Tumgik
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media
Athens
Photo by Athens Vibe - athensvibe.gr
34K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Made it to 10 Boober comics!
Have a big post of kitties. I think I’ll be making a little book when I make some more!
136K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media
2K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media
203K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
#Married
3K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media
I’m still rewatching and just realised he was always my nr1 fav and I never even sketched him before… (tried a bit different style today)
2K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Cas has said. Like the most stupidly deep and profound stuff on the show. Like it’s the same angel who has said the words “assbutt” and “i like watching bees” but he also like. Has the major poetic dialogues on him.
5K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
parallelsnatural
12K notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Tumblr media
We‘re late, but we‘re back! Just one prompt per day this year, let‘s see how it goes. :) We‘ll adjust the rules and all in a bit, just wanted to get the prompts out ASAP.
**Quick rules: **
You can participate on all days or just a select few.
You can post up to a month late, but please don‘t post early.
Art and fic are both allowed for this challenge.
Hashtags are #destielmonth and/or #destiemonth22
Seguir leyendo
181 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 31: Disfraz
Cuando llegó al taller, Dean simplemente le echó un vistazo y lo dejó pasar.
Bobby había decidido al fin poner sus papeles en orden y para ello necesitaba un contable.
El tipo desde luego tenía toda la apariencia. Un abrigo a lo Colombo, traje, el rostro más serio que pudiese pensarse y el maletín.
Cuando volvió al día siguiente. Dean trató de ser más simpático. A fin de cuentas, ahora formaba parte de la plantilla. Uno mas en la pequeña familia del taller Singer. Así, cuando el contable entró esa mañana, Dean se acercó a saludar.
-Ey. Hola. Disculpa que ayer estábamos liados y no te dije nada. Soy Dean, trabajo como mecánico en el taller. Bobby nos dijo que ahora estarías por aquí.
El hombre le miró de forma altiva. Escaneando con sus ojos azules el rostro de Dean, hasta que se sintió incómodo e hizo desaparecer lentamente su sonrisa.
-Soy Castiel – dijo el hombre con un fuerte acento ruso mientras estiraba la mano.
Dean abrió los ojos con sorpresa ante la voz y el acento del hombre. Tras un momento de duda. Estiró su mano y estrechó la de Castiel. El breve contacto le puso la piel de gallina.
- Bueno, supongo que nos veremos por ahí – Respondió recogiendo su mano rápidamente.
Esa tarde cuando todos ya se habían marchado, Dean fue a hablar con Bobby.
-Bobby.. ¿de dónde has sacado al contable espeluznante?
- ¿El contable espeluznante? Perdona princesa, que no sea todo sonrisas no quiere decir nada.
- No es que no sonría… Es...parece que se ha tragado un palo...y además ..¿de dónde lo has sacado? No es de por aquí.
-Dean..Espero que no sea xenofobia lo que estoy escuchando, hijo.
-¿Qué? No, joder. Solo me preguntaba de dónde lo habías sacado.
- El sobrino de mi vecina. Recién llegado a la ciudad. Y más te vale que te guardes los prejuicios y dejes de comportarte como un imbécil.
Dean bajó la cara avergonzado.
-Lo siento, Bobby.
- Dean, es buen chico. Esta solo, no conoce a nadie mas que a su tía. Las costumbres son diferentes..Ponte en su lugar.
- Tienes razón Bobby. Lo haré mejor mañana.
-Por supuesto que lo harás, Idiojt
Al día siguiente Dean se propuso ser más amable con Castiel.
-Ey, hola Cas.
El nombrado frunció el ceño confuso torciendo ligeramente el cuello mientras observaba.
-Mira, Cas, en ocasiones al acabar el trabajo salimos a tomar algo ¿te apuntas?
-¿Cas?
- Si, Cas, he acortado tu nombre – explicó Dean con naturalidad – entonces...¿te apuntas?
- No creo que pueda. Tengo trabajo.
Y se dio la vuelta apresuradamente. Dean se quedó con la sensación de ligera decepción. Pero bueno, él lo había intentado. Como le había dicho a Bobby, era un raro y se había tragado un palo.
Pasaron las semanas y Dean no volvió a tratar de entablar conversación con Castiel. Pero le observaba, mucho. Veía cuando llegaba, con su cara cansada y sus hermosos ojos azules remarcados por las ojeras. Como nunca nunca se quitaba esa fea gabardina color canela, que era como un escudo. Como se acercaba a la máquina de café y se servía una gran taza. Y luego siempre se acercaba a hablar con Bobby y era una transformación. Su rostro se suavizaba y cuando le enseñaba papeles, Dean asumía que serían los reportes y albaranes, la forma en que parecía explicarle a Bobby era como si estuviese llena de afecto.
Y era esa transformación la que volvía loco de curiosidad a Dean.
Es cierto que Bobby tenía ese efecto, tanto con él como con su hermano y el resto de personas del taller, todas se suavizaban cuando hablaban con Bobby. Dean reflexionaba que probablemente se debiese a ese aura paternal que Bobby tenía y el tipo de negocio que había querido montar, un sitio al que parecían llegar todos los que de una manera u otra se habían quedado sin nadie.
