arms, your waist, he was trying hard to memorize your shape under his rough and scarred hands. His fingers cupped your nipples and played with your buttons with his thumbs, circling their girths and lightly squeezing the delicate flesh, drawing sighs from you.
"If you don't like something we can stop." He looked at you lovingly, now with no discomfort in your eyes, as he stretched the fabric of your panties. You nodded again, now with a sighed murmur, and it seemed like Wriothesley's ego grew in that moment. He removed the annoying fabric revealing your shameless intimacy, strangely enough you felt too exposed to him, but everything went to hell when one of Wriothesley's hands moved from your breast to your folds and delicately passed along your slit to your clit, massaging the flesh buttons with both hands in two different areas that made you gasp louder. His mouth went down from your cheek to your belly, leaving your legs comfortably on his shoulders, spreading kisses like a waterfall to your intimacy where he began to lick and swirl his tongue in you.
You scratched the sheet and wrinkled your toes, you gasped at the new moisture that you were discovering with his tongue and his lips kissing your intimacy hungrily, drinking all the liquid that fell down his chin and that entangled your stomach in a sensation so exquisite that you couldn't ignore. You growled Wriothesley's name, you hugged him with your thighs and he was happy to feel your honey flow like a river through his palate, he didn't bother to wet the sheet under you, nothing mattered now.
"I can't ask you to be mine now, but please give me the chance." He loved every part of you, how you were breathing hard, your legs shaking and wanting more, he loved when you looked at him through your eyelashes wet with your tears and smiled. You were going to fall, if it had to be an illusion you prayed that it would be eternal, that it would never break your heart with a bitter truth if every day you would have something like this. Maybe it's love, you thought, this is what being in love must feel like, immense happiness and tranquility.
He had asked for permission and you granted it, you let him insert his hard cock between your folds, you both gasped as you felt complete, Wriothesley rewarded your tranquility with more sweet kisses and took his time making love to you between sighs and longings.
As his balls nearly entered you deep at a slow but rough pace, the man's grunts kissed the exposed skin of your shoulder and bit gently. He tried not to hurt you as he gently held your waist, rolling your clit on his fingers and rocking you against his phallus. Wriothesley kissed your collarbone through the stains left by his lips, he sucked on your salty and wet skin while he whispered incomprehensible phrases for the joy of joining you.
Life should not be difficult, it should not be full of potholes, it flows like water from a fountain. Your nights should not be spent in tears and curses, you should not be treated like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. You were destined to be loved and pampered, in Wriothesley's eyes, you were destined to live an honest and happy life, smile every day of your life and every night let him make love to you slowly, impale you on his cock while he let out more whispers of love and adoration of you.
The strangeness didn't end, the affection didn't end. When you were both satiated by the new kind of pleasure you had found in each other, you didn't separate, he didn't get dressed and left after reminding you that you were the most beautiful of all girls in that night. Wriothesley worried about you, he helped you clean yourself and stayed next to you in bed, the silence was agonizing at first because you didn't know what to do until you began to sleep on his chest, lulled by the man's breathing and his arms that held you. kept you warm. You cried once again, silently, for the happiness that you thought would be temporary.
Since that night, every morning you are happy to wake up lazily in the arms of the duke who does not want to let you go, you spend your days at his side wearing the colors of the rainbow but not the color of hell, with a ring with a dark stone in your finger. A closed establishment, an opportunity with Wriothesley and in the end your freedom was in front of you. The freedom that your father had sought, that your mother had sought, and that your younger self could not find, now shone before you in the mortal form of a man.
78 notes · View notes