LUCY:

       “Dudo que alguna vez salgan de eso, ya que dudo mucho que sea completamente sumiso” hablo con toda la tranquilidad que pudo mientras miraba a la chica, sentada en la mesa de a lado, no necesitaba leer el periódico para saber que había mas muertos.  

Cálido té que frente a ella se posaba, un verdemar tono que se observaba en aquella taza de blanquecino tono. “¿Y cuál es tu teoría?” inquirió, ojos pardos enfocándose en platina cabellera. Una conversación que parecía haber tenido mil y una vez, pero que siempre terminaba en decepcionante tono para un futuro más brillante. ¿Acaso ya no había ni una pizca de esperanza? Sabía que a ella se le estaba extinguiendo poco a poco. “Yo creo que la cobardía es un estado sumiso que el propio ser escoge. Siempre hay otra opción.” 

ALYSSA:

Siempre resultaba difícil sonreír luego de acontecimientos negativos. Repetitivos en la época actual. Ensimismada viendo a la nada, elevó sus parpados al escuchar las palabras de la voz conocida. —No lo sé… Tal vez… —una palabra pesimista casi salió de sus labios. Decidió contenerla, al elevar sus hombros.

“¿Estás bien?” inquiere cuidadosa la de hebras negruzcas. Su diestra levanta varita, y con un grácil movimiento rellena el pequeño vaso de porcelana con té herbal que tibio se aprecia. No pretende hostigar claro pensamiento propio que nublado parece encontrarse, pero la preocupación se enciende en su sensible espíritu, deseando que su compañera se encuentre bien. “¿Pasa algo o es simplemente el caos en general?”

IVAN:

 Dejó escapar un suspiro, apenas percibiendo la presencia de la morena y escuchando la pregunta que se escapó de sus labios. ¿De verdad quería saber? Para su propia sorpresa, Davies carecía de respuesta. — Así que, ¿estás más preocupada por cómo actúen los demás que de ti?—quiso saber, girando su atención. Nadie había comentado algo sobre las elecciones hasta ese momento, o eso le pareció.

“¿Por qué debería estar preocupada por mi persona?” leona de pocos miedos, sombras del pasado eran las únicas que podían detener el fuego que en su alma yacía. En su léxico la cobardía no estaba a la orden del día, y teniendo sus principios bien claros, solo quedaba preocuparse por el prójimo que perdido en el miedo se encontraba. “Estamos en guerra. La guerra no se gana de a uno, se gana en equipo. A Hitler no lo mató la convicción de una persona... Lo mató la unión ideológica y bélica de muchas naciones.” tal vez aquella era la analogía más cercana que por la mente de la joven viajaba para hacer énfasis a la situación actual. “No estoy preocupada por mis decisiones, porque yo sé cuál es mi bando.. Pero solos no podemos contra la oscuridad que a todos acecha.”

ADOLPH:

Chasqueó la lengua, divertido. — Mira nada más a quién tenemos aquí…—Expresó con una cínica sonrisa—. ¡La próxima figura de justicia en el mundo mágico!—Se mofó, por simple casualidad había escuchado sus palabras—. Anda, ni siquiera sabes lo que dices Lima así que shhh—llevó su dedo índice a sus labios para ayudar a su numerito—. Es mejor que te quedes callada.

“¡Oh, querido!” una exclamación que guardaba repugnancia, la misma que el interceptor destilaba con cada vocablo que de sus labios caía. No había más que animosidad entre los dos seres, que con lenguas filosas se atacaban desde tiempos de antaño. “No te vi.. No sabía que te iba la política. Ya sabes, como hay que tener un poco de cerebro para ella...” murmuro sereno que desembarca de boca propia, la cual es pintada de una dulce sonrisa que solo es antifaz para el desagrado que en su fuero se cocina. “¡Pero qué digo! Tú debes estar tan afectado con todas estas muertes.. Me pregunto si no sabrás algo.”

BAPTISTE:

   Permaneció en silencio, sabía que no debía dirigir la palabra a personas como ella, mucho menos estando en momento importante para su familia. Siempre habían ojos observándolo a dónde quiera que iba y prosiguió por segundos más en silencio esperando la llegada de un superior, suspiró. — Lo que uno escucha en la calle…—musitó para sus adentros, en voz alta.