Ver al ruso se convirtió en la pequeña motivación de Dean para levantarse por las mañanas. Un pequeño flechazo con un tío atractivo no le hacía mal a nadie. Solo miraba, nada más. Y escuchaba, esa voz rasposa, explicando lo que sea, un albarán, el tiempo, el ciclo del agua, con ese acento marcado. Bien, Dean descubrió que igual tenía un pequeño fetiche con los acentos.
Y al fin un mes después trató nuevamente de aproximarse a Castiel.
- Hola, oye, no querría ser pesado pero vamos a salir hoy después del trabajo a tomar algo. Por si te apetece venirte.
- Te lo agradezco, pero tengo cosas que hacer.
Bobby que había presenciado desde lejos toda la interacción se acercó a Dean. Éste levantó las manos hacia Bobby en son de paz
- Que conste que yo lo he intentado. Tu chico es un asocial como ya te dije.
Bobby dio un puñetazo cariñoso a Dean en el hombro.
- Idiota, no quiere molestar. Además, su tía es la que la ha traído. Se siente mal si la deja sola por las tardes. La hace compañía y juegan a las cartas.
-¿Cómo sabes eso?
- Vivo al lado. A veces lo veo, a veces me acerco. Es buen chico. Mira, no quiero obligarte a que seáis amigos, no estamos en la primaria. Pero creo que os llevaríais bien.
Entonces Dean cambió de estrategia. En vez de acercarse a Castiel cuando estaba solo, lo hacía cuando estaba con Bobby. Dean no era capaz de decir si Castiel estaba confuso o molesto, pero desde luego, él se estaba divirtiendo de lo lindo. Cuando Bobby estaba delante, Castiel siempre trataba de aparentar, y no salía corriendo. Eso le dio a Dean la oportunidad de preguntar cosas y Castiel, un poco por compromiso las respondía. Incluso llegó a formular también preguntas, cosa que Dean vivió como una pequeña victoria.
Fue uno de esos días, de “encerrona con Bobby” como Dean las llamaba que se le ocurrió hablar a Castiel de Halloween.
- Tienes que venir, Cas. Ese día salimos un poco antes del taller, nos disfrazamos de cualquier tontería todos juntos y salimos a tomar algo.
Bobby miraba con cierta ironía en sus ojos, cuando decidió participar en la conversación.
- Claro, Castiel, los muchachos se lo pasan bien. Es bueno que conozcas más a la gente del trabajo.
Dean casi quiso carcajearse cuando vio la cara normalmente impasible de Castiel con un mínimo tic que Dean pudo detectar a fuerza de haberle observado.
- No se, no se si podré.
- Ni hablar de eso – dijo Bobby – yo puedo quedarme con tu tía si es lo que te preocupa.
- Bueno, en Rusia no se suele celebrar Halloween. - Decía Cas con rostro alarmado - No hay esa costumbre, yo no se si estaré adecuado.
- Tonterías – respondió Dean- estarás perfectamente adecuado. Además todos nos disfrazamos igual, más o menos. No se hable más. Esta tarde iremos por los disfraces y el viernes saldremos a tomar algo.
Y en esta ocasión fue Dean quien se dio la vuelta dejando a Castiel con la palabra en la boca.
Según se acercaba la hora de cierre, los nervios empezaban a recorrer a Dean. Se sentía como si fuese a una cita, pero era estúpido. No solo no era una cita sino que prácticamente había obligado al tipo.
Cuando terminó de cambiarse esa tarde, Castiel ya le esperaba en la puerta, con cara de susto y abrazado a su maletín como si fuese un escudo.
- ¿Listo? Vamos, hay una tienda de disfraces cerca de aquí. Este año estabamos pensando en los cazafantasmas, ya que tenemos lo monos del taller y sería sencillo, pero por otro lado… ¿Cas? ¿todo bien?
- Si. Em, es mi primer Halloween aquí.
- Y ¿te apetece? ¿O preferirías celebrar como en Rusia?
- No, en Rusia no hay tradición de esta celebración. Es un país con tradición ortodoxa. La gente que lo celebra lo hace por rebelarse y suele haber problemas normalmente. Dean miró de reojo a Castiel. Su voz había bajado mucho, casi un susurro mientras contaba esto.
- Bueno, aquí es todo más ligero. Seguro que será divertido.
Al fin llegaron a la tienda de disfraces. Castiel miraba atónito la variedad de detalles y adornos. Pelucas, gafas estrambóticas, todo tipo de disfraces, sobre cualquier tema. Abundaban las cosas de brujas y demonios, las máscaras de personajes de películas de terror, algunas de las que Castiel no había oído hablar.
- Amigo, tenemos que hacer una maratón. Vivo con mi hermano y lo hacemos a veces, tienes que decirme que te apetece y empezaremos por ahí. No puedes vivir aquí sin un básico de cultura pop.
