Tumgik
periodismoviajero · 5 years
Text
Entre kipás y burkas
Ayer me dijo un compañero de trabajo: «están rezando en la habitación de al lado». Al rato, unos 15 hombres vestidos como occidentales salieron con la kipá puesta. Mi oficina está en una planta de start ups israelís y, de vez en cuando, vienen judíos ortodoxos con sus ricitos y sus inmensas barbas a hacer negocios. 
Nueva York es, como dicen quienes la conoce bien, la ciudad más judía del mundo. Están por todas partes, manejan el cotarro. 
Yo vivo en un barrio árabe donde los restaurantes se llaman Taj Mahal, Aladdin, Sahara, Layali Beirut, El Kayam y en las carnicerías se vende carne halal. Al lado de mi casa hay una mezquita que no lo parece pero que lo es. Las mujeres tienen su propia puerta de entrada. Ayer, en el supermercado, delante de mí había una señora con burka. Yo iba despistada y ya cansada y al principio la confundí con una monja. Enseguida me di cuenta y ya no pude dejar de mirarla. No conseguí más que verle una peca en lo alto de la nariz.
Más allá de la dualidad cultural en la que vivo en estos días, me pregunto cómo sería Estados Unidos si los que la poblaron no se hubieran traído sus religiones a cuestas. Un experimento imposible, pero quizás un muy buen experimento.  
Tumblr media
0 notes
periodismoviajero · 5 years
Text
Ratas en el metro
Las ratas del metro. ¿Ya he hablado de ellas? Me fascinan. En general me atrae muchísimo todo lo que pasa bajo la superficie de Nueva York porque es como una segunda ciudad. Sucia, decrépita, que va a mil por hora, que parece un laberinto donde es imposible no perderse de vez en cuando y donde las ratas son las reinas. ¿Me he inventado que hay un canal en youtube con los videos que la gente sube de ellas? Lo voy a mirar. De lo que sí estoy segura es de la cara de asco de mi jefe al contarme que un día vio a dos copulando. Aún no entiendo por qué tanto escándalo con eso.
A mí ellas no me dan miedo ni asco. Ciertamente viven en ambientes asquerosos, pero no me las imagino volando hacia mí, como sí podría hacer alguna especie de cucaracha, ni pegándome un bocado. Los neoyorquinos ya se encargan de tirar suficiente mierda a las vías del tren como para tenerlas rechonchitas.
En fin, que donde algunos las ven y ponen cara de desagrado, yo deseo que el tren tarde un poco más en llegar para poder espiarlas. ¿Qué esperaban? Sí, soy rara. 
Pero no solo de ratas vive el metro. Hoy he visto los pies más grandes del mundo. Eran de un negro que me daba la espalda y no le he podido ver la cara, pero sí esos formidables soportes rojos y blancos sobre los que se sostenía. Discretamente he puesto mi pie al lado del suyo para calcular su número. Dos pies míos, uno seguidito del otro. He levantado la mirada esperando encontrarme a alguien altísimo, pero aquel fenómeno no mediría más de 1'90. Increíble, seguro le pisan todo el tiempo. 
Tumblr media
1 note · View note
periodismoviajero · 5 years
Text
Piruetas en el metro
Un chico negro delgadito entra en el vagon del metro. Viene con su equipo de música para hacer algún show y pedir dinero. Hasta ahí nada nuevo. Antes de empezar, anuncia que su espectáculo está a la altura del programa America's Got Talent. Yo pienso que vaya ego tiene el chaval, pero no alcanzo a descifrar lo que dicen las caras a mi alrededor. Ni siquiera estoy segura de que le hayan prestado atención. 
Comienza la música y el tiempo se detiene. Piruetas, movimientos de precisión milimetrados. La gorra puesta, quitada, se la lanza a un pasajero para que se la devuelva. Se quita la zapatilla de una patada y acaba en el espacio entre su hombro y su cuello. No me ha dado tiempo a ver cómo lo ha hecho. Un segundo después está colgado como un murciélago de las barras del tren, y otro después está chocando las manos de los espectadores, que ahora sí han dejado sus móviles y empiezan a sacar dólares para este genio. 
La despedida del chico no puede ser más neoyorquina, con ese punto de chulería y agresividad que les caracteriza. «Ahora podéis dejarme algunos dólares o fingir que aquí no ha pasado nada». Yo, desde luego, no finjo.
Tumblr media
1 note · View note
periodismoviajero · 6 years
Text
En la Patagonia, un hotel guarda la historia de esta tierra indómita
Tumblr media
Texto y fotos: Esther Díaz 
Muchos de los que llegan a este rincón del mundo ubicado frente al fiordo Última Esperanza, en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, lo hacen atraídos por la historia del lugar. Otros, en cambio, buscan el confort que otorga uno de los mejores hoteles del mundo. Pero todos, al término de su estancia, destacan el trabajo arquitectónico realizado en lo que hoy es, además, un Monumento Nacional.
The Singular Patagonia, único en la categoría LeadingHotels of TheWorld en Chile, hunde sus raíces en la historia de los pioneros europeos que, a finales del siglo 19, desembarcaron en este extremo del continente americano.
Tras la constitución en 1893 de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, una de las compañías ovejeras más grandes del mundo, la empresa fue adquiriendo más tierras de pastoreo hasta llegar al emplazamiento actual del hotel, donde se erigiría el Frigorífico de Puerto Bories (en honor al Gobernador Carlos Bories).
Así, en 1905 comenzó la construcción de esta fábrica de almacenamiento en frío con capacidad para albergar a 200 mil lanares y 850 mil toneladas de carne congelada, y de proporcionar entre 100 y 400 puestos de trabajo en función de la estación del año (en septiembre iniciaba la esquila, en octubre la parición y, en abril, la matanza).
Tumblr media
“La importancia del frigorífico fue tal que, atraídos por las oportunidades laborales, muchos habitantes de la isla de Chiloé llegaron aquí y, en 1911, fundaron la ciudad de Puerto Natales”, relata Nicolás Crisóstomo, jefe de guías durante el tour histórico que se ofrece a quienes se alojan en el hotel.  
De hecho, la vida en la zona giraba tanto en torno al frigorífico que, a comienzos de 1915, comenzó a operar un tren entre Puerto Bories y Puerto Natales para mover la carga y trasladar al personal.
Hoy, huéspedes y visitantes realizan un viaje en el tiempo mientras pasean por la antigua sala de calderas y la sala de máquinas, fiel reflejo de la Revolución Industrial británica en suelo patagónico.
“La maquinaria, traída de Escocia e Inglaterra, fue producida por la misma compañía que fabricó las calderas del Titanic”, comenta el guía. 
Tumblr media
Además, se pueden visitar la antigua secadora de carne y cueros (actualmente conserjería y bodega), la tornería y la herrería, esta última convertida en un restaurante que se usa para pequeños eventos. Todo ello gracias a una combinación perfecta entre historia y modernidad conseguida por el arquitecto Pedro Kovacic y el diseñador Enrique Concha, ambos chilenos.
Tributo al pasado
Queriendo honrar a sus antecesores, algunos descendientes de los creadores de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego iniciaron, en 2008, los trabajos de reconstrucción y remodelación para albergar el hotel The Singular Patagonia.
De esta forma, en noviembre de 2011 el hotel abrió sus puertas y en 2006 ya había sido declarado resort número uno de Sudámerica por el portal Travel and Leisure.
La curtiembre, que hoy es zona de paso entre la recepción y el restaurante, es el edificio más grande de todo el conjunto, con tres niveles y 2 mil 700 metros cuadrados de superficie. Fue edificado en ladrillo y en él se procesaban los cueros. El proceso de curtido del cuero consistía en estirarlo, untarles un químico por el lado de la carnaza, lavarlo en piscinas y separar la lana del cuero.
Tumblr media
La lana no era un subproducto muy abundante, dado que las ovejas eran esquiladas en las estancias. Sin embargo, al llegar caminando desde distancias que a veces se tardaba dos semanas en recorrer, había que realizar una pequeña esquila. La lana resultante era lavada, separada, clasificada y embalada en fardos de 400 kilos para su exportación.
La curtiembre es un edificio representativo del estilo arquitectónico usado a finales del siglo 19 inspirado en la época victoriana en Inglaterra. Sus paredes fueron construidas en albañilería de ladrillos con columnas laterales y ventanales simétricos. El segundo nivel se utiliza en la actualidad como un gran espacio diáfano para exposiciones temporales de artistas locales donde se pueden observar las vigas de madera de antaño, hechas con lenga y coigüe.
La madera también es protagonista en la parte trasera de las 54 habitaciones estándar y tres suites del conjunto, que cuentan con ventanales de seis metros de ancho y vistas al fiordo.
Tumblr media
En el pasado, las habitaciones eran cámaras frigoríficas a 20 grados centígrados bajo cero que se congelaban a través de una compleja red de tuberías metálicas y válvulas por las que pasaba amoniaco en estado gaseoso.
“Al final del recorrido por las cámaras, el amoniaco ganaba temperatura y se condensaba, perdiendo sus cualidades de refrigerante. Entonces era conducido de vuelta a la sala de máquinas para ser reenfriado e inyectado nuevamente al circuito cerrado”, explica Crisóstomo.  
Completan las instalaciones un spa de nueva construcción con grandes ventanas desde las que se pueden apreciar las montañas nevadas y un bar y restaurante con cocina abierta donde se juega con distintas alturas y se combinan a la perfección metal, cristal, cemento pulido y un mobiliario rústico con una gran chimenea que preside el espacio.
Tumblr media
Si los creadores del frigorífico de Puerto Bories atracaran hoy en el viejo embarcadero del hotel, reconocerían, sin duda, el nuevo brillo de su creación.
Recuperar la historia
La belleza arquitectónica del lugar sorprende desde la llegada al estacionamiento.
·         1905: comienza la construcción del frigorífico de Puerto Bories.
·         1910: se empieza a enviar carne en conserva a Europa. Pocos años después, este será el alimento de muchos de los soldados de la Primera Guerra Mundial.
·         1911: los trabajadores del frigorífico fundan la ciudad de Puerto Natales.
·         1915: finaliza el proceso de carne en conserva y se empieza a congelar la carne para mandarla al viejo continente.
·         1919: se produce un incendio en la zona donde se cocinaba la carne. Al ser un área en desuso, no afecta a la operación.
·         1919: seis trabajadores y cuatro carabineros mueren en un altercado en el que se pedían mejores condiciones laborales. Se producen cuantiosos daños en edificios y mercaderías de Puerto Natales.Ante la cantidad de heridos, la Cruz Roja y los militares intervinieron. Meses después, dos obreros fueron condenados a diez años de prisión cada uno.
