Abro esto como especie de diario una vez más pero esta vez sin pensar en lo que escribo.

Antes de que termine el año sentía que este próximo sería mejor y me vendrían cosas buenas, después las 12 del 31 de diciembre esa sensación se fue y así llegaron unas de las semanas más horribles y difíciles de mi vida, específicamente dos semanas.

Me lastime día tras día aunque no quería hacerlo, aunque no lo hacía hace meses, me encerré, no sabía que día era ni que hora y prefería que así siga. Pasaba de cama en cama,días sin poder llorar y días llorando todo el tiempo, sin parar, incluso cuando no caían lágrimas me sentía llorando por dentro.

No estoy segura cuando fue, pero pensé que morirme iba a ser mejor, pero la culpa era mucha por el dolor que podría causar. Pero ahí estaba, sin poder respirar, con taquicardia, a pasos de pastillas y ahí me di cuenta que yo ya no estaba en control de mis acciones, que podría hacerlo sin siquiera tener idea de lo que pasa, que podía volver a la lucidez muy ,demasiado tarde.

Solo quería que me mediquen o medicarme pero después de tocar ese fondo tan asqueroso y putrefacto, en un nuevo nivel donde hacía días que no comía y eso era totalmente nuevo me dije a mi misma que no me merecía tratarme así.

Un acontecimiento me mostró que mi cabeza me puede inventar muchas cosas y ahí dije basta, no me lo merezco.

El primer no me lo merezco que si fue positivo...

Y ahí estaba ,ahí estoy, curandome a cuenta gota, con días y días de insomnio pero con la certeza de que en algún momento voy a poder dormir. Con días de sensaciones que no pedí pero se que no van a ser para siempre. Agradecida con los amigos que el universo me dio.

Llore tres veces, una pude reconocer que fue de alegría, casi no conozco esa sensación, llorar de felicidad es más llenador que el éxtasis. Otra porque me sentí orgullosa de levantarme pese a todo, me palmie la espalda y me dije estoy orgullosa de vos loca y la última fue recién, después de una meditación que creí que no sirvió una frase me hizo un quiebre y me pedí perdón, me pedí perdón por todo el daño que me hice, por todo el tiempo que me lastime en forma física, mental y en alma. Pedirme perdón es el acto de valentía más grande de mi vida, porque tenía y tengo mucho miedo de que nunca pudiera perdonarme.

Estabas tirada en el piso mientras la casa se derretía.

Estabas ahí, más presente que nunca, necesitando el frío de los azulejos.

tenías desconocides al lado tuyo,

Desconocides que sin darte cuenta iban cambiando y cada vez parecían más conocidos.

veías las manos de alguien, tan graciosas y llenas de colores. Sus uñas no tenían mugre abajo, tenían luces.

La música estaba alta, pero no lo suficiente ,no como la necesitabas.

Un cuerpo nuevo te abrazaba y acariciaba porque si y no supiste como responder , así que decidiste quedarte hecha una piedra y después de una canción responderle el cariño.

Varias fotos, varias invitaciones al piso. Varias dudas de si el vino era o no vino. Varias risas y un cigarro de mano en mano.

Mientras estabas tirada en el piso la casa derretía, deseabas con todas tus fuerzas ser una persona nueva, la de tus sueños sin saber que ya lo eras…

sex education season 2, episode 4

Before January ends, I’m going to magically and extremely be blessed by the universe.

Ya ni se cómo está el clima afuera pero llegó un punto que me dejó de interesar. Así mismo, espero que este nublado y que no sea que pasaron más horas de las que me acuerdo y el único viento que sentí fue el del ventilador al lado de mi cama.

Se que estoy mal porque me duelen los ojos y están secos, pero no sé muy bien el motivo ni si es necesario tenerlo.

Me entretengo para no tener fantaseos pero me aburro rápido y solo puedo mirar el techo mientras los brazos se me entumesen. La irrealidad tampoco me llena porque no es más que eso, entonces ya no se que quiero ni si quiero algo.

La pieza es un asco, hay colillas de cigarrillos por todos lados las cuales ni siquiera son mías porque mi cobardía llega el punto de no poder prender un pucho en mi casa. Siempre la nena buena, de papi y mami.

Las ganas de que alguien me abrace se desvanecen cada vez más rápido pero a la vez crecen, crecen a un punto que se que no tiene sentido y ahí cae, caen y caen. Ya no me puedo abrazar ni con mis propias extremidades.

Acaricio a mi gata y le mojo el pelo con alguna que otra lágrima que no se si fue real, le doy besitos y se que sabe que algo pasa porque es arisca pero me deja hacerlo solo por esta vez.

Me está siendo difícil encontrarle un sentido a la vida, ni siquiera lo digo en un modo fatalista ni suicida, solo no lo encuentro, se que tengo que existir pero probablemente sin ningún sentido. Está infravalorado pasar sin pena ni gloria.

La luz de mi pieza se ve cada vez más tenue, mi yo de 13 años debe estar pensando en la muerte, como le decimos que no es sólo una etapa?

I feel so ATTACKED right now!

“Toddlers are difficult even when you’re a cat.”

(Source)

Surreal Digital Illustrations by Oddly-Spliced (Leigh Whurr)

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Una vez más escribo de lo mismo. Ya estoy harta pero vuelve a pasar,la cabeza vuelve a girar .

Siento que tengo una maldición que arrastro de vidas pasadas, la cual me condenará a la soledad.