- ¿Por qué haces esto? ¿Bobby te lo ha pedido? - espetó de repente.
- ¿Qué? ¿Cómo?
- Si, ¿por qué eres amable? ¿por qué tratas de salir conmigo? - Continuó Castiel con su ceño fruncido.
- Eh, bueno, yo – Dean tartamudeó sintiendo que se sonrojaba – Para empezar, Bobby no me ha pedido nada, casi podríamos decir que ha sido al revés pero no entraremos en detalles. Y ...no se Cas, pienso que has llegado nuevo, a la ciudad, al trabajo, supongo que me gustaría, si fuese al revés,  si alguien tratase de ser mi amigo, pero si te molesta no te preocupes, no lo haré más. Te dejaré tranquilo.
Castiel agarró el brazo de Dean y sin apartar los ojos del suelo continuó.
- Lo siento, Dean, yo… te lo agradezco. Está bien. No es… no estoy acostumbrado a este tipo de hospitalidad. En mi país era fácil para mí entender, ahora, es complicado.  No quiero hacer...no quiero hacerlo mal.
- ¿Qué ibas a hacer mal? Son solo unas cervezas con compañeros de trabajo. Todo estará bien.- Decía Dean, casi tratando de convencerse a sí mismo. Claro que no eran solo unas cervezas con compañeros, él quería conocer más a Castiel, pero no iba a decirle eso, por supuesto.
- Por supuesto
Y Dean casi quiso creer que la mirada de Castiel esperaba otra cosa. Pero no estaba dispuesto a cagarla ahora que al fin había conseguido que el tipo saliese.
Siguieron mirando un rato más en la tienda, Castiel, tímidamente le preguntaba algunas cosas, y Dean siempre respondía con una sonrisa. Y un momento después Dean se quedó clavado al suelo, con los ojos abiertos y una sonrisa enorme.
- Amigo, ya tenemos disfraces
- ¿Qué? ¿No ibamos a ser cazafantasmas?
- Esto es mucho mejor. Seremos vaqueros – Dijo Dean mientras agarraba un sombrero de cowboy del estante.
- Pero los demás...
- Voy a mandarles una foto, a ver que opinan del cambio, si les parece, sombreros y pistolas para todas.
Castiel no pudo contener la sonrisa mientras observaba la alegría de Dean.
Todo el mundo pareció de acuerdo en el cambio de temática y Dean y Castiel compraron los productos para todo el mundo. De vuelta al taller mientras dejaban los sombreros, pistolas, chalecos en las taquillas de todo el mundo Castiel le habló a Dean.
- Gracias, por la tarde, lo he pasado bien.
- Pues espera al viernes, será mejor aun.
Llegó el viernes y si Dean ya había asumido que su flechazo con Castiel estaba empezando a adquirir unas proporciones preocupantes, al verle sin la gabardina y el traje y  con vaqueros, camisa tejana y el gorro de cowboy, supo definitivamente que ya no había más que hacer. Era evidente, le gustaba Castiel, mucho.
Su compañero Benny, que le conocía como si fuese su madre se acercó a él por detrás y le susurró:
- Cher, si querías jugar a Brokeback Mountain con el contable estoy seguro de que había maneras más disimuladas de hacerlo.
Dean se volvió hacia Benny con la cara ardiendo mientras el otro estallaba en carcajadas.
- Tranquilo, Cher, tu secreto esta a salvo conmigo. - continuo Benny mientras palmeaba a Dean en el hombro.
- En serio, Benny, yo..
- Ey Dean-o… ¿y este cambio? Fue para ver a Hot Russian con el gorro, Creía que la idea era quitar ropa no ponerla.
¿También Gabriel? Dios, Dean se quería morir. Empezaba a pensar que salir con sus compañeros de taller y el chico del que al parecer todo el mundo sabía que estaba colado no iba a ser buena idea.
- Vale, somos adultos. Como alguien haga algún comentario estúpido que pueda hacer sentir incómodo a alguien os aseguro que no podréis volver a sentiros seguros bebiendo café de la máquina. ¿Entendido?
Gabriel y Benny se miraron conteniendo la risa mientras asentían.
Cuando se acercó Charlie, le dio un guiño a Dean mientras le decía
- Ey.. mira Castiel está increíble ¿qué me dices, Dean? ¿Listo para cabalgar hacia el amanecer? - Dijo mientras le guiñaba el ojo significativamente.
Dean se tapo la cara mientras decía:
-No, no, no, tu también Charlie, no. ...¿Hay alguien en este puto taller que no lo sepa?
- Pues aparentemente Castiel – Dijo Jo, palmeando el hombro de Dean.
Los cuatro empezaron a reírse de Dean.
- Lo digo en serio. Una risa y no podréis confiar en ingerir ningún líquido aquí.
Finalmente Castiel se acercó a ellos.
- Bueno, estamos listos para irnos. - anunció Dean-  Ahora vamos a emborracharnos.
Se encaminaron al bar más cercano. Pidieron cervezas y cervezas y se rieron como hacía tiempo.