·         1973: pese al Golpe de Estado en Chile, el frigorífico continúa operando, pero gestionado por la unión de los trabajadores.
·         1975: el frigorífico cierra y queda abandonado.
·         1996: el conjunto arquitectónico es declarado Monumento Nacional.
·         2008: inician los trabajos de reconstrucción y remodelación para albergar el hotel The Singular Patagonia.  
·         2011: el hotel abre al público.
Tumblr media
Joya del fiordo
The Singular Patagonia cuenta ya con varios reconocimientos:
·         Febrero 2016: nombrado nº1 hotel de Chile en Travelers’ ChoiceAwards, premio que se otorga de acuerdo a las calificaciones en TripAdvisor.
·         Junio 2016: declarado resort nº1 de Sudámerica de acuerdo con el portal Travel and Leisure.
·         Octubre 2016: entra a ser miembro del grupo LeadingHotels oftheWorld. Junto con The Singular Santiago, es el único en Chile de este exclusivo club.
·         Enero 2017: designado el hotel de lujo nº 22 del mundo por TripAdvisor.
Tumblr media
Hambre de éxito
La Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego se constituyó en 1893 a partir de una concesión de un millón de hectáreas en Tierra del Fuego que el portugués José Nogueira obtuvo tres años antes del gobierno chileno. Para entonces, las primeras ovejas ya habían llegado a la Patagonia, traídas en 1877 desde las islas Malvinas.
En menos de 20 años, la Sociedad tenía dos millones de hectáreas. Se expandió hacia la provincia de Última Esperanza y ocupó el 90 por ciento de las tierras de pastoreo.
Si los dirigentes de la gran compañía ganadera estaban satisfechos con el curso de los acontecimientos, otros se lamentaban. Así, Rodolfo Stubenrauch, pionero de la colonización de Última Esperanza, escribía en 1906 a un amigo: “(…) Última Esperanza es totalmente muerto hoy día, no hay gente ni tráfico ni comercio, todo en una mano de la Compañía”.  
Un par de años después, le escribía al mismo amigo: “En Última Esperanza vivían antes del remate más de 600 personas, muchas con sus familias. Hoy día se reduce la población en unos cuantos empleados de la Explotadora, que van y vienen sin formar una población fija, y como la última es dueña del 95% de los terrenos aprovechables, no hay lugar para otros, ni permiten siquiera turistas y están celosos de todo individuo que se dirige para aquella región aún solo a conocer la naturaleza”. (Última Esperanza en el Tiempo, de Mateo Martinic, pp. 161-162).
Tumblr media
0 notes
periodismoviajero · 7 years
Text
Bienvenido al misterioso Reino Fungi
Con análisis de ADN, cientos de nuevas especies son descubiertas en México y el continente americano
Tumblr media
Durante siglos recibieron nombres que no les correspondían. Hoy, en cambio, los micólogos aprenden a referirse a ellos de manera correcta.
Debido a la cantidad de hábitats y alturas, México, país megadiverso, cuenta con una de la mayor diversidad de hongos a nivel mundial. Sin embargo, hasta hace un par de años los expertos todavía utilizaban los nombres europeos para citar a la mayoría de las especies que crecen en nuestro territorio.
“Los hongos en el País son muy interesantes y están muy poco estudiados, especialmente usando métodos moleculares modernos. Desde hace mucho, la gente viene a estudiarlos, pero es desde hace poco que hemos podido estudiar el ADN y conocer nuevas especies”, cuenta Alan Rockefeller, experto en hongos de México y California.
Rockefeller es uno de los miembros más activos de Mushroom Observer (mushroomobserver.org), el foro de hongos más importante de Estados Unidos a partir del cual se identifican nuevas especies.
“En los últimos 100 años hemos utilizado los microscopios para reconocer las especies, lo cual te da 10 o 20 puntos de datos para comparar. Pero el ADN es mucho más preciso, te puede dar hasta mil puntos de datos. De esta forma es mucho más fácil reconocer una nueva especie”, asegura.  
“Hemos estado usando nombres europeos cuando realmente no son los adecuados para aquí porque, o son endémicos a México, o al continente americano. Ahora solo estamos destapando la punta del iceberg”.
Cuestionado sobre el estimado de especies que podría haber en suelo mexicano, el micólogo es claro en su respuesta.
“Cualquier cifra que des, probablemente esté mal. Hay una amplia variedad de especies de fungi en el suelo que nunca fructifican”.
Al hablar de fungi, Rockefeller se refiere al reino completo, que abarca desde los hongos microscópicos, a los descomponedores, los micorrícicos o los parásitos. Los denominados comúnmente como hongos son simplemente el fruto.
Un reino aparte
Aunque parezca increíble, los humanos son más cercanos a los hongos que a las plantas. Al menos desde un punto de vista evolutivo, explica el experto.
“Las personas inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono, igual que los hongos. Las plantas, en cambio, tienen el ciclo de carbono inverso. La rama del árbol a la que pertenecen los humanos también incluye a los hongos. En cambio, las plantas no están tan relacionadas”.  
Por ello, los hongos se parecen más a los humanos, e incluso a los animales, que a las plantas.
Al servicio del bosque
Más allá del gusto por recolectarlos y clasificarlos o por cocinar aquellos que son comestibles, los hongos cumplen una función extremadamente valiosa en los bosques. Sin embargo, gran parte de lo que ocurre gracias a ellos tiene lugar fuera del alcance de nuestros ojos.
“Los hongos convierten las hojas y la madera muerta en humus y carbono. Sin ellos, la materia orgánica solo se iría apilando”, explica el micólogo.
“Lo que no se ve de un hongo, el micelio que va debajo de la tierra, puede tener varios metros de longitud. Su función es alimentarse del bosque”.
Cuando el micelio está suficientemente alimentado y existen las condiciones de humedad necesarias, entonces genera al hongo que sale a la superficie para que sea comido por algún animal y las esporas sean esparcidas a otros lugares.
“Es la forma que tiene el hongo de moverse a otra parte. Al cosechar el hongo, el micelio no resulta dañado”.  
Lo que en cambio sí daña a este reino es la tala de árboles. Al cortarlos, muchos hongos que están asociados a las raíces de los árboles mueren. De hecho, pueden pasar cientos de años para que los hongos interesantes, esos de linaje milenario, regresen a ese hábitat.
En el caso de los bosques antiguos, hay una alta diversidad de especies de hongos. Cuando el bosque es disturbado, aparecen especies pioneras bastante comunes que están asociadas a hábitats dañados.
Casi con superpoderes 
- Hay entre mil y 10 mil esporas de hongos flotando en cada metro cuadrado de aire y pueden esperar las condiciones correctas para germinar hasta 20 años.
- Un solo ejemplar de Calvatia gigantea (del tamaño de una pelota de basketball) produce unos 14 trillones de esporas. Si todas germinaran y crecieran, podrían darle la vuelta a la Tierra unas 85 mil veces.
- Los hongos bioluminiscentes tienen una enzima que reacciona con el oxígeno y que crea una luz verde que atrae a los insectos. Estos se comen al hongo, propagando así las esporas en el bosque.
Fuente: Libro “Mycophilia: Revelations from the Weird World of Mushrooms”, de Eugenia Bone, y Alan Rockefeller, micólogo.  
¿Venenosos o al plato?
Salir a recolectar hongos para comer es una tarea que sólo los expertos pueden hacer. Incluso si dispones de guías impresas profesionales o formas parte de foros de consulta en línea debes ser muy cauteloso, pues hay hongos que se parecen mucho. Mientras unos son comestibles, otros pueden causar indigestión o incluso la muerte varios días después de haberlos ingerido.  
Por ejemplo, una misma especie de hongo puede ser comestible o mortal. Es el caso de Hypomyces lactifluorum. Si parasita a un hongo comestible, él también lo será. Pero si parasita a uno que no lo es, puede ser fatal.
Los hongos que sí son aptos para el consumo humano deben cocinarse muy bien. Para apreciar mejor su sabor, se recomienda usar únicamente aceite de oliva o mantequilla.
Incluso los que son comestibles pueden causar algún tipo de reacción o indigestión a algunas personas. Por ello, es aconsejable comerlos siempre en pequeñas cantidades.
137 notes · View notes
periodismoviajero · 7 years
Text
¿A qué suena un bosque?
Mientras en México las selvas veracruzanas se quedan mudas, el País desarrolla el primer Sistema Nacional de Monitoreo de Biodiversidad con mediciones de bioacústica.
Tumblr media
Un gran silencio se expande en el mundo natural incluso cuando el sonido del hombre se ha vuelto ensordecedor.
Así lo señala Bernie Krause, músico y naturalista que ha viajado por el mundo grabando los sonidos de los ecosistemas o paisajes sonoros, en su libro The Great Animal Orchestra (La Gran Orquesta Animal).
Krause, conocido también por hacer bandas sonoras con algunos de estos sonidos, estima que la mitad de las grabaciones que ha realizado en los últimos 40 años son, a día de hoy, archivos que no podrán repetirse porque, o el hábitat ya no existe, o ha sido fuertemente intervenido por ruidos humanos.
“Poco a poco, la gran orquesta de la vida, el coro sonoro del mundo natural, se va quedando callado. Ha habido una reducción masiva en la densidad y diversidad de las criaturas vocales clave, tanto grandes como pequeñas. La sensación de desolación se extiende más allá del mero silencio”, asegura en su libro.  
En México, algunos científicos llevan décadas registrando lo que ocurre en los ecosistemas.
“En Oaxaca, Chiapas y la península de Yucatán aún podemos salir a grabar y no tenemos más ruidos que el natural. Veracruz, en cambio, debido a sus altas tasas de deforestación, ha perdido muchos de sus paisajes sonoros”, apunta Fernando González-García, miembro de la Red de Biología y Conservación de Vertebrados del Instituto de Ecología, A.C., en Xalapa, Veracruz.
“Quizás tengamos el cinco por ciento de lo que originalmente fue la selva tropical veracruzana. Aunque muchas especies de aves todavía existen, se encuentran en situaciones críticas”.
González-García comenzó a estudiar y grabar los pájaros en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, en 1982, cuando entonces las grabadoras pesaban 10 kilos y era necesario cargar con una pesada antena parabólica. Hoy, su grabadora es de 100 gramos y la antena, de policarbonato, ultraligera.  
Cuestionado sobre las próximas especies de aves que dejaremos de escuchar en México, el científico tiene claras las respuestas.
“Hay muchas especies en peligro de extinción. En Veracruz, por ejemplo, la paloma perdiz tuxleña (Geotrygon carrikeri) se restringe a los bosques de niebla de la zona de Los Tuxtlas. El impacto de deforestación aquí es muy fuerte y, si no se toman acciones verdaderas para su conservación, podríamos dejar de escucharlos”.  