“¿Sabes que la falta de contacto visual es un signo enorme de cobardía?” había permanecido callada durante algunos momentos, observando el ambiente que poco a poco se creaba en aquel lugar. Había cruzado palabra no más de cuatro veces en su vida con Baptiste, pero aun así, no imaginaba el grado de indiferencia que éste podía colocar sobre una ex-compañera. “Si te preocupa mi sangre sucia, mira que no es contagioso...”

GRETA:

— Mi abuela siempre dice que las cosas tienen que empeorar antes de poder mejorar, pero no quiero saber qué pasaría si la situación se vuelve peor de lo que ya es.  — Los candidatos puristas debían sentirse verdaderamente amenazados como para asesinar a una de las candidatas y dejar herida a otra.  — Y las elecciones van a ser todo menos pacíficas

Silentes fauces que no evocaron sonido alguno. Atención que enfocada en la blonda se volcó por completo, mientras recordaba en su fuero interno aquella funesta noche donde todo había cambiado. Mina perdió la mayor parte de su seguridad ante la revelación de la traición, y ahora solo veía sombras malignas a su alrededor. “Yo solo espero que gane Millicent. ¡Por Merlín! No sé qué será de todos nosotros si alguno de los puristas llega a ganar.” no se necesitaba mencionar al Señor Oscuro para saber que él tendría absoluto poder si alguno de sus seguidores terminaba como Ministro.

PETER:

Escuchó a la chica y esbozó una leve sonrisa. Justo él pensaba eso ¿cuando iban a dejar de oponerse y admitir que era mejor unirse a él que pelear contra de él? Era una guerra que no iba a ganar nadie. - Me pregunto lo mismo - balbuceó en voz baja.

Efímera sonrisa roza comisura izquierda, la misma que se encarga de desvanecer atisbo en segundos. Queda facción pensativa pintando níveo rostro, el cual enfrente a su interceptor con cálida familiaridad. “No pareces exactamente extasiado con la idea, Pettigrew.” sutil broma la que deja entrever comicidad honesta. Un golpecito de hombro contra hombro de dos ex-compañeros de tiempos de antaño. “¿Estás bien? ¿No quieres comentarme tus traumas?”

TED:

-No creo que tengamos límite-Se encoge de hombros a pesar de que aquello no eran palabras de animo, tenía que ser realista.-Pero siempre hay que ver un punto bueno en todo esto.

“¿Y cuál es ese punto?” genuina curiosidad infunden vocablos femeninos, los cuales son dirigidos serenos hacia el joven de dorada cabellera. “Tal vez.. ¿El que pueda ganar Millicent y no quedemos en manos de algún purista con creencias extremas?” sí, había un rayo de sol entre toda la tiniebla que en ese instante rodeaba propia existencia. Pero luego de traiciones, muertes y muchos engaños, a la ex-gryffindor le costaba verla.

Días oscuros / días de muerte. No aminora el aura tétrica que al mundo mágico recubre. Otra víctima del que no debe ser nombrado ha llegado entre las páginas del Profeta, dejando un mal sabor en la boca de todos los justos. “¿Cuándo será suficiente para despertar de aquel letargo egoísta y cobarde en el que la mayoría se encuentran sumidos?” una inquisición que desembarca en voz alta antes de poder ser detenida.

falling series

HP - Spells 1/…

1.09 chapter nine: la grande illusion

ROSALIND:

— Esa flor se vería bonita en tu cabello —comentó la castaña con total sinceridad, observando las plantas en aquel puesto que vendía coronas de flores (o las flores solas), dado que era un accesorio muy común durante el evento.

Mirar de tintes chocolates viajó en dirección al objeto señalado ; colores fluorescentes destacaban entre los pequeños arreglos florales que eran un completo furor entre los asistentes. Mina sonrió, dientes perlados destellando en el caluroso día primaveral mientras volvía a observar a su dulce acompañante. “Gracias, Rosie. Aunque últimamente he tenido un par de alergias por todo el polen de esta estación...” un pequeño puchero surcó carmines, mientras joven serena se acercaba nuevamente al lugar y hacía un pedido. “Pero te regalaré un broche, algo que combine con tus ojos.”