En todo momento hubo alguien haciendo bromas con doble sentido que sólo Dean pillaba, afortunadamente. Y poco a poco, la noche se fue gastando y pensaron en volver a casa.
Primero se fueron Benny y Jo.
Luego Charlie y finalmente Gabriel.
Dean sentía que la hora de marchar estaba muy cerca y sin embargo no quería que la noche acabase.
- Lo he pasado muy bien, Dean, gracias por presionarme  para venir.
- ¿Presionarte?
- Si, fue un poco como un empujón. Nunca lo habría hecho… Bobby me dijo que podía confiar en ti. Es solo que yo aun… no confío mucho, en mucha gente.
- Está bien, espero que la próxima vez que salgamos no necesite presionarte de ninguna manera.
Castiel le miró con esos ojos azules, tan inmensos que quitaban el habla. Pero había un punto turbio en ellos. Un punto de duda, de esperanza, o eso quería leer Dean.. así que arriesgó. ¿Lo peor? Sería apalizado por un hombre ruso de 1,80.
- Quizá, te apetecería otro día venir a casa… a la maratón de películas, como te dije en la tienda de disfraces.
Castiel parpadeó un par de veces. Su cara ahora mostraba la duda.
- ¿Es esto una invitación para una cita íntima?
- ¡Qué! ¡No! Bueno, no se… supongamos… ¿qué opinarías al respecto?
- No creo que fuese adecuado. Trabajamos juntos.
- Perfecto – Dean sonrió falsamente – suerte que no sea así.
- Sin embargo si no trabajásemos juntos, la idea sería...agradable. - Castiel fue bajando el tono hasta la última palabra que apenas fue un susurro.
La mente de Dean se quedó un momento en blanco.
-Sabes Cas, creo que, dado que el negocio es mi tío y tu llevas la contabilidad nadie pondrá un problema porque nos veamos. Es más, mi tío, probablemente agradecería que fueses de la familia. - dijo Dean con un tono que pretendía ser ligero pero que no resultó en absoluto.
La cara de Dean se puso roja y clavó los ojos en la mesa mientras maldecía.
- Отведи меня домой? - dijo Castiel bajando aun más el tono de voz mientras que pronunciaba fluidamente.
Dean levantó la cabeza.
- ¿Qué?
- Que si me llevas a casa. - dijo Cas, con una media sonrisa.
El corazón de Dean empezó a latir como un loco.
- Claro. Vamos a casa.
Mientras salían del bar sus manos se buscaron y empezaron a acariciarse. Dean estaba nervioso, Castiel también pero no lo aparentaba.  
A la mañana siguiente el sol les encontró en la habitación de Dean, finalmente habían decidido que no iban a molestar a la tía de Castiel, envueltos, el uno en el otro mientras un sombrero de vaquero colgaba del pomo de la puerta, indicación para Sam de que Dean tenía compañía.
16 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Photo
Tumblr media
Day Six #suptober22 - Parody 
 Digital Oil || Team Free Will 3.0 
 Where Donna, Charlie, and Jody put the boys in their place.
SUPPORT ME ON KO-FI || FOLLOW ME ON TWITTER  
79 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 30: Dedos
Con todo lo que había pasado, Dean quería hacerlo bien. Quería que fuera perfecto. El sitio perfecto, el momento perfecto y por supuesto, los anillos perfectos.
Desde que conoció a Castiel  través de Sam, ya que eran compañeros de universidad, Dean supo que quería algo más que amistad.
Cuando se conocieron en la universidad, Castiel y Sam se hicieron cercanos y empezaron a verse. Y Dean por supuesto estaba en esas salidas de cervezas con su hermano pequeño y su compañero de la universidad.
Le había gustado desde el principio, sus ojos, sus labios, su voz y sus manos, esas manos que luego han mostrado sus habilidades llevando a Dean a las alturas.
Poco a poco fueron acercándose y Dean se enamoró irremediablemente. Y lo que más sorprendía a Dean es que era correspondido.
Y cuando terminaron la carrera, Castiel tuvo que hacer las prácticas al otro lado del país. Fue un año y medio duro que acabó en una discusión al finalizar las vacaciones de navidad. Decidieron que era mejor de dejarlo. La distancia era una difícil compañera y ellos no sabían gestionarla.
Eso les rompió a ambos. Pero callaron, El miedo, la culpa, pensar que en el fondo estaban haciendo lo mejor para el otro...Acordaron política de contacto cero. Ni siquiera preguntaban a Sam, a pesar de que ambos hablaban con él y les ardían las dudas en la boca.
Sam los veía a ambos y pensaba que eran idiotas. Así pasó otro año más. Y en las siguientes navidades, se reencontraron cuando Sam lo propició.
Los dos le miraron con hostilidad al principio, incómodos y con un dolor agudo en el pecho. Al finalizar la noche, la incomodidad parecía haberse evaporado. Al llegar la mañana, viendo amanecer en el impala, Sam hacía rato que se había retirado, se confesaron lo mucho que se habían extrañado, Ese día retomaron la relación con un nuevo punto de vista y mas estrategias para afrontar los malentendidos,… un año para pensar en lo que hubiese sido si yo.. daban para muchas soluciones creativas que estaban dispuestos a probar.