“En Veracruz, el colibrí cola hendida (Doricha eliza) tiene una distribución muy restringida a la parte central del estado y vive en hábitats de pastizales y vegetación árida que están siendo modificados por el creciente desarrollo urbano”.
En Chiapas, dice que las poblaciones silvestres de guacamaya roja (Ara macao) ya sólo se encuentran en la Selva Lacandona, y entre Veracruz y Tamaulipas hay un chipe conocido como mascarita de Altamira (Geothlypis flavovelata) que ocupa cada vez menos humedales.
México, esfuerzo pionero
Desde 2014, el País desarrolla un Sistema Nacional de Monitoreo de Biodiversidad que incluye mediciones de bioacústica.
“Iniciamos con una prueba piloto de 500 puntos entre la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor). La Conabio es quien coordina este esfuerzo”, cuenta Nashieli García Alaniz, coordinadora técnica del Sistema Nacional de Monitoreo de Biodiversidad.
Más tarde, la Comisión Nacional de Áreas Naturales protegidas (Conanp) se sumó al proyecto y, actualmente, el plan es monitorear 8 mil puntos en todos los ecosistemas de México en cinco años. Es decir, se espera tener resultados de unos mil 500 puntos de monitoreo al año.
“Muchos de estos puntos empatan con la malla del inventario nacional forestal de Conafor, pero el Sistema Nacional de Monitoreo de Biodiversidad tiene otros puntos aparte. Por ejemplo, tenemos lugares cerca de comunidades o ejidos, sitios con agricultura, lugares muy conservados…”.
Aunque la iniciativa se creó para conocer la biodiversidad de México, la experta reconoce que, eventualmente, se llegará a la creación de una biblioteca acústica del País.
Todo ello gracias a más de 120 brigadas que, diariamente, colectan datos en diferentes partes de la República.
“Creo que este Sistema Nacional de Monitoreo de Biodiversidad, que tiene un componente de bioacústica, es pionero a nivel mundial. Sí existe la técnica y es aplicada en diferentes regiones y estudios, incluso marinos, pero no hay nada a nivel nacional”, señala.
Sonidos cargados de información
Más allá de la belleza de los sonidos de los bosques y las selvas, éstos representan un patrimonio intangible y efímero.
Así lo consideran quienes estudian los paisajes sonoros, construidos por biofonías (sonidos naturales de pájaros, ranas, insectos…), geofonías (cascadas, ríos, viento…) y antrofonías (producidos por el hombre).
“A raíz de la grabación de estos paisajes sonoros en diferentes partes del mundo surgió una nueva disciplina que se llama ecología de los paisajes sonoros y que trata de entender los procesos y los fenómenos que se dan en los bosque y las selvas a través de los sonidos”, explica González-García.
En 2011, la Sociedad Ecológica Británica publicaba en su Gaceta de Ecología Aplicada un artículo sobre el monitoreo acústico en medioambientes terrestres utilizando micrófonos.
En él se señalaba que “los animales producen sonidos para funciones biológicas diversas, como defender sus territorios, atraer a parejas, disuadir a depredadores, navegación, encontrar comida y mantener contacto con miembros de su grupo social”.
El documento apuntaba que, con equipos de grabación autónomos, se estaban realizando avances significativos a la hora de entender las complejas interacciones entre los animales y sus hábitats. Y añadía que, gracias al desarrollo de algoritmos, se puede diferenciar entre especies, sexos, grupos de edades e individuos.
“En especies que son muy similares morfológicamente, el canto nos ayuda a saber que son diferentes. Además de la parte genética y molecular, en América del Sur se han descrito muchas especies apoyándose en el análisis del canto”, dice el experto.  
El dialecto de las aves
El gran problema de las grabaciones es analizar la información. Para ello, se han desarrollado algoritmos que actualmente permiten diferenciar entre especies de murciélagos, ranas e insectos.
“Con los pájaros es más complejo porque el algoritmo requiere que tengas grabaciones perfectas que en el campo no hay por todas las diferentes fuente de ruido que existen”, señala González-García.
Sin embargo, cuando se cuenta con audios suficientemente buenos, la información sobre las aves resulta fascinante.
“Una misma especie que esté en diferentes estados de la República tendrá diferentes tipos y variaciones de cantos. Incluso llegan a presentar dialectos”.
Por ejemplo, dentro de los pájaros que perchan, hay un grupo que aprende a cantar y otro que no porque ya está programado genéticamente para hacerlo.
“Entre los que necesitan aprender a cantar, necesitan un tutor, que son los padres. Se han hecho experimentos donde han puesto a los pájaros aislados. Y cantan, pero no el canto real, sino algo parecido porque les falta esa retroalimentación de los padres. Cuando los sacan y los ponen con los padres o congéneres, entonces aprenden el canto”, revela el científico.
 Migrantes sin mensaje
El documental The Messenger explica cómo las aves enfrentan un futuro cada vez más difícil debido a la expansión urbana, la tala y otras actividades humanas que están cambiando el medio ambiente donde estos animales habitan a un ritmo tan acelerado que no lo pueden soportar. Por estas razones, muchas aves migratorias mueren antes de llegar a su destino.
https://www.youtube.com/watch?v=LjQtRr4CKcc
Tumblr media
1 note · View note
periodismoviajero · 7 years
Text
“A los 14 años supe que quería vivir en el campo”
Tumblr media
A priori, Marco Triviño resulta un hombre serio y poco hablador, cualidades comunes en el  habitante de la Patagonia chilena. Sin embargo, con el paso de las horas, va entrando en confianza y me cuenta su historia, la de un amante de la naturaleza que descubrió cuando aún era muy joven que su destino era el campo.
“Yo era un chico cualquier de la ciudad de Punta Arenas (unos 125 mil habitantes). A los 14 años me fui a pasar las vacaciones con mi tío a su estancia, Vega Castillo, que colinda con el lago Toro y tiene unas 3 mil 600 hectáreas. Ahí me di cuenta de que quería vivir en el campo”.
Estudió para técnico agropecuario y su primer trabajo fue en Tierra del Fuego como tractorista de maquinaria agrícola. Luego, en la ciudad de Porvenir, estuvo en el Frigorífico Patagonia (fábrica donde se procesa y congela la carne) mientras él realizaba los controles de calidad y, más tarde, en el Frigorífico Mac Lean.
“Pero todo el día estaba encerrado entre cuatro paredes, no me gustaba”, recuerda.
Así que se fue a la frontera con Argentina, a los tres pasos que existen en esta zona de la Patagonia (Cerro Castillo, Casas Viejas y Cerro Dorotea) para revisar las mercancías derivadas de animales y vegetales. Sin embargo, eso tampoco le hacía feliz.
Tumblr media
Mientras hace memoria sobre sus distintos oficios, Marco vigila el cordero al palo que hoy preparará para 15 personas. De vez en cuando se levanta, va por madera y regresa. Mueve las brasas, aviva la lumbre y revisa que la carne se esté cocinando lentamente para que quede en su punto.
Luego me cuenta que comenzó como segundo administrador del complejo Torres del Paine, con 42 mil hectáreas y mil 500 vacas, y que, más tarde, y con el afán de seguir aprendiendo, fue técnico en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias realizando trabajos de inseminación artificial y transferencia de embriones.
“No hacíamos nada nuevo, pero sí cosas que hasta entonces no se habían hecho aquí”, explica.  
Posteriormente comenzó su vida en las estancias. Estancia María (25 mil lanares en invierno), Estancia Gerónimo, Estancia Eugenia (10 mil lanares) y Estancia La Península, donde hoy nos encontramos. En esta hacienda de 18 mil hectáreas donde solo 4 mil se destinan a la ganadería y el resto se respeta para la conservación lleva ya dos años. Y es que parece que ha descubierto que la combinación entre turismo en verano y trabajo con animales en invierno no está del todo mal. Aquí es responsable de las cabalgatas, de la demostración de esquila y de hacer el asado, entre otras cosas.
La primera pregunta obligada de alguien extraño a esta forma de vida es qué se hace en invierno, cuando ya no hay turistas y el frío arrecia.
Tumblr media
“Todos los días, lo primero es poner a calentar agua para el mate. Luego sales a ver a los animales, y eso lo haces fundamentalmente a pie. En invierno se usan menos los caballos porque el piso está congelado y es frecuente que se resbalen, pero también porque hace frío y uno prefiere moverse. Aun así, usamos herraduras de gancho para que tengan mayor estabilidad y nosotros usamos botas de goma con medias de lana blancas y negras, porque es más caliente”.
“En el campo siempre hay algo que hacer. Leña, estar pendiente de los animales, sobar cueros, trabajar en las correas, la mantención en general de la Estancia…”, cuenta.
Cuando la estancia es grande y hay varios trabajadores, es frecuente que se reúnan para afeitar, cortar, mojar y golpear el cuero hasta que quede blanco. Es decir, lo que ellos llaman sobar el cuero.
¿Y la soledad?
Marco es soltero y sin hijos, y seguramente todavía no cumple los 40 años. Sin remordimientos, según cuenta, ha optado por un modo de vida que sabe que no es fácilmente compatible con tener pareja. Pero empieza a cansarse de ser lobo solitario, porque su futuro lo proyecta trabajando en algo relacionado con el campo pero que le permita vivir en Puerto Natales (una ciudad de unos 17 mil habitantes). 
Mientras tanto, parece que el trato con los turistas que llegan a La Península satisface sus necesidades de contacto con los humanos.
Tumblr media
“El turismo recupera las tradiciones, porque les mostramos cómo era la vida de campo de antaño. A los turistas lo que más les impresiona es la inmensidad de los paisajes y el silencio cuando no hay viento. Sentir el aire fresco, andar a caballo, en algo que no es mecánico, les fascina”.
Hablando de tradiciones le pregunto si nunca quiso convertirse en gaucho.
“Me carga (me molesta) que me digan el gaucho porque lo veo como una afrenta a mi tío y a quienes sí lo son. Esos son hombres que lo saben hacer todo en el campo. A mí  me falta mucho”, reconoce en un gesto que le honra.  
El año comienza en mayo
Cuando Marco hace el ejercicio de memoria para recordar todos los trabajos por los que ha pasado, sorprende que recuerda el mes exacto en el que empezó en cada uno de ellos. El truco, dice, es pensar en qué había que hacer con las ovejas en cada momento.
“El año ganadero comienza en mayo. En ese mes es el encaste (cuando se junta a los machos y a las hembras para la reproducción), que dura 60 días. Entonces se hace la esquila de ojo –entrepierna para que vean mejor y la reproducción sea más sencilla”.