Nunca nadie me va a besar con ternura ni abrazar con el alma, nunca nadie me va a dejar dibujarle por horas para solo mirarle.

No sé si me gustan los hombres y las mujeres, no se si me gusta alguien, tal vez solo me gusta la idea de que despierto deseo en alguien, no me importa quien ni que es, solo quiero que me amén.

Quiero que por una vez un ser piense en mi con deseo, que su cabeza le juegue mil tormentos preguntándose qué siento, que se esfuerce y hasta humille un poco por mi cariño, que se conforme con charlas mundanas y tremendamente aburridas, que idealice hasta la cosa más fea de mi y la admire.

Quiero que por una vez se cambie el rol, que alguien desee dibujarme aunque no sepa hacerlo y busque romper la maldición de mil vidas, que se anime a secarme las lágrimas y a hacerme entender, que me busca de verdad...

Velorio

Admiro a la gente que puede llorar,que sabe como. Me gustaría que me enseñen porque en este duelo no hay lagrimas, en este duelo solo hay un fantasma de un pasado ,el cuerpo agónico es el tiempo. Antes de morir el tiempo me grito, me dijo que grite con el, que me mire y vea que no estoy más, que soy otra cosa, que corte la carne que me cubre y me iba a dar cuenta que hay miles de cubiertas más. Como no grite, el tiempo murió, también yo, también las cubiertas. Quede vulnerable en un duelo propio, vulnerable pero sin llanto, vulnerable inmutable. Golpeable, odiable, estresante. A mis ojos le duelen ver como el tiempo tomo la forma de mi imagen, como ahora soy yo el cuerpo. Y ahora si, si lloro, si grito, si me pego, me encuentro un poco más ,me muero un poco más, revivo un poco más. El tiempo en realidad no me odiaba, me amo tanto que me regalo mi propio velorio.

Twilight Conversation. Ron Hicks, 2013.

Abandonment (The Pair). Henri de Toulouse-Lautrec, 1895.

The Café. Federico Zandomeneghi, 1884.

The New Bracelet. Henryk Siemiradzki, 1883.

Ayer nos pusimos a hablar de esa gente que uno no se puede imaginar enojado, que tiene una paz que te llena y/o una paciencia descomunal, también aquellos que parece no quedarle enojo no le encuentran el punto, porque la vida ya se los saco todos.

Lauri me preguntó cómo soy cuando me enojo, si es que lo hago porque no me puede imaginar. Le dije con sinceridad que soy una basura, que no me enojo nunca pero cuando lo hago soy un demonio. Le conté que te digo palabras hirientes pero también lloro, cortando las palabras con lágrimas ahogadas por demasiado tiempo, mientras que en la mano derecha tengo un cuchillo listo para ser tirado. Nunca supe si el cuchillo era para mí o para un tercero.

Uno de esos seres sin enojo puso un uno, grito e hizo un acta, le cambio la voz y la cara, una muchacha lloro, reconocer nuestros terrores duele. Lauri se asusto.

Hoy me dieron una responsabilidad muy grande, pase más de una hora contando plata que mi cerebro no procesaba, allí con lluvia afuera y la sensación de nunca estar sola. Llegó la hora de pagar, conté y conté y estaba todo mal, se me fue el hambre, quería vomitar, transpire a niveles asquerosos y preocupantes. Ahí estaba, nunca sola, siempre la ansiedad rondandome.

Pase la peor parte, sugiriendo que me dolía la garganta y no me quería mojar me fui temprano (bueno, en mi horario que nunca se respeta).

Rondaban las 10:35, truenaba sin parar y las luces titulaban

En la puerta estaba Lauri, golpeó con furia una hoja de esta y por un momento pensé que era una broma o el viento. Una señora, que me da energía de abuela (mi abuela, ninguna otra) se acercó apurada y preocupada, una portera cerró la puerta y la sostuvo. Efectivamente Lauri, se convirtió en demonio. Ella, que siempre escucha, que siempre enseña, ella que se sorprende cuando un humano tranquilo levanta la voz. Ella que se sorprendio de mi descripción en la que lloro y te quiero matar.

Estaba así, es así, su voz alta y quebrada, un enojo doloroso, un enojo con lágrimas. "No me podés decir eso!" Y un nombre que no recuerdo pero ella bien parecía conocer. Una respuesta que decía algo así como "dedícate a tu trabajo, sos la bibliotecaria!" de la persona cuyo nombre no recuerdo pero tenía un guardapolvo, de maestra,si esas que le decís señoritas. Y un "CONMIGO NO, CONMIGO NO" del angel caído.

Me abrieron la puerta rapido, no pude mirar a los ojos a Lauri, no podía imaginar el hecho de que no me pueda reconocer. Abrí el paraguas lo más rápido posible, con gritos de angustia y palabras sobrantes de fondo.

Camine mojandome íntegramente los pies, sentí que la lluvia estaba aquí para lavar y anunciando el final, sentí que cairiamos todos los angeles y por una vez seríamos los demonios.

El mundo nos subestima y nos hace sufrir, somos el cuchillo en mi mano derecha esperando ser lanzado, hiriendo lo que sea a su paso. Hacemos todo mal, no somos los buenos porque pensamos y rogamos demasiado en hacerlo.

Espero que Lauri esté bien ,espero que no haya herido ni se haya herido, que el Jueves que viene me recomiende libros y consejos que ella no sabe seguir. Que no la borren de este cuento, en este final anunciado.

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