Y ahora, un año más después, Dean esta dispuesto a hacer la gran pregunta. Un año en el que han pasado muchas cosas y al fin vuelven a estar juntos en la misma ciudad.
Y es por eso que, durante estas semanas ha estado mirando los dedos de Cas con gran insistencia, dispuesto a memorizar para comprar el anillo perfecto.
Y ahora ese anillo arde en su bolsillo. Ha preparado una cena basada en la sencillas preferencias de Castiel, luz de velas y la perspectiva de una noche tranquila en el apartamento que comparten desde hace unos meses.
Dios, le quiere tanto que no puede pensar que ocurrirá si Cas le dice que no. Se querrá morir… probablemente.
Aun está aturdido decidiendo si se lo propondrá después de la cena o antes cuando la cerradura del apartamento suena y el tintineo de una llaves en el cuenco del recibidor le indican que Cas está en casa.
Dean está al lado de la mesa que ha adornado con tanto mimo. Las velas dan una luz suave.
Mira hacia la puerta donde está Castiel con su gabardina en la mano y los ojos abiertos y emocionados por la sorpresa. Una media sonrisa empieza a dibujarse en su rostro. Y las dudas de Dean se disipan. No quiere esperar ni un minuto más.
- Dios, Dean, dime por favor que no he olvidado ninguna fecha importante.
Dean sonríe nervioso y se acerca hasta quedar delante de Castiel.
- No de momento.
Entonces coge su mano y acaricia sus dedos lentamente mientras le mira a los ojos. Agarrando su mano, acaricia son su pulgar el anular de Castiel. Sus pulmones parece que se van a quedar a sin aire. Y se arrodilla.
Castiel hace una exhalación rápida y la sonrisa cae de su rostro mientras sus ojos se abren aun más.
- Cas – comienza Dean con la voz entrecortada – Pasamos mucho tiempo separados, se me hizo eterno. Ni  un infierno ni un purgatorio habrían sido tan malos si lo comparo con no tenerte. Te amo y te quiero a mi lado. Castiel James Novak ¿Me harías el honor de casarte conmigo?
Dean soltó brevemente la mano de Castiel para sacar el anillo.
Cuando al fin se atrevió a subir su mirada, Castiel lloraba.
- Joder, Dean, claro que si. ¿En que puto universo te diría que no?
Dean soltó una carcajada que le ayudó a soltar todo el aire y la angustia que se habían ido amontonando en su pecho. Las lágrimas acudían a sus ojos también mientras se reía brevemente. Castiel nunca maldecía. Sólo cuando estaba muy nervioso.
Sus manos temblaban mientras deslizó el anillo en el dedo de Castiel. Y le besó mientras sonreía.
- Te quiero.
- Yo también. Y ahora vamos a cenar me muero de hambre. Llevo toda la tarde en la cocina preparando la cena perfecta.
- Estás conmigo, así que ya es perfecta.
El telefóno de Sam sonó a media noche. Era un mensaje de Dean que adjuntaba una fotografía. Los dedos entrelazados de quienes suponía eran Dean y Castiel y con un anillo en el dedo de Castiel.
Una sonrisa enorme se abrió paso en su cara.
10 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 29: Un millón de razones
El sol comenzaba a asomarse por la ventana. Entraban tímidos rayos por el cristal e impactaban justo su hombro .
Parpadeó, acostumbrándose a la luz. Y vio el perfil, acostado, de Dean. Se encontraba bocabajo , con su brazo debajo de la almohada. Sus ojos cerrados y su rostro con un semblante pacífico. La sábana le cubría de cintura para abajo y su espalda, desnuda estaba bañada también por los rayos del sol.
Ni en sus sueños más locos, Castiel pensó en que podría tener esto. No lo merecía. Las emociones del día anterior llegados en oleadas mientras recordaba palabra a palabra la conversación de la noche.
Extendió su mano para acariciar la espalda de su pareja. Casi temía que al tocarlo todo se desvaneciese como en un sueño. Había estado tan cerca de perderlo. Cuando la ex novia de Dean volvió a su vida, él pensó que no tenía nada que hacer, que toda su corta pero intensa relación había sido un rebote o una fase. Y sin embargo…
Castiel al fin se decidió y con su dedo índice comenzó a trazar las pecas de la espalda de su pareja, haciendo constelaciones y formando palabras y corazones.
-Buenos días, rayo de sol. - Dijo Dean sin abrir los ojos y con voz adormilada.
- Lo siento – Dijo Cas en un murmullo – Te he despertado.
- Te oía pensar desde aquí – dijo Dean entre abriendo los ojos, conteniendo una media sonrisa  y con voz divertida - ¿Qué te preocupa?
Castiel miró hacia las pecas de la espalda de Dean, mientras continuaba dibujando patrones, incapaz de mirarle a la cara. Suspiró mientras respondía.