Por cada 100 ovejas, de dos a cuatro carneros son los encargados de fecundarlas. A mediados de julio, extenuados, empiezan a apartarse solos de las hembras y a formar su propio grupo. El resto del año, ambos sexos permanecerán separados.
“Salen tan flacos que tienen todo el resto del año para recuperarse”, dice Marco.
Entonces las ovejas son conducidas a los campos de invierno y, tras cinco meses de gestación, son esquiladas y llevadas a los campos de parición, menos fríos y ventosos.
“Hay cosas que no se aprenden en la universidad. Cuando está nevado, por ejemplo, ¿cómo se mueve a las ovejas de un campo a otro? Con caballos. Primero pasan los caballos, pisan la nieve y luego sacas a las ovejas por ese camino de nieve apelmazada. Pero eso lo aprendes cuando te lo dice la gente de campo, no en clases”.
El motivo por el cual las ovejas son esquiladas antes de parir es para que no sientan calor y se vayan lejos, sino que busquen el resguardo de las construcciones de la estancia.
Unas horas más tarde, Marco mostrará al grupo de turistas cómo esquilar a una oveja en aproximadamente un minuto. Sin embargo, cuenta que a veces se producen accidentes y se corta demasiado.
“Entonces tienes que entrar a coser para que no se les salgan los intestinos, y eso también lo aprendes con la práctica. La oveja es el bicho más duro que hay”.
Tumblr media
Sin perros para que las ovejas no salgan corriendo y no dejen a los corderos abandonados, en el momento de la parición los hombres salen a buscar a las ovejas caminando.
“Hay que estar pendiente. A veces la oveja saca la matriz por completo, y entonces hay que volver a metérsela al tiro (rápidamente). Pero está hinchada, así que primero hay que deshincharla con un kilo de azúcar y unas pastillas que son óvulos y que matan a los gérmenes”, explica.
A continuación se señala a los corderos con crotales (placas identificativas) que muestran el número y el nombre de la estancia en sus orejas, y a finales de diciembre ovejas y corderos pasan a los campos de verano, donde los animales quedarán tranquilos hasta marzo. Entonces, serán bañados con un producto químico para eliminar la falsa garrapata, un melófago que chupa la sangre y tiñe la lana de amarillo.
“A veces a los animales de la estancia de al lado no les bañan y contagian a los tuyos, pero eso es inevitable”, dice Marco como si eso fuera el pan de cada día.
Tras bañarlos, el año ganadero comienza de nuevo. Los animales regresan a los campos de encaste.
“Hay que revisar que los carneros tengan buenos testículos, pene y uñas, y que las ovejas no tengan mastitis. Si no, solo sirven para carne. La parte de la selección de animales es la que más me gusta”, confiesa este hombre de campo.
Tumblr media
Una estancia muy particular
La entrevista toca a su fin cuando Ian Mac Lean, administrador de La Península, llega al calor de las brasas. Casi por no perder la esperanza, lanzo una pregunta al aire para la que sé que muy pocos tienen respuesta. “¿Conocen lo que es el manejo holístico de pastizales o manejo holístico ganadero?”
“Claro, lo aplicamos desde el año 2006”, me dice este joven con una sonrisa.
En esencia, se trata de un sistema que posibilita la regeneración de los pastizales, logrando suelos biológicamente más activos con mínimo nivel de insumos. Como resultado, el manejo holístico aumenta la producción de forraje, la carga animal y la rentabilidad y, al mismo tiempo, se secuestra carbono en el suelo, contribuyendo a mitigar el cambio climático. En definitiva, una auténtica revolución café. Sin embargo, y pese a que cada vez cuenta con más seguidores en todo el mundo, se trata de una técnica minoritaria.
En La Península no solo lo aplican, sino que su precursor, Allan Savory, ha estado aquí.
Entonces Ian me habla de la importancia de la planificación para saber de cuánto pasto disponen, de que han descubierto que tienen que tener un periodo de resguardo de mínimo de 90 días para sus campos, de cómo han visto que el agua ya no se evapora del suelo como antes y cómo la tierra está mejor, entre otras cosas.
Tumblr media
“Ahora queremos ponerle collares a los animales para saber su ubicación y cómo delimitar los potreros, ya que, debido a la nubosidad de la zona, los GPS no son 100% fiables. Así, además, sabemos qué pastos les gustan más y cuáles menos”.
Pero no solo eso. Javiera de la Fuente, diseñadora y relacionada con el mundo de la ingeniería, también se ha involucrado en el proyecto. Gracias a su prototipo de infrarrojos, pueden medir la cantidad de fotosíntesis que hacen las plantas, la temperatura, el viento, la humedad del suelo, del aire, la cantidad de lluvia y el CO2 en el aire.
“Son conceptos que usa la NASA pero a escala mínima, súper reducida”, explica.
Entre la tradicional esquila de ovejas y el chip Raspberry pi de última generación con el que funciona la estación de Javiera hay cientos de mundos intermedios que escapan a mi entendimiento. Pero lo que sí logro vislumbrar es que, en La Península, con Marco, Ian y Javiera, algo especial sucede en este paraíso que mira al fiordo Última Esperanza.
Tumblr media
0 notes
periodismoviajero · 7 years
Text
“Uno nunca deja de ser gaucho”
Tumblr media
Dicen que un gaucho es un tipo de vaquero característico de las llanuras y zonas adyacentes de Argentina, Uruguay, Paraguay, el chaco boliviano, el sur de Brasil y el sur de Chile. Que es un hábil jinete y trabajador del cuero. Que sabe usar bien las "boleadoras" (tres piedras ligadas por una cuerda que, al lanzarse, se enredan en las patas de las reses), el cuchillo, el lazo y las técnicas para salar la carne de res.
Con Sergio Barría, alias Chechín, intuyo que lo que tengo frente a mí es un gaucho chileno de la cabeza a los pies.  
Y es que, aunque se bajó del caballo hace 12 años y ahora es guía de turistas en el mejor hotel de Chile, hay esencias que nunca se pierden.
“Hasta 2005 fui gaucho, pero uno nunca deja de serlo. Ahora soy baqueano, un guía que conoce los caminos. Y sí, lo echo de menos. Me encantaría irme un año a una estancia porque lo que más me fascina es amansar caballos”, reconoce.
Su padre, como no podía ser de otra manera, era gaucho. Él se crió en una estancia de 120 hectáreas en el Cerro Dorotea (una división natural entre la Patagonia chilena y la argentina) rodeado de vacas, ovejas, caballos y acompañado siempre por sus tres hermanos y su primo.
Tumblr media
“Nuestro juego era montar terneros desde los cinco o seis años. A los ocho, mi tío me regaló una yegua arisca y la amansé”, cuenta.  
Lleva boina, pañuelo atado al cuello, botas de montar y un chaleco de cuero hecho por él mismo. Es el único guía que viste así, y dice que no pretende llamar la atención con ello.
“Antes trabajaba en otro hotel y tenía que llevar uniforme. No me sentía cómodo, era como estar disfrazado todo el día. Aquí, poco a poco empecé a ponerme mi ropa y no me dijeron nada, y así estoy mucho más a gusto”.
Sobre la vestimenta cuenta que antaño un gaucho debía ganársela poco a poco.
“La bombacha (el pantalón), el pañuelo, la boina… según ibas haciendo cosas bien, te las iban dando”.
A él le regalaron su primera bombacha a los 10 años.
“Entiendes que eso es importante, que significa algo grande, y desde temprano empiezas a adoptar las costumbres. Por ejemplo, comienzas a beber mate a los dos o tres años”.
Soledad buscada
Voy a Internet para entender el origen de la palabra gaucho y veo que está asociado al huérfano. Chechín me lo explica mejor y me dice que el vocablo fue el resultado de la indígena y el colonizador.
“Viene de huacho, que significa de padre desconocido. Pero huacho era despectivo y fue cambiando a gaucho”.
Así que no extraña que, con ese desarraigo y en una tierra tan dura como la Patagonia, el gaucho fuera un hombre muy solitario, tanto como para permanecer durante tres o cuatro meses solo en un puesto (lugar de vigilancia de una estancia).
“Eran tímidos, y normalmente no se casaban. No estaba prohibido, y si lo hacían normalmente a las mujeres se le daba trabajo en la estancia como cocineras. Pero no eran muchos los casados”.
La soledad, no obstante, venía aderezada con breves momentos para compartir. “Eran comunes las visitas entre gauchos, que duraban uno o dos días. Luego el visitante y el anfitrión querían volver a su soledad”.
Tumblr media
Días después de nuestra conversación encuentro este fragmento de Charles Darwin escrito durante su viaje a bordo del HMS Beagle (1831-1836): “Los gauchos o campesinos son muy superiores a los habitantes de la ciudad. Invariablemente, el gaucho es muy servicial, muy cortés, muy hospitalario (…). Lleno de modestia cuando habla de sí mismo o su país, al mismo tiempo es atrevido y valiente”.
Hablamos del gaucho como especie en extinción, y es que al menos en Chile así sucede. Como en muchas partes del mundo, al área rural le faltan recursos monetarios y buenos planes de gestión. Así, la cultura del gaucho se va perdiendo porque las labores de campo están muy mal pagadas. Los hijos de Chechín, por ejemplo, ya no lo son.
“El campo te tira. En mis días yo me voy al cerro, donde tengo tres caballos, pero es muy difícil vivir de esto”.
Tumblr media
Y, sin embargo, durante años él lo consiguió en una estancia en Argentina, donde realizaba distintas labores de campo.
“También existía la figura del pasajero, que llegaba con su tropilla de seis caballos de estancia en estancia. Se le ofrecía estadía por tres o cuatro días para vender algún caballo o cobrar por amansar a los que fueran necesarios”.
Le comento a Chechín que mi padre es filósofo. Hace una pausa larga, asiente y me dice “el gaucho también es filosófico. Con una oración corta te dice mucho. Nunca te va a dejar sin respuesta. También es picaresco cuando pierde la timidez, y hace bromas”.
Seguro que si Darwin hubiera convivido más con ellos, habría anotado estas cualidades en su diario de viaje.
En su Diario de la Patagonia, Charles Darwin escribió: “19 de mayo de 1834: Hacía algún tiempo que no montaba a caballo, porque todas las mañanas me sentía abrumado de dolores en los lomos; pero me sorprendió mucho saber que los gauchos acostumbrados desde la más tierna infancia a pasar casi toda la vida a caballo padecen lo mismo en circunstancias análogas. Me contó Santiago que, después de una enfermedad de tres meses había ido a cazar toros salvajes y que, a consecuencia de esto, estuvo baldado hasta el extremo de hacer cama durante dos días. Esto prueba que los gauchos hacen, aunque no lo parezca, en esta cacería, un ejercicio muy violento. Cazar toros salvajes en un país tan difícil de recorrer a causa de los numerosos pantanos que lo siembran debe constituir un fatigoso ejercicio. Me dicen los gauchos que atraviesan a veces a galope puntos por donde sería imposible cruzar al paso; así como patinadores pasan rápidamente sobre capas muy delgadas de hielo”.