{ magichella }

GIDEON:

Sí, sí, sí, el Festival, el tonto Festival. Si era franco prefería mil veces la música muggle a la mágica. La verdadera razón por la cual acudió (además de la insistencia de Daisy y la cantidad de drogas que encontraría en el lugar), fue para darle un empujón más a su candidatura. Las elecciones por el nuevo Ministro de Magia eran la próxima semana, necesitaba apresurarse. — Oye, ¿vas a votar por mí o qué? —Preguntó con un cierto grado de violencia a la persona que cruzaba con la cercanía. Detrás de él se encontraban cinco menores bailando para promocionar su candidatura, algunos ataviados con la cara de Gideon impresa en camisetas, o un cartel gigante de su rostro, pero todos muy animados.

El sol estival iluminaba imponente cada centímetro del festival, ese que era custodiado (disimuladamente) por la de azabache cabellera. Su paso era firme pero tranquilo, mientras observaba cansina cada rostro del que se cruzaba por enfrente de sus orbes. Una voz familiar captó su atención, y sin poder evitarlo, blanqueó los ojos antes de encararlo. Adoraba a Gideon, lo conocía desde la corta edad de once años, y la había defendido más de una vez entre los muros de Hogwarts. Pero su relación era cariño / odio, más cuando Mina había perdido el donde la paciencia. “Depende. No me has dicho ninguna de tus propuestas.. A ver, cuéntame tu plan de gobierno.”

( magichella )

ALICE:

       La sonrisa en su rostro creció un poco, siendo sincera en esta ocasión mientras recibía el regalo de la contraria con gusto. “Es muy lindo de tu parte Mina, gracias y no te preocupes, si no le llegan a quedar los haré mas grandes para que pueda usarlos” le aseguro mientras asentía para después apretar un poco el regalo en sus manos ante el recuerdo de lo que había pasado en el festival, algo que evitaba pensar pero no culpaba a la contraria, después de todo solo estaba preocupada por su bienestar ademas había sido muy amable de su parte ir con ellos al hospital, Frank se lo había dicho. “Físicamente, estoy bien y el bebe también, mi presión se bajo ante la impresión de la noticia…pero fuera de ahí, sinceramente, no se como me encuentro, cada día un poco mejor, supongo” admitió mientras miraba el regalo, controlando las ganas de llorar.

“Tiene escobas que cosí yo misma, y también coloqué un par de ranitas.” susurró señalando los pequeños detalles sobre la tela de acolchado tacto. Sílabas que fueron disminuyendo, mientras el silencio terminó por rodearlas como un aura de la que no podían huir. La ex-gryffindor escuchó con atención cada vocablo que de carmesíes ajenos caía, mientras cuidadosa, mantuvo semblante ilegible. No podía imaginar lo que Alice estuviese experimentando en el alma. Ella misma había sido amiga de Andreas por un par de años, pero la foránea lo había conocido desde el mismo inicio. “Sí.. Tal vez el tiempo sea el mejor sanador ¿no?” parecía que no existían las palabras correctas que disminuyeran la tensión atmosférica, pero poco se había discutido sobre la traición, más cuando él implicado había quedado en pedazos -literalmente- en la sala de estar de aquellos puristas. “Es un hijo de puta, y no vale la pena que pensemos demasiado en él.” no fue posible retener la cascada de insultos ante el no presente, y sin meditarlo, musitó un “disculpa, bebé” al vientre creciente de su compañera.

NIRVANA:

— ¿Y ahora están intentando culpar a Dia por lo que pasó?  — Acababa de salir del hospital, y de lo primero que se enteró fue que los medios estaban señalando a Dia como culpable de la muerte de Andreas Nott  — Eso es estúpido. ¿Por qué lo haría? Y ni siquiera intenten usar el hecho de que es hija de muggle como argumento para señalarla. Además, ha estado conmigo en el hospital. Todo esto es ridículo. 

“Lo sé, lo sé.” las palabras que barbotaron de los labios de la ex-ravenclaw mantenían una lógica irrefutable. La propia leona había pasado por un estado de shock al oír las estúpidas declaraciones sobre la investigación que había caído sobre Dia. Era lo último que les faltaba, comenzar a apuntar dedos acusatorios a los miembros de La Orden, todo por la maldita traición y el sentimiento de desconfianza que había dejado Andreas antes de partir al otro mundo como la sanguijuela que fue. “Dia es incapaz de hacerle eso a alguien, así se tenga motivos...” no mencionó la fachada que había caído en el instante en que Nott había sido atrapado. Sabía que los ánimos en la Orden estaban bastante efusivos, pero no tanto como para arrebatarle la vida de forma tan sanguinaria. “Como sea, si la acusan formalmente, tú tienes la coartada que la puede salvar de Azkaban.”