- En lo cerca que he estado. De perderte.
Los ojos de Dean se abrieron como platos y se incorporó, apoyándose en un codo mientras con su otra mano agarraba la mano de Castiel.
-¿Perdona? ¿Cerca de perderme? - Dijo con voz entre alarmada e incrédula – Cas, no has estado ni remotamente cerca de perderme.
- Pero ella...ella volvió… - Tartamudeó mirando de repente a Dean con la inseguridad brillando en su mirada.
- Si y aunque ella volvió no quiere decir nada. Cas, tengo un millón de razones por las que quiero estar contigo. Y cada día añades al menos un par más a la lista.
Los ojos de Castiel se nublaron por un momento. Mientras bajaba su mirada nuevamente, incapaz de sostener los ojos verdes de Dean.
- Te amo, Cas, desde el primer momento en que te vi. Mas o menos. Día arriba, día abajo.
Castiel sonrió brevemente.
-Ey mírame – dijo mientras levantaba con dos dedos la barbilla de Castiel y fijaba los ojos verdes en los azules de Cas – Te lo digo completamente en serio. Te amo, por un millón de razones y aun no alcanzo a comprender cómo he tenido tanta suerte de que quieras estar conmigo. No hay nadie con quien quiera estar. Nadie que no seas tu.
Una lágrima de deslizó por la mejilla de Castiel y Dean la recogió con un beso. A ese beso siguió otro en su mandíbula y finalmente otro en sus labios. Sus corazones martilleaban fuerte. Hubo miles de besos esa mañana. Tantos como pecas en la espalda de Dean, como estrellas en el cielo, como razones para estar juntos.
13 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Tumblr media
Suptober 2022
Day 30
Prompt - Fingers
Dean holds onto Castiel's hand. Unwilling to let him go again after fighting to get him back.
46 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 28: Animal
El tiempo se había vuelto loco. Sam y Dean jamás habían visto una nevada así. Copos como pelotas caían sin parar. Habían tenido la prudencia de dejar el coche esa noche al ver el pronóstico, pero no se imaginaban esta tormenta.
Desde el cálido interior del Roadhouse miraban atónitos los copos caer y caer. Se habrían arrepentido de haber salido de casa esa noche si no fuese porque el motivo para salir era reencontrarse con su viejo amigo Castiel.
Castiel había sido su vecino, compañero de instituto, familia. Dean y él habían trabajado en los mismos sitios cutres, Sam y él fueron al mismo campus. Castiel siempre orbitó cerca de la familia Winchester. Nunca estuvieron muy lejos unos de otros, se llamaban de tanto en tanto. Se mantenían al día.
Hasta que la universidad acabó y hubo que buscar trabajo. Y el suyo llevó a Castiel lejos de su antigua vida.
Por eso cuando Castiel les dijo que volvía de visita y que quedaban esa noche en el Roadhouse no habían dudado ni un momento. Ni la mayor nevada les hubiese detenido.
Pero pasaba el tiempo.. Y Castiel no llegaba. No les extrañaba, podían haber pasado miles de cosas, su avión cancelado, el coche detenido en medio de la carretera, que Castiel se lo hubiese pensado mejor antes de adentrarse en esta pequeña Siberia.
Los móviles no funcionaban, no había señal, cosa que no les extrañó. Pero empezaban a preocuparse por su amigo. Pidieron que se encendiese el televisor del RoadHouse, por si hubiese pasado algo grave.
Mientras tanto, el ambiente en el local de las Harvelle era muy agradable. Lleno hasta los topes de transeuntes a los que las nieve había pillado desprevenidos y se habían refugiado al calor de la buena música y la cerveza.
Los hermanos decidieron que por el momento seguirían esperando, hasta que se restableciese la línea. Así, tranquilamente pidieron algo de comer y unas cervezas.
Hacía tiempo que ellos no se habían tomado un día libre para simplemente tomar algo en un bar así que vieron todo esto como algo positivo.
Varias horas después la intensidad de la nevada se había reducido a la nada, y al fin los teléfonos volvieron a la vida. Cuando miraron vieron varias llamadas de Castiel en ambos. Suponían que para avisarles que cancelaba el plan. Vieron también que tenían varios mensajes de voz.
Dean empezó a escuchar el primero de ellos. Sonrió cuando escuchó la grave voz de su viejo amigo. De verdad que le había extrañado. En el mensaje se disculpaba con la tardanza diciendo que el vuelo había llegado tarde y que pasaría por casa de su padres a dejar las cosas y les vería allí.
Los siguientes mensajes.. Varios, muy cortos dejaron a Dean con una sonrisa atónita en la cara. En esa cascada de audios Castiel les contaba como al llegar a casa de sus padres oyó la noticia de la terrible situación del refugio de animales por la nevada. Dean sabía que Cas había sido voluntario durante varios años y hasta que se marchó en ese refugio. No le extraño nada viniendo del corazón de su amigo.