0 notes
periodismoviajero · 7 years
Text
Orillera en el desierto de Atacama
Tumblr media
Soledad Campuzano tiene aspecto varonil, manos grandes y anchas y tantas arrugas en la cara que cuando se ríe parece que se pliega sobre sí misma. Cuando tose, de su pecho sale el ruido de quien ha fumado toda la vida como un carretero, y no duda en aceptar un cigarro que consume en un par de minutos.
Soledad es orillera, que en Chile significa recolectora de algas. Tiene 58 años y lleva 40 en este oficio. Cuando la mar está picada, es cuando sabe que el día será más productivo.
“Entonces es cuando llega más huiro y hay que salir a las 4 de la mañana con linternas para que no me lo ganen otros”, cuenta.
El huiro, como aquí llaman al alga, sirve para hacer champús, jabones y cosméticos. Por cada kilo de huiro negro le pagan 320 pesos chilenos (unos 0,45 euros), y 203 pesos (0,30 euros) por el de palo. El precio del huiro flotante ni lo menciona, pero a juzgar por la materia primera es el de menor valor. Tras molerse en Chile, el alga se exporta a Japón para su procesamiento y comercialización.
Tumblr media
Lo mejor del paseo
Conocemos a Soledad mientras paseamos por Caleta de Chañaral de Aceituno, un poblado de pescadores en la región de Atacama que cuenta con el lujo de tener, frente a sí, a la Isla Chañaral, un auténtico refugio para la vida marina. La isla forma parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, donde además es posible ver delfines nariz de botella y australes, nutrias, lobos de mar y, de diciembre a abril, ballenas azules y jorobadas.
En la caleta todos conocen a Marinella Maldonado, creadora de la pequeña touroperadora Marytierra, y quien es nuestra guía durante nuestra estancia en la zona. Para ella es importante que quien llega a Chañaral encuentre mucho más que un paseo en barco hasta la isla. Convivir con los pescadores, conocer los pueblos de alrededor donde todavía se muele la aceituna de manera tradicional y no olvidar los oficios más antiguos, como el de Soledad, es prioritario.
Tumblr media
Mientras Marinella nos da algunas explicaciones sobre el ecosistema que nos rodea, Soledad se encarama a unas rocas que son golpeadas por la marea. Entonces toma su caña, atrapa el alga y tira hacia sí con la fuerza de a quien no le queda otra que seguir en este trabajo tan duro pese a estar a punto de cumplir los 60 años.
“A veces, cuando llego a casa, me duelen harto los riñones”, confiesa cuando desciende de las rocas.
Luego, con el machete, descola y quita las hojas de las algas, pues esas no sirven para la venta.
Tumblr media
“¿Hace cuánto tiene ese machete?”, le pregunto esperando que me diga que se trata de una reliquia, algo más que muestre las condiciones de pobreza en las que viven los orilleros.
“Unos tres años. Era de mi nieto, pero se fue a trabajar a la mina. Tengo cuatro nietos. Bueno, tres porque uno se mató”, me contesta y no explica más, dejándome callada y pensando que a un abuelo nunca se le debería morir un nieto.
Tras quitar las hojas, el huiro queda extendido en la playa para que se seque. Si llueve y hay suerte, lo taparán con nailon para que no se pudra. Si no da tiempo a realizar esta operación, probablemente gran parte del esfuerzo de Soledad habrá sido en vano.
Hace menos de media hora, Soledad era tímida y no quería que lea fotografiara. “No me saques las zapatillas, que están llenas de agujeros”, me decía. Ahora, y gracias a la presencia de Marinella, la orillera ríe con nosotras y nos cuenta que ella se queda con el dinero que gana, no se lo da a su marido. Así puede ir comprando cosas y siendo independiente, porque además ella tiene la suerte de que su marido no la pega.
Eso sí, no para de reírse al recordar el día en el que, al volante del carro de su marido y en una recta en el desierto por la que uno juraría que es imposible tener un accidente (nosotras pasamos por allí para acceder a la caleta), ella le dio un golpe al carro.
“Ya no conduzco más”, recuerda mientras ríe y se tapa la boca como una niña que acaba de decir algo indebido. 
Tumblr media
1 note · View note
periodismoviajero · 7 years
Text
Bajo la sombra de la shiringa
Dicen que el shiringuero comienza a trabajar la corteza del árbol entre las 5 y las 7 de la mañana, y que puede rasgar hasta 120 ejemplares en un solo día. Como casi todos los trabajos del campo, hay poco lugar para el descanso y mucho para el esfuerzo.
La actividad shiringuera en la Reserva Territorial Madre de Dios, en Perú, inició a finales del siglo XIX y dio origen a varias localidades, entre ellas Alerta, Iberia e Iñapari. Tras un periodo de pausa, en 2005 la extracción del látex del árbol de la shiringa renació en la provincia de Tahuamanu, donde un conjunto de pobladores creó la Empresa Comunal Jebe Natural del MAP Tahuamanu (Ecomusa).
Hoy, los shiringueros han mejorado los procesos de manejo del látex y ofrecen al mercado productos provenientes de bosques manejados de forma sustentable.
Tumblr media
El árbol de la shiringa (Hevea brasiliensis) es una especie forestal presente en los bosques de Perú, Brasil, Colombia y Bolivia. Sin embargo, en Perú, Ecomusa ha sabido encontrar valiosos aliados, como WWF Perú y la empresa Evea, encargada de comercializar los productos derivados del látex, como suelas para zapatos, bolsos, mochilas, capas impermeables, llaveros y productos artesanales.
“Gracias a la producción de látex sustentable, 22 familias se ven beneficiadas en la región de Tahuamanu”, cuenta Edith Condori, especialista en manejo de recursos naturales en WWF Perú.
Esta organización no gubernamental conoció el trabajo de los shiringueros en 2008, año en el que el Gobierno peruano otorgó los primeros contratos de concesión forestal. Desde entonces, Ecomusa cuenta con 7,900 hectáreas de bosque en la provincia de Tahuamanu por un periodo de 40 años. A ellas se unen otras mil hectáreas de predios privados, y de todas ellas se puede extraer látex, castañas, resina y madera bajo planes de manejo que son fiscalizados por el estado.
Tumblr media
La suma de las fuerzas
“Al principio eran principalmente los hombres los que trabajaban la shiringa, pero en el proceso de ir dándole valor agregado al producto, la mujer se fue incorporando al proyecto de manera muy interesante”, dice Condori.
Así, actualmente ellos y ellas trabajan de la mano y explotan las habilidades de cada uno.
“El látex lo limpia él, y ella apoya en el proceso de laminado y coagulado. Ellas tienen más delicadeza para que el producto final quede bien”.
Antes de empezar con la extracción del látex, los shiringueros deben hacer un inventario, identificando y marcando los árboles productivos de shiringa.
Y es que no cualquier árbol sirve. El diámetro mínimo a la altura del pecho ha de ser superior a 20 centímetros, y tiene que ser mayor de 6 años. Además, hay que dejarlo descansar dos días después de que se haya realizado la primera jornada de extracción del látex para que la zona de corte se seque y cicatrice adecuadamente. Solo así se podrá volver a trabajar en la misma zona de corte tras un lapso de cuatro a seis años.
Tumblr media
Un negocio productivo pero bajo amenaza
La shiringa es un regalo de la tierra, un árbol que alberga una inmensa riqueza en sus entrañas. En promedio, cada ejemplar da entre 200 y 500 mililitros de látex por corte, lo que significa que un shiringuero en la zona de Tahuamanu puede llegar a extraer 25 litros al día.
Además, la shiringa es agradecida. Cuando un árbol se encuentra en la fase de descanso y posteriormente su corteza vuelve a ser cortada, los primeros cortes son de apenas 100 mililitros durante los dos o tres primeros meses. Sin embargo, cuando se vuelve a rallar de manera continuada, la productividad se recupera hasta alcanzar las cifras iniciales. La shiringa sabe que tiene que dar lo mejor de sí.
Pese a ello, sobre la shiringa sobrevuelan los peligros típicos del Amazonas. Los bosques viven bajo la amenaza de la tala que deja paso a campos aptos para la agricultura y la ganadería, y el cambio climático modifica de manera impredecible las estaciones del año, complicando las etapas de extracción.
Ante esta situación, en la región de Madre de Dios han surgido plantaciones agroforestales de shiringa que, operadas por empresas privadas, en apenas dos años estarán listas para producir el oro blanco de la selva. Si los inversionistas de estas plantaciones quieren tener éxito, tendrán que escuchar la experiencia de los shiringueros más veteranos, agrupados bajo el paraguas de Ecomusa.
Actualmente, y gracias al acuerdo de cooperación establecido entre WWF Perú y Visit.org, es posible visitar a los shiringueros de Ecomusa en la localidad de Iberia.
Tumblr media
¿Sabías qué?
El género Hevea deriva del término indígena hevé (jebe), que significa “goma”.
Entre todas las especies de Hevea en el mundo, la que destaca es la Hevea Brasiliensis, ya que tiene mayor capacidad productiva y genera un jebe de buena calidad. Por ello, el 99% de todo el jebe producido en el mundo pertenece a esta especie.
El árbol de la shiringa no se raya en días de lluvia para que los hongos no ataquen las zonas de corte y para que el látex no se mezcle con el agua.
Cuando el árbol esta en floración también se interrumpe el corte para no perturbar el ciclo.
Abril, mayo, junio, julio y agosto son los meses de mayor producción de látex.
0 notes
periodismoviajero · 7 years
Text
10 planazos que no te puedes perder en la Ciudad de México
Tumblr media
México lindo y querido, odiado y añorado al mismo tiempo. México caótico, contaminado, vibrante y siempre vivo. La Ciudad de México es un gigante que nunca duerme, una marea de gente en constante movimiento, una urbe que cada día se reinventa y creo que, hasta cierto punto, se sorprende a sí misma de cómo puede albergar tanto en su interior.
Durante cuatro años y medio, la capital del país fue mi hogar. Sabía que a veces la echaba de menos, pero hoy me he dado cuenta de cuánto la extraño.
Recomendar solo 10 cosas que hacer en una ciudad de al menos nueve millones de habitantes es prácticamente imposible. Cientos de actividades, rincones y lugares especiales se quedarán fuera de esta lista. Sin embargo, un viajero necesita algunas guías, así que aquí va una pequeñísima probadita de todo lo que se puede hacer en este coloso latinoamericano.