Los siguientes audios, éstos en el móvil de Sam, contaban todo su periplo, desde casa de sus padres, y visita a casa de los vecinos mas cercanos para pedir mantas que poder llevar al refugio.
Hubo otro audio más mientras se quejaba desde la furgoneta de su padre, que al parecer le había prestado para llevar las cosas y porque era más seguro que el viejo coche de Cas, ya que estaba casi inmovilizado en la carretera, avanzando a paso de tortuga hasta el refugio.
Luego un audio muy corto que decía “Al fin he llegado. Acomodo esto y voy al Roadhouse”.
Sam y Dean se miraron entre divertidos y desilusionados. No les extrañaba esta acción de su amigo. Siempre había sido una persona muy compasiva, atenta y dulce con cualquiera más vulnerable que él. Les dio pena haber perdido la noche. Sabían que Cas tenía buena intención y probablemente no esperaba tardar tanto.
Casi llegaba la hora del cierra y ya no quedaban en el bar mas que ellos, las Harvelle y un par de clientes.
Dean y Sam empezaron a ponerse las chaquetas para iniciar el camino a casa. La campanilla de entrada sonó...y allí al fin..entró Castiel. Casi tiritando de frío, con su sempiterna gabardina y unos ojos llenos de culpa que contrastaban con la inmensa sonrisa por verlos aun allí.
Se fundieron en un abrazo.
-Lo siento muchísimo – Murmuró – Os juro que pensé que no tardaría. No podía dejarlos, con el frío. Sin apenas mantas.
Sam sonrió.
- Tranquilo, lo sabemos. No te preocupes.
-Os he echado tanto de menos. Tenía tantas ganas de volver.
A Dean se le puso un pequeño nudo en el estómago.
-¿Y cómo estaban? Los animales, digo.
- Helados. Aun faltan muchas mantas y he pensado que igual a alguien le sobra un calefactor.
- ¿Qué te parece si mañana por la mañana hacemos una recogida de material y lo llevamos?
Los ojos de Castiel brillaron.
- Muchísimas gracias, chicos. Lo siento tanto. Os he hecho esperar muchísimo.
- No hay problema, Cas. Mañana después del refugio, tu nos invitas, por todo lo que hemos comido y bebido sin ti. - dijo Dean, guiñando un ojo.
-Por supuesto. - Castiel miró exultante a los hermanos – ¡¡Tengo tantas cosas que contaros!!, Estoy muy feliz de estar en casa otra vez.
16 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 27: Mentiroso
El golpe le dejó sin aire en los pulmones.
-Mentiroso.
No sabía que le había dolido más. Si el golpe en sí, que el golpe se lo hubiera dado su hermano o el mentiroso.
Nunca antes se había enfrentado a Dean. Su hermano mayor había sido siempre su ídolo. No solo eso. Había cuidado de él cuando su padre no lo había hecho.  Había preparado comidas cuando no había dinero, comprado ropa, preparado navidades...Una lista infinita de cosas que se supone deben hacer los adultos. No ellos. No Dean.
Sam sabe cuánto ha machacado su padre a su hermano mayor “cuida de tu hermano” “eres el responsable” y Dean no lo cuestiona, nunca lo hace.
Ha visto a su hermano temblando, tragarse el miedo y hacerse el valiente por los dos. Ha visto plantarle cara a cosas que nunca debería ver un niño por protegerle. Ha sido padre, madre y hermano. No es justo y esta furioso.
Cuando era más pequeño, Sam no cuestionaba. Amaba tanto a Dean, haría lo que fuese por él.
Por eso le jodía tanto. ¿Cómo Dean no era capaz de verlo? ¿Cómo podía no darse cuenta de que su padre era un egoísta? Que una vez más les había dejado.
Y por eso, por primera vez Sam le dijo a Dean lo que pensaba. Que su padre era un egoísta, que seguro que se había ido con otra familia, que ya no los quería. Y que era un tonto por seguir siendo su buen soldado.
Y entonces Dean lo golpeó. Y décimas de segundo después Sam vio la cara de terror de su hermano ante lo que había hecho. Dean jamás le había puesto la mano encima. Podrían haber tenido discusiones, bromas, pero nunca, nunca, Dean había golpeado a Sam.
Sam sabía que su hermano era un cabezota. Nunca, nunca se tragaría su orgullo y diría que lo siento.
Sam sintió como el pequeño resquicio de infancia que quedaba se rompía en mil pedazos. Tuvo el presentimiento de que nada sería igual a partir de ese momento. Que ya no querría ser mas el niño al que hay que cuidar.
Ese día el camino de Sam empezó a bifurcarse del de su hermano y su padre. Una bifurcación que le acabaría llevando muy lejos, hasta la universidad de Stanford. Pasaría mucho tiempo hasta que Sam pudiese reconciliarse con Dean.