Antes de comenzar, ¡gracias a los amigos que me han ayudado con ideas!
1- Ve a un espectáculo de lucha libre en la Arena México
Entrar en este recinto es como entrar en un mundo paralelo donde casi todo es nuevo.
El equipo de los rudos contra el de los técnicos, las máscaras de los luchadores, las mujeres que salen a amenizar los descansos… y, por supuesto, los espectadores que adoran este espectáculo de golpes y acrobacias sincronizadas.
Abuelitas que llevan a sus nietos pequeños a iniciarles en esta tradición tan arraigada, hombres que no se pierden ni una sola jornada de este deporte, grupos de amigos que se dejan la voz para apoyar a su luchador favorito… de todos ellos se pueden aprender decenas de expresiones mexicanas y albures que te sacarán más de una carcajada.  
Consejo: pide una cerveza y algo de la comida picante que los vendedores te ofrecerán sin que ni siquiera tengas que moverte de tu asiento.
Tumblr media
2- Conoce el Museo Casa-Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
Estos dos iconos mexicanos seguirán dando que hablar tanto por el arte que crearon como por el momento histórico en el que vivieron y, por supuesto, su tormentosa relación sentimental.
Conocer sus estudios, el puente que los conectaba y ver algunas de sus obras es una auténtica delicia. Además, el Museo está en uno de los barrios más bonitos de la capital, San Ángel, lleno de una vegetación exuberante, casas coloniales impresionantes, pequeñas iglesias y plazas empedradas llenas de colorido.
Consejo: haz este paseo un sábado y aprovecha para visitar El Bazaar Sábado, frente a la plaza San Jacinto, para maravillarte con la mejor artesanía mexicana.
3- Atrévete con los sabores mexicanos en Coyoacán
Como ya te habrás dado cuenta, soy incapaz de incluir un solo plan bajo cada epígrafe. ¡Y es que cada zona tiene opciones increíbles! Coyoacán es otro de los barrios que no puedes dejar de visitar si estás en la Ciudad de México y, al estar junto al de San Ángel, lo puedes hacer en la misma jornada.
Llega al centro, date una vuelta por la plaza principal, su iglesia y pregunta por el mercado de Coyoacán, muy cerca del Jardín Hidalgo. Allí encontrarás unas tostadas gigantes que son para quitarse el sombrero.
Sacia tu hambre y después camina hasta el Museo Frida Kahlo (también conocido como Casa Azul). No se parece al anterior y tanto su jardín como sus estancias valen la pena.
Consejo: no te pierdas la encantadora Plaza de la Conchita y el espectacular Centro Cultural Elena Garro, a unos pocos minutos del mercado.
Tumblr media
4- Disfruta de la vida en la Roma y la Condesa
Cafés y restaurantes para chuparse los dedos, tiendas de diseño preciosas, calles arboladas y casas coloniales y de Art Decó que quitan el aliento.
Así como San Ángel y Coyoacán todavía guardan el espíritu que una vez tuvieron (se sitúan al sur de la ciudad y en origen eran pueblos a las afueras de la Ciudad de México), los barrios de la Roma y la Condesa mezclan lo mejor de Europa y América Latina. Esto se debe, en gran parte, a la cantidad de extranjeros que vive en estos dos barrios, también contiguos.
Consejo: da una vuelta completa a la avenida Ámsterdam, cuya forma elíptica se debe a que fue concebida como la pista de un hipódromo, y siéntate en una terraza a observar a la gente pasar.
Tumblr media
5- Embárcate en una trajinera en Xochimilco y recorre los canales entre las chinampas
Si no has entendido la mitad de las palabras es porque, probablemente, es tu primera vez en México.
Xochimilco es una zona al sur de la ciudad conocida como la Venecia latinoamericana porque cuenta con numerosos canales por donde navegan pequeñas embarcaciones (las trajineras). Las chinampas, a su vez, son un método mesoamericano donde, a través de una especie de balsas cubiertas con tierra, se cultivaban flores y verduras y sirvieron para ampliar el territorio en la superficie de lagos y lagunas del Valle de México.
Así que montarse en una trajinera (un tipo de embarcación) es como hacer un viaje al pasado en esta zona que, milagrosamente, ha sobrevivido a la voracidad de la megalópolis.
Pero no solo eso: uno de los lugares más extraños de la Ciudad de México se encuentra aquí y es la isla de las muñecas. Contarte lo que es sería como desvelarte el final de una película, así que, si tienes curiosidad, solo búscalo en internet y verás la cantidad de información que obtienes…
Consejo: llévate la comida y disfrútala en la trajinera, equipada con mesas y sillas.
Tumblr media
6- Visita el Museo Nacional de Antropología
Sé que hay gente a la que los grandes museos no les entusiasman, pero este no es cualquier museo, sino uno que resume la historia de una Mesoamérica poderosa y un imperio fascinantes.
De todas formas, si tienes poca paciencia, date una vuelta por las principales salas y luego dirígete hacia el Paseo de la Reforma, lleno de bonitas esculturas y exposiciones temporales de fotografía.
Consejo: haz una parada en la librería Porrúa del Bosque de Chapultepec y tómate un café en la terraza que mira al lago.  
7- Sube al Castillo de Chapultepec
Muy cerca de tu anterior parada se encuentra el imponente Castillo de Chapultepec, construido en la época del Virreinato y que fue, entre otras cosas, un almacén de pólvora, una academia militar y la residencia oficial del emperador Maximiliano I.
Para llegar a él puedes elegir entre subir el cerro a pie o esperar la fila del trenecito. Además del edificio, que vale realmente la pena, tendrás unas maravillosas vistas de esa parte de la ciudad.
Consejo: al bajar del castillo, piérdete por el extremo sur del Bosque de Chapultepec y disfruta de la colección de ardillas que habitan en él.
Tumblr media
8- Recorre el Centro Histórico
El imponente zócalo, la catedral, los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional, las iglesias, el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal, el Templo Mayor…. el centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad por decenas de buenos motivos.
Tras haber visitado Coyoacán, Polanco o la Condesa, una visita al centro te ayudará a entender los muchos méxicos que hay dentro de la Ciudad de México.
Además, podrás respirar la historia que desprenden los monumentos históricos y sorprenderte con las secuelas que presentan decenas de edificios que, pese a todo, quedaron en pie tras el devastador terremoto de 1985.
Consejo: disfruta de un desayuno delicioso en la Casa de los Azulejos, anteriormente un Palacio y hoy un conocido restaurante.
9- Súbete a la Torre Latinoamericana y alucina con la ciudad infinita
También en el centro histórico, esta torre ofrece la mejor vista de toda la Ciudad de México.
Aprieta el botón del elevador en el piso 41 y disfruta en el bar Miralto. La descripción de las vistas te la dejo a ti ;)
10- Termina tu visita cantando con mariachis
Sin moverte del centro, finaliza tu viaje brindando en el Bar La Ópera, el que dicen es el más antiguo de la ciudad y tiene un balazo de Pancho Villa en el techo. Pero espera, no te pongas demasiado cómodo porque vas a hacer el tour de las cantinas (cinco aproximadamente), que también puede ser a pie o en trenecito.
El legendario bar Tenampa, en la Plaza Garibaldi, será el broche de oro de tu visita. Aquí sí, acomódate y empieza a pedirle canciones a los mariachis, que rodearán tu mesa para amenizar la noche mientras brindas con un mezcal o un buen tequila.
Tumblr media
0 notes
periodismoviajero · 7 years
Text
Viajar como modo de vida: una deliciosa adicción
Tumblr media
¿Quién no ha pensado en dejarlo todo y lanzarse a viajar por el mundo? ¿Quién no ha sentido que la ciudad en la que vive se le ha quedado pequeña y tiene que salir a explorar? 
Hay mucha gente a la que no se le ocurre salir más allá de las fronteras de su país y que se encuentra cómoda con una vida que se desarrolla principalmente en el barrio de una ciudad. Sí, sé que hay gente a la que viajar como modo de vida le parece algo imposible, una locura y, si me apuras, hasta una pérdida de tiempo.
Por fortuna, ni tú ni yo estamos entre ese grupo, así que hoy aprovecho para recordar las razones que hacen que, cada vez más personas, entre ellos afamados blogueros, hayan convertido a los viajes en su motor de vida.  
1- Querer observar el mundo, que no te lo cuenten
Sele lo describe de maravilla y dice que es “viajero por vocación porque deseo observar el mundo desde el terreno y que no me lo cuenten. Padezco la enfermedad incurable del ansia de viajar”.
Te recomiendo que leas su artículo sobre “la hipnosis del mapamundi”, donde encontrarás frases tan geniales como la definición de ansia de viajar: “un fuerte anhelo de vivir nuevas experiencias en determinados lugares del planeta cuyo incumplimiento a medio y largo plazo provoca inquietud, angustia o aflicción del ánimo”.
Tumblr media
2- Sufrir el síndrome del eterno viajero 
Lucía y Rubén lo explican incluso en un cortometraje en el que de repente te sueltan mensajes tan ciertos como “necesitar perder la noción del tiempo y que cada día de la semana se llame igual”, “que los domingos no sean tristes ni los miércoles el día del espectador”, “que lo único importante sea pensar en qué hacer en cada momento” o “no tener un camino aprendido en el que me sé de memoria cada semáforo, cada tienda, cada esquina, hace que me fije en todo lo que me rodea”.  
Todas esas cosas son concretas y de alguna manera se resumen en una sola idea: salir de la rutina y que cada día sea una nueva historia que contar. Emocionante, ¿no?
3- Conseguir desarrollar plenamente el ser
Antonio acude a la parte más filosófica de todo esto y dice: “Creo firmemente que viajar es la mejor manera de conseguir desarrollar plenamente el ser, y (creo) en la aventura no como experiencia coyuntural sino como estado mental”.
Y añade algo tan importante a la hora de viajar como que, en su blog, procura transmitir una de las mayores lecciones que ha aprendido viajando: “que el mundo no es ese lugar peligroso que los medios predican, que las diferencias culturales entre semejantes complementan más que dividen y que, en esencia, todos somos iguales”.
Tumblr media
4- Sentirte a gusto fuera de tu zona de confort
Al surfista Ben Thouard le preguntaron hace poco si no se sentía extraño al viajar por el mundo y encontrarse en situaciones completamente ajenas a su cultura, donde uno no conoce los códigos de conducta y está, como diríamos en España, más perdido que un pulpo en un garaje. Por supuesto, su respuesta fue que le encantaba tener momentos así en su vida.