11 notes · View notes
infusionmental · 1 year
Text
Prompt 26: Tararear
Era su último año en la universidad. Su último año de compartir cuarto con su “mejor amigo”. La angustia lo iba consumiendo según pasaban los días, porque sabía que estaba en el descuento. Cuando se graduasen era poco probable que volviese a ver a Castiel. A lo largo de la carrera había pasado por diferentes fases, primero se lanzó a la conquista de cuanto ser se movía por la facultad. Mientras miraba a su tímido compañero de cuarto como si fuese un extraterrestre peculiar que le causaba mucha curiosidad. Con el paso de los meses y los cursos, Castiel se fue haciendo un lugar propio, cada vez más y más grande en el corazón de Dean. Ya no eran solo compañeros, eran amigos, los mejores amigos. Veían películas, estudiaban hasta tarde, cocinaban, tenían amigos comunes...Dean seguía flirteando pero nunca volvió a llevar a nadie al lugar común.
Según se iba acercando el último año una vocecita molesta en el fondo del subconsciente de Dean empezó a taladrarle con la idea de que le quedaba poco tiempo con Cas. Y esa idea, pequeña al principio se fue volviendo dolorosa.  Y en el verano, antes de su último año, Dean se acostó una noche lleno de alegría porque en pocos días volvería a ver a Castiel y se despertó, algunas horas después, con una angustia enorme y un reloj que hacía tic-tac en su cabeza indicándole que su tiempo con Castiel iba a acabar.
No le dijo a nadie, que esa noche lloró como un niño. Y esa mañana se dio cuenta de que en realidad sentía algo por él.
En esos últimos días de verano grabó un mixtape para Cas. Sus canciones favoritas de Led Zeppelin. Dean sabía que Cas no era muy fan pero...
Cuando se lo dio estaba en su habitación estudiando, jugueteaba con la cinta nervioso. Hacía ya varias semanas que habían vuelto a instalarse y aun no había encontrado el valor. Se sentía un poco tonto.. ¿un mixtape? ¿para el chico que te gusta? ¿que tenian, 12? Y por eso como estaba un poco avergonzado, cuando Cas entró a preguntar si quería cenar , tan solo estiró el brazo mientras fingía concentración en los apuntes de su escritorio. Sus dedos no llegaron a tocarse pero Dean sintió la electricidad correr a través de ellos y darle una sacudida en el corazón que supo disimular.
Y nada pasó desde entonces, solo el tiempo. Ya se acercaban los finales de nuevo y la graduación. Y el sabor metálico y el dolor en las tripas eran sus compañeros permanentes cada vez que miraba los ojos de Castiel o cuando sonreía de esa manera tan tierna. Joder, iba a echarle tanto de menos.
Y después de un mes infernal llegó el día de la graduación. Y se acababa todo. Habían empacado sus cosas. Ambos volverían a casa de sus familias a pasar el verano y luego..la vida adulta.
Ese último día en el lugar que habían compartido por 4 años se sintió un poco triste y desesperanzado. Castiel también parecía triste pero siempre fue más complicado de leer que Dean.
Se estaban preparando para ir a la graduación. Poniéndose sus trajes y corbatas frente al espejo de pared. Dean se reía viendo a Cas luchar con su corbata para hacer el nudo. Fue al baño y cuando regresó lo hizo con un cepillo húmedo para tratar de domar su pelo. Mientras estaba concentrado en esa tarea comenzó a tararear una canción.
El cerebro de Dean se paró un momento. Él conocía esa canción. “Fool in the rain”.Estaba en el mixtape.
Dio un paso hacia atrás y observó a Castiel, con su traje, tarareando esa canción mientras se miraba peinaba frente al espejo. Y se rompio un poco mas por dentro.
En algún momento su cerebro debió de desconectarse del todo o pensó, a la mierda, ya todo da igual, se va a ir, porque con una voz que apenas levantaba un susurro dijo:
-Cas, te quiero.
Castiel se quedó congelado y miró a Dean a través del espejo sin poder darse la vuelta.
-¿Qué? - respondió con voz ahogada y ojos de sorpresa.
Los ojos de Dean se llenaron de lágrimas. Bien, ahora si la había cagado. Podía negarlo todo y vacilar o … no había o… no podía negarlo. Lo llevaba como tatuado en la cara ahora.
- Te quiero, Castiel. Me gustas mucho. Solo necesitaba decírtelo ya que ….
Y Dean se encontró casi sin aire, siendo estrujado en un intenso abrazo. Castiel escondió su cara en el cuello de Dean, que sintió un escalofrío al contacto con el aliento y la barba de Cas.
-Yo también, Dean, yo también. -y abrazó más fuerte – Pensé que sólo lo sentía yo.
Joder.
Y el torrente se terminó de derramar, con ambos llorando, abrazados, como si fuese su último día en la tierra.
Poco a poco sus respiraciones se fueron acompasando y al fin tuvieron el valor de mirarse y se sonrieron tanto que ambos se les salía el corazón. Sus móviles comenzaron a sonar. Sus amigos les llamaban. Iban a llegar tarde a la graduación. Pero daba igual. Este podía ser el fin de un ciclo. Pero el nuevo que comenzaba lo surcarían juntos.
19 notes · View notes