Ciertamente, creo que no hay nada como vivirlos para saber dónde están los límites de uno mismo. Por poner solo un ejemplo, imagina que te encuentras en otro continente y que alguien te invita a comer a su casa. Aceptas la invitación y entonces descubres que, para agasajarte, van a cocinar las especialidades de la región: gusanos a la mantequilla, escorpiones a la parrilla y saltamontes rebozados con chile y limón.
¿Cómo reaccionarías? ¿Y si todo eso sucede en un idioma que desconoces, donde prácticamente te comunicas por señas? Ve añadiendo grados de dificultad a tu experiencia y verás cómo algo así no tiene por qué ser una pesadilla sino todo lo contrario, un salto al vacío que la vida te puso para que tomaras impulso y te lanzaras.
5- Disfrutar de ser una hermosa oveja negra
“Pero hijo, ¿cuándo tienes pensado volver?”. Si tienes a algún amigo en estas circunstancias, seguro que te habrá contado la cantidad de veces que sus padres le han dicho esa frase.
Si eres tú el raro de la familia, la oveja negra a la que en realidad muchos envidian, cabe la posibilidad de que, cuando hables con tu madre por skype, te cuente que, en la última reunión familiar, tu tía volvió a preguntar por ti y que ella “ya no sabe ni qué contestar para que la pobre señora entienda lo que haces con tu vida”.
En realidad, cada vez que escuchas cosas así te das cuenta de lo privilegiado que eres y de todo lo que esta vida nómada te está aportando. Así que, en lugar de sentir frustración porque no todo el mundo te entiende, lo que terminas experimentando es un sentimiento de que te encanta este camino tan especial por el que has optado.  
Tumblr media
6- Apreciar más lo que uno tiene cuando vuelve a casa (aunque sea momentáneamente)
Casi indefectiblemente, nos pasa que lo que tenemos al alcance de la mano acaba perdiendo su gracia. Peor aún, a veces lo tenemos tan cerca que pensamos que siempre habrá momento para verlo y al final desconocemos muchas cosas de las que nos rodean. ¿Acaso no te ha pasado con museos de tu ciudad a los que nunca fuiste hasta que alguien vino a visitarte y lo tuviste que llevar a pasear?
A veces incluso somos tan injustos que, aunque tengamos una joya a nuestro lado, optamos por algo que objetivamente no es tan bonito y sí mucho más lejos pero que es novedoso.
Por fortuna, viajar sirve también para replanteárnoslo todo. En mi caso siempre supe que Madrid era una gran ciudad, pero no le tuve el cariño que ahora le tengo hasta que no viví un año en Italia, casi seis años en México e hice unos cuantos viajes por Europa y América Latina. ¡Madrid es francamente maravilloso y ahora puedo decirlo no por ser madrileña sino porque he tenido el privilegio de comparar!
Si estás de paso o volviendo a tus orígenes, descubrir algo así da un gusto tremendo porque hace que quieras redescubrir cada rincón, cada restaurante y cada plaza. Porque ahora mirarás todo con otros ojos.
Hay muchos más motivos por los cuales viajar es, para cada vez más personas, un modo de vida y no solo una experiencia con fecha de inicio y fin, y todos resumen un mismo espíritu: el del curioso empedernido que nunca querrá dejar de aprender y buscar el equilibrio (con unas cuantas dosis de adrenalina hasta llegar a él).
1 note · View note
periodismoviajero · 8 years
Text
Un océano sin peces
Tumblr media
Hace millones de años, la Sierra Madre Oriental surgió del lecho marino para alzarse majestuosa en territorio mexicano. Donde ahora crecen pinos y encinos, antes había peces y seres marinos desconocidos. Como parte de esa gran cadena montañosa, surgía la Sierra Gorda.
Aunque ahora es complicado mirar al semidesierto e imaginarse todo aquello, si cerramos los ojos tal vez podremos pensar en un mundo donde el mar lo era casi todo. Azul marino, azul turquesa, azules cristalinos, límpidos, vírgenes.
Hoy, en cambio, los océanos son como grandes albercas de desechos.
Elizabeth Kolbert, autora del famoso libro La Sexta Extinción, señala que Paul Crutzen, premio Nobel en 1995, afirmaba que “La actividad humana ha transformado entre una tercera parte y la mitad de la superficie terrestre del planeta. Las pesquerías extraen más de una tercera parte de la producción primaria de las aguas costeras de los océanos. Los humanos usan más de la mitad del agua dulce fácilmente accesible del mundo”.
Pero lo más significativo, según Crutzen, es que los humanos hemos alterado la composición de la atmósfera. Al quemar combustibles fósiles y deforestar, la concentración de dióxido de carbono en el aire ha subido un 40 por ciento durante los últimos dos siglos. Si hablamos del metano, un gas de efecto invernadero 22 veces más potente, la concentración en el aire se ha más que duplicado.
De modo que, si se mantiene la tendencia actual, para 2050 (¡en apenas 34 años!) las temperaturas habrán aumentado entre dos y cuatro grados. Aunque pueda parecer algo irrelevante, hay miles de especies que no pueden soportar esta variación. Además, supone la desaparición de la mayoría de los glaciares, la inundación de las islas y ciudades costeras de poca altitud y la fusión del casquete polar ártico.
Pero ésa, como dice Kolbert, es solo la mitad de la historia.
Cuando la composición de la atmósfera cambia, y de eso nos hemos encargado los humanos, entra más dióxido de carbono en el agua del que sale. Así, a día de hoy, los océanos son un 30 por ciento más ácidos que en 1800. Para 2050 (¡de nuevo, en apenas 34 años!), los océanos serán un 150 por ciento más ácidos de lo que eran al comenzar la revolución industrial.
Aunque a muchas especies aparentemente no les va mal en un océano acidificado, muchas otras se ven afectadas. ¿De dónde creemos que proviene al menos el 60 por ciento de la proteína que se come en el mundo?
Y sí, a los detractores de las teorías científicas serias se les puede dar la razón en una cosa: en el pasado también se registraron episodios graves de acidificación del océano. Sin embargo, la rapidez con la que se está liberando CO2 actualmente no tiene precedentes.
La historia, por tanto, parece un reloj de cuerda que descuenta los segundos a toda prisa.
“Al quemar los depósitos de carbón y petróleo, los humanos estamos devolviendo al aire un carbono que lleva secuestrado decenas o centeneras de millones de años. Así, estamos rehaciendo la historia geológica no solo en el sentido inverso, sino a una velocidad de vértigo”, señala la autora.  
Si la Sierra Gorda continuara bajo el lecho marino, probablemente agonizaría de la misma manera. Sin embargo, sobre el nivel del mar, también enfrenta toda una serie de amenazas de las que es difícil escapar.
Por encima o por debajo del nivel del mar, todavía quizás quede una última posibilidad para hacer algo. ¿Qué estás dispuesto a hacer tú?
1 note · View note
periodismoviajero · 8 years
Text
Metamorfosis: la citadina en la montaña
Tumblr media
Una entrevista muy especial de la periodista Emily Corona a una servidora. 
Esther Díaz vivió durante 29 años en ciudades, pero de 2015 a 2016 radicó en Jalpan de Serra, una localidad de 25 mil habitantes en la Sierra Gorda de Querétaro. Allí, la periodista española fungió como coordinadora de comunicación del Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG), fundado en 1987 por un pequeño grupo como respuesta ante los alarmantes niveles de destrucción ambiental y deforestación que ocurrían en la región. 
Conecto.mx conversó con ella para conocer qué transformaciones ocurren a una citadina cuando emigra a lo agreste.
“Nada tiene que ver con la realidad de antes”, asegura Esther, “desde la desaparición completa del taxi, del metro, estoy a 90 pasos de mi trabajo, como todos los días en casa, he aprendido lo que es orgánico y por primera vez en mi vida hago mi propio pan de vez en cuando”. Con la calma y el silencio, la madrileña ha llegado a algunas conclusiones: las cosas sencillas son más puras y más profundas, vivimos con el triple de pantalones y zapatos de lo que realmente necesitamos, lo que te cuesta es lo que mejor sabe.
“Si un pan cuesta dos horas hacerlo y además es con un trigo o con ingredientes orgánicos que provienen de tu parcela, sabe tres veces mejor, y además sabes que no le estás haciendo daño a nadie, haciéndole daño al planeta”.
Esther no da la impresión de ser una “hippie come flores” como se les nombra a veces peyorativamente a los ambientalistas o conservacionistas. Es delgada y menuda, con su cabello castaño corto pero arreglado.“Sigo teniendo mis necesidades de ir al cine, ir al teatro, me gusta comprarme mi capuchino. No voy a decir que me convertí en una campirana alejada de esas cosas, no, (...) pero desde luego mi nivel de consumo y huella de carbono han bajado muchísimo. “No nos fijamos nunca de dónde provienen las cosas que comemos, nos creamos necesidades que son completamente inventadas. Eso es lo que estoy aprendiendo, que no hacen falta todas esas cosas”, dice en entrevista.
-¿Qué has reflexionado en torno a estos cambios que estás viviendo? “Vivimos muy rápido, en la vorágine de una ciudad el ritmo es brutal y creo que no es sano. Entonces calma, paciencia, mirar las cosas con otro ángulo, creo que debemos estar más cerca de la naturaleza. No puede seguir pasando que los niños no sepan de dónde viene la leche o piensen que viene del súper, o que no sepamos cómo se cultivan las cosas o incluso que cuando vayamos al súper compremos cualquier cosa sin pensar si es de temporada.“Yo no sabía que las guayabas son de una temporada, las naranjas son de otra”, confiesa.
-¿Qué te entristece? “Pienso que Grupo Ecológico Sierra Gorda lleva 28 años, casi 30, haciendo educación ambiental y los vecinos de los que me rodeo, algunos de ellos siguen tirando la basura como si no pasara nada. Cuando salgo a dar un paseo por la casa que tenemos en la montaña regreso con dos bolsas llenas de basura; eso es tristeza, que la gente no se dé cuenta de lo que tiene y no quiera cuidarlo”.
-¿Qué te da esperanza? “Que lo que estamos haciendo está bien hecho; las reservas naturales privadas están verdes, están preciosas, están bien cuidadas y están capturando una cantidad de carbono… que al menos la Sierra Gorda va a seguir siendo un sitio hermoso en los próximos años”.
0 notes
periodismoviajero · 8 years
Text
Un viaje por tierras silvestres
Tumblr media
Como sucede casi siempre que desempolvamos el baúl de los recuerdos, las sorpresas llegan de manera inesperada. El otro día, leyendo una revista de National Geographic de hace 15 años, descubrí a William Bartram, uno de los botánicos más famosos de Estados Unidos.
Nación en el siglo 18 y fue un gran expedicionario. Recorrió, a caballo, en canoa o a pie, las tierras del sur de Estados Unidos. Tras casi cuatro años deambulando por las regiones más apartadas de las entonces colonias británicas, Bartram regresó a su Filadelfia natal con las alforjas repletas de plantas hasta entonces conocidas sólo por los indios y con sus cuadernos llenos de dibujos de animales exóticos.
Fruto de ese viaje nació Travels, considerado actualmente como un clásico de la literatura de los viajes de exploración. Aunque está escrito en una prosa antigua y salpicado con nombres de plantas en latín, el libro sigue siendo uno de los favoritos entre los amantes de la naturaleza y la historia. Para ellos, es la guía a un paraje perdido de unos Estados Unidos casi intactos.
Además, Bartram es considerado como uno de los grandes pioneros de la preservación de las tierras vírgenes. Él exploró la naturaleza con sus sentidos y sus emociones. Por ejemplo, de un osezno huérfano escribió: “Se acercó al cuerpo sin vida de su madre, lo olió y tocó con sus patas y, desesperado, comenzó a llorar. Volteó al cielo, después hacia nosotros, y comenzó a gritar como un niño”.
Su padre y mentor, John, recorrió miles de kilómetros durante su vida recolectando plantas y cultivó uno de los primeros jardines botánicos de Estados Unidos. Él se dedicó a surtir de plantas de Estados Unidos a los grandes jardines en Inglaterra, donde los magnates competían por ser los primeros en mostrar las últimas novedades hortícolas.
Gracias a las conexiones de su padre, Bartram logró que el propietario de uno de los jardines más grandes de toda Inglaterra le patrocinara el viaje que duraría cuatro años para recolectar flora exótica. Así fue cómo Bartram pudo viajar haciendo lo que más le gustaba: estar en medio de la naturaleza.
Al regresar a Filadelfia, el botánico, de 38 años, no tenía trabajo y no quería convertirse en empresario. Al final, logró pasar los siguientes 46 años pintando, cuidando el jardín botánico de su padre fallecido y estudiando la naturaleza en su propio traspatio. Ilustró el primer libro de texto de botánica de Estados Unidos y escribió unos cuantos artículos, entre ellos las gracias de su mascota, el cuervo Tom. “Disfrutaba y se divertía viéndome escribir, y hacía intentos por quitarme la pluma de la mano y los anteojos de la nariz”, escribió.
Cuando murió, a los 84 años, Bartram había dicho: “Descubro una nueva belleza en cada ave, planta o flor que contemplo”.
¿Cómo era el Estados Unidos casi virgen de hace casi 300 años? ¿Y el México de 1750? Los relatos que existen hablan de un país que hoy en día ya no vemos. Hemos perdido una gran parte de nuestras riquezas naturales.
Si no queremos seguir por el mismo camino, es hora de actuar y de darle la oportunidad a nuestros hijos, nietos o sobrinos de convertirse en los William Bartram del siglo 21. Arrasar con todo, como estamos haciendo actualmente, supone dejar a las generaciones futuras con la posibilidad de ver un mundo natural solo a través de los libros.
0 notes
periodismoviajero · 8 years
Text
Nueva amenaza para las abejas
Tumblr media
Algunos las temen por su picadura, pero lo cierto es que, sin ellas, el mundo estaría en serios problemas. El eficaz proceso de polinización que realizan las abejas es responsable de más del 70 por ciento de los alimentos cultivados en el mundo. Además, son productoras de miel, cera, propóleo y jalea real.
Sin embargo, en la Sierra Gorda tienen ya un nuevo enemigo que se suma al cambio climático, los agroquímicos, la varroa –un ácaro que destruye las colmenas y disminuye la masa corporal de las abejas­– y la loque –una enfermedad que calcifica a la cría–.
El escarabajo de la colmena se originó en África y se introdujo a América por Florida. Desde 2007 había casos en Tamaulipas, San Luis Potosí y Guanajuato, pero hace menos de dos semanas se detectó en un par de apiarios de la Sierra Gorda.
Este escarabajo, cuenta Margarita Pedraza, apicultora serrana, busca la colonia para refugiarse y para alimentarse.
“Pone sus huevos y la larva se come toda la colonia y echa a perder la miel. Cuando la miel se saca, se fermenta”.
Por ello, y pese a que las colmenas no deben desmantelarse por completo con frecuencia, ahora la apicultora revisa sus colonias cada semana.
“Lo hacemos para detectar al escarabajo a tiempo y sacarlo a mano. Se puede succionar con una manguera, aplastarlo, pegarlo en un poco de Pritt… hay diferentes formas”.
“Ahorita, cuando lo encontramos, lo enviamos a Sagarpa para que lo analice y ver si verdaderamente es este escarabajo tan destructivo o algún otro que también se puede introducir a las colmenas pero que no es nocivo”.
Tumblr media
Una historia que viene de lejos
Desde hace tiempo, cada vez más son los expertos que señalan que llegará el día en que las abejas sean insuficientes para cubrir las demandas de la agricultura.
Al principio, el fenómeno de las muertes por millones se conoció como “trastorno del colapso de las colmenas” y se presentó en Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Eslovaquia, principalmente.
Tras los primeros estudios realizados para ver si se debía al ataque de ácaros o de enfermedades comunes de las colmenas, se concluyó que las colmenas ubicadas alrededor de monocultivos transgénicos de maíz, donde la calidad de la gramínea es tratada con agroquímicos, daña a las abejas.
Además, el sistema de alimentación de las colmenas fue modificado para hacerlas más rentables. Ahora, muchos apicultores solo mantienen a sus abejas a base de caldos azucarados en lugar de darles su propia miel.
Por otro lado, las colmenas son expuestas en campos donde se utilizan plaguicidas, letales para estos insectos. Y, por si fuera poco, el cambio climático les afecta invariablemente.
Con esta nueva amenaza en la Sierra Gorda, es lógico preguntarse hasta cuándo tendremos abejas a nuestra disposición. Gracias al servicio ecológico gratuito que ella aportan al ecosistema, se puede reducir el tiempo entre la floración y la maduración de los frutos, lo que disminuye el riesgo de exposición de los cultivos a plagas, enfermedades y al mal tiempo.
De las 20 mil especies de abejas conocidas en todo el mundo, la más común y de mayor importancia es la abeja doméstica o abeja melífera (Apis mellifera), que sigue siendo el insecto polinizador económicamente más valioso de monocultivos en todo el mundo.
2 notes · View notes
periodismoviajero · 8 years
Text
Orgánico y natural, más allá de la moda por lo sano
Tumblr media
¿Qué pensamos cuando nos dicen que un alimento es orgánico? ¿Qué importancia tiene para los mexicanos que en su país no se cultive maíz transgénico? En la mayoría de los casos, elegimos los productos en función de su precio, su presentación y aquello a lo que nuestras papilas gustativas están acostumbradas. Sin embargo, son pocos los que revisan concienzudamente las etiquetas de los alimentos. Incluso, quienes sí lo hacen, no siempre encuentran respuesta a sus preguntas.
Vivimos en un mundo en el que lo orgánico y natural está de moda pero, probablemente, usamos estos términos sin conocer bien su significado.
En primer lugar, es importante saber que lo orgánico es sinónimo de libre de pesticidas, fertilizantes sintéticos y colorantes artificiales. En el caso de ser de origen animal, significa también que no tiene hormonas ni antibióticos.
Pero, y este es un punto que se nos suele olvidar, orgánico también significa que no contiene semillas modificadas genéticamente y que no contamina el agua ni el suelo.
Pese a que seamos conscientes de todas estas bondades, la polémica sobre si los alimentos orgánicos son realmente mejores que los que no lo son ha estado servida durante muchos años. Por ello, todavía hay quienes solo ven en estos alimentos y productos un precio desorbitado y pocos beneficios para su salud.
Tumblr media
Aparte del precio, que merecería todo un artículo dado que en muchos casos no se justifica, las cualidades de los alimentos orgánicos están, por fin, dejando de ser sujeto de discusión.
En 2014, salió a la luz una investigación con el aval de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas in inglés) sobre los valores nutritivos de los alimentos orgánicos. Las conclusiones son claras: la comida orgánica es alta en antioxidantes, baja en metales tóxicos y en pesticidas.
Sabiendo todo esto, ¿cuándo cambiaremos nuestros hábitos de consumo? La cuestión no es tan sencilla si pensamos que, en nuestro día a día, no sentimos que los alimentos que consumimos nos hagan daño. Es tras el paso de los años cuando vemos las consecuencias de décadas de excesos y de una dieta poco saludable.
Algo similar sucede con el concepto de transgénico. Seguramente hemos escuchado que en México, que es centro de origen y diversidad del maíz, existe una fuerte lucha para que este cereal no se cultive en el país. Sin embargo, quizás no sepamos cuáles son las características de los alimentos genéticamente modificados.
Podríamos decir que con los alimentos transgénicos sucede lo mismo que con el tabaco. Fumar a diario cuando uno es joven no produce síntomas de daño a los pulmones. Sin embargo, el fumador crónico puede tener cáncer al hacerse mayor.
Y es que los transgénicos acumulan agrotóxicos, como el glifosato, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce como un cancerígeno.
Tumblr media
La publicidad realizada por las grandes transnacionales a favor de los transgénicos ha sido exhaustiva durante años. Se ha dicho de ellos que hacen que los cultivos rindan más, que su uso implica una menor utilización de agroquímicos y que son resistentes al cambio climático. Poco a poco, se ha demostrado que todo esto es falso.
Se ha dicho también que los agricultores tendrán mayores ganancias. Sin embargo, los transgénicos hacen que dependamos más de la tecnología y el precio de la semilla es más alto. Como las comunidades campesinas se empobrecen, al final tienen que emigrar a otros lados y abandonar sus tierras de cultivo. Esto ya ha sucedido en India y Australia, donde incluso se dio una ola de suicidios de agricultores que no pudieron hacer frente a las deudas generadas por el uso de semillas modificadas genéticamente.
Además, nos han hecho creer que los transgénicos son la solución a la escasez de alimentos en el mundo. Nada más falso que esto. Los motivos por los que cada día mueren miles de personas por desnutrición son muchos. Cada año, tiramos a la basura o se echa a perder el 33% de la comida que se produce en el planeta. La solución no es cultivar alimentos transgénicos que dañan a la salud y el medio ambiente. La cantidad de comida que se produce actualmente alcanza para alimentar a todos los habitantes de este planeta. 
Para que no haya hambre en el mundo hay que realizar muchos cambios, como mejorar las condiciones de transporte, almacenamiento y refrigeración en los países productores y modificar los hábitos de consumo en los países consumidores.
Hagamos uso de los datos fiables con los que contamos y actuemos en consecuencia. Informémonos más y mejor. Solo así podremos luchar con la razón.  
5 notes · View notes